Incandescencia Glacial - Capitulo 12 ~By:NataliieMars!

y… ¡OH! Se presento Cupido

Un fuerte dolor en la parte trasera de mi cabeza me despertó de repente, sentía como las gruesas gotas de sudor resbalaban por mi frente, eran tan finas como si se tratara del mas delicado, refinado, fino, y suave aceite, inmediatamente abrí mis ojos de golpe, sintiéndome repentinamente observada, observada por aquellos ojos negros, como si del mas precioso ónix se tratara, aquellos que me estudiaban con detenimiento, con adoración.

La misma pesadilla, la misma maldita pesadilla de hacia ya varios días, yo me encontraba encerrada en aquel agobiante cubo de cristal, solo que en esta ocasión me encontraba protegida por unos brazos blancos y pálidos como la tiza, fuertes como el acero y fríos como el mas glacial hielo, me sentía a salvo a su lado, me protegía, me llenaba de seguridad, podrían haber diez mil guerras a mi alrededor y aun así era totalmente consciente de que el me salvaría, pero…

Era una pesadilla, una cruel y devastadora pesadilla, jamás me sentiría segura a su lado, al lado de un vampiro, o eso creía…

Podía recordar a Quil, retorciéndose de dolor, llamándome, sollozando mi nombre sin control mientras que yo me refugiaba en…

Ian.

Ese nombre retumbaba como ruidosos bombos, como una batería incesante sobre mi cabeza, su solo nombre me sobrecogía, de repente todas aquellas emociones y sensaciones que había experimentado hacia ya dos días volvieron a mi…

***FLASHBACK***

…

-¿Buscabas esto?- dijo

-Tu… ¿tu que haces aquí?- pregunte, mientras que el miedo no recorría esta vez mis venas, era una ola devastadora y detonante de furia, sentía literalmente mi cuerpo arder, me picaban las manos, mi cabeza era lo mas parecido en este momento a una caldera hirviente.

-He venido hasta aquí con el único fin de velar por tu sueños, para protegerte, dicen por ahí que un vampiro te acosa, debo salvar a mi damisela en apuros- dijo el encogiéndose de hombros, restándole importancia, burlándose de mi en mis narices, su cabello rubio tenia reflejos plateados bajo la luna, sus ojos negros me miraban profundamente, buscando algo en mi interior, ante su escrutadora mirada olvide toda la sarta de reproches que tenia preparada para reclamarle, olvide el que, el cuando, el como, todo… absolutamente todo lo que me rodeaba desapareció.

-No tienes por qué cuidar mis sueños, yo puedo hacerlo sola- dije avanzando lentamente hacia él, -y esto- dije señalando el collar que el empuñaba en su mano,- no me pertenece, así que puedes tomarlo, porque no es mio.-

-Pues yo muy cordialmente se lo he obsequiado, señorita Young.- dijo al tiempo que me halaba de un brazo hacia su cuerpo, logrando que yo me petrificara totalmente, paso aquella cadena dorada sobre mi cabeza, dejando que cuidadosamente resbalara por mi cabella, y quedara sostenida al guindar de mi cuello, -además a ti te luce mas.-  dijo mirándome fijamente a la vez que apretaba su mandíbula.

-¿por… - las palabras cesaron en mi garganta cuando coloco uno de sus níveos, largos, finos, blancos y fríos dedos sobre mis labios, como si de una caricia se tratase.

-Tu tío se aproxima- explico, y luego en un segundo se había ido de mi lado, dejándome sola en el patio trasero, fije mi mirada sobre los arboles en la profundidad del bosque, buscando entre ellos algún indicio de él, de repente sentí el crujir de las hojas sobre el suelo a mis espaldas, él estaba allí.

-¿Claire?- pregunto dubitativo

-Si, soy yo Tío Sam, ¿pasa algo?-pregunte mostrándome inocente.

-¿Qué haces aquí?- pregunto.

-Ohh… mi collar, es que yo… es que lo había perdido, y mientras dormía recordé que lo había dejado en la mañana antes de ir al instituto aquí- mentí, por el mentí.

-¿Lo habías dejado aquí? ¿Porque?

-Estaba aquí, practicando la rutina de las porristas, y me molestaba el collar, así que lo deje aquí, luego me olvide de recogerlo-

-¿Qué hacías practicando aquí la rutina?- Genial un interrogatorio, nótese el sarcasmo.

-No quería que vosotros me vierais, es que lo hago fatal…- mentirosa mentirosa.

-Que va… eres genial solo te hace falta practica-.

