Entre terceros - Capitulo 12 "Cynthia"

Pov Caroline.

Nahuel y yo permanecimos acostados sobre el pasto hasta que finalmente se abrió paso la noche. El tomaba mi mano sobre la hierba, mientras hablábamos. Yo seguía preguntando más cosas sobre su vida, quería aprovechar al máximo ese momento de sinceridad.

– ¿Por qué no convives con Canela? Carlie me hablo de ustedes por la tarde y según dijo no son muy unidos – pregunte deseando que no se incomodara.

– Ella es nómada, su forma de vida es libre – explicó mirándome - De un lado a otro sin nada que la mantenga fija a algún lugar, yo fui de esa manera durante años. Hasta que apareció Naia. Luego me dedique a criar a Canela con Huilen. Pasaron los años y no volví a rotar de lugar quise que mi hija tuviera una niñez cómoda, pero entonces ella se transformo y decidió liberarse de mí, por así decirlo.

– ