Seguidores

miércoles, 26 de octubre de 2011

Entre terceros - Capitulo 15 "Vampirología"





POV Caroline.




Me sentía en casa, lo cual era muy extraño viniendo de una humana que está en una casa repleta de vampiros.

 La casa Cullen no era una guarida de chupasangres, para mí, era como cualquier otra casa, donde vivía una familia, no tan común pero al fin y al cabo una familia. Personas, con sentimientos y lazos de afecto. Más que vampiros, ellos eran personas, con una condición diferente. Sin embargo, yo no sentía incomodidad alguna ante ese hecho. Es como si, desde siempre hubiese estado conviviendo con seres inmortales y no desde hacia unas semanas.



Luego de que Alice les contara a todos que las cosas estaban perfectamente entre nosotras, cosa que seguramente ellos sabían gracias a su sentido auditivo súper desarrollado, pidió que me quedara un rato mas, colocando como razón que era tiempo de pasar un rato juntas, con sus dos sobrinas, Carlie y yo.

Nahuel decidió darnos espacio, por lo que con un beso en la mejilla se despidió de mí y se fue a alguna parte de la casa. Al igual que el resto de la familia, excepto por Emmett y Jasper que quisieron quedarse jugando con la consola. Mientras tanto Alice, Renesmee y yo veíamos algunos vestidos en unas revistas. Aunque me queje una y otra vez, ella prometió que me regalaría los que me gustaran, por lo cual limite mis gustos. No me sentía bien recibiendo tantos regalos, ya tenía unas bolsas repletas de ropa que llevar a casa, no era necesario mas, pero no podía luchar contra Alice, ella era tan o más terca que yo. Carlie por su lado tenía una larga lista de vestidos por adquirir.

– ¿Crees que puedas quedarte esta noche? – Pregunto Carlie cuando terminamos de hojear revistas – le diríamos a Melanie que estaremos en casa de Charlie, obviamente – aclaró con una mirada cómplice ante la mentira.

– ¿Dormir aquí? – repetí. No quería ser una molestia.

– ¿Te asusta dormir entre vampiros? – soltó Emmett con una sonrisa burlona dibujándose en su rostro, aun concentrado en el videojuego.

– Para nada – puse los ojos en blanco - sabes perfectamente que ustedes no me dan miedo, solo no quiero causar molestias – le aclaré.

– Pues a menos que ronques mientras duermes, no molestas. Es decir, nadie aquí duerme – dijo, manteniéndose concentrado en el juego – Y podríamos a asustarte si quisiéramos, pero estamos muy ocupados tratando de ser humanos, ya sabes – dijo con tono burlón.

– Gracias por tus clases de vampirología, Emmett – rodé los ojos y me reí, el solo sonrió y siguió jugando.

– Caroline, no me respondiste ¿te quedaras? Di que si – pidió Carlie moviendo exageradamente rápido sus espesas pestañas, tratando de verse tierna.

– Creo que puedo. Solo debo llamar a Melanie – me mordí el labio con frustración al recordar un detalle – aunque últimamente salgo mucho tiempo de casa, sabes que ella lo odia.

– Dame tu móvil – pidió Ness extendiendo su pálida mano en mi dirección – estoy segura que puedo solucionarlo – aseguró con una sonrisa de suficiencia.

Saqué mi teléfono del bolsillo de mi jean y se lo entregue confundida, entonces, empezó a marcar rápidamente en el mismo, lo llevo a su oreja y me sonrió con suficiencia.

– ¡Es una simple humana! – Me quejé – Claramente sedera ante los deseos de un vampiro. Nahuel y tú la tienen comiendo de su mano, no sé como lo logran en un par de años y días ¡yo que tengo toda una vida con ella aun no lo consigo! – me crucé de brazos mientras refunfuñaba como niña pequeña. Renesmee empezó a parlotear animadamente con mi tía.

Alice rió y el sonido fue fascinante, delicado y contagioso – Melanie te adora, es solo que trata de cuidarte. Se pone nerviosa cuando no las tiene juntas, ustedes son como un combo. Siempre está con ustedes, y cuando no, empieza a preocuparse – dijo describiendo exactamente la personalidad de alguna manera, sobreprotectora de mi tía, como si la conociera de toda la vida.

– Supongo que al conocernos a nosotras también lo hiciste con ella – señalé encogiéndome entre hombros, nada extrañada por su comentario.

Asintió – Solo me aseguraba de quien las cuidaba estaba haciendo un buen trabajo. Y no imagino a alguien mejor que ella, para haberlas cuidado todos estos años – explicó con una sonrisa, al parecer le agradaba bastante mi tía.

El pensamiento de Alice y Melanie charlando sobre mis hermanas y yo llego a mi mente, me pareció algo bizarro.

– Yo tampoco – admití con una media sonrisa.

