Cap.21 “Mi otra mitad, mi alma gemela” P2

Por Nick

Ya había pasado una semana, de toda esa locura de lobos, sangre, huesos rotos y culpabilidad, bueno es ultimo aun no se había ido, seguía sintiéndome una porquería por traicionar a la reserva, era algo extraño tomando en cuenta que siempre había detestado ese lugar, nunca me sentí parte de ellos, todos creyentes de esas locas tradiciones y leyendas, me parecía tan estúpido quería de nuevo mi casa, despertar y volver a escuchar el ruido que hacia mama al preparar el desayuno… cuando estas junto a tu madre, puede parecerte un verdadero fastidio con todas esas cosas de “Nick, no hagas esto” “Nick, eso no está bien”… la verdad, trataba de no ser el típico “chico rebelde” y acatar lo que decía pero a veces era algo… irritante. Quién diría que un tiempo después extrañaría esas cosas, la verdad Marcos no era nada parecido a mama, y hace poco comprendí que nadie seria como ella… Nadie seria como Valentina Hope, ella estaba muerta y yo debía aceptarlo.

Suspire.

En verdad extrañaba a mama, y después de todo ese tiempo de estarlo negando, admitirlo era un gran alivio…luego de todo lo que paso por ser tan…infantil, o mejor como decían todos, un idiota por no hablar y dejar pasar lo de los lobos visitantes, había comprendido que con amargarme y llorar en la oscuridad ella no volvería, simplemente debía seguir… tal y como dijo Reneesme, la última vez que hablamos.

