Pov Caroline.
Tome su mano casi por reflejo. En el
momento en el que nuestras pieles estuvieron en contacto, sentí una corriente
que recorrió mi espina dorsal y término directo en mi pecho. La diferencia de
temperaturas, fue un detalle que del que pude darme cuenta luego. Parecía tener
fiebre o algo por el estilo.
– Igualmente – devolviéndole la
sonrisa sin poder evitarlo.
Era un chico de más o menos un metro
ochenta, muy musculoso. Llevaba una camisa blanca simple, que se adhería a sus
musculosos brazos y pecho, tenía una preciosa y brillante piel morena rojiza.
Su nariz era recta pero no perfilada, sus labios sonrosados y carnosos. Llevaba
un antifaz gris que hacia resaltar sus ojos café claro, los cuales parecían brillar
hasta el punto de echar chispas. Me sentí intimidada.
– Ehh… – solté su mano – ¿Vienes al instituto? – pregunté ansiosa por romper
el silencio algo incomodo que se había formado – No te había visto antes.
– No. No vengo a este instituto – explicó y estuve
segura de que decía la verdad, el simplemente no pasaría desapercibido – solo vine a acompañar a…
– ¡Seth! – exclamó una chica rubia apareciendo a su
lado. Llevaba un sencillo vestido rosa opaco corto y un antifaz negro.
– ¿Qué ocurre, Abigail? – preguntó Seth por fin dejando
de mirarme, sentí como todo a mi alrededor volvía a moverse. Le di un trago a
mi refresco mientras respiraba profundamente.
– Nada solo es que no volvías con mi refresco y vine –
se giro a verme – ¡Oh! ¡Hola!
– Hola – medio sonreí su entusiasmo era contagioso.
– ¡Soy Abigail Blond! – Se presentó con una gran
sonrisa. Era una chica bastante bonita. No tan alta, con un cabello lacio rubio
el cual le llegaba hasta los codos y unos grandes y expresivos ojos grises – ¿Tú eres?
– Caroline Roses.
– Lindo nombre – alagó.
– Gracias.
Seth de nuevo tenía sus ojos fijos
en mí, pude notarlo por el rabillo del ojo, yo me concentraba en prestarle
atención a la chica rubia.
– ¿Ustedes qué? ¿Se conocen? – nos preguntó al chico
moreno y a mí.
– No, solo nos tropezamos – respondí rápidamente.
– Oh – murmuró y se quedo callada unos segundos mientras
miraba a Seth y este volvía su mirada a ella – Las mejores cosas de la vida se
encuentran así, de repente… en un parpadeo o…un tropezón – dijo ahora mirándome
con una sonrisa que no le llego a los ojos, fue como si su entusiasmo se
hubiese se hubiese opacado por una profunda tristeza que se reflejaba en sus
ojos.
Me pregunté por unos segundos que
había querido decir con esa oración tan extraña. Tenía un significado entre
líneas que no podía entender del todo. Solo pude sonreír incomoda y pensar
rápido la manera de alejarme.
– Abigail...– dijo el chico
mirándola con una expresión que no supe descifrar a lo que ella solo sonrió y
se acerco a depositar un casto beso en los labios del chico. Claro, el
acompañaba su novia. Sentí una punzada en mi estomago que me hizo
hacer una mueca de dolor.
–Lo sé, Seth – fue todo lo que dijo antes de abrazarse
al brazo del chico y apoyar su cabeza en el mismo – ¿Vienes al instituto? ¿A qué año vas? – hablo
dirigiéndose ahora a mí. Había algo en su mirada, que me hacía sentir triste.
–Si – respondí mientras asentía – Oficialmente estoy en
último año. ¿Y tú?
– Voy un año atrás. Eso explica porque no se me hace
familiar tu rostro, no tenemos clases juntas, además, soy muy distraída.
Asentí de nuevo – Eso lo explica,
tampoco te había visto. Lo cual es extraño siendo Forks tan pequeño.
– Cierto. Puede que hayamos tropezado en los pasillos y
no lo recordemos.