– Melanie no habrá problema, te juro que estará bien…Charlie adora a Line…solo esta noche prometo que te recompensaré…si, si prometo que luego me iré a quedar con ustedes… – Carlie y Melanie se la llevaban excelentemente.

Finalmente, luego de tanto rodeo, mi tía a regañadientes me dejo quedarme en casa del señor Swan, o al menos esa fue la fachada que utilizo Carlie. Pasaron un par de horas y cenamos unos deliciosos sándwiches preparados por la madre de Ness, Bella.

Jacob llego a visitar a Renesmee y un rato después salieron a caminar por el bosque. Alice y yo nos quedamos platicando, ya Emmett y Jasper se habían ido de la sala, solo estábamos nosotras, Nahuel aun no daba señales y yo estaba empezando a preguntarme donde estaba.

– ¿Cuándo se lo diremos a mis hermanas? – pregunté dudosa mordiendo nerviosamente la uña de mi dedo pulgar.

– No lo sé – me dedicó una media sonrisa que me tranquilizó – he tomado la decisión de contárselos directamente, esta misma noche o mañana y las visiones que obtengo no son muy buenas. Así que tendremos que esperar.

– ¿Qué pasaría? – quise saber.

– No nos creerían. Luego cuando vieran la verdad del asusto, querrían alejarte de Ness. Harían todo lo posible por mantenerte alejada de ella y así no pudieses estar cerca de mí. Sentirían miedo y pensarían que están dementes… te protegerían de una manera ilógica, pero lo intentarían.

Fruncí el ceño. Era una reacción muy típica de mis hermanas, seguirme tratando como la pequeña hermanita menor, me molestaba algunas veces pues yo también querría cuidar de ellas, sin embargo, ellas siempre, figuradamente hablando, le hacían frente a las cosas, dejándome tras ellas. Y tía Melanie dejándonos a las tres tras ella. Éramos una pequeña familia, que tenia pavor de volverse a romper, porque desde la muerte de mis padres, nada había vuelto a ser igual.

– ¿Qué seria exactamente lo que les contaríamos?

– Todo lo que tú sabes, sería necesario para que pudiesen entender. Aunque ellas no reaccionarían igual, se asustarían al igual que tú en un primer momento, obviamente, y luego pensarían que somos monstruos o que simplemente están perdiendo la cabeza por creer en los vampiros. Sería algo bastante confuso.

Asentí lentamente – Entonces, ¿Por qué tuviste una visión de las tres juntas? – Pregunté confundida – Eso quiere decir que en su dado momento, ellas te aceptarán…

– Pueden pasar tantas cosas, Caro. Aun no he visto como, pero sé que pasaran – me aseguro con una expresión tranquila.

– ¿Has pesando varias maneras de decírselo? Eso cambiario las visiones, hasta lo que sé…
– La visión se basa en la misma reacción, siempre.

Suspiré – Bueno, supongo que solo queda esperar… no quiero que se vuelvan locas tratando de protegerme, cuando tu y Nahuel me han protegido los últimos años, al igual que a ellas. Pero eso nunca lo creerían…

– Exactamente. Por los momentos, solo nos queda esperar a que yo tenga alguna visión que me revele la manera correcta de hacerles saber la verdad.

– Creo que es lo más prudente – coincidí.

– Al menos me siento más cómoda, ahora que lo sabes – confesó con una sonrisa y por unos segundos quede aturdida ante tanta perfección. Podía acostumbrarme pero habrían momentos en los que me deslumbraría, al fin y al cabo era una simple humana.

–Yo también. Seremos muy buenas amigas, Alice – dije sinceramente, era muy fácil estar con ella.

– Lo sé, lo he visto – me contó riendo – Por cierto, tengo algo importante que hablar contigo.

Fruncí el ceño preocupándome al instante – ¿Qué viene ahora? ¿Me dirás que Jasper es mi bisabuelo o algo por el estilo? – ambas reímos ante mis palabras.

– No – sonrió – digamos que es algo que quiero hablar seriamente contigo – iba decirle que me dijera de una vez que era pero como si pudiese leerme la mente dijo… – Pero hoy no. Por ahora, iré con Jasper…ya tendremos tiempo.

– Claro – acepté aún confundida – Ya te he secuestrado toda la tarde – sonreí a penas. La curiosidad empezaba a carcomerme ¿Qué seria eso tan importante que no quería hablar en ese momento?
– Creo que ha sido al revés – corrigió con una sonrisa – Hablamos más tarde, te dejo con Nahuel… – y sin más desapareció en un borrón, dejando de rastro solo una brisa que azotó mi rostro.

– ¿Dónde se supone que esta Nahuel? – pregunté a la nada.

– Detrás de ti – murmuraron en mi odio y salte por la sorpresa, casi término estampándome contra el suelo pero por una vez mi agilidad supero mi torpeza y pude seguir sentada.

