
Cena Familiar
Pov Renesmee.
Estaba cepillando mi cabello tranquilamente cuando la puerta se abrió para mostrar al ama de llaves.
- Señorita Reneesme la cena esta servida - dijo Elena cerrando la puerta de mi habitación. Me apresure a terminar para no encontrarme con el tarado de mi hermanastro antes de que bajara para cenar.
Ya en el pasillo lo vi salir de su cuarto. Como odiaba a ese chico. Era un estorbo para mí. Era un insoportable que solo pensaba en mujeres y en hacerme la vida imposible. Desde que éramos pequeños me fastidio toda la vida molestándome por cada cosa que hacía y no hacía. Lo que mas me pateaba era que tenía que amarlo porque era mi hermano. Era parte de mi familia. Pero no quería amarlo, no podía amarlo. Ni menos quererlo. Había alimentado mi odio constantemente. Él hacía que hasta pensar en su nombre me diera asco.
Y como dice la Tía Alice “Siempre Digna” baje las escaleras. No nos dirigimos ni una mirada cuando llegamos al comedor familiar. Ahí estaba mi padre Edward, mi mama y mi hermano Seth.
Comenzaré desde el principio. Jacob y Seth son mis medios hermanos. Son los hijos que tuvo mi padre con su primera esposa Leah, la cual murió producto de una enfermedad grave. Después de esto Edward se tubo que hacer cargo de ellos hasta que en un viaje de negocios conoció a Bella, mi madre, se caso nuevamente y me tuvieron a mi. Somos totalmente felices. Bueno la mayor parte del tiempo en mi caso. Lo único que entorpece mi completa felicidad es Jacob.
Es un completo “sabelotodo”, lo detesto a muerte y me odia por tener una mama y el no. Es un estúpido sin sentimientos que solo se ama a si mismo. Y esparce su veneno por todas partes. Lo único más detestable de todo esto es que papá lo tiene en un pedestal. Es su campeón. Es su hijo preferido y que al resto nos parta un rayo. Que más digo de Bella, pues ella le profesa un amor incondicional.
De mi Súper Hermano Seth no tengo nada que decir en su contra. Es una excelente persona. Tienes 2 años más que yo. Somos como uña y mugre. No nos separamos nunca. Sin duda es mi hermano preferido y mi confidente. En resumidas cuentas “Lo Amo”.
Me senté frente a Jacob. Seth estaba a mi lado como siempre. Ma’ y Pa’ a los costados en la mesa. Elena nos sirvió la cena y nos dejo porque tenía una cita. Nos sorprendió que por fin pudiera encontrar a una persona que este interesado en ella. Elena era una de las personas más amorosas del mundo. Vive con nosotros desde que tenía 23 años. Cuidaba de Leah en ese entonces ya que después de que se casara con Pa’ comenzó a tener serios problemas de salud. Cuando Leah dejo este mundo cuido de Jake y Seth. Posteriormente se hizo cargo de mí mientras mis padres trabajaban.
Edward a tenido muy buena suerte en los negocios y B ella a sido un apoyo incondicional para papá. Sin duda ellos se aman. Todas las miradas que se dan profesan todo lo que sienten el uno al otro. Sueño con que yo puedo alguna vez encontrar a alguien que me ame de esa manera.
No hablamos mucho durante la cena, sino hasta el postre. En los siguientes días Claire, la chica más popular del instituto daría una fiesta. Y tuvo el interés de invitarnos. De por cierto estaba en las nubes por que sería a la primera fiesta que asistiría. Y Seth veía estrellas por que en esta fiesta él podría tener la oportunidad para encontrar a su chica misteriosa que le había dejado una nota en su locker. Eso si que era tierno y algo que no se usaba en mucho tiempo, pero mi hermano tenía todas las esperanzas de encontrar a su admiradora secreta.
Para todos nuestros planes solo faltaba una cosa. El permiso de mis padres. Seth y yo nos miramos con cara de cómplices. Sabíamos que Ed. Tendría más piedad conmigo que con mi hermano. Así que toda la responsabilidad de triunfar recaía en mí.
- Papa – dije tragando en seco.
- Sí, Cariño – pronunció poniendo toda atención a lo que diría.
- Pa’, queremos pedirte permiso – desvié mi mirada un momento hacía Seth – para ir a la fiesta de Claire. Que va a ser el juev… - no seguí hablando porque me miro con cara de enojado.
- Así que una fiesta. - medito unos segundos – Creo que eso no podrá ser posible. Menos si es entre semana-
- Pero Pa’- dijimos Seth y yo al unísono.
- Lo siento pero no hay “Peros que valgan” y es mi última palabra. Puede que tengas 15 años pero no te mandas sola. –
- Fiesta querían… el par de enanos - dijo Jacob burlándose de nosotros.
- ¿Qué fue lo que dijiste, Estúpido? – me voltee para mirarlo con todo el odio que tenía. Esto no era nuevo él siempre se burlaba de nosotros dos. Sobre todo de mí.
- Dije, que querían fiesta el par de enanos – en ningún momento aparto la vista de mis ojos. Me miro desafiante.
- Cállate Jacob – le dije con tanto veneno – Eres un Imbécil –
- Y tú una “Hueca” – me miro con tornando los ojos.
- No soy hueca… y Tú eres un troglodita – la sangre se me estaba subiendo a la cabeza.
- Cállense Ahora – dijo Edward poniéndose en pie. Siempre hacía lo mismo cuando se enojaba. Demostraba con esto que todavía tenía autoridad sobre nosotros.
- Pero Pa’ el comenzó – dije apuntando al desgraciado de mi hermanastro.
- No me interesa quién comenzó. Dije que te calles – su rostro tenía cara de maniático.
- Hazlo “Barbie”. Cállate -
- Porque tengo que hacerlo. Jacob nunca lo hace. No entiendo por que el siempre tiene toda tu atención y preferencia. Papá no solo tienes un hijo…somos tres. Además no tengo la culpa de que su mamá muriera y él se volviera un amargado -
- ¿Cómo dijiste jovencita?-
- Ya lo oíste Pa’. Por que Jacob tiene que ser tu predilecto. Él esta bastante grande como para irse y vivir solo. – dirigí mi mirada hacía Jacob - Jacob eres un mantenido. Deberías hacer algo por tu vida y de una vez salir de nuestras vidas. Por último hazlo por tu madre. –
- Ni te atrevas a hablar de mi madre… estúpida. Eso no lo permitiré, menos que me recuerdes que tengo que hacer por ella. Eres una sin cerebro como para pensar en siquiera pronunciar el nombre de mi mamá –
- Y que harás si quiero hablar de ella. Me acusaras con papá… por favor eres un arrastrado. Tu no quieres a nadie solo quieres ganarte el aprecio de mi Pa’ a punta de mentiras. Tu no eres mi hermano, no porque compartamos sangre lo serás –
- Reneesme para ahora- dijo mi madre. Nunca la había visto de esa manera. Tenía cara de querer golpearme.
- Bravo Reneesme – Jacob comenzó a aplaudir - … bravo - ¿Qué se suponía que estaba haciendo? - Conseguiste lo que querías. Arruinar la cena. Pero porque me sorprendo. Siempre destruyes todo lo que tocas. Eres una egoísta que solo piensa en si misma y su dolor. Te importa un rábano lo que le suceda al resto de las personas. Nunca te das cuenta de lo que logras con tus palabras – Me habla como queriendo decir que él era el perjudicado. El dolido en todo esto. Actuaba demasiado bien. Debería estar estudiando actuación en vez de Leyes.
Mire a Seth quien no había emitido ninguna palabra. Solo tenía la cabeza inclinada mirando su postre. Porque no me entendían por un momento y respetaban mi opinión. Solo quería que mis padres me tomaran en cuenta.
Respire profundamente mientras veía como mi polera poco a poco contenía las lágrimas que caían por mis ojos. ¿Yo una persona que solo pensaba en si misma? Lo que menos hacía era eso. Siempre espere que mis padres estuvieran bien y trate de dar lo mejor como hija. Pero al parecer eso no era suficiente por que todo lo obtenía Jacob.
No espere a que me mandaran a mi habitación me di media vuelta y me aleje de la sala.
- Reneesme para donde vas – dijo mi papá en tono autoritario.
- Pues me voy a mi cuarto es obvio que estoy castigada - dije mientras subía.
- Edward no te preocupes… yo hablare con ella- cuando escuche eso no pude estar mas enojada en la vida. No tenía nada que hablar con nadie, menos con él.
- Te lo agradezco que hagas esto por mí. – ¿Por qué mi padre tenía que agradecerle a el? Esto era tan fuera de lugar.