– Puede ser – admití – tengo mala memoria para los
rostros.
En ese momento recordé que el mundo
seguía girando, que estaba en un baile y Nahuel
era mi pareja.
– Bueno – murmuré - fue bueno
conocerlos. Pero, debo irme me esperan – me excuse.
– Igual, Caroline. Te veo luego – dijo la chica y
fruncí el ceño para luego asentir y alejarme de ellos.
Camine entre la gente tropezando con
varias personas repetidas veces, demasiado concentrada en mis propios
pensamientos, analizaba detenidamente lo que había pasado unos minutos atrás.
Los latidos de mi corazón volvieron a la normalidad pero aun me sentía aturdida
y extraña, como si me estuviese perdiendo de un detalle importante sin darme
cuenta. Mire a mis espaldas una vez mas, Abigail y Seth ya no estaban. Suspiré. Tenía una extraña sensación de
pérdida y vacio inexplicable.
– ¿Todo bien? – la voz de Nahuel en mi oído me hizo dar
un salto cuando alce la mirada lo tenía en frente mirándome preocupado.
– Sí. ¿Por qué? – solté inmediatamente.
Me miró escéptico – Traes el ceño fruncido como su estuvieses
preocupada.
–Nada, solo estaba pensando – respondí restándole
importancia. El no me creyó y
alzo una ceja – Ya deja tu psicología barata ¿vale? – siguió mirándome
fijamente seguramente estudiando mi rostro, buscando en mis facciones alguna
emoción que delatara lo que pasaba por mi cabeza. Imite su gesto alzando una
ceja – ¿Pasaremos
toda la noche haciendo muecas o vamos a bailar?
– ¿Qué paso? – Volvió a preguntar y tomo mi rostro entre
sus manos – tienes las mejillas sonrojadas – acaricio las mismas con las yemas de sus dedos – están
ardientes. ¿Te sientes bien?
– Sí, doctor colmillos, deja la paranoia y vamos, amo
esa canción – dije mientras tomaba su mano y lo llevaba de nuevo entre la gente
al tiempo que escuchaba una de mis canciones favoritas sonar.
El resto de la noche paso entre
risas, bromas y baile. Nahuel aprendía rápido por lo que una hora después pudo
bailar sin preocuparse por estar haciendo el ridículo, aunque para ser un
vampiro era bastante inseguro. En parte, no lo culpaba después de todo era
obvio que acaparaba gran atención dentro de ese pequeño salón. Nahuel
represento una gran distracción para dejar de lado al menos por unas horas la
extraña sensación de que había quedado en mi pecho luego de conocer a Seth
Clearwater.
Pasaron las horas y me sentía lo
suficientemente cansada para caer en una cama y no despertar hasta navidad.
Termine recostándome al pecho de Nahuel y él me recibió gustoso, envolviéndome
entre sus brazos.
– ¿Qué ocurre?
– No aguanto estos zapatos, son una tortura – dramatice
y él se rio, luego beso mi frente y sonreí ante ese gesto.
– Si estas cansada podemos irnos… no has querido
sentarte en toda la noche.
– Eso estaría bien – acepté alzando el rostro para poder
mirarlo.
– Solo hay un problema. Ness no tiene planes de irse aun
– ambos miramos a un lado, donde a lo lejos podía visualizarse la imagen de una
Carlie riendo mientras bailaba con Jacob – Tienen que llegar ambas a la casa Swan. Si nos
vamos ahora, seria arruinar su velada con el chucho.
– Tienes razón – medité y volví a mirarlo – solo
salgamos de aquí – propuse.
– Admite que solo quieres estar a solas conmigo,
Roses.
– Admite que tú quieres lo mismo, Chico-súper-ego.
