Cap. 4 “Solo se…”

Por Jacob

Estaba en mi habitación, mirando el desastre que había allí, parecía haber pasado un tornado…no solía ser tan desordenado pero las durante las jornadas de la manada, no estaba pendiente de otra cosa que no fuera llevarme unos shorts, y principalmente averiguar qué demonios querían esos lobos.

Recogí las pocas camisetas del suelo (las que aun no había usado a la hora de transformarme, si no, no estarían enteras), unos pantalones de mezclilla, metí todo en la cesta de ropa sucia, abrí mi closet y vi que tendría que hacer unas compras, cuando tuviera tiempo le diría a Nessie que me acompañara de Seattle, así visitábamos a su familia y yo de pasada aria la “reconstrucción” de mi closet, ahora prácticamente vacío.

Nessie – sonreí sin poder evitarlo – aun era increíble como habían cambiado las cosas, a pesar de que habían pasado ya 2 meses desde que vivía a Forks, me sentía tan feliz, completo…ella estaba conmigo y nunca nada volvería a separarnos.

Me tumbe en mi cama, estaba muy cansado tenía tres noches sin dormir. La jornada había terminado hace una hora, ya el sol comenzaba a salir, la noche fue algo aburrida, pues los lobos no aparecieron, pero solo sabiendo que no están en Forks podía dormir, sabiendo que mi ángel no corría peligro alguno, podía ajuntar una semana sin dormir tan solo por poner a salvo de cualquier cosa que pueda hacerle daño a la razón de mi existencia, Reneesme.

Reneesme, mi Nessie , tan solo el hecho de pensar en ella me hacia sonreír como un idiota…deje mi mente vagar en viejo recuerdos, entonces reviví aquellos días en los que no estuve con ella, sentí una punzada en mi pecho, en mi vida me había sentido tan mal como en esos días, nunca había sentido un dolor tan intenso, ni aquella vez que el lobo (decapitado por mi novia) prácticamente me había arrancado el pie. Prefería arder en llamas antes que alejarme de mi vida, porque eso era ella mi vida, mi todo. Nunca imagine que alguien pudiese querer tanto a una persona, pero esas cosas quedaron fuera de mi cabeza desde aquel primer día en que vi esos ojos color chocolate que me tenia loco desde la primera mirada.

Me rodé y me acerque a mi mesita de noche, abrí la gaveta y saque una foto de Nessie conmigo, nos la habíamos tomado en su habitación de Seattle, cuando “recordó” que tenía una cámara. Había tomado muchas, a decir verdad creo que capto cada movimiento de esa noche, pero solo habíamos sacado a físico una que nos gusto a ambos, en la que yo le daba un beso en la mejilla y ella sonreía a la cámara.

Acaricie el rostro de Ness en la foto, mire el reloj y supe que ya estaría arreglándose para el instituto (era hora de empezar a arreglarme yo también), por fin era el tan esperado y adorado viernes, esa noche podría ir a verla a su habitación pues podía es trasnocharse…yo podía ir a diario me encantaba verla dormir, pero ella decía: “Jake tengo exámenes y quiero concentración para estudiar, tu mirándome no es de mucha ayuda…”. Sus deseos eran órdenes, después de todo también tenía que ir de jornada y cubrir su casa, no es que los lobos exactamente llegarían a casa de Charlie, pero yo era algo paranoico, mas con la idea de que esas cosas pudiesen tocarle un cabello a mi novia..

Saque mi móvil de mi bolsillo, le escribí un mensaje de buenos días. Me levante de la cama antes de que me quedara dormido, tome mi toalla, me di un baño esperando que eso fuera suficiente para aguantar el sueño hasta que acabara el instituto, le pediría a Sam que me diera el día libre en el taller, después de todo yo no había faltado en meses…

Por Nessie.

Estaba en detención con el idiota de Nicolás White, de nuevo. Este chico era realmente molesto, terminarían expulsándome a ese paso, antes los castigos no eran cosa de todos los días, pero las últimas semanas eran cosa de prácticamente cuatro de cinco días que íbamos a clase…últimamente habíamos empezaba a discutir hasta por el color en que iba vestida, sin exagerar… antes discutíamos porque a él le divertía y para ser sincera algunas veces a mi también, pero ahora en realidad se enfadaba, todo lo que hacía y decía le molestaba, nada le parecía bien, y a mí no me importaba, el problema estaba en que por su culpa siempre acabamos en el salón del rector o en el salón de detención.