Me sentía tan enojada que hacía que mis pies golpearan fuertemente contra el suelo. ¿Por qué mis padres tenían que preferirlo a él? ¿Por qué Jacob obtenía todo el cariño de mis padres? Como lo odiaba. Era tan insoportable. Me hacía la vida a cuadritos. Siempre obtenía todo lo que quería. Pero en cambio Seth y yo siempre recibíamos las sobras.
Me apresure a llegar a mí cuarto para que Jacob no me encontrara y me dijera todas las estupideces que se le ocurrieran. Ya estando a salvó en mi cuarto escuche como golpeaba la puerta de mi cuarto.
- Reneesme abre la puerta ahora –
- Ándate Jacob… tu no eres mi padre para exigirme nada- le grite mientras me paseaba de un lado para el otro.
- Maldita sea. Abre la puerta. No seas una malcriada y déjame entrar- volvió a golpear sin desistir de su intento.
- No. No lo haré. Ándate y desaparece de mi vista – esta vez Jacob no ganaría. Siempre se salía con las suyas sin hacer un mínimo esfuerzo. Si quería hablarme que lo hiciera viendo a la puerta.
- Punto uno no me puedes ver si la puerta esta cerrada y punto dos ábreme la puerta. Se que quieres explicaciones y estoy dispuesto a soportarte por unos momentos para dártelas. – ¿De que explicaciones estaba hablando?
- ¿De que explicaciones estas hablando? – que yo sepa Jacob no era Don Sabio como para responder a todas mis inquietudes de la vida. Como odiaba que se hiciera el maduro. El inteligente.
- Te diré si me abres- dijo usando un tono muy persuasivo.
- Me dirás y no te abriré la puerta – que rabia. Porque tenía que fastidiar todo. Incluso ahora no podía dejarme en paz con mi conciencia. Sabía muy bien que le debía una disculpa por ser mi hermano mayor y venía a recordármelo con solo hablarme. Pero no quería darle nada. Menos si me disculpara con palabras que no sentía.
- Está bien. De todas maneras nunca se puede contra ti – me dirigí hacía la puerta para escucharlo y que el me escuchara mejor.
- Eres un engreído… - le dije mientras apoyaba mi espalda contra la pared. Entonces ¿Qué quieres decirme?- le gritaba fuertemente.
- Quiero responderte porque tus padres hacen lo que hacen. Se que me odias por robarte el cariño de ellos. Pero quiero que entiendas que no es así- No tenía que entender nada. Yo me daba cuenta claramente de las cosas. Desde cuando el “Iluminado de Jacob” quería hablarme tan insistentemente.
- Troglodita no mientas. Te odio porque eres un imbécil que solo piensa en si mismo. Además papá es el que tiene que decirme porque te ama más a ti que a mí – me deslice lentamente por la pared que estaba a un lado de la puerta dejándome caer rendida por todo lo que estaba ocurriendo.
- Edward no me ama más a mí que a ti. Por lo visto no entiendes nada. – una cosa era lo que él decía y otra muy distinta eran las acciones de mi padre.
- ¿Qué es lo que debo entender entonces, “Cara de Perro”?- deposite mi cabeza contra el muro inspirando profundamente para contener las ganas que tenía de mandarlo a volar.
- Uff… esto es difícil – dijo en susurros
- Estoy esperando – dije impaciente mientras rodeaba mis piernas con los brazos.
- De acuerdo… Reneesme… - hizo una pausa - Yo no soy tu hermano – ¿QUE? Se había vuelto loco. Si eso fuera verdad me estaría quitando un peso de encima. Tenerle mala a tu hermano era un suplicio constante. Sobre todo si él era el consentido de la familia.
- ¿Cómo que no eres mi hermano?- mis palabras sonaron con un tono sorprendido.
- Es verdad. No soy tu hermano. Así que ahora tu conciencia no puede remorderse por nada. – al parecer mi queridito hermano era tan perceptor de las cosas que hasta sabia lo que pensaba. Pero no esto no era verdad. Seguro sería otra de sus mentiras para que pudiera hacer lo que quisiera con nosotros. Sobre todo con Seth. Mi pobre hermano era una persona que tenía tan buen corazón y confiaba tanto en su familia que todo lo que tu le dijeras el lo creía sin cuestionarlo.
- Eso es mentira. Tú eres hijo de Edward. Leah se caso con mi papá y nacieron Seth y tú – lo conocía demasiado bien. Lo hacía para parecer el bueno de la película como siempre.
- No. Eso fue lo que le pedí a Edward que contará para que mi hermano no se enterara de la verdad – se suponía que debía creer lo que él me digiera. Sabía que esto era para reírse de mí. Tenia pleno conocimiento de que todo lo que tuviera que ver con Seth me afectaba demasiado. Y ahora lo usaba en mi contra.
- Estas diciendo que Seth no es mi hermano. No te creo. Mientes. Siempre lo haces – ya no tenía ganas de contenerme más. Una extraña sensación comenzó a crecer en mi pecho. Era una especie de angustia que me estaba martillando el corazón.
- Por una vez tómame en serio y escúchame. Seth y yo no somos nada tuyo. Eso es lo que querías saber. Deberías estar más aliviada de que puedes odiarme. No soy de tu familia. Seth no lo es. Eso es lo que querías escuchar toda tu vida. Que no tengo nada que ver contigo y tu amada familia. Esta vez ganaste. – las lágrimas no tardaron en hacerse presente. Seth no era mi hermano. No era de mi familia. ¿Cómo había ocurrido eso? Éramos tan similares. Lo único que me diferenciaba de ellos era el color de mi cabello. Pero eran mis hermanos. Jacob no podía parecerse tanto a Edward en el carácter. Y Seth tenía el mismo color de ojos de mi Pa’. Ellos eran mi familia. Aunque no me gustaba mucho que Jake lo sea. Me dolía saber que no teníamos parentesco alguno.
- No quiero ganar Jacob. Seth es mi hermano.- mi voz se escucho un tanto distorsionada por el nudo que tenía en mi garganta. –…Entonces si dices la verdad ¿Que paso con tu mamá? ¿Qué ocurrió con tu familia?
- De eso no quiero hablar. Mi conversación contigo acabo. – sus palabras perdieron fuerza mientras las pronunciaba. Esto no acabaría aquí. Él tendría que decir toda la historia entonces.
- Me tienes que contar Jacob. Ya que este es nuestro momento de sinceridad – me levante lo más rápido que pude para abrir la puerta y enfrentarlo cara a cara. Posicione mi mano contra la manilla. Intente abrirla pero no se pudo. De seguro sostenía el picaporte para que no lo viera. – Jacob ábreme la puerta. – Forceje unos momentos - No te escaparas. Jacob háblame –
- No quiero hacerlo duele demasiado - en el momento en que sus palabras entraron en mis oídos comprendí que este era un tema que le afectaba mucho. ¿Por qué me importaba lo que el sintiera? Demonios. Nunca en mi vida le había rogado a alguien. Menos a él. Pero había algo dentro de mí que me pedía a gritos saber la verdad sobre este tema. No solo estaba en juego la felicidad de mi familia. Sino la de mis dos hermanos.
- Por favor Jacob… no seas tarado y dime la verdad – intente sonar suplicante para convencerlo.
- Quien lo diría. Reneesme Cullen suplicándome… esto si que es algo nuevo – por más que quisiera evadirse del tema. Yo tendría que saberla verdad.
- No te vayas por las ramas y dime de una vez – forceje nuevamente la puerta.
- Pero prométeme que no saldrás de la habitación hasta la noche. Y que no nos buscaras a mi y mi hermano.-
- Eso no puedo prometerlo. Así adelante suelta lo que tengas que decir –
- Rayos contigo nunca podré ganar – es escucho como su puño se impacto contra la pared. Volví a mi posición anterior colocando mi mentón sobre las rodillas. Aunque no le diera mi palabra esperaría a que él se decidiera a contar la súper historia que revelaría por que Seth y él no eran mis hermanos.
No se escucho movimiento alguno.
- Jacob estás ahí – dije un tanto asustada. Si se había ido dejándome como idiota sentada en mi habitación esperando por una respuesta las pagaría.
- Si, todavía estoy aquí – se escucho su voz después de unos minutos muy cerca de mis oídos.
- Entonces Ilumíname con tu sabiduría y cuéntame- apoye mi cabeza contra le muro.
- Esta bien pero ¿Quieres que comience con la parte trágica o por el principio?-
- No seas idiota y comienza por el principio – otra vez se quedo un buen rato en silencio.