El sonrió ladinamente y no pude
evitar responder el gesto con una sonrisa tonta. El apoyo su frente en la mía y
soltó un suspiro. Quede hipnotizada en el momento en que su delicioso aliento
azoto en mi cara y movió lejos de mis mejillas los mechones rebeldes que se
adherían a mi cara. Cuando pude despertar un poco de mi atontamiento, note como
nuestras narices se rozaban y él se acercaba sus labios peligrosamente a los
míos, sentía su aliento contra mi boca, filtrándose en ella y era el doble de
embriagador. Una vez que nuestros labios se rozaban a punto de conseguir el
completo contacto tuve el impulso girar el rostro, trate de controlarlo pero
fue inevitable.
Gire mi rostro lentamente para no
hacerlo sentir mal – No es el lugar indicado – me excusé repitiendo sus anteriores
palabras y lo sentí sonreír contra mi mejilla, lo cual agradecí mentalmente,
era señal de que no se había molestado.
¿Qué me
había pasado? Yo quería besarlo, claro que quería…Recordé los labios que
relucían sobre un rostro moreno... Mierda, eso tenía que ser obsesión.
Ese chico llegaba a mi mente a cada momento.
Empujé a mi amigo vampiro con la
fuerza suficiente para que dejara de abrazarme y se alejara de mí. Me miro algo
extrañado, le sonreí para tranquilizarlo y tome su mano para caminar entre el
montón de gente. Me siguió en silencio hasta que, una vez fuera del laberinto
de personas, en la puerta del gimnasio, me detuve frente a él poniéndome de
puntillas para alcanzar su oído.
– Salgamos de aquí – propuse ansiosa por irme de ese
lugar y poder pensar con más claridad.
– ¿A dónde vamos? – preguntó sonriendo y una vez
dejándose llevar por mí fuera del gimnasio.
– La playa – dije sin pensar, era mi lugar favorito para
pensar.
Subimos rápidamente al Audi, Nahuel
puso mi seguro el mismo y el auto estuvo en marcha inmediatamente, con poca
velocidad, lo cual agradecí para mis adentros, el tomaba muy en cuenta el poco
agrado que le tenía a los autos. Me mantuve en silencio, con mis manos tomadas
sobre mi regazo, hundida de lleno en mis pensamientos.
– ¿Qué pasa?
– ¿El qué? – respondí volviendo en sí.
– ¿Por qué tan callada? Si quieres podemos volver…
– No es nada – corté – todo está perfectamente.
– Estas muy pensativa desde que te deje sola unos
minutos. ¿Paso algo malo? ¿Tyler te molesto?
– No – negué de inmediato – Tyler y yo ni siquiera
hablamos, y si ese fuera el hecho en este momento estaría con un ojo morado
cortesía de esta – dije alzando mi mano hecha puño lo que lo hizo reír –
No paso nada malo, deja de preocuparte.
– Esta bien – aceptó y suspire aliviadamente con
disimulo. No encontraba manera de verme diciéndole: “Nahuel fui por refresco
y cuando te iba a buscar me tropecé con un chico, su nombre es Seth Clearwater.
Tiene unos grandes ojos cafés cuyo brillo me dejo aturdida. Además, esta
buenísimo 1.80 musculoso ¿puedes creerlo? ¡Y eso no es todo! Tiene una sonrisa
realmente encantadora, antes pensaba que la tuya era lo más deslumbrante que
había visto pero luego de conocer a este chico no se qué pensar…y allí no
termina, cuando estaba a punto de besarte pensé en el.” Lance un bufido
mental.
Nahuel tomo mi mano, esa acción me
hizo volver a la realidad. Entrelace sus dedos con los míos y allí estaba de
nuevo la sensación de calidez y comodidad. Suspiré esta vez libremente y mire
nuestras manos, sonreí sin poder evitarlo.
– ¿Por qué sonríes? - preguntó mientras él hacia mismo.
– No lo sé – admití – Es solo que…esto se siente bien -
dije mientras miraba nuestras manos - me divertí mucho esta noche – sonreí mientras lo miraba de vuelta
- Considerando que mi cita fue un anciano de 157 años, la pase genial.
Soltó una carcajada breve – Me alegro. Yo también la pase bien – confesó aun con la mirada fija en
la carretera - Hice el ridículo frente a todo ese montón de adolescentes con
hormonas a flor de piel toda la noche, me alegra que haya valido la pena...