– ¡Nahuel! – grité llevándome la mano al pecho cuando me giré y pude ver que estaba sentado justo detrás de mí. Sentía el latir loco de mi corazón.

– Cariño ¿vas a alterarte así cada vez que me veas? – pregunto burlón.

Le golpeé el hombro, obviamente sin mucha fuerza. No quería terminar con mi humana mano fracturada –  Lo haré cuando tu dejes de intentar causarme un infarto ¿en qué momento llegaste? ¡Ni siquiera lo note!

El se carcajeó – No tengo la culpa de que seas extremadamente descuidada, cielo.

Suspiré sabiendo que no dejaría de hacer eso nunca, el adoraba asustarme y yo era una estúpida masoquista por adorar su compañía – ¿Dónde estabas? – desvié el tema ya sintiendo como mis latidos se regulaban.

– ¿Me extrañaste? – alzó una ceja desviando mi pregunta y sonrió.

– ¿Tendría algo de malo si dijera que si? – imité su gesto.

Todo rastro de burla desapareció y sus ojos me miraron con ternura, como solo lo hacía cuando no nos estábamos llevando la contraria – Estaba en mi habitación… ahora, ven aquí pequeña humana – me pidió y abrió los brazos para que lo abrazara y sin dudar lo hice, no importándome demasiado que al resto de los habitantes de esa casa, podrían molestarle ante ese gesto, después de todo nosotros estábamos juntos y ellos tendrían que aceptarlo a la larga. Aún cuando todos, sabíamos que era una locura.

Nahuel me rodeó con sus brazos. Mi mejilla quedo descansando sobre su pecho y su barbilla en mi coronilla. Estuvimos en esa cómoda posición durante un rato, solo escuchando nuestras respiraciones acompasadas. Yo escuchaba los latidos de su corazón, a un ritmo más rápido de lo que podría considerarse normal. Lo escuché aspirar profundamente.

– Voy a extrañarte – murmuró rompiendo el silencio.

- Un mes pasa rápido… – señalé sintiéndome un poco triste al mencionar todo ese tiempo que estaría sin él, me había acostumbrado a su presencia, a que estuviera llevándome la contraria todo el tiempo, me asustara con sus apariciones momentáneas y luego me aturdiera con sus besos. Yo oficialmente podía decir que lo quería. Ocupaba un importante lugar en mi corazón. Era parte de mi vida.

– Si… – aceptó escuchándose más animado – prométeme que te cuidaras…

– Tal como lo he hecho toda mi vida – ironicé – además Alice, no dejara que nada me pase, si eso te deja más tranquilo. Aunque insisto, estoy lo suficientemente capacitada para permanecer un mes viva, como lo hacen todos los humanos – dije sarcástica.

El rió con ganas y sentí su pecho agitarse bajo mi mejilla, sonreí en silencio, en cierto modo su risa me resultaba contagiosa – Solo digo que te cuides, últimamente vivo salvándote del suelo. Sé que Alice te cuidara, incluso mejor que yo…

Me reí – Vale, intentare no caerme. ¿Contento?

Sus cálidos labios se posaron en mi frente, dejando en ella un beso que duro más de lo esperado – Si… - musitó.

– Además – continúe – no creo necesitar a un par de vampiros a mi alrededor para llegar a los 17 años sana y salva.

El rió contra mi frente – ¿Por qué siempre te quejas de todo?

Me encogí entre hombros y me reí – Ni idea, solo me gusta llevarte la contraria – ambos reímos por lo bajo y nos mantuvimos en silencio por un momento – Ahora prométeme que también te cuidaras – pedí un momento después.

– Lo he hecho durante más de un siglo ¿eso te tranquiliza?

– Solo un poco – respondí en un murmullo.

– Escuché que te quedaras a dormir…

–Sí. Carlie ha convencido a Melanie – Le conté alzando el rostro para mirarlo.

– ¿Quieres hacer algo?

– ¿Qué propones?

– Ir a Port Ángeles y ver una película…

– ¡Sí! – Exclamé animada – me encantaría.

Sonrió ampliamente – Entonces en marcha – determinó mientras se ponía de pie y yo lo seguía. – Me encanta que siempre estés animada – declaró abrazándome por la cintura, se acerco a mi rostro, dejando un casto beso sobre mis labios que me dejo perpleja, me había tomado con la guardia baja.

– Nahuel…no creo que…debamos…aquí – hice una mueca, y vi en su mirada la resolución de que entendía lo que quería decir.

Una de sus manos libero mi cintura y acaricio mi mejilla – Ellos ya lo saben y aunque no todos están de acuerdo, mientras tú me aceptes, no me importa nada más.

Sonreí sonrojándome – Lo sé, pero igualmente debemos respetar su punto de vista ante la situación, mas aquí en su casa – bese su mejilla – Vamos.