El psicólogo del instituto decía que ese tiempo juntos nos enseñaría a “convivir”, cosa que me parecía completamente imposible. Psicología barata. También el rector nos sancionaba por discutir y distraer la clase.

Como tantas veces, estaba allí sentada en el salón de detención, eran cerca de las dos y media de la tarde un día viernes, Nick se había propuesto discutir a la ultima hora, gracias a el estaría sentada en un pupitre hasta las tres de la tarde.

Genial.

En la clase de biología el profesor nos mando a ver unas cosas en el microscopio y como era de esperarse mi pareja era Nicola. Los profesores tenían un complot no asignaban trabajos juntos, con el fin de que aprendiéramos a soportarnos o tan solo con el fin de fastidiar…no sabía que querían si sabían que nos llevábamos mal ¿Por qué demonios nos asignaban cosas juntos?

Todo empezó así:

-Nicolás pásame el portaobjetos – dije.

-Tú tienes manos ¿no? – respondió con tono acido.

Suspire. No quería discutir – esta a tu izquierda, por favor.

Me lo paso, lo tome de mala gana, detestaba su actitud, eran tan confuso, todo lo que hacia le molestaba, ¿Por qué no se alejaba y ya?

Deje caer mi teléfono al suelo, en un momento que me di la vuelta para decirle una de las preguntas a Adreen

-Tarada – escuche mientras me agachaba para recoger mi móvil.

Suspire –¡Nicolás me tienes harta! ¡Ya cállate!

Reaccione, me pase toda la mañana aguantando sus innecesarios comentarios, había tratado de no darle el gusto de enfadarme pero llegue a mi límite.

-¿te enfadaste vampirita?- susurro.

Sentí ganas de darle una bofetada.

-Eres una piedra en mi zapato, un completo idiota, ¿Por qué no te buscas una vida y me dejas vivir la mía? – grite, toda la clase nos miraba con cara de “aquí vamos de nuevo”.

-Solo me la paso diciendo la verdad, acabo de decirte que eres un tarada estoy en lo cierto, no le veo el problema…puedo decirte lo que yo quiera, cuando y donde quiera…

Desde allí, empezaron los gritos e insultos, el profesor de biología termino llevándonos al mismo a ese estúpido salón, después de una charla con el psicólogo, allí estábamos...

Mire el mensaje que me había enviado Jacob por la mañana:

“Buenos Días amor, de seguro estas arreglándote para el instituto, yo voy a eso jaja, yo acabo de llegar de la Jornada puedes estar tranquila no hay perros por ahí, bueno ninguno que no sea de la reserva jajaja. Espero tengas un buen día, paso por ti al mediodía, solo avísame. Te Amo muchísimo”

Suspire. Por su culpa no estaba con mi novio.

-Todo esto es tu culpa – murmure cruzada de brazos.

-Cállate – dijo Nick.

-No me callo, todo esto es tu culpa si no te la pasaras molestándome ahora yo estaría en la Push con Jacob no aquí contigo…

-¡¿Eso es lo que te duele verdad?! ¡Que no estás con tu maldito perro!

Lo mire sorprendida.¿Por que lo odiaba tanto?

-¡Es Jake, su nombre es Jake! – le grite.

-¡Silencio! – dijo en rector, que se asomo por la puerta, sorprendiéndome contuve un salto– un grito mas y tendrán una expulsión, compórtense pasan todo el tiempo discutiendo de verdad están colmando mi paciencia, discutan en silencio no todo el mundo tiene que enterarse – cerró la puerta.

Resoplo – solo cállate Reneesme…

-¿Qué es lo que pasa? – quise saber.

