Entre terceros - Capitulo Extra "Fuegos Artificiales"

POV Renesmee.

Recién había regresado de la casa de mi familia y mi abuelo Charlie se había quedado en la Push, por lo que me encontraba completamente sola en casa. Era viernes, el día del baile de fin de año, el primer baile al que iría en Forks. Eran cerca de las siete de la noche, gracias al cielo no llovía, y hacia una temperatura soportable.

Caminaba de un lado a otro en mi habitación, no me extrañaría terminar haciendo un gran hoyo entre mi cama y el peinador. Mi mente solo repetía una y otra vez que tendría que salir esa noche con Alexander Jones, ir a un baile y actuar como si fuese él, la persona con quien quería estar.

Muy difícil.

No es como si no supiese fingir, verdaderamente me consideraba una buena mentirosa. Pero había un problema, yo simplemente no podía mentir cuando se trataba de Jacob, era transparente, tan sensible y dramática.

Patética.

Suspire deteniendo mi desesperado andar, cerré los ojos y respire profundamente.

-Vamos Renesmee Carlie, contrólate. No seas ridícula, solo es un baile. Alex es agradable, no la pasaras mal – me dije a mi misma en voz alta antes de abrir los ojos de nuevo y mirarme en el espejo del peinador que tenia frente a mí, mi cabello ondulado caía libre sobre mis hombros, y tenía un maquillaje perfecto cortesía de Tía Rosalie. Sin embargo, aun no estaba lista, usaba mis shorts de mezclilla y una sudadera blanca, tendría que empezar a arreglarme.

Voltee y sobre mi cama vi mi vestido de seda morado oscuro, llegaba un poco más arriba de las rodillas y tenía un una hermosa rosa de plata al final del no tan exagerado escote. Mis zapatos altos plateados estaban en una de las esquinas de los cuatro pilares de la cama.

Cuando me disponía a sacarme la camiseta, el timbre sonó haciéndome saltar por la sorpresa. No había escuchado auto alguno lo cual era extraño mi sentido auditivo era considerablemente tan bueno como el de un vampiro completo. Preguntándome quien seria me dispuse a bajar las escaleras. A mitad de las mismas me detuve, un efluvio muy conocido llego a mis fosas nasales.

Jacob.

Volvieron a tocar el timbre. El era algo impaciente algunas veces.

Termine de bajar las escaleras y sintiendo las malditas mariposas en el estomago que empezaban a causar estragos en mi cada vez que lo veía y lo sentía cerca, abrí la puerta fingiendo sorpresa al verlo.

-¿Jacob? ¿Qué haces aquí?

Note que acaba de salir de fase, traía solo unos pantaloncillos de mezclilla desgastados por lo que pude contemplar su muy trabajado pecho en todo su esplendor, demás solo llevaba unos zapatos deportivos y se veía cansado. Contuve el impulso de abrazarlo como siempre hacia, más bien, agarre el borde de la puerta con ambas manos para controlar el impulso.

-He venido a verte – respondió mirándome directamente a los ojos - Te echo de menos.

Maldición, lo amaba tanto.

-Oh, bueno Jake no se si lo olvidaste pero hoy es el baile de fin de año – hable tratando de sonar animada – entonces, como comprenderás no puedo pasar toda la noche viendo películas contigo ni nada por el estilo.

-Como olvidar el maldito baile – murmuro - ¿Puedo pasar? Los últimos días a penas te he visto.

Asentí haciéndome a un lado. El paso dentro de la casa y cerré la puerta, mientras él no podía verme me mordí el labio inferior frustrada, me mataba ser indiferente con él. Toda esa semana, había estado distante, nada de abrazos, las llamadas antes de dormir se convirtieron en llamadas sin contestar aun cuando yo estaba en vela pensando en el, nada de besos inocentes en la mejilla, nada de “te quiero Jake”.

Nada de nada.