-Si… eso me dicen todos- dije al tiempo que me dirigía rumbo a la puerta trasera, quería escapar de esto.

-Espera- dijo cortándome el camino y situándose frente a mí, -¿De donde has sacado ese collar?- pregunto tomando el susodicho entre sus dedos.

-Me lo ha obsequiado un chico- dije, bueno… al menos en esto no mentía.

-¿Un chico? ¿Qué chico?

-Solo es un chico.

-¿Un chico de la manada? ¿Un chico lobo? o... ¿Un chico chico?

-Un chico chico, dije al tiempo que contenía una carcajada.

***FIN DEL FLASHBACK***

Me levante cono un resorte de la cama, preparándolo todo para ir al instituto, a enfrentar el sangriento san Valentín.

Al entrar en la cocina, luego de ducharme y ponerme mi respectivos jeans y una cazadora ya que hoy no había porrista’s Day, el olor de los famosos huevos revueltos de la tía Emily se introdujo por mis fosas nasales, logrando que mi estomago gruñera de forma errática.

-Cariño, buenos días- dijo mi  tía Emily dándome tiernamente un beso en el tope de mi cabeza.

De repente tío Sam entro a la cocina con un enorme ramo de rosas entre sus grandes y callosas manos, seguido de él, varios chicos de la manada entraron a casa.

-Feliz día de San Valentín- dijo ofreciéndole el ramo a tía Emily para luego tomarla de la cintura y estamparle uno de sus tantos besos apasionados en los labios.

-El amor, el amor…- dijo Sami al tiempo que lanzaba un fuerte y teatral suspiro mientras los chicos de la manada semidesnudos se reían y se daban codazos.

Allí estaba el, mirándome.

-¡Hey Quil! ¿Acaso no le desearas un feliz día de san Valentín a Claire?- pregunto Sami con una enorme y bobalicona sonrisa estampada en la cara.

-Por supuesto Sami-dijo el con una sonrisa resplandeciente, se acercó lentamente hacia mi silla y sin decir nada mas, dejo un beso en la comisura de mis labios, era consiente de que todos en la instancia nos miraban fijamente, se acercó mas a mi, dejando su boca a escasos centímetros de la mía, para luego depositar un tierno beso en la punta de mi nariz, -Feliz día de san Valentín Claire-.

-Tortolos, sepárense ya- interrumpió Tía Emily riendo, -Quil toma estas luces y llévalas a la playa-.

-Claro capitán, nos vemos luego Claire…-.

***

Los colores rojos, rosas y blancos empañaban totalmente mi vista, el instituto parecía salido de una horrenda tarjeta de san Valentín, con corazones por doquier, guirnaldas llenas de rosas adornándolo todo a mi paso y cupido en la entrada obsequiando caramelos con formas de corazones.

Si espantoso me pareció al comienzo, el resto del día fue una tortura, en las primeras tres clases los chicos solo se dedicaban a marcar tarjetas y llenarlas con mensajes cursis plasmando en aquellas credenciales palabras que simple y estúpidamente no eran capaces de pronunciar.

Al fin llego la hora del almuerzo, todos comenzaron a Lanzar silbidos ya que hoy justo a la hora de el almuerzo podíamos marcharnos, por ser una fecha tan importante, justo cuando estábamos por salir entro ‘cupido’ a nuestro salón, era un chico blanco con los cabellos rubios el cual iba ataviado tan solo por un pañal, llevaba junto con el un arco y flechas, lo único bueno de desfilar haciendo el ridículo en pañales por todo el instituto, salón por salón, era la buena paga que recibiría al final del día.

-Chicos un momento, siéntense… siente, no quiero repetirlo, siéntanse… ¡SIENTENSE!, Gracias…. Eso esta mejor… -dijo cupido con un intento fallido de voz angelical, para luego empezar a rebuscar en la mochica con forma de corazón que colgaba a un lado de su cadera, era tan patético…

-Savannah Singht… esto es para ti… -dijo extendiendo un sobre y dos caramelos con forma de corazón

-Sophia Sparks, este ha sido un buen año…- dijo a la vez que le entregaba varios sobres y caramelos con forma de corazones, así siguió con una larga lista de chicas que en medio de la emoción de tener un ‘secreto enamorado’, se sobresaltaban hasta el punto de que ese hecho fuera realmente molesto.

-Claire… Young- dijo cupido alzando las cejas –Valla, valla… tu eres la famosa chica Uley, eres mucho mas hermosa de lo que me habían contado… mira, todo esto es tuyo- termino extendiendo varios sobres, caramelos y una rosa roja hacia mi.

