Capitulo 21 - No quiero que Sufran

POV Nessie.

Abrí los ojos, sentí que me observaban pero ignore esa sensación, escuche los latidos de dos corazones, eso me pareció muy extraño pero también lo ignore. Me dedique primero a ver a la primera cosa que me encantaba ver cada vez que despertaba, Jake.

Me había rodeado con sus brazos, y sentía su respiración en mi frente, levante el rostro y lo mire, aun estaba dormido, el sí que dormía. Me reí cuando vi que tenia la boca completamente abierta, acaricie su cabello, con mucho cuidado me libere de su abrazo, el pobre se veía tan cansado, pensé en todo lo que había corrido de Forks hasta Seattle, debía estar muy cansado, dejaría que despertara cuando hubiese descansado suficiente, me puse de pie y le di un beso en mejilla antes de comenzar con mis necesidades humanas.

Alguien se aclaro la garganta.

¡Oh! – exclame.

-Hola Reneesme – me saludo mi abuelo Charlie.

-Abuelo – corrí a abrazarlo - ¡qué alegría verte!

-A mí también me alegra cariño…

-¿Cuándo llegaste?

- Hace unas dos horas, tenía mucho tiempo sin visitarlas a ti ni a tu madre…entonces – parecía incomodo - ¿me puedes decir por estabas durmiendo con Jacob? ¿Por qué tanto cariño?

Sonreí y me sonroje – Bueno… es una de la razones que tienes que ver con leyendas.

-Solo responde ¿son novios?

-Sí.

El me miro atónito – Es algo mayor.

-Abuelo, es algo ligado a las leyendas de la Push, los lobos.

-No me digas – me interrumpió, como siempre ignoraba todo lo relacionado a aceptar que no éramos…. Humanos como él.

Me reí – Es algo mayor, lo sé. Tomando en cuenta que tal solo tengo 7 años - Cuando conocí a mi abuelo estaba muy pequeña, mis padres dijeron que me adoptarían, pero con el pasar de los años, nos vimos obligados a contarle la verdad - que el ignoro- no había una explicación lógica para mi apresurado crecimiento.

- Abuelo, ¿Por qué no me esperas abajo?, tengo que cubrir mis necesidades humanas – le guiñe el ojo, me gustaba jugar con sus nervios.

-Claro…Eh, te espero en la sala.

Cuando Charlie salió de mi cuarto, me di una ducha donde me tarde todo lo que pude, me gustaba la sensación que me causaba en agua en mi rostro. Cuando Salí del baño pude ver mi reloj, aun faltaban 30 minutos para entrar a clases en el instituto, como de costumbre mi abuelo llegaba muy temprano, de todas formas sabía que no importaba la hora en esta casa, puesto que nadie dormía solo yo.

Jake aun dormía, se había puesto bocabajo y pude escuchar sus ligeros ronquidos, cerré la puerta con mucho cuidado.

Baje las escaleras a paso humano, debía acostumbrarme a la idea de no agitarme, antes de llegar a la sala me encontré con mi madre.

-Buenos días.

-Buenos días, cielo – me beso la frente - ¿Cómo te sientes?

-Perfectamente…mama, ¿le has dicho a mi abuelo? – ella sabía a lo que me refería.

-Quedamos que íbamos a actuar normal – me miro con ternura – solo nos queda esperar a ver qué pasa, no quiero que Charlie sufra eres su única nieta.

-Yo no quiero que nadie sufra por mi mama, quería preguntar ¿voy a seguir asistiendo al instituto?

-Claro cielo, si es lo que quieres.

-Si.

-Buenos deberías alistarte, se es posible que hoy llegues tarde.

-Yo la llevo – apareció mi padre de la nada.

Le sonreí – Vuelvo en un minuto – volvía a mi habitación, me vestí lo más rápido que pude, guarde mis libros, me sabía de memoria mi horario, mire al chico acostado en mi cama.

-Adiós, Jake – susurre antes de salir por la puerta.

A mi abuelo no le agrado mucho la idea de que exacto el día de su visita no estuviese en casa, gran parte de él, pero el instituto era mi responsabilidad no era obligatorio pero me sentía comprometida de algún modo.

Cuando entre al salón el profesor de matemáticas venia tras de mí.

-Buenos Días, señorita Cullen

-Buenos días – respondí algo agitada.

Todos mis amigos ya estaban en sus respectivos asientos. Los salude con la mano y me senté en el último puesto. Pude ver que hoy me sentaría con Emma.

-Hola – me saludo.

-Hola, Emma ¿Cómo estás?

-Bien, quería disculparme por lo del otro día.

Le sonreí –Tranquila, no fue tu culpa, tu amiga es algo amargada.

Se río – lo sé.

A mitad de clase, apareció mi “querida” amiga Anna. Se sentó en unos de los puestos cercanos a mí y no dejaba de mirarme. Cuando culmino la clase, salude a mis amigos, y Emma a su “mejor amiga” que de nuevo estaba rodeada de chicos.

Ambas decidimos pasar el día juntas, me disculpe con mis amigos pero esa chica me caía realmente bien, sentí que íbamos a ser las mejores amigas. Las clases pasaron rápidos, Emma fue mi compañera en todas ellas, estuvimos un rato con mi grupo, pero a ellos no les simpatizo mi nueva amiga, no entendía por qué ella era realmente agradable.

Llegue a mi casa junto con Alice que había pasado por mí, tire mi mochila en el sillón y me lance a los brazos de mi tío Emmett.

-Hola Emmett, no te había visto hoy – el me abrazo con fuerza tal como me gustaba.

-Hola pequeña monstruo – se río.