Me reí – ¿Por qué dices eso? ¿Notaste como
las miradas llenas de lujuria se centraron toda la noche en ti? – Bromeé.
– Nada de eso. Para serte sincero no le preste atención a nada que no
fueras tu en toda la noche – confesó con tono despreocupado.
Ese comentario corto mi risa en
seco – Oh – murmure – Eso fue... Muy dulce – admití mientras lo miraba y sentía
mis mejillas sonrojarse.
El solo sonrió y alzo la mano que
entrelazaba con la de él para luego besar el dorso de mi mano – Es solo la verdad - su tono fue
completamente aterciopelado, no había arrogancia, ni una broma tras sus
palabras. El estaba siendo sincero.
El resto del camino fue en un cómodo
silencio. Cosa que agradecí internamente, necesitaba organizar mis ideas, que
por alguna razón no muy clara, habían sido esparcidas por todos los rincones de
mi mente. Me sentía culpable, una completa imbécil. Estaba con Nahuel, el y yo
teníamos algo especial, algo que había hecho clic desde el primer día…
entonces, ¿Por qué pensaba en ese
desconocido cuando debería estar concentrada en el momento que estaba viviendo?
Fruncí el ceño.
Caroline Allison Roses Curilem,
estas siendo completamente ridícula ahora mismo - me
regañe mentalmente - Solo deja de pensar estupideces, solo fue un chico
mas, con unos lindos ojos. No te dejes deslumbrar. Oh no, espera... ¡Ya lo
estas! ¡Idiota!
– Llegamos – la voz de de Nahuel corto mi regaño mental. El abría
la puerta para que bajara y yo solo pude mirar mi mano ahora libre, algo
sorprendida por no haber notado cuando el auto es adentro en el bosque, se
detuvo y el bajo del auto. Mire por el parabrisas y la luna se notaba brillante
y preciosa, en la forma que mas me gustaba. Era noche de luna llena.
Sonreí al respirar el aire de ese
ambiente húmedo y escuchar el sonido del agua. Me encantaba ese lugar, era mi
sitio especial, tenía un estilo de conexión con esa playa desde la primera vez
que la había visitado de niña.
– Espera un segundo– pedí – me quitare estas cosas – señale mis zapatos y luego me dispuse a quitármelos. Dejándolos en algún
rincón del auto, me quite igualmente mi antifaz y él me entrego el suyo, deje
ambas mascaras en el asiento trasero, al igual que sus zapatos fueron a parar
junto con los míos.
Baje del auto y sentí mis pies aliviarse
al sentir la arena mojada y fría – Listo – susurré una vez que cerré la puerta del Audi.
– ¿Que quieres hacer? – Preguntó Nahuel tomando mi mano y guiándome fuera de
los árboles.
– Sentir el agua en mis pies, siento que tengo un
corazón en cada uno. Los he maltratado durante horas – Una vez que sentí el agua contra mis
pies cerré los ojos aliviada. Caminamos en la orilla de la playa, en silencio
por unos minutos – Entonces – me aclaré la garganta ya que mi voz
se oyó algo pastosa – ¿Este te
parece un lugar indicado? – me mordí el labio luego de soltar mi última pregunta.
– Caroline…- me reprendió.
– Nahuel…- imite su tono.
– Quedamos en que te lo diría mañana.
– Ya es mañana, es decir, ese mañana es hoy. Es de
madrugada o sea que oficialmente es sábado – Expuse sonriendo por mi audacia.
Rió a penas – Eso es jugar sucio.
– Puede ser – admití riendo – Pero sabes que estoy en lo
cierto.
– La paciencia no es algo dentro de
las cualidades de tu personalidad, pequeña.
Me encogí entre hombros – Soy
curiosa, lo admito. El misterio me pone impaciente.