No respondió. Lo observe detenidamente, como siempre su máscara de amargura pintaba su rostro, miraba sus manos, extendidas sobre el pupitre, entrelazadas parecía que iba a estrangularse los dedos, por la fuerza que veía que aplicaba en sus manos…

-Nicolás no sé por qué razón me detestas tanto, pero últimamente creo que no me molestas por diversión, me molestas porque me odias y si es así no se qué fue lo que hice…ni me importa saber que hago para resultarte tan insoportable pero creo que eres un completo imbécil…

Me fulmino con la mirada.

-¿Quieres saber porque creo eso? – no dijo nada espero a que yo le explicara – bueno, eres un imbécil porque si tanto me odias, te molesta mi presencia y te fastidia el sonido chillón de mi voz, ¿no se supone que deberías evitarme?, es decir, vives quejándote y discutiendo por cualquier cosa que hago o digo, ¿no es más fácil que hagas como si no existiera? ¿Por qué no me ignoras?, así nos evitamos los castigos, los gritos e insultos, y todos felices ¿no?

-No te odio –murmuro apartando la mirada.

-Entonces ¿Qué te pasa conmigo? – quise saber.

-No lo sé…

-¿Cómo que no lo sabes?, tienes que saber por qué te resulto tan insoportable…

-No me resultas insoportable.

Bufe -Pues eso parece, se sincero de una vez y dime ¿Qué te hice?

No contesto.

-Nicolás… - insistí - Dime ahora que rayos te pasa, quiero saberlo ¡ahora!

Respiro profundo. Pasaron un par de minutos cuando volvió a hablar.

-¡¿Quieres saber qué me pasa?! – exclamo. Mirándome fijamente.

Asentí.

-¡Bueno te lo diré!, ¡la verdad es que ni yo mismo lo sé!, ¡solo sé que no puedo ignorarte!, ¡solo sé que no te odio! ¡Y solo sé que me gustas y no puedo evitarlo! - luego que dijo todo eso, bajo la mirada y dejo su mirada perdida en la ventana.

-¿Feliz? – pregunto con sarcasmo. Unos segundos después.

Abrí tanto los ojos que creí que se saldrían de sus orbitas, mi mandíbula se cayó…estaba completamente sorprendida…mi mente no podía procesar esas palabras, hice un breve silencio, hasta que comprendí lo que trataba de hacer.

Parpadeé repetidas veces y empecé a reír.

-jajajajajajajaja, que gracioso, ¿esperas que crea eso? – Solté entre risas
-Estoy hablando en serio.

No paraba de reír.

-Sí, si claro.

-Reneesme esto es en serio…

-¡Oh vamos Nicolás!, tengo 7 años pero no soy estúpida – dijo poniéndose de pie – que cómico eres…has hecho que me duela el estomago de tanto reírme, le diré al rector que me siento mal esa excusa la he usado tantas veces, ojala me crea, porque no pienso quedarme aquí soportando tus bromas – tome mi mochila y me dispuse a caminar hacia la puerta.

Nicolás me halo por el brazo, me hizo volverme para que lo mirara.

-¡Suéltame! – me queje.

-¡No!, estoy siendo sincero contigo, mírame a los ojos – exigía con tono serio.

Lo mire.

-¿tengo cara de estar fingiendo?

-Ya para esto…se que quieres que te crea para luego burlarte no tienes que fingir mas, no te voy a creer, así que Suéltame – batí mi brazo.

Me tomo por ambos brazos – ¡dime! ¡Ahora soy yo quien quiere respuestas! ¿Aun crees que miento? – me miro fijamente.

Oh, oh, estaba diciendo la verdad o al menos eso me decía su mirada…se veía serio, nunca lo había visto así antes…

-No te odio, ni siquiera sé qué rayos me pasa contigo…desde que supe de tu compromiso con Jacob yo…

-¡Suéltala! – grito alguien, interrumpiendo a Nick.




Hola! pz despues de una semana ya hay capi nuevo! disculpen la demora, pero bueno aun tengo examenes a diario! pero ya casi terminan! pero tambien esta el problema de que no me siento segura de mis ideas! diganme si les gusta como va la historia! sus sugerencias las aceptare con todo el gusto del mundo xD! espero les guste el cap.

BESOS!

CUIDENCE *.* MUCHISIMO! *LQM* xD!

PD: ya me pasare por sus blogs! gracias por visitarme! :D