POV Caroline.
No volvimos a soltar palabra alguna
desde ese raro momento en la playa, me dedique a mirar vanamente a través del
retrovisor, como pasaban los arboles como ráfagas a nuestro alrededor, gracias
al movimiento de la camioneta. El ambiente repentinamente se torno tenso, cosa
que no había pasado hasta el momento. Ahora sentía que había un secreto tras
esa carita perfecta. Algo me decía que era grave, pues si tanto le costaba
hablar del tema, tendría que ser algo delicado.
Eres adorable…Eres mi pensamiento feliz…te conozco hace dos años…
La conversación no dejaba de
repetirse una y otra vez en mi mente. La actitud de Nahuel era realmente
extraña y aun más extraño, era como había llegado a mi vida de un momento a
otro, me había agradado y se había quedado en ella, como se había metido en mi
mente. Demasiado rápido. Todo últimamente
pasaba demasiado rápido. Aunque
consideraba que todo aquello, era algo con lo que aprendería a vivir, todo era
costumbre, o al menos eso decía mi padre en vida…Por un momento recordé la
playa y mi último cumpleaños.
Flashback.
Llovía con fuerza, el agua golpeaba
mis hombros y cabeza continuamente - cuando lograba colarse entre las hojas y
ramas, del árbol en el que yo permanecía
sentada y recostada a su tronco, mirando
el agua - de una manera casi dolorosa, pero el dolor que sentía en mi pecho a
penas me dejaba sentirlo. Las pequeñas olas, que cada vez parecían hacerse más
fuertes, llegaban a la orilla y aquellas que chocaban contra la parte baja de
los barrancos que rodeaban la zona.
Estaba allí buscando silencio y
tranquilidad, no había silencio, ni tranquilidad en el clima, pero en mi alma
sí. Solo necesitaba un tiempo a solas, con mis recuerdos. Apreté la cadena de oro entre mis manos
mojadas. Y una vez más vi lo que tenia grabado. Te amamos, C.
Suspiré – Yo también los amo –
murmure para mí misma y volví mi vista al horizonte.
No lloraba tendidamente, mis ojos se
humedecían y una que otra lagrima corría por mis mejillas, mientras miraba el
lugar y imágenes de mi feliz niñez en esa playa, llegaban a mi mente haciéndome
sonreír con nostalgia. Extrañaba a mis padres desde aquel ultimo día que los
vi, los extrañaba en cada día que pasaba, pero mi cumpleaños era un día
diferente, una de esas fechas donde sentía su ausencia con más fuerza. Una
lágrima corrió por mi mejilla.
No era de ese tipo de chica que
lloraría todo el día o no iría a una fiesta preparada por sus amigos por quedarse
encerrada en casa bajo depresión, solo necesitaba un par de horas a solas
para…estar con mis padres. Era
consciente de que no era lo que hacía en verdad, solo me sentaba en esa playa,
lejos de todos y de todos, para recordar y hablar sola como una demente,
contándole a mis padres lo que había sido mi vida en todo ese año más de mi
vida, como para que ellos no perdieran detalle alguno. Aunque era algo extraño,
esos momentos me ayudaban a tomar fuerzas, a sentirme en paz, a sentir
que…volvía a estar cerca de ellos.
Fin del Flashback.
– ¿Caroline? – La voz de Nahuel me
saco de mis cavilaciones.
– ¿Qué pasa? – pregunte aun sin
despegar mi vista del retrovisor.
– Eso pregunto yo ¿pasa algo?
– Solo estaba…pensando – me volví a
mirarlo y el miraba en mi dirección – vista al frente – recordé y él me
obedeció.
– No has hablado en todo el camino.
– No tengo nada que decir. El único
que tiene que hablar aquí, eres tú.
Suspiró – Te pedí tiempo – se quejo
sabiendo a lo que me refería – Si te lo digo ahora, tal vez salgas corriendo.