- Leah. Mi madre… tenía un largo cabello negro, ella se parecía mucho a Seth solo que sus ojos eran de un negro intenso, ella era la mujer más hermosa que había visto en la vida. Por supuesto que la admiraba con ojos de niño…– Cuando comenzó a contar la historia poco a poco su voz fue tomando un tono muy melancólico - A temprana edad se caso con su novio de secundaria Sam. Solo tenía 18 años cuando se entrego a mi padre. Lo amabas más de lo que se debe amar a un hombre que no se lo merece. Después de dos años nací. A pesar de que llegue al mundo en un mal momento a Leah no le importó. Nunca en la vida me habían entregado tanto amor como el que me daba mi madre. Recuerdo que tenía como 5 años cuando mamá se separo de Sam. Fue lo más fuerte que me a tocado ver en la vida… - en todo este tiempo viviendo con Jacob jamás me había percatado que sus palabras hacía su pasado arrastraban un fuerte dolor, una angustia que se percibía en el aire - …Estuvimos varios días fuera de casa cuando Edward llamo a Leah para decirle que nos quedáramos con él. Mamá conocía a Ed desde la secundaria, fueron muy buenos amigos en ese entonces, y esa amistad perduro por muchos años. No se que fue lo que sucedió exactamente pero Leah estaba embarazada cuando decidimos mudarnos con Ed en el que era su antiguo hogar. Fueron los mejores meses que he pasado a pesar de que mamá se tardo un poco en mejorarse de la última golpiza que le propino Sam. Imbécil. Maldito sean Sam que te atreviste a golpear a mi madre por puro gusto… - nunca me había dado cuenta del odio que pueden llegar a trasmitir las palabras - ...Si bien Edward no es mi padre lo quiero como tal. Mamá nunca dejo de amar a Sam a pesar de todo. Pero decidió casarse con tu papá porque Ed le ofreció darnos todo lo que estuviera a su alcancé para que no volvamos a sufrir.-
Me sentía triste por lo que él me estaba diciendo. Mi realidad era tan diferente a la que Jake había experimentado desde pequeño. Yo solo había tenido paz y amor por donde se viera. Podía percibir como su respiración era más dificultosa. No volvío a hablar.
- Jake… ¿Qué ocurrió después? -
- Bueno… Había pasado más de un años desde la última vez que vimos a Sam. Ese día me encontraba jugando con Seth en la sala mientras mamá preparaba la comida. Esperábamos a Ed para cenar. Elena esa tarde tenía actividades en la universidad así que nos deja muy temprano. Tocaron el timbre y mamá se apresuro para ver quien era. Cerro la puerta en el instante en que la abrió sus ojos se abrieron por la impresión. Corrió a mi lado y me entrego a mi hermano en los brazos mientras me llevaba a la cocina. Me dijo que no saliera hasta que llegara Edward y cerró con seguro cuando salió. Me recline contra la puerta con él pequeño Seth entre mis manos. – Su tono de voz se volvió confuso - …solo pude escuchar…como se gritaban y se rompían cosas. Tenía miedo. Mucho miedo de lo que le pasaría a mí mamá o a mi hermano. De un momento a otro un profundo silencio se escucho. No se cuanto tiempo paso en realidad cuando tocaron la puerta de la cocina… no me moví, ni emití sonido alguno. Al parecer Seth se dio cuenta de lo que sucedía por que no lloro… me abrace a mi hermano fuertemente. Golpearon otra vez y pude escuchar desde lejos la voz de Edward…-
Donde me encontraba podía oír los sollozos de Jake. Era un llanto que me desgarraba el alma. Después de esto todo cambio. Mi visión sobre él era distinta. Me retumbaba el corazón fuertemente. Sin pensarlo abría la puerta y gateé a donde el estaba. Tenía sus manos perdidas en su rostro. Las rodillas dobladas y su espalda estaba apoyada en la misma pared en la que yo había estado.
No sabía que hacer en este caso. Si hubiera sido Seth lo habría abrazado y lo consolaría diciéndole que todo estaría bien, que yo estaba para ayudarlo y que no se preocupara por el pasado. Pero este era Jake… el troglodita que odiaba. La persona que no soportaba. Este era el muchacho que me enseño a defenderme de los comentarios ácidos. El gusano que se arrastraba por el cariño de mis padres. Él que me había quitado tantos años de amor. ¿Cómo superaba esto? Él no era mi hermano. No era de mi sangre. Pero aun así al verlo podía tomar como propio su dolor. Su angustia.
Me acerque lentamente andando de rodillas y me posicione frente a el.
- Jake… - dije en susurros – si no quieres seguir lo entenderé. Aunque no lo creas no quiero verte sufrir. – no sabía de donde habían salido esas palabras. Se sorbió la nariz y me miro con cara de tormento. Extendió sus brazos y me abraso pegándome a su pecho. Y ahí estábamos de rodillas en el suelo fundiéndonos en un abrazo que nunca pensé que llegaría. Sus sollozos no paraban, sus lágrimas comenzaron a mojar mi polera. Lo rodeaba fuertemente con mis brazos pensando que de esta manera el podría sentir mi apoyo. Era un chico tan grande físicamente como mentalmente, pero aún así cargaba con un dolor que lo estaba carcomiendo.
- El desgraciado. La mato… La mato por que quiso. La mato por que era una mujer feliz. La acecino por celos. – cuando dijo aquella frase lo comprendí todo. Ni en las películas ocurrían este tipo de cosas. Desde mi interior la verdad afloro. Era Sam quien había matado a Leah… no sabía como pero el la había desterrado del reino de los vivos. Era un maldito imbécil. Sin duda. Ahora comprendía lo que el sentía. Lo que él había vivido.
- Jake…lo siento…lo siento tanto…-
- Nessie… solo abrázame… por favor… no te vayas… ayúdame - me suplicaba que lo acompañe como lo hace un niño que necesita consuelo.
Era tan extraño verlo así, pero era más extraño que estuviéramos siendo sinceros por vez primera. No quería alejarme de él aunque antes hubiera corrido de su lado. En estos momentos estábamos en la nada haciéndonos compañía. No se a ciencia cierta cuanto tiempo paso. Pero se fue calmando poco a poco. Deshizo nuestro abrazo y nos miramos. No previéndolo una pequeña sonrisa se escapo de mi boca.
- Yo Jacob hizo que Reneesme sonriera por primera vez –
- No seas estúpido Jake. – le propine unos pequeños golpes en el hombro.
- Ya… ya no me golpees. Solo lo dije por que es la primera vez que te ríes conmigo –
- Y creo que será la última- dije para mis adentros.
- Tienes razón. Creo que después de esto nada entre nosotros ha cambiado. Seguirás odiándome como lo haz echo siempre y yo seguiré detestándote como lo he venido haciendo toda la vida. –incline mi mirada y me aleje de él para quedar en la pared del frente. Me senté ahí pensando en lo que había ocurrido. No sabía porque pero lo que Jake acababa de decir me había afectado tanto. De seguro nada había cambiado entre nosotros.
Se cruzó de piernas y se sentó a pocos centímetros de mí. Parecía que nunca nos hubiéramos visto en la vida. En todos estos años jamás me había detenido a mirarlo con tanta insistencia. Me había perdido en él. Ninguno se movió. Ninguno de los dos hablo. Solo nos dedicamos a presenciarnos como nunca antes.
Él ya no era mi hermano. Ya no era de mi familia. Lo que creía que era verdad se había transformado en una mentira justificada. Pero ¿Justificada para quién? Para mí no era. Para Jake tampoco. Era una mentira que se ocultaba bajo siete llaves para proteger a Seth. Si bien él era mayor que yo, no soportaría una noticia así. No aguantaría saber que su verdadero papá mato a su madre por capricho. Su mundo se derrumbaría en segundos si esta información se le negaba. Pero para quién era mejor tener esto en secreto. Quizá sería egoísta de parte de nosotros al no decirle. El merecía saber lo que ocurría. Lo que esto causaría en su corazón. No es fácil saber que toda tu verdad se vuelve una mentira. No quería ser cobarde ahora. Seth tenía que saberlo.
- Jake… - fue lo único que alcance a decir antes de que nuestros labios se juntaran. Esto era lo que menos esperaba de toda esta situación. Un beso de mi hermanastro que ahora pasaba a ser un completo desconocido. ¿Qué se suponía que estaba haciendo? No hice otra cosa más que responder al beso. Mis reacciones hacían todo lo contrario a mi cerebro. Esto no estaba pasando. De alguna manera no entendible para mi, esto estaba correcto. Se sentía bien estar besándolo. “Reneesme, reaccionas es él chico que haz odiado toda tu vida”. Pero no quería reaccionar a lo que estaba sucediendo.