-Nick, ¿Cómo te sientes?
-Mmm… bien. Tu abuelo dijo que ya estoy bien, después de todos mis huesos sanaron rápido…
-Bueno, esa es una de las ventajas de ser…inmortal.
-Lo dices y suena extraño, aun no me acostumbro a decir que soy…
-¿Un hombre lobo?...mmm, la verdad no sé cómo te sientes, toda mi vida he sabido que soy un vampiro.
-Y pensar que todo esto paso exactamente aquí…
-En Forks, un hoyo negro comparado con tu gran ciudad ¿no?
Me reí – La verdad mi ciudad es más grande no puedo negarlo, California es muy diferente…he dicho eso de Forks pero ahora no pienso eso…
Sonrió – Aquí está tu padre, se que detestas vivir aquí, pero no te queda de otra, ambos están solos y se necesitan.
Suspire – Lo sé.
-Entonces ¿Por qué lo haces?
-¿Hacer qué?
-Comportarte así, siempre estas de mal humor, tu padre te habla y te ve como la luz de su mundo, y tu ni siquiera le regalas una sonrisa o un gesto que lo haga sentir que es buen padre…
-Tú que sabes…
-Lo sé, porque por alguna extraña razón te conozco, eres muy predecible…
-Alguien que solo ha discutido conmigo no puede conocerme…
-Pues seré la excepción por que se a que se debe tu actitud siempre irritante.
-¿Según tu, a que se debe?
-A que la extrañas.
Sentí un escalofrió recorrer mi espalda, no me gustaba recordar.
-¿A quién? – pregunte haciéndome el inocente.
- A tu madre, se que sabes que hablo de ella… vamos, por una vez piensa bien las cosas… ¿ella era una persona amarga?
-No – se me quebró la voz – ella era la mujer más dulce del mundo.
-Exacto, ¿te criaste solo con ella?
-¿Para qué quieres saber esas cosas?
-Solo responde.
-No tengo por qué responderte…
-Solo quería ayudarte, pero no puedo si no me dejas.
-Tú no puedes ayudarme.
-Al menos lo intento.
-La única solución es que ella vuelva, y eso no pasara.
Me miro con ojos compasivos, adiaba la lástima.
-Estoy bien – mentí – ya me acostumbrare.
-Nunca nos acostumbramos a decir adiós, solo aprendemos a vivir solo con recuerdos…
-¿A parte de ser tan irritante también eres psicóloga?
Frunció el ceño – No lo soy, aunque creo que lo considerare. Repito las sabias palaras de mi padre, cuando tienes una vida sin un límite, vivir eternamente no quiere decir que los seres que amas también estarán allí por siempre… ahora solo trato de que puedas soltar todo lo que aguantas, se escuchar y no le diré a nadie. Lo prometo.
-¿Qué quieres que te diga?
-¿Has hablado con alguien desde que ella murió?
-No – admití – todos me “consolaban” pero nunca los escuche…
Asintió – te encerraste en ti mismo.
-Algo así – dije torciendo el gesto ¿Cómo podía saber cómo pensaba y como actuaba? ¿Había heredado el donde su padre o de su tia la duende?
-Pues – sonrió y tomo mi mano halándome al sillón de la habitación – estoy aquí, hablemos.
Fruncí el ceño – No quiero hablar, dame una razón para que hable contigo.
Suspiro – Estamos tratando de ser amigos, y mis amigos un amigo no tendrá esa cara de tortura que tu tienes, no si yo puedo intentar ayudar…
Me sentí seguido de ella, esto iba a ser incomodo.
-Eres tan entrometida.
-Lo sé, ya me lo han dicho… pero no hablamos de mi, hablamos de ti Nicolás. Quiero decirte algunas cosas, ahora que eres inmortal es hora de que alguien te lo explique, tu ahora tienes una vida eterna.
-¿Enserio? – pregunte con sarcasmo.
Suspiro – Vamos Reneesme, respira… no me desviare del tema así que haré como si no me hubiese dado cuenta de ese tono sarcástico – ahora escucha, sé que hay cosas en las que no has pensado, por ejemplo que no todos son inmortales, algún día Marcos morirá.
-Lo sé – claro que había pensado que me quedaría completamente solo algún día.
-Aprovecha todo lo que puedas, el tiempo es limitado para los humanos, y en un abrir y cerrar de ojos se van y solo quedaran recuerdos, al menos intenta vivir cosas buenas a su lado, así cuando el no este sonreirás al recordar, “mi padre y yo” …
-¿Y esta charla es por…?
-Por que no quiero que desperdicies y luego te arrepientas, extrañas a tu madre lo sé, no sé que sientes pero me lo imagino yo no me veo en un mundo sin Bella.
-No sabes ni imaginas lo que se siente – murmure bajando la mirada.
-No dije que lo supiera, pero al menos piensa que está en un lugar mejor, ya no sufre. ¿Por qué murió por alguna enfermedad no?
-Sí, la verdad siempre tuvo problemas con su corazón, y una tarde al llegar…mis tíos estaban allí y solo dijeron “tienes que ser fuerte”
-Lo siento – dijo mientras ponía una mano en mi hombro.
-No lo sientas – solté mientras mis ojos empezaban a nublarse, pero no lloraría delante de ella.
La mire sorprendido cuando abrió sus brazos.
-¿Necesitas un abrazo?
-¿Es enserio?
Asintió.
-Soy de las personas que dan abrazos a sus amigos, y creo que necesitas uno – sonrió – vamos, Jacob no vendrá a arrancarte los brazos, lo prometo.
Sin pensarlo mucho deje que me abrazara y creo que era lo que necesitaba algo que me diera un estilo de consuelo, unas lagrimas rodaron por mi mejilla pero no deje que lo notara, ella me abrazo fuerte y me decía muchas cosas, “todo va a estar bien” “simplemente debes seguir viviendo” “vamos, si quieres llorar hazlo no me burlare”… creo que después de todo tenerla como amiga no era un problema como pensaba.

Ella me gustaba, pero era algo extraño… la quería, era un cariño que me ataba a ese lugar, como algo que me decía, no debes irte…algo loco, tomando en cuenta que yo no estaba imprimado con ella… yo no pertenecía a esa locura de imprimaciones, yo solo era un lobo de esos de los mitos… un lobo… muy común.
Ahora estaba completamente bien, y me la llevaba algo mejor con mi padre, quien ya se había enterado de que era un “hijo de la luna”… y su reacción fue de completo asombro pero se acostumbro a la idea, por suerte nadie le conto la tontería que había hecho.

-¿A dónde vas, papa? – pregunte cuando vi que Marcos se disponía a salir.

-Iré a casa de Billy, habrá reunión del consejo Quileute.

-¿Pasa algo malo? – Pregunte quitando mi vista del televisor - ¿quieres que te acompañe?

-No es necesario hijo, estaré de vuelta en un rato…

Asentí – Bueno, nos vemos mas tarde.