– Está bien – aceptó y casi hago una danza de felicidad
allí mismo, pero me limite a sonreír ampliamente – Tenemos un trato. Te contare
lo que paso con Naia – dijo mirándome serio - Quiero que escuches toda la
historia y al final decidas lo que quieres hacer…
- Ok – acepté mientras me sentaba en
un gran tronco – de esos viejos
y desgastados que había cerca de la orilla – y palmeaba un espacio a mi lado – Ven – lo llamé y un
momento después estuvo sentado a mi lado – Te escucho – lo animé y me quede en
silencio observando como el miraba a un punto ciego fijamente. Iba a
preguntarle si todo estaba bien pero contuve las palabras en mi garganta cuando
empezó a hablar.
– Hace décadas decidí visitar la tribu a la que
perteneció mi madre – explicó aun sin mirarme – y decirles que yo era hijo de Pire, la hija de
uno de los jefes. Contarles la historia de lo que había sido de mi madre.
Obviamente, me rechazaron al instante por mi condición mitad vampiro.
– ¿Por qué hiciste eso? – Pregunté en murmullo – Sabias
que te rechazarían…
– Estaba cansado de ser nómada, sin rumbo, sin nada.
Quise pertenecer a algún lugar – sonrió a medias y al final se convirtió en una
mueca incomoda – Lo sabía, pero quise probarlo. Y no me arrepiento de haber
ido, gracias a mi tonta idea de pertenecer a ese lugar, conocía a Naia – volvió
a sonreír y esta vez el gesto fue más genuino – ella pertenecía a la tribu,
como te dije todos me rechazaron…excepto ella. Desde el primer momento en que
nos vimos me sonrió y en ese instante sentí apoyo, la aceptación que buscaba,
en ella… Finalmente los jefes me dieron el ultimátum de que abandonara sus
tierras o me matarían.
“Antes de irme me encontré con ella,
no sé cómo, pero me siguió sin ser descubierta. Lo que pretendía ser una amable
despedida se convirtió en toda una historia entre nosotros. Seguimos viéndonos
a escondidas durante meses… nunca le importo el hecho de que yo fuera vampiro,
siempre me acepto por completo… Era joven, con una belleza exótica entre los
suyos, su piel era morena como la de todos pero su cabello era de un castaño
casi rojizo, largo hasta sus caderas…y tenía unos enigmáticos ojos grises que
solo tenían ella y su difunta madre. Tenía diecinueve años y estaba
comprometida a la fuerza con el hijo del jefe que asumiría el mando de la tribu
en unos meses – suspiró – Pero como siempre, nada puede ser demasiado perfecto.
Un día su hermana la siguió y nos descubrió. Le informo a la tribu que yo
seguía en sus tierras y además de eso, mantenía una relación con la futura
mujer del futuro jefe. Entonces, empezó la persecución.
Su rostro era careciente de emoción,
solo mantenía la vista a la nada. Supuse que recordando y viendo ante sus ojos
las imágenes en movimiento de lo que me contaba. Sus manos estaban tomadas
entre si, en un agarre fuerte, tanto que veía las venas resaltar en sus dorsos.
Con cuidado coloque mis manos sobre las suyas e hice que aflojara su agarre.
–
Nahuel te vas a hacer daño - susurré preocupada por lo mucho que le estaba
afectando el tema.
Me ignoró – Hiulen me había
advertido que las cosas terminarían así, pero yo simplemente no quise
escucharla – prosiguió – Sin embargo, lo que no tenía en sus planes era
que Naia decidiera escapar conmigo. Lo hicimos fácilmente, pues eran muchos
buscándonos pero al fin y al cabo eran simples humanos… Hiulen tenía un compañero,
uno que no respetaba la vida humana… tu entiendes…
– Sí, entiendo – respondí por lo bajo.
– Ellos se fueron a Brasil y yo decidí llevarme a Naia
lejos de ese vampiro, no quería ponerla en riesgo. Vivimos al sur de
Europa durante un tiempo, en el bosque encontramos una vieja cabaña que
ambiente para que fuera apta para vivir en ella. Fuimos muy felices – luego de
tanto tiempo se giro a verme y sus ojos se veían tristes y algo cristalinos –
Yo me encargaba de darle una vida humana plena y creo que lo logre, no sé cómo pero
logre hacerla feliz – cerró los ojos y negó con la cabeza mientras una sonrisa
triste jugaba en sus labios – Era muy opuesta a mí, pero estaba enamorado hasta el tuétano de ella.