- Reneesme… Jacob que están haciendo – volví a la realidad cuando Seth nos hablo sorprendido por lo que estábamos haciendo. No podía reaccionar a la situación. Ni siquiera entendía que había pasado muy bien.
- Seth te lo puedo explicar - dijo Jacob levantándose rápidamente del suelo. Solo me quede ahí en estado de shock tratando de asimilar lo que estaba aconteciendo. Mi mirada se quedo estática en el suelo. Podía percibir como Seth se acercaba hacía mí.
- Cariño… Reneesme. ¿Te encuentra bien?- me dijo mientras me levantaba del suelo y me abrazó - ¿Qué fue lo que le hiciste Jacob… que estas haciendo? Es tu hermana. ¿Cómo no lo entiendes?- gritaba Seth en dirección a Jake. No tenía la capacidad para enfrentar la situación. Ante los ojos de Seth lo que estábamos haciendo era malo. Era algo inmoral. Pero yo sabía que no era así. Había sido algo espectacular si lo examinaba de una manera muy emocional. Pero este momento era el menos indicado para ponerse sentimental.
- No es lo que tu estas pensando… esto tiene una explicación – suplicaba Jake intentando que Seth dejara de presionarme contra su pecho. Hasta ese instante me di cuenta que me estaba faltando el aire.
- Seth… escúchame - dije susurrando
- Si. ¿Qué ocurre? – dirigí mi mirada a Jake para que entendiera lo que tenía que hacer.
- Tenemos que contarle. Él necesita saberlo –
- ¿Qué es lo que necesito saber? – Ninguno respondió – Vamos no se callen. ¿Qué es lo que tienen que decirme?- se alejo de mí y cruzo sus brazos sobre su pecho.
Tomando aire Jake comenzó a relatar la historia. Con cada palabra que pronunciaba el rostro de Seth iba cambiando. La incredulidad de toda la situación no cabía en su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que se resistían a caer. Sus puños se fueron apretando mientras agachaba la cabeza. Me intenté acercar para consolarlo de alguna manera, pero se resistió. La expresión en su rostro no la pude descifrar. Su dolor me partía en corazón. Lo entendía demasiado bien. Para Seth su familia lo era todo. Éramos su soporte. Y ahora ya nada de eso existía. Si se viera de esta manera éramos una fantasía en la que había vivido durante 17 años. Se comprendía que huyera de aquellas personas que no era nada de él.
Se alejo de nosotros y salió corriendo escaleras abajo. Solo se escucho el fuerte golpe proveniente de la puerta de salida cuando se cerró. Nos miramos con Jake y no sabíamos que hacer. No podíamos dejar que se vaya. Había que seguirlo. Él necesitaba de nuestra ayuda. Sin más tome la mano de Jake y lo forcé a seguirme. De camino a la entrada nos encostramos con mamá y papá. Sus caras de preocupación me aturdieron más de la cuenta. ¿Por qué no lo habían seguido?
- Pa’ ¿Qué hacemos ahora? – dije esperanzada.
- No lo sé cariño. No se que hacer – era la primera vez que Edward no tenía solución para algo.
- Tenemos que seguirlo. Quizás necesite nuestro apoyo. No quiero pensar en lo que él hará- mi hermano era muy débil de mente. Era muy inestable emocionalmente. A veces hacía cosas sin sentido.
- Ella tiene razón Ed. Hay que seguirlo – pronunció Jake a mis espaldas. Hasta ahora no me había percatado de que estábamos tomados de la mano. Lo solté de improviso. Se sentía extraño tener este tipo de cercanía con él. Pero era lo que menos importaba ahora. Necesitábamos encontrar a Seth. Nos dividimos en grupos. Mamá y papá se fueron el su Volvo mientras yo y Jake nos subimos a su Mustang.
Era ya muy tarde y volvimos a la casa. No lo habíamos encontrado por ninguna parte. En los posibles lugares a lo que podía haber ido, los habíamos revisado unas dos veces. Llamamos a sus amigos, a mis amigos. A nuestros familiares más cercanos. Todos estábamos en una busca frenética por encontrarlo. Mamá estaba desesperada. Papá era consumido por la preocupación. Para Jake era su culpa que Seth se haya ido de la casa. Y para mí era algo inexplicable que no lo encontráramos. Él debía estar en algún sitio.
No podía desaparecer de la faz de la tierra así, si más. Se había ido sin llevar su carro, eso me decía que no estaba muy lejos de la ciudad. ¿Qué hace un joven que se entera de una tragedia así? Seth se escondería de lo malo. Huiría de la realidad. Saber que tu madre fue matada por tu verdadero padre es lo más terrible que a un adolescente le puede ocurrir.
- ¿Jake donde enterraron a tu madre?- ahí era mi punto clave. Sabía que mi hermano estaría ahí.
- Pues en el cementerio de la ciudad – dijo un tanto confundido.
- Tenemos que ir. Estoy segura que Seth esta ahí – no esperando a mis padres nos subimos nuevamente al auto y salimos raudos de camino al cementerio. De seguro a estas horas estaba cerrado pero era mi única alternativa. Veía como pasaban las luces de la ventana por el vidrio mientras gotas de lluvia comenzaron a caer desde el cielo. Teníamos que hallarlo pronto a sino se enfermaría con la lluvia que comenzaba a llegar.
Bella llamó para preguntarnos a donde íbamos. Le dije que no se preocupara que nos dirigíamos al cementerio y que nos siguieran. Pasaban los segundos lentamente y no llegábamos. Una vez en la entrada del cementerio se podía ver como una persona estaba sentada contra la reja. Sin dudas era Seth. Llevaba su remera favorita.
Me baje lo más rápido posible y llegue a su lado para abrazarlo. Sin mirarme me abrazó. No emitió ningún sonido. Pasó largo tiempo y nos miramos, como cuando éramos pequeños y sabíamos que nos apoya fuera cual fuera la situación y circunstancia. Aunque no fuera mi hermano de sangre lo amaba como tal. La verdad no podía cambiar años de convivencia mezclada con cariño. Sin duda esto nos había afectados a todos por igual. La percepción de las cosas ya no serían las mismas desde este momento.
Lo llevamos en peso junto con Jake. Al parecer la fuerza de la verdad no lo dejaba reaccionar a todo lo que estaba pasando. Nos sentamos en el asiento trasero mientras Jake tomaba el volante. Llamamos a papá para que se enterara de que habíamos encontrado al fugitivo y que se encontraba bien.
A mitad de camino Seth se quedo dormido en mi hombro. A pesar de ser mayor que yo parecía un niño. Tome su mano entre las mías y levante la vista. Había sido la tarde más caótica y confusa de mi vida. Pero me sentía en paz al saber que todos los acontecimientos de mi vida ocurrieron por el único fin de que aquello chicos de cabello oscuro pudieran de alguna manera ser felices. Aunque todo estaba en su contra el destino se había encargado de proveerles un futuro mejor. Lleno de amor y felicidad dentro de lo posible. No podía quejarme de todo lo que se me había negado con el fin de que los dos hubieran crecido de una manera convencional.
Pensaba que odiaría a mi hermanastro por siempre y que nunca cambiaría. Pero ahora sentía una sensación extraña de pertenencia sobre él. No éramos nada. Ni novios, ni amigos… pero sentía que la semilla de la duda se había implantado en mi corazón y que con el tiempo mis sentimientos hacía él cambiarían. Un abrazo y un beso había alterado mis sentimientos hacía el que había sido mi peor pesadilla.
Fuéramos hermanos o no. Familia o no. El amor que sentíamos era más fuerte que la verdad.
Ya en el pasillo lo vi salir de su cuarto. Como odiaba a ese chico. Era un estorbo para mí. Era un insoportable que solo pensaba en mujeres y en hacerme la vida imposible. Desde que éramos pequeños me fastidio toda la vida molestándome por cada cosa que hacía y no hacía. Lo que mas me pateaba era que tenía que amarlo porque era mi hermano. Era parte de mi familia. Pero no quería amarlo, no podía amarlo. Ni menos quererlo. Había alimentado mi odio constantemente. Él hacía que hasta pensar en su nombre me diera asco.
Y como dice la Tía Alice “Siempre Digna” baje las escaleras. No nos dirigimos ni una mirada cuando llegamos al comedor familiar. Ahí estaba mi padre Edward, mi mama y mi hermano Seth.
Comenzaré desde el principio. Jacob y Seth son mis medios hermanos. Son los hijos que tuvo mi padre con su primera esposa Leah, la cual murió producto de una enfermedad grave. Después de esto Edward se tubo que hacer cargo de ellos hasta que en un viaje de negocios conoció a Bella, mi madre, se caso nuevamente y me tuvieron a mi. Somos totalmente felices. Bueno la mayor parte del tiempo en mi caso. Lo único que entorpece mi completa felicidad es Jacob.
Es un completo “sabelotodo”, lo detesto a muerte y me odia por tener una mama y el no. Es un estúpido sin sentimientos que solo se ama a si mismo. Y esparce su veneno por todas partes. Lo único más detestable de todo esto es que papá lo tiene en un pedestal. Es su campeón. Es su hijo preferido y que al resto nos parta un rayo. Que más digo de Bella, pues ella le profesa un amor incondicional.
De mi Súper Hermano Seth no tengo nada que decir en su contra. Es una excelente persona. Tienes 2 años más que yo. Somos como uña y mugre. No nos separamos nunca. Sin duda es mi hermano preferido y mi confidente. En resumidas cuentas “Lo Amo”.
Me senté frente a Jacob. Seth estaba a mi lado como siempre. Ma’ y Pa’ a los costados en la mesa. Elena nos sirvió la cena y nos dejo porque tenía una cita. Nos sorprendió que por fin pudiera encontrar a una persona que este interesado en ella. Elena era una de las personas más amorosas del mundo. Vive con nosotros desde que tenía 23 años. Cuidaba de Leah en ese entonces ya que después de que se casara con Pa’ comenzó a tener serios problemas de salud. Cuando Leah dejo este mundo cuido de Jake y Seth. Posteriormente se hizo cargo de mí mientras mis padres trabajaban.
Edward a tenido muy buena suerte en los negocios y B ella a sido un apoyo incondicional para papá. Sin duda ellos se aman. Todas las miradas que se dan profesan todo lo que sienten el uno al otro. Sueño con que yo puedo alguna vez encontrar a alguien que me ame de esa manera.
No hablamos mucho durante la cena, sino hasta el postre. En los siguientes días Claire, la chica más popular del instituto daría una fiesta. Y tuvo el interés de invitarnos. De por cierto estaba en las nubes por que sería a la primera fiesta que asistiría. Y Seth veía estrellas por que en esta fiesta él podría tener la oportunidad para encontrar a su chica misteriosa que le había dejado una nota en su locker. Eso si que era tierno y algo que no se usaba en mucho tiempo, pero mi hermano tenía todas las esperanzas de encontrar a su admiradora secreta.
Para todos nuestros planes solo faltaba una cosa. El permiso de mis padres. Seth y yo nos miramos con cara de cómplices. Sabíamos que Ed. Tendría más piedad conmigo que con mi hermano. Así que toda la responsabilidad de triunfar recaía en mí.
- Papa – dije tragando en seco.
- Sí, Cariño – pronunció poniendo toda atención a lo que diría.
- Pa’, queremos pedirte permiso – desvié mi mirada un momento hacía Seth – para ir a la fiesta de Claire. Que va a ser el juev… - no seguí hablando porque me miro con cara de enojado.
- Así que una fiesta. - medito unos segundos – Creo que eso no podrá ser posible. Menos si es entre semana-
- Pero Pa’- dijimos Seth y yo al unísono.
- Lo siento pero no hay “Peros que valgan” y es mi última palabra. Puede que tengas 15 años pero no te mandas sola. –
- Fiesta querían… el par de enanos - dijo Jacob burlándose de nosotros.
- ¿Qué fue lo que dijiste, Estúpido? – me voltee para mirarlo con todo el odio que tenía. Esto no era nuevo él siempre se burlaba de nosotros dos. Sobre todo de mí.
- Dije, que querían fiesta el par de enanos – en ningún momento aparto la vista de mis ojos. Me miro desafiante.
- Cállate Jacob – le dije con tanto veneno – Eres un Imbécil –
- Y tú una “Hueca” – me miro con tornando los ojos.
- No soy hueca… y Tú eres un troglodita – la sangre se me estaba subiendo a la cabeza.
- Cállense Ahora – dijo Edward poniéndose en pie. Siempre hacía lo mismo cuando se enojaba. Demostraba con esto que todavía tenía autoridad sobre nosotros.
- Pero Pa’ el comenzó – dije apuntando al desgraciado de mi hermanastro.
- No me interesa quién comenzó. Dije que te calles – su rostro tenía cara de maniático.
- Hazlo “Barbie”. Cállate -
- Porque tengo que hacerlo. Jacob nunca lo hace. No entiendo por que el siempre tiene toda tu atención y preferencia. Papá no solo tienes un hijo…somos tres. Además no tengo la culpa de que su mamá muriera y él se volviera un amargado -
- ¿Cómo dijiste jovencita?-
- Ya lo oíste Pa’. Por que Jacob tiene que ser tu predilecto. Él esta bastante grande como para irse y vivir solo. – dirigí mi mirada hacía Jacob - Jacob eres un mantenido. Deberías hacer algo por tu vida y de una vez salir de nuestras vidas. Por último hazlo por tu madre. –
- Ni te atrevas a hablar de mi madre… estúpida. Eso no lo permitiré, menos que me recuerdes que tengo que hacer por ella. Eres una sin cerebro como para pensar en siquiera pronunciar el nombre de mi mamá –
- Y que harás si quiero hablar de ella. Me acusaras con papá… por favor eres un arrastrado. Tu no quieres a nadie solo quieres ganarte el aprecio de mi Pa’ a punta de mentiras. Tu no eres mi hermano, no porque compartamos sangre lo serás –
- Reneesme para ahora- dijo mi madre. Nunca la había visto de esa manera. Tenía cara de querer golpearme.
- Bravo Reneesme – Jacob comenzó a aplaudir - … bravo - ¿Qué se suponía que estaba haciendo? - Conseguiste lo que querías. Arruinar la cena. Pero porque me sorprendo. Siempre destruyes todo lo que tocas. Eres una egoísta que solo piensa en si misma y su dolor. Te importa un rábano lo que le suceda al resto de las personas. Nunca te das cuenta de lo que logras con tus palabras – Me habla como queriendo decir que él era el perjudicado. El dolido en todo esto. Actuaba demasiado bien. Debería estar estudiando actuación en vez de Leyes.
Mire a Seth quien no había emitido ninguna palabra. Solo tenía la cabeza inclinada mirando su postre. Porque no me entendían por un momento y respetaban mi opinión. Solo quería que mis padres me tomaran en cuenta.
Respire profundamente mientras veía como mi polera poco a poco contenía las lágrimas que caían por mis ojos. ¿Yo una persona que solo pensaba en si misma? Lo que menos hacía era eso. Siempre espere que mis padres estuvieran bien y trate de dar lo mejor como hija. Pero al parecer eso no era suficiente por que todo lo obtenía Jacob.
No espere a que me mandaran a mi habitación me di media vuelta y me aleje de la sala.
- Reneesme para donde vas – dijo mi papá en tono autoritario.
- Pues me voy a mi cuarto es obvio que estoy castigada - dije mientras subía.
- Edward no te preocupes… yo hablare con ella- cuando escuche eso no pude estar mas enojada en la vida. No tenía nada que hablar con nadie, menos con él.
- Te lo agradezco que hagas esto por mí. – ¿Por qué mi padre tenía que agradecerle a el? Esto era tan fuera de lugar.
Me sentía tan enojada que hacía que mis pies golpearan fuertemente contra el suelo. ¿Por qué mis padres tenían que preferirlo a él? ¿Por qué Jacob obtenía todo el cariño de mis padres? Como lo odiaba. Era tan insoportable. Me hacía la vida a cuadritos. Siempre obtenía todo lo que quería. Pero en cambio Seth y yo siempre recibíamos las sobras.
Me apresure a llegar a mí cuarto para que Jacob no me encontrara y me dijera todas las estupideces que se le ocurrieran. Ya estando a salvó en mi cuarto escuche como golpeaba la puerta de mi cuarto.
- Reneesme abre la puerta ahora –
- Ándate Jacob… tu no eres mi padre para exigirme nada- le grite mientras me paseaba de un lado para el otro.
- Maldita sea. Abre la puerta. No seas una malcriada y déjame entrar- volvió a golpear sin desistir de su intento.
- No. No lo haré. Ándate y desaparece de mi vista – esta vez Jacob no ganaría. Siempre se salía con las suyas sin hacer un mínimo esfuerzo. Si quería hablarme que lo hiciera viendo a la puerta.