Todo absolutamente todo había cambiado. Parecía ser lo mejor para mí, después de todo el no tenía la culpa de mi estúpido enamoramiento, ahora yo solo quería dejar de sentir todas esas cosas por él. Muchas veces creí que mis sentimientos eran correspondidos, juraría que podía verlo en sus ojos, en la manera en la que me apretaba a él cuándo me abrazaba, cuando besaba mi frente y se quedaba en vela cuidando mi sueño para que no tuviera pesadillas, también, notaba le molestaba que tuviera ojos para algún chico que no fuese el, detestaba la idea de que me enamorara. Cada detalle había sido estudiado las últimas semanas por mi mente cada noche.

Pero entonces, llegaba a mi mente que solo me cuidaba por verme como ese estilo de hermana menor que yo no quería ser, por otro lado, su discusión con Caroline, no había negado ni confirmado sus sentimientos claramente, tal vez solo no había dado negativa porque sabía que yo lo sabría y me lastimaría. Ahora me sentía avergonzada de que el supiera que lo veía más allá que como a un hermano, sin embargo, me hacia la desentendida como si mi amiga no me hubiese contado a detalle su pequeña discusión una semana atrás.

-Te ves hermosa – dijo mirándome, una vez que me volví a mirarlo, haciendo que me sonrojara.

-Gracias – dije tratando de no darle mucha importancia y caminando hacia las escaleras, para alejarme de él y que no notara mi sonrojo, después de todo que sus palabras tuvieran algún efecto en mi no era parte de la imagen despreocupada que quería dar, aunque estaba segura que escuchaba los frenéticos latidos de mi corazón.

-¿Qué te pasa? – pregunto al tiempo que me seguía el paso hasta mi habitación.

-¿A mí? Nada. ¿Por qué lo preguntas? – me voltee para encararlo una vez que estuve dentro de la habitación.

-Estas muy extraña.

-Son ideas tuyas – respondí mientras tomaba mi vestido y fingía mirar cómo me quedaba en el espejo.

-Claro que no, no respondes mis llamadas, siempre estas con Caroline o cuando no, sales con Alice, es como si me evitaras todo el tiempo…

Bueno, después de todo no sabía mentirle. Había dado justo en el punto.

-Jacob – lo mire en el reflejo del espejo, estaba sentado en mi cama y me miraba – tengo una vida ¿vale? No voy a estar todo el tiempo contigo – vi como su expresión se contrajo como si le hubiese causado algún dolor – cuando llamas la mayoría de las veces no cojo el móvil porque no lo escucho, Caroline es mi mejor amiga y me gusta pasar tiempo con ella y estuve con Alice renovando mi closet, ya sabes cómo es ella.

-Se supone que soy tu mejor amigo, siempre haces tiempo para estar conmigo igual que yo lo hago para estar contigo.

- Lo eres Jacob, pero solo eso eres mi amigo – especifique las palabras que parecían arder en mi garganta – así que no te comportes como si tuvieras algún derecho sobre mi porque no lo tienes.

-Nunca me has hablado así ¿Qué es lo que pasa? – pregunto mientras se ponía de pie y se acercaba a mí, me miro a través del reflejo una vez que estuvo de pie tras de mí.

-Crecí, eso pasó Jacob – corte - No soy la misma niña que estaba siempre tras de ti pidiendo que la tomaras en brazos y que jugaras barbies con ella. Ahora soy diferente.

-No eras diferente hasta hace unos días.

-Hasta hace unos días no me había dado cuenta de varias cosas –respire profundamente – Creo que lo mejor es que comience a comportarme como una adolescente normal, conocer más personas, tener citas – y en ese momento merecía un premio a la actriz del año, decía cosas que no quería decir, pero que eran la especie de escudo que necesitaba para cubrir la incomodidad que sentía ahora que el estaba enterado de que me había enamorado como una tonta.

-Entonces llegamos al punto, estas así por el tal Alexander – escupió el nombre del chico como si fuese la más grande blasfemia sobre la tierra.

-¡El no tiene nada que ver con que yo quiera cambiar mi rutina!

-Pero el influye.

-¿Qué tiene de malo que tenga una cita? – rodé sobre mis talones para encararlo y deje el vestido sobre mi cama.

-No tiene nada de malo – dijo entre dientes.

-Entonces no entiendo porque te comportas como si haber aceptado salir con él fuera un estilo de traición para ti.

Suspiro y evadió el tema – No cambies el tema, te hice una pregunta. ¿Por qué te alejas de mí?