Nahuel conducía a una velocidad considerablemente rápida, pero conociéndolo, estaba haciendo el intento de conducir despacio. El respetaba mi pánico hacia la velocidad. Y aunque odiaba los autos y aun más de noche, no sentí nervio alguno en nuestro pequeño viaje a Port Ángeles. Me sentía bastante tranquila, el me hacía sentir segura.

Sintonicé la radio y busque alguna estación en la que sonara música presentable, aunque me tomo un par de minutos al final encontré una en la que sonaba una de mis canciones favoritas, así que solo subí un poco el volumen y empecé a tararear para luego de unos segundos terminar cantando, de todas formas el me había escuchado cantar por la mañana, además, de las veces en la que seguro escucho sin que yo fuera consciente de eso. Lo que me sorprendió fue que en una de esas estrofas él también cantó a coro junto conmigo. Rápidamente baje el volumen y me giré a mirarlo.

– ¿Te gusta Adele? – pregunte sin poder disimular mi asombro.

El se carcajeó – Que sea un vampiro con la edad de un anciano no quiere decir que no escuche música – se defendió haciéndose el ofendido.

– No me refería a eso – aclaré – es solo que no esperé que escucharas ese tipo de música…

– Es una de tus cantantes favoritas – me cortó, estando en lo cierto – y esa canción la escuchaste muchas veces esta mañana, así que es imposible no saberme la letra – se encogió entre hombros.

– ¿Qué cantantes te gustan?

– Pues soy muy de the Beatles. Aunque, también me sé todas las canciones de tus ultimas obsesiones musicales e incluso me gusta una de Miley Cyrus – señaló riéndose.

Me reí junto con el – Ok, esto es raro. Miley Cyrus no debe imaginarse que una de sus canciones le gusta a un vampiro – seguí riéndome.

El mantuvo la sonrisa en sus labios – De las canciones que te gustan, esa es mi favorita – me contó y ambos escuchamos como la canción que sonaba estaba por terminar. Escuché fijamente la letra y no encontré alguna razón aparente por la que le gustara.

– ¿Por qué? – pregunte un minuto después.

– Me hace pensar en ti. Tal vez, algún día la escuches y entiendas todo lo que quiere decir…

Fruncí el ceño fastidiada – Y aquí vamos de nuevo con las frases misteriosas que no me explicaras ¿cierto?

Sonrió ladinamente y frunció el ceño a la vez, parecía frustrado – Algún día lo entenderás – murmuró – aunque la verdad preferiría que nunca lo hicieras.

– Quisiera que algún día me lo explicaras.

Se giró a mirarme – Te quiero – dijo sin más – es lo único que tienes que entender, ahora.

– También te quiero – respondí – pero siento como si siempre estuvieras diciéndome que de alguna manera, esto está mal. Y no solo por las razones obvias.

– Puede que lo esté – aceptó – Pero si nunca intentamos algo, nunca sabremos cómo habría sido. Y la duda es mucho peor que la realidad.

Alcé la mano sin titubear y acaricié su mejilla, sus facciones se relajaron ante mi toque – No me importa lo que eres – recordé – Para mí no eres un vampiro, simplemente eres Nahuel el chico que me tiene irremediablemente encantada.

Sonrió a medias – Siempre supe que eras diferente – susurró – nunca conocí a nadie como tú.

– Obviamente, tampoco yo a alguien como tú. Así que supongo, que por más retorcido que sea esto no está mal.

– Esto...Nosotros – murmuró.

– Sí, nosotros – coincidí.

Por alguna razón sentí un vacio en mi pecho, se sentía como si algo muy dentro de mi contradijera mis palabras, aunque mi mente me decía que estaba siendo completamente sincera, una voz mínima en mi interior me decía que todo era una mentira, que me estaba equivocando, mintiéndome a mí misma. Parecía ser un versus entre mi corazón y mi mente. Yo siempre me dejaba guiar por mi mente, así que ignore a la molesta voz que me hacía sentir un extraño sentimiento de culpabilidad.

Estuvimos en Port Ángeles a eso de las ocho. Hacía mucho tiempo que no lo visitaba, era más hermoso y pintoresco que Forks, pero de igual forma no cambiaba mi pequeño universo verde, por un par de tiendas y atracciones para turistas.

 Nahuel detuvo su Chevy un poco antes del cine. Baje del auto y como siempre el llego a sostener la puerta y tenderme la mano. Sin soltarme, cerró la puerta de un portazo y caminamos mientras charlábamos, tomando una decisión de que película ver, y al final yo la escogí. En el lugar habían más personas que las que había esperando, nos incluimos en la fila, que avanzó rápidamente, mientras discutíamos sobre quién pagaría, luego de un rato acepto que yo me encargara de los dulces.