Mi tío con ese tamaño y ese físico tan desarrollado, tenía alma de niño y era la persona más dulce del mundo, como todos en mi familia. Mi abuelo Charlie, quien veía la TV nos miro con los ojos dilatados, tal vez pensaría que mi tío iba a destrozarme con su abrazo.

Después me senté al lado de mi abuelo quien estaba con mi madre – Hola – le sonreí.

-¿Cómo te fue?

-Muy bien.

Recordé la desaparición de Seth.

-¿Cómo está Sue?

-Me imagine que lo sabías, ella está en la reserva no sale de allá esperando noticias.

-Seth aparecerá pronto – lo animo Bella.

-Eso espero, estoy muy preocupado - mi abuelo parecía un padre preocupado, había aprendidos a querer a los hijos de Sue.

-Hola – saludo Jake que acaba de llegar a la sala, tenía un aspecto soñoliento.

-Buenos días – Automáticamente me levante y fui a abrazarlo.

Me sonroje al ver cómo me miraba Charlie.

Tengo que controlar mis impulsos – pensé.

-¿Quieres salir a dar una vuelta? – pregunto Jacob cuando termino de comer su almuerzo/desayuno que Esme le preparo.

Asentí, tome su mano y salimos de la casa. Nos adentramos en el bosque le conté de mi día, le hable de Emma y le di detalles sobre mis amigos.
-No me gusta eso Ness, menos ocultárselo a tu familia.

-Nada va a pasar – sonreí – créeme ellos son geniales. Solo no quieren a los Vulturis cerca de ellos en un futuro, son una familia superdotada, como nosotros. Vegetarianos, ¿Qué otra prueba quieres?

Asintió no muy convencido – Bueno seguiré con el secreto, pero cuéntame cualquier novedad.

-Claro –acepte de inmediato.

Entre conversaciones, el cielo se nublo y no tardo en empezar a llover.

-Ness – dijo después de un rato de silencio cómodo.

-Dime.

Me miro y sonrió. Llevo sus manos a mi cintura y me acerco a su cuerpo, yo solo lo miraba nerviosa, el guio mis manos a sus hombros, formando un abrazo muy cómodo tanto física como emocionalmente.

-Recordé que dijiste que te avergonzabas por besarme de una manera tan inocente.

Me sonroje – si, ¿Qué pasa con eso?

Acerco su rostro al mío – Hora de resolver tu dilema.

Deje de respirar, abrí los ojos sorprendida. Sus ojos no se apartaron de los míos, mientras su rostro quedaba a menos centímetros del mío. Nuestros labios se encontraron, fue un toque suave como los anteriores, pero note algo distinto en este beso, el insistía invitándome a intensificar el beso, nerviosa y tímida entreabrí los labios y los suyos los capturaron, nuestros labios se movían sincronizados, como en una danza perfecta. Su lengua rozo la mía y un estremecimiento recorrió mi cuerpo, me apreté más hacia él, hipnotizaba por su aliento, quería más de eso, era nuevo para mí pero sentía que era algo tan natural. Y mis manos estaban entre su corto cabello, el beso era intenso lleno de tantas emociones que lo hacían perfecto. Sentí el agarre más fuerte en mi cintura, aprontándome a su cuerpo, me abrazo. En un momento busco a tientas mi mano en su cuello, la aparto y sentí como entrelazo sus dedos con los míos. Apretó mi mano

Me sentí en el cielo. Era completamente feliz en ese momento.

Luego de unos segundos, bajo la intensidad del beso y separarse – estúpida necesidad de respirar - beso brevemente mis labios y aun con los ojos cerrados sonrió.

Nuestras respiraciones eran agitadas.

-Dilema resuelto – murmuro riendo.

Sentía mis mejillas arder – Ni que lo digas.

Abrió los ojos y sonrió ampliamente – Pero si estas tan roja, mi vida.

Sonreí tímida – Disfruta mientras puedas Black – bromee bajando la mirada y mis brazos de su cuello. La mano que aun estaba entre su cabello bajo a su pecho, mientras la otra seguía tomada con la de él.

Se rio – Mírame, me encanta cuando te sonrojas tus ojos se ven aun más hermosos.

Sonreí pero no lo mire.

-¿cada vez que te bese no me dejaras mirarte?

-No, no es eso solo que…- me mordí el labio.

-¿Quieres saber si me gusto no?

Mis mejillas sangrarían a ese paso. Asentí, avergonzada.

-Nessie, mírame y te lo diré.

-Dímelo y te mirare.

Se rio – Yo lo dije primero, no es justo.

Respire profundamente y alce mi rostro para encontrarme con el suyo cerca del mío.

Mirándome fijamente respondió – No sabes lo que siento al ser tu primer beso, me dejaste besarte y eso para mí es importante.

Sonreí a penas – Solo es un beso, ya tu habías besado antes.

-No, Ness. No fue solo un beso, fue como tener mi primer beso de nuevo, pero aun mas especial.

-¿Enserio?

-Sí. La respuesta a tu pregunte es no.

Sentí una punzada en el estomago.

-No me gusto, adore besarte. Me encanto.

-No estoy segura de eso, no tengo idea de cómo…estoy segura que lo notaste…

Me beso – No te menosprecies, lo haces mejor de lo que tú misma crees – dijo para volver a besarme.
Cuando anocheció mi abuelo termino su visita mi novio aprovecho para no viajar a pie se fue en el auto con Charlie.

En el momento que nos despedimos, sentí un dolor físico como cada vez que me alejaba de el, note como Charlie lo miraba, sorprendido observaba nuestras manos entrelazabas, como el resto de las personas él se sentía extraño con esta situación, los únicos que estábamos cómodos éramos Jacob y obviamente yo. Nos despedimos con un beso en la mejilla, de lo contrario a mi abuelo podría darle un infarto.