– Eres un vampiro y veme aquí, en
una Chevy, regresando de un paseo en la playa ¿no te parece que más fuerte que
esta situación no hay nada? Ya te he demostrado que mi sistema nervioso aguanta.
Tenme un poco mas de fe.
– No es que crea que no lo aguantes,
es solo que…es difícil para mí hablar de ese tema, al menos por ahora.
– Entonces cuando ¿Mañana? –
presione.
– Caroline…
– ¿Pasado? – seguí para molestarlo.
Suspiró cansinamente, parecía incomodo. – ¿La semana próxima? ¿El mes que
viene? ¿Cuando tengas un siglo más de
vida? recuerda que no viviré tanto – solté para luego cruzarme de brazos.
Note como su postura se volvió algo
rígida y me dedico una mirada dolida – Te lo diré, pronto. Por los momentos,
solo te pido que busques en un diccionario lo que significa paciencia, lo
aprendas y luego lo agregues a las virtudes de tu personalidad.
– ¡JA-JA! Muy gracioso – solté con
sarcasmo rodando los ojos.
– Dije más de lo que debía – murmuro
para sí mismo pero pude escucharlo – no puedo controlar muy bien lo que digo
cuando estas cerca. Quisiera que esto simplemente fuera más sencillo de
entender a medias…Tenme paciencia es todo lo que pido. Por favor – me miro
fijamente y me sentí como aquella primera vez que lo vi, algo débil,
mentalmente.
– Si me pones esa cara de cachorro a
medio morir y usas tu don conmigo, sabes que no podre negarme. Después de todo
soy una simple humana – repliqué mirándolo con los ojos entrecerrados.
El se rio y dejo de mirarme,
liberándome de la presión de su mirada – Eres mi humana favorita, aunque seas
increíblemente horrible conmigo.
– Gracias. Es que no puedo terminar
mi día tranquila sin que un vampiro me diga que tengo una personalidad horrible
– bufe.
Rió – Vamos, solo olvídalo y sigamos
como si nada.
Sopesé lo que proponía durante
varios segundos – Vale – acepté – pero tendrás que explicármelo pronto – le
recordé y el asintió – Por ahora solo llévame a casa, debo estudiar para
mañana.
El resto del viaje fue cómodo, estar
con él era realmente fácil. Me sentía una tonta cuando me pillaba mirándolo,
guardando a fuego sus rasgos en mi mente, tan perfectos, tan finos. Era un depredador realmente peligroso,
hermoso como un ángel que ocultaba a un demonio sediento de sangre. Sacudí
la cabeza ante ese crudo pensamiento, ellos no eran así, no eran demonios
asesinos, eso era lo que me tenía allí. Aunque si existían esos…
– Nahuel ¿Puedo preguntarte algo?
Asintió – Adelante – me animó.
– Carlie me aseguro que toda la
familia es vegetariana, pero tengo curiosidad… ¿Alguna vez…mataste humanos?
¿Has probado la sangre humana?
Se quedo en silencio durante un
momento, como si decidiera si dar una respuesta o no –Si – respondió en voz
baja. Note como le avergonzaba tal hecho por lo cual hable inmediatamente para
que supiera que no lo juzgaría.
– Lo imaginé – me encogí entre
hombros, restándole importancia.
– ¿No dirás nada mas? – pregunto
volviéndose a mirarme por un momento.
– No. Supongo que es algo natural
tener algún antecedente, pero ahora no eres así. Es todo lo que importa.
– Demasiada naturalidad – halagó
incrédulo.
– ¿Desde cuándo eres vegetariano?
– Desde muy joven, con los años me
he acostumbrado a mi dieta a tal punto que apenas me afecta el olor de la
sangre.
– ¿Todas tienen un mismo olor? –
pregunte sintiéndome demente por las preguntas que se formulaba.