De un momento a otro empecé a sentirme mal, no físicamente pero había algo en mi pecho, como un mal presentimiento que me tenia intranquila. No podía estarme quieta en un solo sitio, cambiaba de postura constantemente, me sentía ansiosa.

– ¿Qué pasa? – Preguntó Nahuel mirándome preocupado, seguro había notado mi estado pre – histeria.

Respiré profundamente reprendiéndome por ser un libro abierto de emociones ante él – Nada – mentí cruzándome de brazos.

Se acerco a mí y murmuró en mi oído – Mientes. Tomas esa postura cuando mientes.

Me mordí el labio frustrada – Voy al baño ¿compras tu los tickets? – pedí alejándome de él.

– Claro – aceptó mirándome extrañado – ve, pero vuelve pronto. Te esperare por la parte de los dulces si te tardas.

– Ok, no me tardo – solté ansiosa empezando a caminar, lejos de él.

Camine entre los pasillos que ya conocía de memoria y fui directamente al baño. Donde me lavé la cara y acomode mi cabello. Por suerte, estaba completamente vacío, me pareció más cómodo. Mire mi reflejo por unos momentos antes de tomar aire hasta lo más profundo de mis pulmones y soltarlo todo de golpe, calmándome.

– Ya Caroline – me reprendí ante aquella sensación tan extraña que sentía sin razón alguna, solo la había sentido una vez, varios años atrás… – Basta – detuve mis paranoicos pensamientos. Me di un último vistazo en el espejo y me dispuse a salir del baño, tal vez Nahuel ya estaría esperándome.

Iba mirando fijamente el piso, concentrada en mantener mi ansiedad en un grado menor, para no preocupar a Nahuel. Entonces, por andar hundida en mi propia burbuja, tropecé con alguien, murmure un lo siento alzando la vista y no pensé encontrarlo a él exactamente, allí.

– Hola Caroline… - saludó Tyler sonriendo como idiota al verme.

Cerré los ojos y conté hasta diez mentalmente – Adiós Tyler – respondí con voz acida para luego seguir con mi camino pero él me tomo del brazo y volvió a dejarme frente a él.

– ¡Hey! – Me queje – me lastimaste, animal – sacudí mi brazo para soltarme de su agarre.

– Estoy bien, gracias por preguntar – dijo sarcástico dando un paso adelante el cual yo retrocedí de inmediato.

– Me interesa una madre como te encuentres – sonreí hipócritamente.

– Pero que agresiva estas ahora… - chasqueó la lengua – antes eras tan diferente – ronroneo acercándose a mi yo lo empuje y retrocedí hasta chocar con la pared.

– No, sigo exactamente igual. Solo que aprendí a tratar idiotas.

Rió patéticamente, parecía que se ahogaba más que cualquier otra cosa – Después de todos estos años ¿aun sigues dolida conmigo?

Ahora fue mi turno de reír – Tyler, soñar no es malo pero aspirar que sea real, si lo es. No estoy dolida contigo, pero simplemente no me agradas ¿podrías simplemente apartarte de mi camino? Tengo una película que ver…

– Con tu nuevo amiguito ¿cierto? El primo de Carlie… - soltó sus últimas palabras como si fueran malas palabras.

Fruncí el ceño confundida por su comportamiento – Como se corren los chismes en Forks – dije mas para mí que para él – Si, vine con el no es tu problema – desafié – ahora asolo apártate – iba apartarlo pero me tomo de los hombros y me vatio contra la pared con fuerza – ¡Que te pasa idiota!

– A mi me escuchas, no me vas a dejar hablando solo por ese idiota – gruño.

– No quiero hablar contigo, así que o te quitas de mi camino o te obligo – lo amenacé empezando a sentir como la ira surgía desde el fondo de mi. Yo no solía molestarme con mucha frecuencia, pero tenía un par de problemas con mi carácter cuando lo hacía.

– Ah ¿sí? – rió mofándome – ¿Cómo? – retó acercándose a mi cara. Sin pensarlo demasiado patee su entrepierna con toda la fuerza que me fue posible.

– Así imbécil – solté empujándolo lejos de mi para que se apartara de mi camino, el quedo agachado protegiendo su zona de dolor – entiende que no quiero hablar contigo.

– Yo si quiero hablar, así que me escuchas – soltó escuchándose molesto y de nuevo me tomo del brazo con fuerza.

– ¡Ay! – me quejé y antes de que pudiese decir algo mas, mire como la mano de Tyler fue quitada de mi brazo.

– Te ha dicho que no quiere hablar contigo – dijo Nahuel que ahora estaba frente a mí con la mano de de Tyler entre la suya, torciéndola de una forma que solo podía dejar como resultado un yeso.

– ¡Nahuel! – Exclamé asustada – suéltalo - miré a nuestro alrededor y agradecí que ese pasillo estuviera completamente solo. Supliqué mentalmente que nadie fuera a aparecer en ese momento, Nahuel estaba empleando su fuerza sobre humana.