Sonreí a medias – Lo sé. Puedo
notarlo – fue todo lo que dije.
Tomó una bocanada de aire y miro de
nuevo al frente – Mas adelante
ella estuvo embarazada y decidió seguir con esa condición hasta el final. No
sabíamos que esperar pero planeamos transformarla luego de que nuestro hijo
naciera, mas decisión suya que mía. Estaba realmente nervioso con el tema pero
ella simplemente disfrutaba su embarazo como cualquier mujer, como si yo no
fuese vampiro y nuestro hijo resultara siendo una abominación – hizo una mueca
– Los meses pasaron con tranquilidad, tanto que llegue a sentir que todo
saldría bien al final, llegue a amar a ese bebe más que a mi vida… Llego el día
del nacimiento del bebe que resulto ser una niña completamente humana, mi
preciosa Canela… en pleno parto Naia murió. Su corazón se detuvo a penas la niña
soltó su primer llanto…
Al escuchar el final de la historia
me quede técnicamente con la boca abierta. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Sabía que no tendría un buen final, pues él había dicho de ante mano que su
chica había muerto 42 años atrás…pero igualmente me cayó de sorpresa ese final
tan radical a su historia, ellos eran felices habían dejado todos los
obstáculos atrás, tenían un futuro planeado y de la nada la muerte los separo,
sin avisar, sin anestesia alguna para el dolor.
Los ojos de Nahuel se veían tristes,
como si el brillo que los caracterizaba se hubiese apagado ante sus recuerdos y
me sentí una idiota por hacerlo sentir así, porque había sido mi culpa que el
reviviera su pasado. Me lance a abrazarlo, sin pensar en nada más que darle mi fuerza
en ese momento. El me abrazo de inmediato, me estrecho entre sus brazos y
permanecimos en silencio.
Sabía lo que era perder a alguien
que amas de repente, yo entendía la sensación de pérdida y vacio cuando al
mirar a tu lado esa persona importante en tu vida ya no estaba y no volvería a
estarlo jamás. Así había perdido a mis padres, eran amores diferentes, pero el
dolor causado por la misma razón.
– Lo siento – dije con voz ahogada – Perdóname, Nahuel.
No quise hacerte esto, me odio ahora mismo por lo que he hecho.
– Pequeña, todo está bien – dijo con voz dulce.
– No, no lo está – me quejé – Nada está bien. Todo ha sido una
porquería. Tú no debiste pasar por eso, tu eres bueno, las personas buenas no
debería sufrir.
– No soy bueno tan bueno como crees – dejo de abrazarme y me separo de él
para mirarme de frente – no te sientas mal, yo decidí contártelo. No llores,
por favor – limpió las lagrimas que habían mojado mis mejillas sin darme cuenta
– se supone que
es mi historia triste, no la tuya así que el drama déjamelo a mí– repitió mis
anteriores palabras haciéndome sonreír – ¿Todo bien? – pregunto y yo asentí.
– Lo siento…
– Deja de decir eso, no tengo nada que disculparte.
Decidí abrirme contigo y recordar malos tragos viene dentro de ese paquete.
Ahora que he terminado puedes preguntar lo que quieras…
– No debería…
– Caroline te estoy diciendo que puedes. Después de
todo, acabo de contarte que tengo una hija.
– Si eso me sorprendió un poco, – admití – más bien
mucho. Pero creo que es lo más normal, después de todo has vivido durante mucho
tiempo y mantuviste una relación con esa chica hace muchísimos años, un hijo
dentro de la historia no es algo demasiado extraño.
Me miró escrupulosamente – ¿Qué piensas ahora de mí?
– Que pasaste por cosas muy duras, pero aun así estas
aquí sonriendo. Pienso que eres fuerte, si, ese será el nuevo calificativo
que te daré.