– Porque creo que es lo mejor – respondí harta de mentir.

-Lo mejor para mí no es tenerte lejos.

-Pero parecer ser que para mi si lo es, necesito matar esto cosa estúpida. Es una tortura – solté mirándolo, mis ojos empezaban a picar, la impotencia de no poder gritar lo que me pasaba del todo me ponía histérica.

-¿Qué cosa?

-No lo diré, Jacob ya me siento lo suficientemente humillada – murmure sentándome en la orilla de la cama.

El se arrodillo frente a mí y sus manos tomaron las mías, me di cuenta de cuando había extrañado la calidez de su tacto. Suspire mirando nuestras manos tomadas.

-No tienes porque sentirte humillada – una de sus manos tomo mi barbilla y me obligo a alzar el rostro, pero mantuve mi mirada baja – Hey ¿Qué pasa? – pregunto acercando su rostro al mío haciendo que alzara la mirada, empecé a ponerme algo nerviosa, como siempre que lo tenía demasiado cerca.

-No lo sé – fui sincera, no entendía por qué las cosas no podían ser más fáciles.

-Ness, solo respóndeme ¿Por qué me evitas? – Su mirada estaba clavada en la mía - Se sincera.

Cuando dijo esas dos palabras supe que había llegado el momento de “sincerarnos” por completo, después de todo el lo había pedido.

Tus deseos son órdenes, Jake.

-¿Sinceridad? ¿A eso quieres jugar? Pues empecemos – deje salir una risa amarga.

- ¿A qué te refieres?

-Ambos queremos lo mismo ¡Sinceridad! – Sonreí exageradamente mientras él me miraba confundido – Si a eso vamos a jugar ¿Por qué no empiezas tu primero? – no dijo absolutamente nada solo se dedico a mirarme mientras el entendimiento se fue dibujando en sus facciones - ¿Por qué te quedas callado? –Insistí.

-Ness…

-Nada de Nessie, empecemos ¿Por qué te enfada que salga con Alex?

-No me enfada.

-Oh claro que sí, no mientas – exigí, nuestros rostros no habían retrocedido ni un milímetro por lo que mi mirada parecía tener más efecto sobre él.

Cerró los ojos con fuerza y frunció el ceño - Vale, está bien. No me gusta ese niño.

-¿Niño? Tiene mi edad Jacob y ni siquiera lo conoces.

-Solo…no quiero que se te acerque – murmuro ahora mirándome serio, como si estuviera dándome una orden.

-¿Por qué? – Replique- ¿Qué tiene de malo que se me acerque? ¿O que intente besarme? ¿Hay algo de malo en que tome mi mano? ¿En que esta noche me abrace mientras bailamos? ¿Se registran esas cosas como algo indebido?

-¡No! – me corto - el no puede hacer ninguna de esas cosas ¡no se lo permitirías! – su voz denoto la molesta ante mis palabras, si tenía efecto que yo suponía, el detestaba la idea de que Alexander o algún otro se me acercara, ahora solo faltaba sacarle el porqué.

-Y si se lo permitiera ¿qué? – rete.

-No quiero que lo hagas, Renesmee – ahora su de voz se oía contenido, sabía que estaba tratando de estar tranquilo ante mis palabras, lo conocía demasiado.

-¡Dime de una vez el porqué! – Exclame cansada - Estoy harta de que esto. Algo está pasando entre nosotros, algo cambio y ambos sabemos muy bien que es. Si tú no eres capaz de hablar del tema lo hare yo… - mi monologo fue cortado en menos de un abrir y cerrar de ojos, sus manos tomaron mi rostro y de inmediato lo acerco al suyo, sus labios estuvieron junto con los míos dejándome atónita y con los ojos muy abiertos. Solo fue un roce y luego se alejo, yo aun tenía los ojos abiertos así que vi como abría los suyos y los fijaba en los míos.

-Porque Te amo, Renesmee. Estoy imprimado hasta la sangre de ti – dijo eso que tanto había esperando y mi corazón empezó a latir frenéticamente tanto que el golpeteo aturdía mis oídos y podría fácilmente haberlo comparado con fuegos artificiales – me canse de darte espacio, quise darte la opción de elegir pero tu simplemente lo haces demasiado difícil. Te amo y lo he hecho desde siempre, Nessie. Siempre has significado el mundo para mí, aunque no entiendas porque he esperado tanto tiempo para decirlo.