- Punto uno no me puedes ver si la puerta esta cerrada y punto dos ábreme la puerta. Se que quieres explicaciones y estoy dispuesto a soportarte por unos momentos para dártelas. – ¿De que explicaciones estaba hablando?
- ¿De que explicaciones estas hablando? – que yo sepa Jacob no era Don Sabio como para responder a todas mis inquietudes de la vida. Como odiaba que se hiciera el maduro. El inteligente.
- Te diré si me abres- dijo usando un tono muy persuasivo.
- Me dirás y no te abriré la puerta – que rabia. Porque tenía que fastidiar todo. Incluso ahora no podía dejarme en paz con mi conciencia. Sabía muy bien que le debía una disculpa por ser mi hermano mayor y venía a recordármelo con solo hablarme. Pero no quería darle nada. Menos si me disculpara con palabras que no sentía.
- Está bien. De todas maneras nunca se puede contra ti – me dirigí hacía la puerta para escucharlo y que el me escuchara mejor.
- Eres un engreído… - le dije mientras apoyaba mi espalda contra la pared. Entonces ¿Qué quieres decirme?- le gritaba fuertemente.
- Quiero responderte porque tus padres hacen lo que hacen. Se que me odias por robarte el cariño de ellos. Pero quiero que entiendas que no es así- No tenía que entender nada. Yo me daba cuenta claramente de las cosas. Desde cuando el “Iluminado de Jacob” quería hablarme tan insistentemente.
- Troglodita no mientas. Te odio porque eres un imbécil que solo piensa en si mismo. Además papá es el que tiene que decirme porque te ama más a ti que a mí – me deslice lentamente por la pared que estaba a un lado de la puerta dejándome caer rendida por todo lo que estaba ocurriendo.
- Edward no me ama más a mí que a ti. Por lo visto no entiendes nada. – una cosa era lo que él decía y otra muy distinta eran las acciones de mi padre.
- ¿Qué es lo que debo entender entonces, “Cara de Perro”?- deposite mi cabeza contra el muro inspirando profundamente para contener las ganas que tenía de mandarlo a volar.
- Uff… esto es difícil – dijo en susurros
- Estoy esperando – dije impaciente mientras rodeaba mis piernas con los brazos.
- De acuerdo… Reneesme… - hizo una pausa - Yo no soy tu hermano – ¿QUE? Se había vuelto loco. Si eso fuera verdad me estaría quitando un peso de encima. Tenerle mala a tu hermano era un suplicio constante. Sobre todo si él era el consentido de la familia.
- ¿Cómo que no eres mi hermano?- mis palabras sonaron con un tono sorprendido.
- Es verdad. No soy tu hermano. Así que ahora tu conciencia no puede remorderse por nada. – al parecer mi queridito hermano era tan perceptor de las cosas que hasta sabia lo que pensaba. Pero no esto no era verdad. Seguro sería otra de sus mentiras para que pudiera hacer lo que quisiera con nosotros. Sobre todo con Seth. Mi pobre hermano era una persona que tenía tan buen corazón y confiaba tanto en su familia que todo lo que tu le dijeras el lo creía sin cuestionarlo.
- Eso es mentira. Tú eres hijo de Edward. Leah se caso con mi papá y nacieron Seth y tú – lo conocía demasiado bien. Lo hacía para parecer el bueno de la película como siempre.
- No. Eso fue lo que le pedí a Edward que contará para que mi hermano no se enterara de la verdad – se suponía que debía creer lo que él me digiera. Sabía que esto era para reírse de mí. Tenia pleno conocimiento de que todo lo que tuviera que ver con Seth me afectaba demasiado. Y ahora lo usaba en mi contra.
- Estas diciendo que Seth no es mi hermano. No te creo. Mientes. Siempre lo haces – ya no tenía ganas de contenerme más. Una extraña sensación comenzó a crecer en mi pecho. Era una especie de angustia que me estaba martillando el corazón.
- Por una vez tómame en serio y escúchame. Seth y yo no somos nada tuyo. Eso es lo que querías saber. Deberías estar más aliviada de que puedes odiarme. No soy de tu familia. Seth no lo es. Eso es lo que querías escuchar toda tu vida. Que no tengo nada que ver contigo y tu amada familia. Esta vez ganaste. – las lágrimas no tardaron en hacerse presente. Seth no era mi hermano. No era de mi familia. ¿Cómo había ocurrido eso? Éramos tan similares. Lo único que me diferenciaba de ellos era el color de mi cabello. Pero eran mis hermanos. Jacob no podía parecerse tanto a Edward en el carácter. Y Seth tenía el mismo color de ojos de mi Pa’. Ellos eran mi familia. Aunque no me gustaba mucho que Jake lo sea. Me dolía saber que no teníamos parentesco alguno.
- No quiero ganar Jacob. Seth es mi hermano.- mi voz se escucho un tanto distorsionada por el nudo que tenía en mi garganta. –…Entonces si dices la verdad ¿Que paso con tu mamá? ¿Qué ocurrió con tu familia?
- De eso no quiero hablar. Mi conversación contigo acabo. – sus palabras perdieron fuerza mientras las pronunciaba. Esto no acabaría aquí. Él tendría que decir toda la historia entonces.
- Me tienes que contar Jacob. Ya que este es nuestro momento de sinceridad – me levante lo más rápido que pude para abrir la puerta y enfrentarlo cara a cara. Posicione mi mano contra la manilla. Intente abrirla pero no se pudo. De seguro sostenía el picaporte para que no lo viera. – Jacob ábreme la puerta. – Forceje unos momentos - No te escaparas. Jacob háblame –
- No quiero hacerlo duele demasiado - en el momento en que sus palabras entraron en mis oídos comprendí que este era un tema que le afectaba mucho. ¿Por qué me importaba lo que el sintiera? Demonios. Nunca en mi vida le había rogado a alguien. Menos a él. Pero había algo dentro de mí que me pedía a gritos saber la verdad sobre este tema. No solo estaba en juego la felicidad de mi familia. Sino la de mis dos hermanos.
- Por favor Jacob… no seas tarado y dime la verdad – intente sonar suplicante para convencerlo.
- Quien lo diría. Reneesme Cullen suplicándome… esto si que es algo nuevo – por más que quisiera evadirse del tema. Yo tendría que saberla verdad.
- No te vayas por las ramas y dime de una vez – forceje nuevamente la puerta.
- Pero prométeme que no saldrás de la habitación hasta la noche. Y que no nos buscaras a mi y mi hermano.-
- Eso no puedo prometerlo. Así adelante suelta lo que tengas que decir –
- Rayos contigo nunca podré ganar – es escucho como su puño se impacto contra la pared. Volví a mi posición anterior colocando mi mentón sobre las rodillas. Aunque no le diera mi palabra esperaría a que él se decidiera a contar la súper historia que revelaría por que Seth y él no eran mis hermanos.
No se escucho movimiento alguno.
- Jacob estás ahí – dije un tanto asustada. Si se había ido dejándome como idiota sentada en mi habitación esperando por una respuesta las pagaría.
- Si, todavía estoy aquí – se escucho su voz después de unos minutos muy cerca de mis oídos.
- Entonces Ilumíname con tu sabiduría y cuéntame- apoye mi cabeza contra le muro.
- Esta bien pero ¿Quieres que comience con la parte trágica o por el principio?-
- No seas idiota y comienza por el principio – otra vez se quedo un buen rato en silencio.
- Leah. Mi madre… tenía un largo cabello negro, ella se parecía mucho a Seth solo que sus ojos eran de un negro intenso, ella era la mujer más hermosa que había visto en la vida. Por supuesto que la admiraba con ojos de niño…– Cuando comenzó a contar la historia poco a poco su voz fue tomando un tono muy melancólico - A temprana edad se caso con su novio de secundaria Sam. Solo tenía 18 años cuando se entrego a mi padre. Lo amabas más de lo que se debe amar a un hombre que no se lo merece. Después de dos años nací. A pesar de que llegue al mundo en un mal momento a Leah no le importó. Nunca en la vida me habían entregado tanto amor como el que me daba mi madre. Recuerdo que tenía como 5 años cuando mamá se separo de Sam. Fue lo más fuerte que me a tocado ver en la vida… - en todo este tiempo viviendo con Jacob jamás me había percatado que sus palabras hacía su pasado arrastraban un fuerte dolor, una angustia que se percibía en el aire - …Estuvimos varios días fuera de casa cuando Edward llamo a Leah para decirle que nos quedáramos con él. Mamá conocía a Ed desde la secundaria, fueron muy buenos amigos en ese entonces, y esa amistad perduro por muchos años. No se que fue lo que sucedió exactamente pero Leah estaba embarazada cuando decidimos mudarnos con Ed en el que era su antiguo hogar. Fueron los mejores meses que he pasado a pesar de que mamá se tardo un poco en mejorarse de la última golpiza que le propino Sam. Imbécil. Maldito sean Sam que te atreviste a golpear a mi madre por puro gusto… - nunca me había dado cuenta del odio que pueden llegar a trasmitir las palabras - ...Si bien Edward no es mi padre lo quiero como tal. Mamá nunca dejo de amar a Sam a pesar de todo. Pero decidió casarse con tu papá porque Ed le ofreció darnos todo lo que estuviera a su alcancé para que no volvamos a sufrir.-
Me sentía triste por lo que él me estaba diciendo. Mi realidad era tan diferente a la que Jake había experimentado desde pequeño. Yo solo había tenido paz y amor por donde se viera. Podía percibir como su respiración era más dificultosa. No volvío a hablar.