Cuando estuve solo, el aburrimiento me mato, tenía que salir de allí, era muy inquieto para quedarme allí encerrado.
Me puse la primera camiseta que encontré, y salí de mi casa a tomar aire libre. No tenía a donde ir, porque los pocos amigos que había hecho estaban enfadados, se sentían traicionados y no los culpaba…
Mientras caminaba sin rumbo vi como una figura menuda, una chica moreda que vestía un bonito vestido blanco se adentro corriendo entre los árboles. ¿A dónde iba? ¿Algo la perseguía?... apresure mi paso y note como un olor dulce e embriagante empezaba a llenar mis pulmones a medida que seguía el camino de aquella desconocida, cuyo camino era uno que yo conocía, el acantilado más bajo de la reserva.
El olor de llamaba, me guiaba yo solo caminaba siguiéndolo, ¿podría ser esa chica que tuviese ese olor tan dulce y embriagante?
Cuando logre alcanzarla, estaba de espaldas a mí, sentada en un tronco, era algo tarde y el sol caía la poca luz que permitía la llovizna casi invisible que caía, dejaba ver como su hermosa piel morena relucía.
Estuve un rato allí parado, sin poder moverme.

Suspiro.

- Que extraño en ti, Leah- soltó de pronto, hablando para sí misma con tono acido.

Vi como respiraba profundo, en eso decidí hacerme notar, pero no quería asustarla así que camine con cuidado, moría por ver su rostro, había despertado algunas cosas raras en mi, su olor y su piel, la imagen de ella sentada frente a mí, quería acercarme.
Giro la cara de golpe, con el ceño fruncido, se veía molesta. Me detuve al instante.

-Hey no te das cuenta que...?...- en el instante en que volteo vi sus ojos cafés, tan profundos que sentí un estilo de conexión, no pude hablar las palabras se quedaron trabadas en mi garganta, ella era tan hermosa, sus facciones eran preciosas, sus ojos hacían el juego perfecto con su piel, note como por sus mejillas caían un par de lagrimas ¿Por qué lloraba? O la pregunta seria ¿Por qué me dolía que lo hiciera?...

La mire fijamente y ella tampoco me quito los ojos de encima, lo dude por un segundo peri luego sin titubear camine hacia ella, disidido y muriendo de las ganas de tocar su piel y limpiar sus lagrimas.
Me senté a su lado, levante mis manos hasta ponerla es su rostro, su piel era cálida y suave, era perfecta. Pase mis dedos pulgares por sus mejillas limpiando sus lágrimas.

-No llores - le pedí, no quería verla llorar.

-¿Quién…eres? – pregunto, ¿su voz también me resultaba hermosa?... ¿Qué demonios me pasaba?

-Creo que olvide mi nombre… - admití - pero seré lo que tú quieras que sea… ¿Y tu quien eres?

Ella no respondió, pero seguía mirándome, podía ver en su mirada adoración y… ¿amor?... está bien, eso era muy extraño…de un momento a otro, sentí como si nada existiera, solo esa chica…que sería lo más importante para mí, ella era mi todo, no sabía porque pero lo sentía… yo le pertenecía.

Escuchaba sus frenéticos latidos y yo sentía como si mi corazón se hubiese detenido.

-No sabes lo mucho que he estado esperando por ti...- susurro y esas palabras no me tomaron por sorpresa al comprender que yo pensaba lo mismo de ella.

-Creo que si lo sé, el mismo tiempo que llevo yo esperándote – dije siendo completamente sincero…

Sin pensarlo mucho, estampe mis labios que estaban deseosos por los suyos, era un beso pausado y sensorial, pero más que todo lleno de emociones muy fuertes. Baje mi una de mis manos de su rostro y busque su mano por pura necesidad, quería sentir su mano entrelazada con la mía, cuando la encontré la tome con intensiones de no soltarla nunca más, no sabía bien su nombre ni el porqué tenia tantos efectos sobre mí, pero no importaba, lo único que valía era que ella era mi otra mitad, mi alma gemela…algo cursi pero lo era.

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TARANNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN! XD
Aqui esta el secreto al descubierto el chico misterioso es mi cariño Nick! xD
no era nahuel xD como todas pensaban, mi meli tus instintos de vidente fallaron :P jajaja!
ahora la pregunta es en que anda nahuel? hummm....
pues la respuesta a eso en el proximo cap! xD
no sera un cap dedicado a nahuel pero si explicare en que estaba "ocupado"
espero les guste
comente y regalenme una sonrisita si?
un beso y miles de abrazos! amores!
L@s quiere
Caro :)