Sonrió – Eres más diferente de lo
que pensaba. Esperaba otra reacción, pero has demostrado de nuevo que contigo
no se que esperar, nunca.
– ¿Qué reacción esperabas?
– Que me reclamaras por qué no te había contado de
Canela, por ejemplo.
– Me lo estas contando ahora es lo que importa, ahora…
¿tu hija esta…bien? ¿Verdad?
– Sí, Canela está viva, me pidió que la transformara al
cumplir 18. Tiene casi 50 años y aparenta un poco mas de tu edad.
– ¿Canela? Es un nombre poco común…
– Así olía la piel de Naia – cada vez que mencionaba su
nombre había un estilo de adoración tras su tono – un delicioso olor a canela y bosque. Así que a la
hora de buscar un nombre, no dude en llamarla así.
Asentí – Es lindo. ¿Dónde está ella?
– Es una nómada indomable, vivió los primeros 18 años de
su vida conmigo y Hiulen. Luego se volvió un alma libre sin un lugar fijo, pero
sabe cuidarse sola y aunque no tenga noticias muy seguidas de ella, se que
está bien.
Sonreí enternecida por como hablaba
de la tal Canela, sin embargo, era extraña la idea de una chica que aparentaba
un poco mas de mi edad, fuera su hija… – Seguro te ves re mono de papa.
Sonrió también – Puede ser…entonces,
¿entre nosotros todo sigue igual?
– ¿Qué se supone que debería cambiar?
– No sé, tal vez sea el hecho de que estas vinculándote
con un medio vampiro de más de un siglo de vida y que como por si fuera poco
tiene una hija. Y sabes hacia donde estamos yendo, a eso que incluye un
“nosotros” en definición – me advirtió.
Me reí – Nahuel, no me preocupa que
tengas una hija. Es decir, no es una bebe recién nacida ni estas en proceso de
divorcio, tampoco estas en riesgo de ir a la cárcel por acoso a menores. Así
que, desde donde yo lo veo, todo está perfectamente, mejor que antes. Me has
confiado una parte muy dolorosa e importante de tu vida y lo agradezco.
Se acerco a besar mi frente – Eres
increíble, gracias.
– No, solo estoy lo suficientemente chiflada como para
querer seguir contigo – respondí enternecida.
Permanecimos en silencio, abrazados,
hasta que sentí algo vibrar contra mi pierna, desde el bolsillo de Nahuel. El
saco su teléfono y ambos pudimos leer el mensaje que había recibido.
Hey, Romeo es hora de que traigas a Julieta. Jacob y yo ya estamos
frente a la casa de Charlie, tráela. N.
– Hora de irnos – murmuramos los dos a la vez.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola Hola Mis chicas preciosas*-* Como estan? espero genealosamente bien como lo estoy yo ^^ aqui el capi super puntualisimo :D como todos los viernes, se que quieren que publique mas seguido pero amores estoy de vacaciones y me la paso de un lado a otro, por favor entiendan si? prometo que les traere cositas cada vez que pueda, pero hasta ahora los viernes son mi dia fijo de publicacion :) Por otro lado... GRACIAS GRACIAS GRACIAS :D por todo el apoyo que le dan al fic :') Me emociono*-*' me hace tan feliz que les guste c: ya saben que cualquier comentario que me ayude a mejorar es bien recibido y agradecido de mi parte ^^" Espero que este capi les guste c: y me relagen sus preciosos comentarios...
Las adoro
CaroR.
8 Palabritas que me inspiran :):
primerita!!
caro me facino el capi
todo todo abasolutamente todo me facino
no puedo creer que nahuel tenga un hija, una hija!!
pero aun asi lo amo es el chico perfecto
pero que va a pasar con seth!!
y con nahuel cuando cuando caroline se de cuenta de que es la imprimacion de seth!!
aaa estoy hecha un lio!!
caro me facina la historia lleva un rumbo increible
eres una gran escritora
felicidades
que estes muy bien te mando saludos y besitos!!
caro esta precioso debo confesar que pensaba que era algo mas complicado lo de Nahuel, pero veo que me equivoque y me alegro por ello. por otro lado ah no quiero a Seth causo una gran impresión en Caroline y eso no le ayuda mucho a mi querido mitad vampiro.