- Jake… ¿Qué ocurrió después? -
- Bueno… Había pasado más de un años desde la última vez que vimos a Sam. Ese día me encontraba jugando con Seth en la sala mientras mamá preparaba la comida. Esperábamos a Ed para cenar. Elena esa tarde tenía actividades en la universidad así que nos deja muy temprano. Tocaron el timbre y mamá se apresuro para ver quien era. Cerro la puerta en el instante en que la abrió sus ojos se abrieron por la impresión. Corrió a mi lado y me entrego a mi hermano en los brazos mientras me llevaba a la cocina. Me dijo que no saliera hasta que llegara Edward y cerró con seguro cuando salió. Me recline contra la puerta con él pequeño Seth entre mis manos. – Su tono de voz se volvió confuso - …solo pude escuchar…como se gritaban y se rompían cosas. Tenía miedo. Mucho miedo de lo que le pasaría a mí mamá o a mi hermano. De un momento a otro un profundo silencio se escucho. No se cuanto tiempo paso en realidad cuando tocaron la puerta de la cocina… no me moví, ni emití sonido alguno. Al parecer Seth se dio cuenta de lo que sucedía por que no lloro… me abrace a mi hermano fuertemente. Golpearon otra vez y pude escuchar desde lejos la voz de Edward…-
Donde me encontraba podía oír los sollozos de Jake. Era un llanto que me desgarraba el alma. Después de esto todo cambio. Mi visión sobre él era distinta. Me retumbaba el corazón fuertemente. Sin pensarlo abría la puerta y gateé a donde el estaba. Tenía sus manos perdidas en su rostro. Las rodillas dobladas y su espalda estaba apoyada en la misma pared en la que yo había estado.
No sabía que hacer en este caso. Si hubiera sido Seth lo habría abrazado y lo consolaría diciéndole que todo estaría bien, que yo estaba para ayudarlo y que no se preocupara por el pasado. Pero este era Jake… el troglodita que odiaba. La persona que no soportaba. Este era el muchacho que me enseño a defenderme de los comentarios ácidos. El gusano que se arrastraba por el cariño de mis padres. Él que me había quitado tantos años de amor. ¿Cómo superaba esto? Él no era mi hermano. No era de mi sangre. Pero aun así al verlo podía tomar como propio su dolor. Su angustia.
Me acerque lentamente andando de rodillas y me posicione frente a el.
- Jake… - dije en susurros – si no quieres seguir lo entenderé. Aunque no lo creas no quiero verte sufrir. – no sabía de donde habían salido esas palabras. Se sorbió la nariz y me miro con cara de tormento. Extendió sus brazos y me abraso pegándome a su pecho. Y ahí estábamos de rodillas en el suelo fundiéndonos en un abrazo que nunca pensé que llegaría. Sus sollozos no paraban, sus lágrimas comenzaron a mojar mi polera. Lo rodeaba fuertemente con mis brazos pensando que de esta manera el podría sentir mi apoyo. Era un chico tan grande físicamente como mentalmente, pero aún así cargaba con un dolor que lo estaba carcomiendo.
- El desgraciado. La mato… La mato por que quiso. La mato por que era una mujer feliz. La acecino por celos. – cuando dijo aquella frase lo comprendí todo. Ni en las películas ocurrían este tipo de cosas. Desde mi interior la verdad afloro. Era Sam quien había matado a Leah… no sabía como pero el la había desterrado del reino de los vivos. Era un maldito imbécil. Sin duda. Ahora comprendía lo que el sentía. Lo que él había vivido.
- Jake…lo siento…lo siento tanto…-
- Nessie… solo abrázame… por favor… no te vayas… ayúdame - me suplicaba que lo acompañe como lo hace un niño que necesita consuelo.
Era tan extraño verlo así, pero era más extraño que estuviéramos siendo sinceros por vez primera. No quería alejarme de él aunque antes hubiera corrido de su lado. En estos momentos estábamos en la nada haciéndonos compañía. No se a ciencia cierta cuanto tiempo paso. Pero se fue calmando poco a poco. Deshizo nuestro abrazo y nos miramos. No previéndolo una pequeña sonrisa se escapo de mi boca.
- Yo Jacob hizo que Reneesme sonriera por primera vez –
- No seas estúpido Jake. – le propine unos pequeños golpes en el hombro.
- Ya… ya no me golpees. Solo lo dije por que es la primera vez que te ríes conmigo –
- Y creo que será la última- dije para mis adentros.
- Tienes razón. Creo que después de esto nada entre nosotros ha cambiado. Seguirás odiándome como lo haz echo siempre y yo seguiré detestándote como lo he venido haciendo toda la vida. –incline mi mirada y me aleje de él para quedar en la pared del frente. Me senté ahí pensando en lo que había ocurrido. No sabía porque pero lo que Jake acababa de decir me había afectado tanto. De seguro nada había cambiado entre nosotros.
Se cruzó de piernas y se sentó a pocos centímetros de mí. Parecía que nunca nos hubiéramos visto en la vida. En todos estos años jamás me había detenido a mirarlo con tanta insistencia. Me había perdido en él. Ninguno se movió. Ninguno de los dos hablo. Solo nos dedicamos a presenciarnos como nunca antes.
Él ya no era mi hermano. Ya no era de mi familia. Lo que creía que era verdad se había transformado en una mentira justificada. Pero ¿Justificada para quién? Para mí no era. Para Jake tampoco. Era una mentira que se ocultaba bajo siete llaves para proteger a Seth. Si bien él era mayor que yo, no soportaría una noticia así. No aguantaría saber que su verdadero papá mato a su madre por capricho. Su mundo se derrumbaría en segundos si esta información se le negaba. Pero para quién era mejor tener esto en secreto. Quizá sería egoísta de parte de nosotros al no decirle. El merecía saber lo que ocurría. Lo que esto causaría en su corazón. No es fácil saber que toda tu verdad se vuelve una mentira. No quería ser cobarde ahora. Seth tenía que saberlo.
- Jake… - fue lo único que alcance a decir antes de que nuestros labios se juntaran. Esto era lo que menos esperaba de toda esta situación. Un beso de mi hermanastro que ahora pasaba a ser un completo desconocido. ¿Qué se suponía que estaba haciendo? No hice otra cosa más que responder al beso. Mis reacciones hacían todo lo contrario a mi cerebro. Esto no estaba pasando. De alguna manera no entendible para mi, esto estaba correcto. Se sentía bien estar besándolo. “Reneesme, reaccionas es él chico que haz odiado toda tu vida”. Pero no quería reaccionar a lo que estaba sucediendo.
- Reneesme… Jacob que están haciendo – volví a la realidad cuando Seth nos hablo sorprendido por lo que estábamos haciendo. No podía reaccionar a la situación. Ni siquiera entendía que había pasado muy bien.
- Seth te lo puedo explicar - dijo Jacob levantándose rápidamente del suelo. Solo me quede ahí en estado de shock tratando de asimilar lo que estaba aconteciendo. Mi mirada se quedo estática en el suelo. Podía percibir como Seth se acercaba hacía mí.
- Cariño… Reneesme. ¿Te encuentra bien?- me dijo mientras me levantaba del suelo y me abrazó - ¿Qué fue lo que le hiciste Jacob… que estas haciendo? Es tu hermana. ¿Cómo no lo entiendes?- gritaba Seth en dirección a Jake. No tenía la capacidad para enfrentar la situación. Ante los ojos de Seth lo que estábamos haciendo era malo. Era algo inmoral. Pero yo sabía que no era así. Había sido algo espectacular si lo examinaba de una manera muy emocional. Pero este momento era el menos indicado para ponerse sentimental.
