Capitulo 1 - Votación

Desperté al sentir que algo frio acariciaba mi frente, aun tenía algo de sueño, capte dos olores en mi habitación, imposibles de no reconocer. Abrí los ojos y una tenue luz entraba por mi ventana.

-Buenos Días, mama, tía Rosa – bostecé - ¿Qué ocurre?

-Buenos días Ness – respondió mi tía – queríamos estar aquí apenas despertaras.

-Es que decimos intentar hablar con Edward, para que te deje ir al instituto – suspiro. Mi madre.

Me senté como resorte y abrace a mis “dos madres”, a fin de cuentas mi tía Rosa era como mi segunda mama - ¡Eso es genial!

-Se va a disgustar mucho, pero creo que mereces el beneficio de la duda – dijo mi mama, ella lo apoyaba a su decisión firme de no interactuar con chicos de mi edad en un instituto, que aun era joven, blah, blah, blah... Que tuviese 6 años - casi 7 - “físicamente”, no quería decir que tuviese la mente de una niña de esa edad, crecía en un año lo que un niño normal crece en dos y medio, eso era debido a mi extraño organismo Humano/vampiro, pero en verdad me gustaba crecer rápido, aunque a veces me asustaba la idea.

-En realidad quiero ir, mama – mire a mi madre, puse la cara que sabía que no resistía ver, de algo me servía ser la consentida de mi familia.

Suspiro y me sonrió – Yo querría lo mismo en tu lugar, por eso cuando tu padre vuelva a casa hablaremos con el…

-¿Dónde está? – pregunte mientras me ponía de pie y salía al baño a cubrir mis necesidades “humanas”.

- Salió de caza con Emmett y Jasper, no tardan en volver – respondió mi tía.

- En ese caso esperemos en la sala - ¿Quién más esta de caza?

- Solo ellos tres, Esme está abajo, en la sala– dijo mi tía, a veces me costaba no mirarla, tenía toda mi “existencia” viviendo con ella, viéndola siempre, pero era tan hermosa, su rubia cabellera y su esbelta figura era tan… perfecta. Mi madre, también era hermosa era una cualidad de los vampiros.

Bajamos las escaleras “caminando” si se podía decir que caminar era aparecer de repente en otro sitio por lo rápido que “caminábamos”. Mi abuela a quien la llama por su nombre, era muy joven para decirle abuela estaba en sentada leyendo un libro, tenía su cara tierna, como siempre.

-¡Buenos Días, Abuela! – la abrace.

-Buen día, cielo. ¿Quieres que te prepare algo de desayunar?

-No. – En realidad no había heredado eso de mi madre - cuando era humana - prefería salir de caza, podía comer comida humana, pero no me gustaba todo, solo algunas frutas, y otras casa que Esme me disfrazaba al cocinar, para ser un vampiro cocinaba como lo dioses.

-Creo que comeré una manzana.

En ese momento percibí unos efluvios que reconocería aun dormida. Mi padre, Emmett y Jasper estaban en casa.

-¡NO! – rugió mi progenitor apenas al entrar a la casa.

Emmett y Jasper lo miraron sorprendidos, luego me dieron una mirada rápida y comprendieron cual era el tema, después de todo mi padre se molestaba conmigo solo por ese punto.

-Edward hay que darle una oportunidad – dijo mi mama.

-Bella, sabes perfectamente lo peligroso que es…

-Nessie, estará bien, ella sabe controlar bien sus instintos, tiene una parte humana, Edward.

-Lo sé, Bella – suspiro y se apretó las sienes con el dedo índice y pulgar – pero si se encuentra con algo que no sea seguro, algo que no sepa controlar – miro a mi madre fijamente – como lo que encontré cuando te conocí…

Me sabía de memoria la historia de mis padres, la sangre de mi madre era irresistiblemente apetecible para mi padre, fin de la historia.

-Eso no va a pasarme – me queje – solo te pido que confíes un poco en mi – le pedí.

- Renesmee no es un neonato, sabe controlar sus instintos, es lo que aprendido todos estos años, Edward – dijo alguien que no me había percatado de su presencia, mi abuelo Carlisle, mi abuela me guiño el ojo, ella lo había llamado le sonreí satisfecha de que lo hubiese hecho. Mi abuelo hablo con tono paterno, el pilar de la familia no podía faltar en esta reunión.

-Carlisle tiene razón – apoyo mi tía Rosalie.

-¡Vamos Edward relájate, hermano! ¿Qué puede pasar? – soltó Emmett con su permanente tono despreocupado, al tiempo que se ponía junto Rosalie.

- Sometámoslo a votación – me di cuenta que alguien importante faltaba en la reunión - ¡Alice! – dijo en un tono que sabía que escucharía, al instante estaba a mi lado.

-¡Hola! – dijo con su voz melodiosa.

Estaba segura de que había escuchado toda la conversación así que no le explique – Bueno votemos…

-No de nuevo – murmuro mi padre, mi madre rio, me imagine que era algún chiste privado.

-Comencemos – dije sin prestar atención a la mirada de mi padre.