-Gracias…- dije justo antes de salir del salón.

Me senté en una mesa alejada de la cafetería, hoy las clases durarían hasta la hora del almuerzo, por lo tanto la cafetería estaba completamente vacía, desolada…

Abrí uno de los sobres para encontrarme con una dedicatoria de Matt pidiéndome decentemente que reconsiderara su invitación al baile de San Valentín pffff basura.

Así siguieron 4 sobres mas, mientras los leía uno a uno, comía los caramelos, que a decir verdad no estaban tan malos, hasta que solo quedamos la rosa, yo y una fina tarjeta que colgaba del tallo de esta…

“Eres increíblemente hermosa,

Claire Young.”

C.D.

Collin…

Solté un suspiro al aire, seria realmente difícil lidiar con esto, mas adelante.

-Claire…- era su voz, al parecer no seria “más adelante”,  levante lentamente la cabeza, para encontrarme con aquellos ojos color chocolate mirándome suplicantes, definitivamente no seria fácil…

-Collin, ¿Qué, que haces aquí?- pregunte confundida

-He venido a traerte esto- dijo a la vez que me obsequiaba un hermoso ramo de rosas rojas.

-Gracias…- dije aun sin cogerlas, -con la rosa era suficiente-

-¿Cuál rosa?, yo no te he dado nada.

-Ohh… lo siento… he debido confundirme- trate de explicarme, pero aun así decidí no aceptar el ramo, no todavía.

-Así que… ¿Me acompañaras al baile? ¿Serás mi Valentín? Pregunto extendiéndole el ramo con una despampanante sonrisa entre sus labios.

-Collin yo…

-Tu me gustas Claire, yo te quiero- dijo, cortándome lo que estaba a punto de decir, dejándome sin aliento, sin palabras.

-Y yo a ti- no podía negarlo, no ahora, llegados a este punto.

-Entonces, tu y yo…

-Yo quiero  Quil.

-Y yo lo se.- acepto

-Yo estoy enamorada de Quil

-Vale eso… eso es… diferente,- contesto el ya sin un atisbo de aquella sonrisa, con la cabeza gacha y la mirada perdida.

-Voy a ir con Quil al baile, pensé que lo sabias.- trate de explicarme, de dejar ese punto claro. -Collin… yo quisiera pero…

-Pero no me quieres… lo quieres a el…- dijo al tiempo que cerraba fuertemente los ojos, volvía sus manos puños y apretaba su mandíbula.

-Yo te quiero Collin, te aprecio…

-Y yo a ti te amo.- dijo firmemente serio, sin miedo, valiente, como solo el sabia serlo, pude darme cuenta como una lagrima escapaba de sus apretados ojos y se fundía en su morena mejilla.

-No llores Collin, por favor…- suplique al verlo de esta manera, tan roto, entonces recordé el sueño o mejor, la pesadilla de los últimos días, luego quedo en un hueco de mi cerebro al escucharlo hablar.

-Déjalo… pero, no estaré allí… no cuando él te rompa el corazón, yo no quiero ver eso.- dijo al tiempo que daba media vuelta y dejaba caer el ramo de rosas al suelo de aquella cafetería.

-Collin…- suplique, mientras veía como caminaba rápidamente para luego desaparecer por la puerta.

Me quede allí un momento, solo un momento más.

Algo había cambiado, ahora, en estos momentos, una parte de mi se quebró.

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¡¡¡¡¡¡¡¡HOLA CHICAS!!!!!!!!!

¡YA! Antes de que vosotras queráis matarme, en mi defensa tengo una explicación. Vale no hay explicación.-.

En realidad me fui de vacaciones volví hace una semana y escribir este capí, fue demasiado, demasiado complicado…

Ya ven nuestro Collin, Tiene las alas rotas :’( ¿Quién se las restaura?, esto fue difícil, siempre he tenido cierta inclinación rayano en la adoración hacia Collin, y miren… Me siento decepcionada, pero Tranquilas pronto vendrá una revancha :D

¿Sabían Que le 13 es el numero de la suerte?, Pues viene el 13 *---*

Y con el la súper fiesta :D estara muuuuuuuuuuuuy Bien…

Weee en fin, No se desanimen y lean :D Si os ha gustado, dejen un Comentario *---*, No lo se, ellos puede Que solo digan ‘Cuando el prox cap?’ pero de verdad es bueno saber que la gente te lee y que no esta eso solo allí, asi que si te gusto, Deja tu comentario, si tienes alguna duda o quizás una recomendación, son muy bien aceptadas :D

¡Os Quiero!

*Natalie Mars