El me ignoró – Si vuelves a acercarte a ella, te pesara. Yo me encargare de eso – su tono fue amenazante y hasta yo misma me estremecí ante la amenaza que denotaba entre palabras.

– Nahuel, suéltalo ya – pedí nerviosa al escuchar los quejidos de dolor de Tyler.

El siguió ignorándome y mantuvo la vista fija en su punto de tortura – Volveré a hacer que termines con un yeso, si vuelves a tocarla imbécil. - Me sorprendí ante el comentario de Nahuel. Tyler lo miró asustado – ¿entendido? – apremió haciendo las fuerza en su agarrare, creí escuchar la mano del chico crujir, como si uno de sus huesos se hubiese partido.

– Si…si – dijo con la cara crispada, no quería demostrar dolor, aunque ya estaba arrodillado frente a nosotros siendo torturado, y Nahuel solo estaba usando una mano, no quería imaginar qué pasaría si usaba las dos.

– Cariño…vámonos – insistí tomando la cara de mi novio entre mis manos haciendo que me mirara. Sus facciones se suavizaron de a poco, pero seguía enfadado – suéltalo ya, vamos – dije una vez más.

El volvió a fijar la vista en Tyler como su quisiera matarlo y sin más lo batió contra el suelo y lo soltó. El pobre chico quedo en el suelo, contra la pared mirándonos completamente asustado – Vuelves a tocarla y te arrancare tus cochinas manos, bastardo – lo pateó.

– ¡Nahuel! – Atraje su atención sacudiéndole los hombros y haciendo que me mirara – por favor… – pedí.

– Solo porque me lo pides… - aclaró mirándome y finalmente rodeando mis hombros con su brazo.

– Vamos – dije ansiosa llevándolo lejos de allí. Las personas volvieron a rodearnos una vez que abandonamos ese pasillo.

Yo caminaba rápidamente y una que me asegure de que Tyler no estaba cerca, guíe a Nahuel a un lugar apartado del resto de las personas y me detuve, parándome frente a él.

 – ¿Qué fue eso? – dije por lo bajo mirándolo – le has demostrado tu fuerza – lo regañe.

El frunció el ceño hasta casi unir sus cejas – El te hizo daño – señaló con un gruñido bajo.

– Solo fue un simple azote contra la pared, sigo con mis huesos en su sitio – lo tranquilicé aun entre susurros – Cálmate, todo está bien. ¿Sí?

– Tú no lo entiendes… - masculló haciendo una mueca.

– ¿Qué cosa? Explícamelo – exigí.

Su rostro se acerco al mío y mantuvo la mirada fijamente en mis ojos. Me sentí algo aturdida por un momento.

 – Yo me juré que no dejaría que nada ni nadie te lastimara – explicó y me abrumó la intensidad con la que hablaba – Tú has sufrido mucho, cosa que no has merecido. No quiero que vuelvas a sentir dolor alguno. Ni físico, ni psicológico, ni ninguno que exista.

Mi boca se abrió y trate de decir algo coherente pero mis neuronas parecían estar muertas, sus palabras tenían un grado de gravedad tiñéndolas.

– Por eso me alteré, porque sentí que me necesitabas y no estaba cerca – siguió explicándome – la sola idea de no estar cuando me necesitas, me…duele. Me…abruma – frunció el ceño de nuevo – Y puede que estés asustada por cómo me comporte, y estoy dispuesto a llevarte a casa si es lo que quieres, pero…

– No – negué de inmediato con voz pastosa – no estoy asustada en absoluto.

– Puedo verlo en tus ojos, sientes miedo.

– No tiene nada que ver contigo – reconocí.

Solo una risa ácida – ¿De quién más? El único monstruo en kilómetros a la redonda soy yo.

– No digas eso – contradije – no eres nada de eso y si vuelves a decirlo, me enfadaré. – resoplé – Tengo miedo de mi – aclaré y él me miro confundido – de la forma en la que te puede afectar lo que me pase, no quiero que te sientas tan comprometido. Me gusta que me cuides, es tierno. Pero no quiero que te vuelvas loco el día de mañana cuando simplemente me doble un pie y necesite un yeso, son cosas que pasan y no siempre tienes que estar allí.

– Quiero estar – remarcó.

– Quiero que estés – acepté – pero tienes que controlarle. ¡Estuviste a punto de partirle la mano! – solté un bufido.

– Iba a arrancársela – corrigió y yo resople de nuevo molesta.

– A eso me refiero. Quiero más control ¿de acuerdo? Si no, sentiré como que te hago daño. Tú no eres agresivo, eres muy tranquilo y es una de las cosas que me gusta de ti. No quiero que lo pierdas por mi culpa ¿estamos?.