Negó con la cabeza – No, son
diferentes. Algunos olores más agradables que otros, incluso entre los
nuestros, existe un estilo de amor a primer olfato – sonrió a medias – si se le
puede llamar así, para con una determinada esencia, lo llaman a tua cantante es como la…mmm… como
decirlo… comida favorita de un determinado vampiro, es irresistible hasta el
punto de la locura. Como fue el caso de Edward y Bella.
– Renesmee me dijo alguna cosa sobre
eso, pero no profundizo demasiado.
– Edward siempre sentía deseos de
morder a Bella pero su fuerza de voluntad, abstinencia a la sangre y el amor
que siente por su ahora esposa, lo hicieron fuerte.
– Awww – murmuré sorprendida y
enternecida – ¿el olor mi sangre es agradable?
Lo meditó por unos segundos - Tiene
un olor algo particular, es como si me relajara. No sé como describirlo.
– Ok, mi sangre tiene tu don – solté
de la nada al relacionar los hechos – nos drogamos mentalmente, entre si.
Se carcajeó sonoramente antes de
responder – Si, tu sangre es como un canto de sirenas, algo aturdidor pero de
una manera relajante. Es muy, muy agradable al menos para mí – confesó.
– Mmm, supongo que… ¿Gracias? Lo
tomare como el cumplido más raro que me hayan dado en la vida.
Guardo silencio por un par de
segundos - ¿No te molesta que allá matado personas? – hablo de repente.
– Nop – respondí sincera.
– ¿No te molesta que analice lo
delicioso del olor de tu sangre?
– Tampoco.
– Eres una chica rara… - murmuro
negando con la cabeza mientras sonreía.
– Dime algo que no sepa – le saque
la lengua y tome mi mochila al visualizar la esquina donde creí que él, iba a
detenerse. Pero no lo hizo, al menos no allí, lo hizo frente a mi casa.
– ¿Qué se supone que haces?
– Traerte a casa – respondió como si
fuera lo más obvio del mundo.
– Alguien podría verte – explique -
¿Ya has pensado lo que le diremos a todos? Es decir, si te ven necesito una
cuartada.
– Sígueme la corriente – respondió
tranquilo mientras soltaba mi cinturón, tome mi mochila y baje del auto. Contuve
un salto cuando lo vi sosteniendo mi puerta mientras me bajaba.
Volteé a ver el asiento del piloto
solo por reflejo el cual estaba solo – Tengo vecinos, trata de comportarte lo
más humano que puedas – lo reprendí.
Sonrió – Caroline, ¿Eres buena
mintiendo?
– A veces ¿Por qué?
– Tu tía ya sabe que llegaste.
– Joder – murmure – ¿Vas a dejar que
te vea ahora?
Asintió – Lo que mucho se oculta
mucho se hace sospechar –dijo mirando en dirección a mi casa – Ya escucho el
auto, nos ha visto por la ventana de arriba – la de su habitación – Ahora…baja las escaleras, estará en la puerta en cuestión de…
– ¡Caroline! – escuche la voz de tía
Melanie.
– Mierda – Murmure al darme cuenta
la precisión de Nahuel.
– Solo sígueme la corriente –
susurró él.
– Cariño he estado llamándote y no
has cogido el teléfono – me regaño mientras se acercaba a nosotros. Aun traía
su ropa de trabajo.
– Lo siento, no lo he escuchado – me
encogí entre hombros, mientras afianzaba mi mochila a uno mis hombros – Olvide
avisar que llegaría algo tarde, perdón.
La mirada seria de mi tía paso de
estar fijada en mi, a mi acompañante – ¿Quién es tu amigo? – pregunto
sonriéndole amablemente.
Y en ese momento me sentí la peor
mentirosa del mundo - Mmm…tía él es…
– Nahuel – se presentó extendiendo
su mano y tomando la de Melanie.