Antes de que pudiese responder su boca volvió a encontrarse con la mía y automáticamente cerré los ojos por la calidez que ese roce parecía producir en mi pecho, pero esta vez sus labios se movían lentamente, invitándome a intensificar el beso, nerviosa y tímida entreabrí los labios y los suyos los capturaron. Nuestros labios se movían sincronizados, como en una danza perfecta. Nos separamos por esa estúpida necesidad de respirar.

Abrí los ojos y el ya estaba mirándome -Yo también te amo – respondí por fin y sentí como un peso abandonaba mi cuerpo, tenia esas palabras atoradas en mi garganta desde hace un tiempo atrás, cuando aquella mañana al encontrarme dormida a su lado me di cuenta que estaba enamorada, que él era mi primer amor y el único que deseaba tener.

Sonrió ampliamente – La imprimación no se equivoca – al escuchar entre líneas que yo era su imprimación no pude hacer nada más que sonreír como estúpida y lanzarme a abrazarlo gesto que el correspondió inmediatamente rodeándome con sus cálidos brazos.

-Lo sabia – dije sonriendo y respirando profundamente en su cuello.

- Perdóname por haber tardado tanto quise decirlo tantas veces…pero no quería imponerte nada, luego la situación se salió de control cuando ese Alexander apareció, iba a decírtelo hoy, cuando fuera tu pareja para el baile...

- Solo la próxima vez que se trate de mi, dímelo – pedí sonriendo aun como tonta – Hubiésemos evitado todo este drama si me hubieses dicho que era tu imprimación, sospecharlo es muy diferente a saberlo – busque en mi estado algún estilo de incomodidad por la situación pero no había rastro alguno de aquella sensación, solo me dominaba un alivio y una calidez de pies a cabeza. Había deseado desde hacia tanto tiempo estar así con él, me sentía en una especie de burbuja que excluía todo el mundo exterior, donde solo nos encontrábamos nosotros dos.

-Lo sé, lo siento… Solo quería darte tiempo.

- Ya hemos perdido bastante tiempo – dije mirándolo sería - así que solo deja de preocuparte y dejémoslo fluir ¿vale? No quiero la oportunidad de elegir, porque ya lo hice. Mi elección eres tu – declare sonrojándome.

Sonrió mientras me miraba, sus ojos parecían brillar, esos ojos negros podía cautivarme más que cualquier cielo iluminado por fuegos artificiales. Su mano derecha acomodo un mecho tras mi oreja para luego acercarse y dejar otro casto beso en mis labios.

- No iras con el tal Alexander a ningún lado, no estarás disponible para él ni para ningún otro que no sea yo.

Me reí, feliz de ahora poder hacerlo en verdad y no como algo fingido, como lo había estado haciendo la última semana – Tus celos han empezado muy rápido.

-Cuido lo que es importante para mí, y tu eres mi vida – beso mi frente y luego me abrazo.

Respire profundamente su aroma una vez que mi mejilla estuvo en su pecho - Entonces, es hora de arreglarnos. Tenemos un baile al cual ir – solté sonriendo, me disculparía con Alexander luego. Yo simplemente era demasiado débil ante mis sentimientos, había algo que me atraía siempre al mismo punto, el. Y no había manera de resistir, ni voluntad de hacerlo.

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Bueno, bueno Aquí esta! Por fin el capitulo que les prometí con una semana de atraso! Lo siento mucho, pero de verdad mi musa se había ido de paseo y me dejo sin un gramo de inspiración ¬¬" de nuevo perdonen las molestias u.ú pero ya volví y con todas las ganas :D con muchas ideas pasando por mi cabeza a toda hora :3 así que espero que les guste este capi extra y el de entre terceros que estará publicado el viernes segurisisimo :) en fin, ya no me extiendo mas xD' besos y gracias por todo, sus palabras de apoyo siempre :3 son las mejores c:

Las adoro :3

CaroR.