 No me gustaba ese lado de él, era como ver a otra persona… Y saber que yo lo causaba, me asustaba un poco.

Tardo unos segundos en responder – Lo que tú quieras – aceptó dándome un beso ansioso en los labios, él cual correspondí sin pensar. Terminamos abrazados.

– Vamos, seguro la película esta por empezar. – propuse, tomándolo de la mano y halándolo en dirección al puesto de dulces. Dando ya por terminada nuestra discusión en susurros – Por cierto, recuerda que yo pago…

El guardo silencio y estuve satisfecha por haber conseguido lo que quería, pagar los dulces. Era una estupidez pero yo simplemente no podía dejar que el pagara todo, no me sentía cómoda con ello. Sin embargo, cuando estábamos a punto de pagar mis palomitas y un par de refrescos, se las arreglo para pagar sin que yo me diera cuenta.

– Nunca confíes en un medio vampiro – refunfuñé para mí misma cuando entrabamos a la sala, él sabía que me había molestado que no me dejara pagar al menos mis cosas.

Escuche como se reía por lo bajo – Ni siquiera deberías estar con uno, y mírate… Además, solo son unas palomitas, no una nave espacial, Caroline. Pagar esto no me afecta en absoluto.

Suspiré rendida, sabiendo que no tendría sentido discutir con él y más tranquila al notar que había dejado su mal humor cortesía de Tyler, de lado.

La película era realmente buena, estuve atrapada de lleno desde su inicio a su fin. Tal como me habían dicho, no era demasiado recomendable verla sola. Nahuel me abrazaba por los hombros y se mantenía en silencio mientras yo comía palomitas y de vez en cuando saltaba del susto en mi asiento, lo cual lo hacía reír. Soporte la hora y media de película. Al terminar tenía las piernas engarrotadas, las había mantenido presionadas en mi pecho la mayoría del tiempo.

– ¿Te duele algo? – preguntó mientras salíamos del cine, seguro al ver mis muecas de dolor mínimo.

– Solo siento todo el cuerpo engarrotado – admití.

– Lógico. Estuviste encogiéndote en el asiento durante toda la película, Caroline – se burló.

– Claro que no, solo la mitad – trate de mantener mi dignidad y él se carcajeo.

– No sé porque escogiste esa película.

– ¡Odio la películas de terror! ¡pero me encanta verlas! – exclamé riendo por mi propia contradicción.

– ¿Te he dicho antes que estas algo loca, cariño? – me pregunto burlonamente mientras me abría la puerta de la Chevy.

– Todo el tiempo…

Encendió el auto y nos pusimos en marcha. La ansiedad que había olvidado por unas horas, volvió y de repente quise estar en Forks en un abrir y cerrar de ojos. También llego a mi mente el raro comportamiento de Tyler y me preocupó que de alguna manera la escena pudiese afectar de alguna manera el secreto de Nahuel, pero por su parte él se veía tranquilo.

– Nahuel, ¿Cómo supiste qué estaba con Tyler? apareciste de la nada… ¿me escuchaste a tanta distancia? ¿El sonido de todo ese montón de personas no afecta?

Frunció el ceño – Desde el momento en que te fuiste, tenías el pulso acelerado y me concentre en los latidos de tu corazón. Puedo escucharlo a más distancia aun – aclaró – escuche como te calmaste en el baño, lo cual me alivio ya que no quisiste contarme que te ocurría. Cuando estaba comprando las entradas escuche como empezaste a discutir con Tyler. Quise llegar más rápido pero no podía correr a una velocidad sobrenatural con tantos testigos. Así que solo pude esperar ansioso a que el chico me vendiera los tickets le pague y sin esperar el cambio, camine lo más rápido que pude guiado por sus voces. Así los encontré…

Asentí construyendo la escena mentalmente.

Aunque vi que te defendiste bien – se rio tensamente.

– No era necesario que le arrancaras la mano, yo pude haberlo arreglado.

– Era necesario dejarle claro que no estás sola – replicó – el pobre imbécil debe estar preguntándose de cual yeso estaba hablando – se carcajeó brevemente – de todas formas me da igual. Se sintió bien causarle dolor, como se atreve a tratar así a una dama. Es un patán de primera… sigo preguntándome que viste en el…

Me reí ante sus últimas palabras – Yo lo he hecho todos estos años – coincidí – Aunque no entiendo el porqué de su actitud…

– Yo si – gruñó – es un pequeño niño consentido que cree que tiene a todas a sus pies.

– Eso ya lo sé. Pero eso no explica nada…

– Luego de que ustedes terminaron, no volviste a tener citas ¿cierto?

– No me interesó nadie más, así que no, no las tuve.