– Sí – solté el aire que había
contenido – Nahuel ella es Melanie, mi tía – los presente tranquila, después de
todo solo tenía que seguirle la corriente él tendría que decir su “historia”.
– Un gusto – dijo él, con todo
educado.
– Igualmente, Nahuel – respondió
ella soltando su mano. Mi tía lo miro y luego su mirada se encontró con la mía,
casi pude leerle la mente – no te había visto ¿eres nuevo en el pueblo?
– Sí, soy de California, estoy de
visita. Llegue hace un par de días a Forks.
– Bienvenido a nuestro humilde y
lluvioso pueblo.
– Gracias – agradeció Nahuel con una
sonrisa amable – Bueno, debo irme, Carlie me pidió que comprara las cosas para
la cena – mintió olímpicamente mirándome a lo que yo solo asentí.
– Sí, claro. Nos vemos.
El se acerco a mí, y mi corazón dio
un salto por la sorpresa, me quede tiesa como tabla y hasta contuve la
respiración. El beso mi mejilla y mi piel se puso como de gallina – Soy primo de Carlie – murmuro muy rápido
y bajo, en mi oído – Hasta luego Melanie, ha sido un placer – se despidió
cuando se alejo de mi.
– Hasta luego. Igualmente, Nahuel –
respondió mi tía con una sonrisa.
Él, volvió a su auto y tanto mi tía
como yo permanecimos en silencio hasta que lo vimos cruzar.
– ¿Quién es él? – pregunto con voz
contenida. Yo aun seguía mirando a la nada pero sentía sus curiosos ojos
fijados en mí.
– Es primo de Carlie – dije ahora
mirándole para dar seguridad a mis palabras – ha venido unos días de visita.
– Creí que ella no tenía más
familia.
– Por parte de sus padres, ellos
fueron los que murieron y dejaron a Charlie a cargo de Carlie. El es por otra
parte de la familia – conté improvisadamente.
– Oh – asintió – ¿Qué edad tiene ese
muchacho?
– Diecinueve – complete rogando que
su curiosidad se saciara de una vez.
– ¿Estas saliendo con él?
Corrijo, pude leer su mente. Sabía que eso pensaría.
Suspire cansinamente – No tía, solo
es un amigo. Lo conocí hace poco.
Y esa era la única verdad que había dicho los últimos minutos.
Mi tía asintió – Es un muchacho muy
guapo – señalo alzando una ceja.
– Lo sé – le reste importancia –
ahora deja de insinuarme que es un buen partido. Vamos adentro, esta por
empezar a llover de nuevo.
Mi tía rió pero luego su semblante
se torno serio, y paso su brazo sobre mis hombros – No vuelvas a hacernos esto.
Sabes que nos gusta saber dónde estamos cada una.
Esa era una característica de mi pequeña familia, muy unida y algo
psicótica cuidándonos unas con otras.
…
A la mañana siguiente, ya lista para
mi día de instituto, salí de la casa, abrazándome a mi misma ante el fuerte
frio que hacía a esas horas, y obviamente, el cielo estaba nublado, como
siempre, dando el anuncio de una tormenta más tarde. Camine en dirección al monovolumen de mis
hermanas, en busca de mis llaves – las cuales había perdido y tenía la
esperanza de encontrar allí – pero en medio de mi camino, visualice de reojo
una cosa enorme, verde. Me gire rápidamente,
y vi la Chevy estacionada justo al frente, me detuve y parpadee varias
veces para asegurarme que no era el gran sueño que traía encima lo que
disparaba mi imaginación. El chico vampiro bajo al verme y camino a paso
humano, con las manos metidas en los bolsillo, hacia mí.
– Buenos días – saludó con una media
sonrisa, traía su cabello como siempre en una coleta, sus jeans oscuros y una
camiseta blanca con chaqueta negra, se veía realmente sencillo y como un
supermodelo a la vez.
– Hola… ¿Qué haces aquí?
– Estoy bien gracias – replico
alzando una ceja.
Bostecé – Lo siento, es solo que no
te esperaba. ¿Paso algo?
– No.
– ¿Y estas aquí para…?
– Llevarte al instituto.
– ¿Estás hablando enserio?
Asintió – He decidido pasar por ti
por las mañanas. Si no te molesta – dijo tímido.
– Oh – eso me tomo por sorpresa –
Claro que no, solo tendría que explicarle a mis hermanas que no me iré con
ellas – Y allí estaba yo, aceptando
compartir más tiempo con él, inconscientemente consciente de ello.
Sonrió ampliamente y observe sus
perfectos y muy blancos dientes.
– Por cierto, tú hermana…
– ¡Caro! – Escuché la voz de mi hermana
y salte por la sorpresa – ¿has visto mi
móvil? – Pregunto Karen mientras salía apresurada de la casa y se detenía en
seco al ver mi compañía – ¿Hola? – saludo y sonó a pregunta mientras lo
estudiaba a cuerpo completo, quise que me tragara la tierra.
– Ehh…Kar, el es Nahuel. Nahuel ella
es mi hermana, Karen – los presente señalándolos con un movimiento simple con
mi mano, a medida que decía sus nombres.
Ellos se tomaron la mano e hicieron
uso de su buena educación.
– No he visto tu móvil – le respondí
– por cierto, mmm… Nahuel ha venido por mí, me iré con él al instituto.
Ella alzó una ceja y me miro con una
mirada casi transparente de significado. Yo solo rodé los ojos y me dispuse a
revisar el auto, efectivamente, mis llaves estaban en el asiento de copiloto.
– Aún es algo temprano, no hemos
desayunado – dijo mirándome.
– Bueno – miré a Nahuel al tiempo
que cerraba la puerta del monovolumen -
¿Quieres entrar y desayunar con nosotras?
Asintió sonriendo a penas – Claro.
Cuando estuvimos dentro, lo dejamos
en la sala y mi hermana técnicamente me arrastro a la cocina. – ¿Quién es él? –
pregunto sin rodeos en murmullos. Yo sabía que él podía escucharla a pesar de
eso, lo cual hacia la escena bastante vergonzosa.
– El chico que contó Melanie ayer,
mi amigo – resumí.
– Wow, Melanie dijo que era simpático
pero es realmente sexy.
– Lo sé – me encogí entre hombros y
me arrepentí dos segundos después al recordar que él lo escucharía.
– ¿Lo has llamado para que venga por
ti?
– No.
– Vino por ti, por su cuenta.
Asentí sin comprender el porqué de
sus preguntas y auto respuestas.
– ¿Has visto como te mira?
– ¿Cómo? ¿Con los ojos?, obviamente
– bufe.
– No seas ridícula, sabes de lo que
hablo ¡Le gustas!
Abrí mucho los ojos, al escucharla y
comprender sus palabras – No, no, no digas
tonterías Karen Andrea Roses – la reprendí, joder
quería decirle que él podía escucharnos.
– No son tonterías, lo siento pero
no soy ciega. ¿Lo conoces hace cuanto?
– Tres días – fui sincera.
– ¡Karen! – Escuchamos a Camila en
conjunto con el sonido de sus pisadas en las escaleras, ambas salimos a la sala,
aunque solo había llamado a una de nosotras. – Oh, Wow ¿Buenos días? ¿Quién eres? – le dijo
a Nahuel.
– Nahuel, un amigo de Caroline –
dijo poniéndose de pie.
– Hola Nahuel, soy Camila. Y para la
próxima no me mates de un infarto, no acostumbro ver a un extraño sentado en mi
sala a estas horas.
El solo se rió – Lo siento, no fue
mi intención.
Mi hermana le sonrió amablemente –
Tranquilo. Mucho gusto – se volvió a mirarme – ¿Desayunará con nosotras? – dijo
ella, y yo asentí.