- No es lo que tu estas pensando… esto tiene una explicación – suplicaba Jake intentando que Seth dejara de presionarme contra su pecho. Hasta ese instante me di cuenta que me estaba faltando el aire.
- Seth… escúchame - dije susurrando
- Si. ¿Qué ocurre? – dirigí mi mirada a Jake para que entendiera lo que tenía que hacer.
- Tenemos que contarle. Él necesita saberlo –
- ¿Qué es lo que necesito saber? – Ninguno respondió – Vamos no se callen. ¿Qué es lo que tienen que decirme?- se alejo de mí y cruzo sus brazos sobre su pecho.
Tomando aire Jake comenzó a relatar la historia. Con cada palabra que pronunciaba el rostro de Seth iba cambiando. La incredulidad de toda la situación no cabía en su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que se resistían a caer. Sus puños se fueron apretando mientras agachaba la cabeza. Me intenté acercar para consolarlo de alguna manera, pero se resistió. La expresión en su rostro no la pude descifrar. Su dolor me partía en corazón. Lo entendía demasiado bien. Para Seth su familia lo era todo. Éramos su soporte. Y ahora ya nada de eso existía. Si se viera de esta manera éramos una fantasía en la que había vivido durante 17 años. Se comprendía que huyera de aquellas personas que no era nada de él.
Se alejo de nosotros y salió corriendo escaleras abajo. Solo se escucho el fuerte golpe proveniente de la puerta de salida cuando se cerró. Nos miramos con Jake y no sabíamos que hacer. No podíamos dejar que se vaya. Había que seguirlo. Él necesitaba de nuestra ayuda. Sin más tome la mano de Jake y lo forcé a seguirme. De camino a la entrada nos encostramos con mamá y papá. Sus caras de preocupación me aturdieron más de la cuenta. ¿Por qué no lo habían seguido?
- Pa’ ¿Qué hacemos ahora? – dije esperanzada.
- No lo sé cariño. No se que hacer – era la primera vez que Edward no tenía solución para algo.
- Tenemos que seguirlo. Quizás necesite nuestro apoyo. No quiero pensar en lo que él hará- mi hermano era muy débil de mente. Era muy inestable emocionalmente. A veces hacía cosas sin sentido.
- Ella tiene razón Ed. Hay que seguirlo – pronunció Jake a mis espaldas. Hasta ahora no me había percatado de que estábamos tomados de la mano. Lo solté de improviso. Se sentía extraño tener este tipo de cercanía con él. Pero era lo que menos importaba ahora. Necesitábamos encontrar a Seth. Nos dividimos en grupos. Mamá y papá se fueron el su Volvo mientras yo y Jake nos subimos a su Mustang.
Era ya muy tarde y volvimos a la casa. No lo habíamos encontrado por ninguna parte. En los posibles lugares a lo que podía haber ido, los habíamos revisado unas dos veces. Llamamos a sus amigos, a mis amigos. A nuestros familiares más cercanos. Todos estábamos en una busca frenética por encontrarlo. Mamá estaba desesperada. Papá era consumido por la preocupación. Para Jake era su culpa que Seth se haya ido de la casa. Y para mí era algo inexplicable que no lo encontráramos. Él debía estar en algún sitio.
No podía desaparecer de la faz de la tierra así, si más. Se había ido sin llevar su carro, eso me decía que no estaba muy lejos de la ciudad. ¿Qué hace un joven que se entera de una tragedia así? Seth se escondería de lo malo. Huiría de la realidad. Saber que tu madre fue matada por tu verdadero padre es lo más terrible que a un adolescente le puede ocurrir.
- ¿Jake donde enterraron a tu madre?- ahí era mi punto clave. Sabía que mi hermano estaría ahí.
- Pues en el cementerio de la ciudad – dijo un tanto confundido.
- Tenemos que ir. Estoy segura que Seth esta ahí – no esperando a mis padres nos subimos nuevamente al auto y salimos raudos de camino al cementerio. De seguro a estas horas estaba cerrado pero era mi única alternativa. Veía como pasaban las luces de la ventana por el vidrio mientras gotas de lluvia comenzaron a caer desde el cielo. Teníamos que hallarlo pronto a sino se enfermaría con la lluvia que comenzaba a llegar.
Bella llamó para preguntarnos a donde íbamos. Le dije que no se preocupara que nos dirigíamos al cementerio y que nos siguieran. Pasaban los segundos lentamente y no llegábamos. Una vez en la entrada del cementerio se podía ver como una persona estaba sentada contra la reja. Sin dudas era Seth. Llevaba su remera favorita.
Me baje lo más rápido posible y llegue a su lado para abrazarlo. Sin mirarme me abrazó. No emitió ningún sonido. Pasó largo tiempo y nos miramos, como cuando éramos pequeños y sabíamos que nos apoya fuera cual fuera la situación y circunstancia. Aunque no fuera mi hermano de sangre lo amaba como tal. La verdad no podía cambiar años de convivencia mezclada con cariño. Sin duda esto nos había afectados a todos por igual. La percepción de las cosas ya no serían las mismas desde este momento.
Lo llevamos en peso junto con Jake. Al parecer la fuerza de la verdad no lo dejaba reaccionar a todo lo que estaba pasando. Nos sentamos en el asiento trasero mientras Jake tomaba el volante. Llamamos a papá para que se enterara de que habíamos encontrado al fugitivo y que se encontraba bien.
A mitad de camino Seth se quedo dormido en mi hombro. A pesar de ser mayor que yo parecía un niño. Tome su mano entre las mías y levante la vista. Había sido la tarde más caótica y confusa de mi vida. Pero me sentía en paz al saber que todos los acontecimientos de mi vida ocurrieron por el único fin de que aquello chicos de cabello oscuro pudieran de alguna manera ser felices. Aunque todo estaba en su contra el destino se había encargado de proveerles un futuro mejor. Lleno de amor y felicidad dentro de lo posible. No podía quejarme de todo lo que se me había negado con el fin de que los dos hubieran crecido de una manera convencional.
Pensaba que odiaría a mi hermanastro por siempre y que nunca cambiaría. Pero ahora sentía una sensación extraña de pertenencia sobre él. No éramos nada. Ni novios, ni amigos… pero sentía que la semilla de la duda se había implantado en mi corazón y que con el tiempo mis sentimientos hacía él cambiarían. Un abrazo y un beso había alterado mis sentimientos hacía el que había sido mi peor pesadilla.
Fuéramos hermanos o no. Familia o no. El amor que sentíamos era más fuerte que la verdad.
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Hola soy yo Caro otra vez jajaja *-* este Hermoso Fic es de mi Paisana querida Kammy, me lo regalo *-* no es un encanto? :P razon? porque kammy me quiere mucho? - mmm bueno eso influye :p - pero para poner una razon concreta esto es por el aniversario de este blog, el 23 de noviembre cumplio un añito *-* hasta ahora es que lo publico aca hahaha :D
Ella dijo : "ESTE ES UN PEQUEÑO PRESENTE QUE QUISE HACERTE POR QUE TU BLOG CUMPLE UN AÑO… ME DOY CUENTA DEL ESFUERZO QUE ESO REQUIERE. DE LAS ALEGRIAS Y TRISTEZAS QUE CONLLEVA TENER UNO…
AMO TUS LOKURAS Y TUS PENSAMIENTOS…JAJAJJAJA-… SIN DUDA ME HAS HECHO CONFIAR EN MIS CAPACIDADES… QUIERO DECIRTE QUE LA “FUERZA TE ACOMPAÑE” Y “LA PAZ DE LA LICANTOPÍA ESTE CONTIGO PAISSANNA NUAS’s”
Quiero decir: Gracias Paisana (LL) me encanto lo ame *-* me alegro mucho de compartir una hermandad contigo y Cker :P - que la fuerza del joven jedi este contigo y tu nación (vale los lectores no entenderan esto lo siento chicas locuras nuestras) Te Amo hermana Y nunca desconfies de tu capacidad para las cosas, recuerda yo siempre digo la verdad *-*
PD: Lo amaron tanto como yo? *-* dejenle un comentario :) esto se ira poniendo mejor créanme*-*
Besos
Las Amo *-*
CaroR.
3 Palabritas que me inspiran :):
simplemente genial¡¡¡¡¡besooooooo ay¡¡¡¡¡¡ genial me encanta ya lo sabes
Hola muy buena la historia!!!
Ya pasare a leer el proximo capitulo!!
Wao!!! De verdad Caro... esta historia está GENIAL!!! mis más grandes FELICITACIONES a Kammy... Wao!! Tiene mucho talento para escribir!!!
No dejen de publicarla....
Anita de Venezuela
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