– El creía que seguías enamorada de él – abrí mucho los ojos ante su aclaración – luego te vio conmigo, en el baile y se dio cuenta que no era el ombligo de tu mundo, es un pobre imbécil. Ahora como se da cuenta que lo has olvidado quiere volver a enamorarte para luego dejarte y subir su ego al saber que es inolvidable – bufó – sus conversaciones con sus amigos esa noche, en la fiesta, fueron realmente molestas.

– Pobre idiota – fue todo lo que pude decir mientras dejaba el tema por la paz.

Estuvimos en Forks a eso de las once. Ya me estaba quedando dormida en el asiento, así que me deje hacer cuando sentí que el auto se detuvo y seguidamente Nahuel me cargo en brazos a donde imagine, era la mansión blanca. Me acurruque en su pecho, sintiéndome muy cómoda. Pero entonces, escuché, luego de un minuto, lo lejos la voz de Alice lejanamente y seguidamente la de mi hermana, Camila.

– Karen estará bien, lo prometo.

- ¿Por qué se supone que debo creer en las promesas de un monstruo?

Por Dios, no puede ser…






~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~'
Hola mis chicas, aparezco despues de vaaarios dias, lo se. Pero ya explique las razones en mi ultima entrada. En fin, este cap. no tiene demasiadas emociones, no se descubrio ningun misterio ni nada, como en la mayoria de los capis, siempre hago que algun secreto salga a la luz hahaha y aunque quedan incontables cartas bajo la manga en este fic, se iran revelando poco a poco. Aqui vemos como la relacion con Alice ya genial, Nahuel a pesar de ser muchisimo mas grande que Caroline se comporta como cualquier adolescente, en algunos aspectos. Y se revelo esa parte agresiva de el, para nuestro querido vampiro que Caroline este bien no es algo que quiera por su simple bien, es algo vital para el, el compromiso que el tiene para con nuestra loca chica humana es mas grande de lo que se puede ver aqui.Por otro lado... La cancion que escuchaban en la radio era "One and Only - Adele" aquí les dejo el link directo al video con la cancion traducida :D es una de mis favoritas y creo que expresa muchas cosas que Nahuel siente. Repito mas adelante todo se ira revelando por completo :D ahora, el final. Camila y Karen estan en la casa Cullen, con Alice... que habra pasado? Pues lo sabran en el proximo capi para el cual prometo mas accion hahahaha :D gracias por el apoyo que siempre me brindan son las mejores.Espero con ansias sus hermosos comentarios :3
Las quiere muchisiimo
CaroR.

PD: Por cierto la pelicula que vieron fue actividad paranormal 3 hahahaha :D
PD2: Unanse a la pagina de face :D

8 Palabritas que me inspiran :):

Bell.mary dijo...

Hola Caro que gusto volver a leer un capitulo de esta linda historia, y a mi me gusto mucho simplemente por ver a un par de chicos enamorados ir de paseo y como bien dices Nahuel a pesar de su gran edad se comporta como cualquier chico celoso defendiendo a su novia, que sera lo que le pasa a Caroline porque sentia tanta ansiedad seria que estaba presintiendo lo de sus hermanas que al parecer ya se enteraron o sino que hacian con Alice, me quede con esa duda, bueno lo mejor sera esperar al proximo capitulo para ver que sucede........
Espero que te haya ido muy bien en tus examenes,,,,, cuidate mucho y besos.

And dijo...

IMPRESIONANTE CAP ESTA FABULOSO.

Anónimo dijo...

me encanto el capi,espero estes bien y hayas sacado buenas notas en los examenes;por favor no te olvides de nosotras tus seguidoras,besos y abrasos.:-))

melissa dijo...

aww me encanto el capi, adoro a nahuel es el hombre perfencto para cualquier adolescente, hasta yo quiero uno asi, me facina la historia, y que fue eso de lo ultimo de alice, kammy y karen, me meuro por el otro capi caro,
espero estes muy bien
besos

Anónimo dijo...

hayyyyyyyyyy demasiado genialll como nos dejas así que pasooooo!!!!
ya quiero leer el prox cap :D

consu!! dijo...

era justoo lo que yo y quisas todos esperaban .. ahora me dejaste super metida jajajaja ...espero con ansias el proximo cap ....te felicitooo por escribir asi cudiate adiosin

L' dde Lauura* dijo...

Carooo*-*
me odio, siento por no pasarme >< pero ya he leido:B yo quiero un nahueeeel :'c ahaha
me tienes super enganchadaaa T_T teodioadoro (?) ahaha
espero el proximo cap:F
Mis amigos fueron aver actividad paranormal 3 pero yo estaba mala y no fui >< ahaha
besos tequierocariño!:D

L'

Noel Arias dijo...

Hoola caro!! me encato el capitulo
Nahuel con sus misterios y siendo un vampiros celoso y protector!!!

que pasara en el proximo captulo???

ahora voy a leerlo!!

besos amiga!!!