Siguió caminando hacia la cocina.
Apresurada de un lado a otro como todas las mañanas. Las tres estuvimos en la
cocina preparamos pan tostado y un par de huevos. – ¿Quién se supone que es? –
pregunto Camila mientras preparaba los huevos.
– Un amigo – dije simplemente.
– ¿Por qué ha venido a desayunar?
– El
ha venido a buscarla – comentó Karen – Lo ha invitado a pasar porque
llego de sorpresa.
– ¿Están saliendo? ¿Por qué no nos
has contado? – Camila me miro con ojos entrecerrados.
– No – rodé los ojos – ¿Por qué
todas piensan lo mismo? Son tan básicas – me crucé de brazos luego de pasarle
la mermelada a Karen.
– No tienes amigos así y cuando los
tienes son gays – dijeron ambas a la vez, y de no conocerlas me habría
extrañado, pero ese estilo de sincronización era más común de lo pensado.
– Buen punto – me reí, dándoles la
razón – Pero él es solo un primo de Carlie, es agradable. Ya dejen de cotillear
y sirvan el desayuno.
– ¿Has visto su cara? ¡Perfectamente
puede ser la imitación de la porcelana! – dijo Kammy.
– Si la he visto y sé que es un niño
bonito y parece un chico de revista, no estoy ciega. Pero es mi amigo y ya
dejen de joder.
Ver a Nahuel desayunando en la
pequeña mesa donde lo hacía con mis hermanas a diario fue épico. Se veía
completamente humano, hablaba animadamente con ellas, mientras yo era el centro
de sus bromas, se habían unido las tres personas que más adoraban molestarme.
Les hablo sobre su “supuesta” carrera universitaria y planes, historia que
estaba segura la tenía al caletre, grabada en su mente, por la fluidez y
seguridad en la que habló.
– ¿Nos vamos? – pregunto Camila
terminando su vaso de jugo de naranja.
– Sí, vamos – respondió Karen
mientras terminaba de lavar los trastes.
– Me iré con Nahuel – dije mientras
me ponía de pie. Camila lo miro con desconfianza y luego a mí. Y también pude leer su mente – Nos
vemos – corté sus miradas antes de que me avergonzaran más, arrastrando del
brazo a mi amigo a la sala, para así, sacarlo de la casa.
– Tus hermanas son agradables –
comentó cuando ya había puesto el auto en marcha.
– Sí, están locas. Pero son mi vida
entera – confesé.
Sonrió – Quisiera tener una relación
como la de ustedes con mis hermanas. Seria agradable tener ese estilo de
complicidad.
– ¿Por qué no la tienes? – Solté sin
pensar – con ellas te llevas bien ¿no?
– Lo sé, pero es difícil, hemos
vivido a distancia durante más de un siglo.
Asentí sin saber muy bien que decir
y encogiéndome por el tiempo que el decía, aun me aturdía el detalle de los
siglos en su edad – ¿Qué fue eso de la
universidad, planes futuros? – Me reí – ¿lo ensayaste?
– La verdad lo improvise todo, no
tenía idea de que terminaría desayunando con tus hermanas.
– Me parecía grosero dejarte
esperando.
Juraría que lo escuche murmurar un “lo
he hecho mucho tiempo, que mas da” pero no estuve segura. El auto entro al
aparcamiento dejándome lo más cerca posible de la entrada del instituto.
– Bueno… Gracias – murmure.
– Acostúmbrate pasare por ti a
diario.
– ¿Por qué? – alce una ceja.
– Porque quiero – imito mi gesto.
– No, no me refiero a eso. ¿Por qué
te comportas así conmigo?
– ¿Cómo?
– Me buscas, me traes, me llevas, me
invitas a pasear, me dices cosas que parecen tener un significado entre líneas…
– ¿Quieres que sea completamente
sincero?