Awn*-*
Por dios, la vida de Nahuel ha sido durísima.. no me habia imaginado que tenia una hija O.O jajaja
Aaaaah ya quiero saber que es lo que pasa con Seth y Caro ><
Abigail tiene que quitarse de en medio¬¬ eso es obvio:D ajaja pero ains que va a pasar? *O*
Quiero que Caro elija a Nahuel porqe estoy enamoradisima del personaje*-*" que como ya sabes, es igual que mi ex u_u
Pero quiero que Caro elija a Seth porque el se imprimo de ella y porque Seth, es Seth:B ajaja
Total, no tengo ni idea de que va a pasar, simplemente ANIMO CARO! y que no te falle tu musa^^
Besitos enormes!<3
Con Cariño:D
Laura#Fan Incondiciondicional del Blog y de la dueña, Caro Ramirez*-*
ajaja;D
P.D: No encontraste a Kamy? D: Quiero volver a leer Cena Familiar >< Y tu¬¬ si tu, xD Mas te vale seguir siendo puntual eh? que ami un dia de estos me dara un infarto x_x ajaja
P.D.2: Te voy a dar una idea, no es para el Fic pero es algo que quiero qe hagas ñ__ñ Bueno, me encantaría que hicieras como un "mini fic" como lo de las preguntas de nessie pero totalmente diferente, es decir, no que ness siguiera con sus preguntas sin respuesta {al menos para una nena de su edad ajaj} sabes a que me refiero? es decir:
QUIERO, no no, perdon:
NECESITO MAS MINI FICS Y ONE SHOTS PARA LEER*---------*
Jajaja, Bueno ahora si me voy y te dejo en paz xD
Laura:D!
COMPLETAMENTE ADORABLEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, ME HIPER ENCANTO EL CAP, ALUSCINANBA A CADA MOMENTO :), LO MALO ES QUE LE VA A DURAR TAN POQUITOOO EL AMOR :(, ESO ME ENTRISTEECE......
espero con ansias el prox cap.
cudate bye
Que paso con el fic ''Cena Familiar''?? Entro todos los lunes, para ver si lo subes :( Please ya quiero saber que pasa!!
aaahhh me encanto el capi!!!
diios nahuel es padre eso si qke me dejo en shock!! pobre carol esta echa un ocho cn eso de seth diitoo, ya qkiero leer el proximo Carol plz sii tienes time publicalo antes os los ruego!! :( bueno felicidades te qkedo buueno me gusta como va la historia sigue asii ;)
:'( Caro!!! tomare el avion!! siisisisissi lo hare!! awww Pobre Abigail...e_e oh, oh! nuevas ideas a mi cabeza! ok not haahha xD Ame el cap!! estuvo tan lindo!! mi llego directo al corazon!! enserio!! me hiciste llorar!!! Que bello cap!!! Que pena con Naia!! Dios!!! Me dejaste con las ganas de eso del baile!! >.< Esto se pone cada vez mas bueno!!!
1) Hasta ahora sigo prefiriendo a Nahuel
2) Si lo haces sufrir te mato
3) Tampoco quiero que hagas sufrir a Abigail! xDD Me dan penita :P
hahahahah suerte! esta vez no tuve que protegerte de nadie!! x3 hahahah xD Sigue así mi Favoritewriteramixd♥!! xDD
Me super encanto el capi!xD...
Nahuel con una hija y Carol el motivo de imprimacion de Seth y no lo sabe aun xDD... Ya quiero saber como reacciona Carol al saber lo de la imprimacion!... Aunque demo admitir que con esta historia me has puesto entre la espada y la pared >.< ojala y Carol se pudiera quedar con los dos de alguna manera xD hahaha... se q es imposible :( pero es que los dos son bellos*-* jeje... Ya subeel siguiente capi Caro quiero leer mas!!:)
Publicar un comentario