– Ve al grano, por favor – me estaba
haciendo una idea de lo que pasaba, pero quería confirmarlo. No estaba del todo
segura, no era posible…no me cabía en la cabeza…
– Me interesas – cortó y me
sorprendió un poco su sinceridad instantánea – de la manera exacta en que tus
hermanas bromeaban, porque escuche todo – se acerco a besar mi mejilla y sufrí
un infarto momentáneo en ese instante – He esperado bastante tiempo para poder
acercarme a ti, así que quiero que lo sepas – dijo mirándome fijamente,
demasiado cerca. Aturdiéndome – Ten buen día, hermosa – sonrió.
Sonreí a medias aun aturdida sin
dejar de mirar sus cálidos ojos – Igual tu – y por primera vez, me quede muda.
– Pasaré por ti – prometió sonriendo y
alejándose de mí, lo cual ayudo a que mi cerebro volviera a funcionar como
siempre.
– Te espero – murmure mientras
llevaba mi mano a la manilla de la puerta.
– Por cierto, hoy almuerzo en la
mansión Cullen. Alice quiere que vayas.
– ¿Alice?
– Sí.
Fruncí el ceño extrañada – Bueno
sería grosero negarme así que avísales que allí estaré.
Sonrió ampliamente – Perfecto.
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Hola mis chicas hermosas! como andan? espero que bien! aqui les traigo el 6to capitulo y espero sinceramente que les guste. Quiero informar que sigo sin Pc TT_TT lo cual es una tortura para mi D: pero bueno, como pude les subi el capi porque se que ya tienen rato en la espera y no me gusta hacerlas esperar perdon por la tardanza. LO SIENTO DE VERDAD u_u" en fin espero me regalen sus lindos comentarios :D las adoro gracias por todo
PD: 131 *-*
PD2: espero les guste la nueva portada *-*"
PD3: Mi Bff vio mi blog *-* gracias Gaby c:
adiosin c: hasta pronto
CaroR.
8 Palabritas que me inspiran :):
Wolla Caro!!
a pues no te preocupes, el capitulo esta RE-genial y puesss...no importa que te demores cn tal de leer en algun momentoo xD
asi que por mi ningun problema
te cuidas...publica pronto
Bye bye
Besos :$
Ah!!! Muero!! :X me hiciste llorar!!! el cap estuvo hermoso!!! y como siempre digo... ¡AMO A NAHUEL! es tan lindo y perfecto!!! Enserio cumpliré mi amenaza e.e ok no xDD pero no me hagas llorar!!! el es tan BEllo!!! u.u sigue así!
Me encanta la historia caro!!!
Que bueno que Nahuel ya este avanzando con Caroline!!
Espero ansiosa el proximo
besos y mucha inspiracion!!
Guauuuuuu
realmente no pudo ser más genial, adore el cap, amo la proxima nueva parejaaaaaaa :), muero por leer el prox. cap :)
Muy buen capitulo al parecer Nahuel ya esta avanzando y ya decidio decirle que siente algo por ella,en verdad me cae muy bien este Nahuel muy educadito, y me encanta la relacion que tienen los dos se llevan muy bien entre broma y broma.
Gracias Caro por compartir esta linda historia.
Besotes
*D* Caro *-* la del PD3 se llama igual que yo(? Okz no x.x wee :B amé el cap *--* Es demasiado hermoso $: amé a nahuel *D* :Q_ Omg, Me enamoré de el, Lo Cambiaría con alec(? -HablóAliceD:- Okz no x.x wee :33 Nahuel es directo e_e
- XOXO(? te amo ♥
Me gusta, este capitulo me hizo emocionarme mucho, ya quisiera yo que alguien pasara x mi para ir a la escuela--- que romantico--- segire leyendo y comentando
la verdad me encanta esta historia y tu blog desde que lo vi por primera vez hace 3 horas ya lei tambien el manual de seth y me encanto en serio estas historias me encantan y me matan de la risa :)
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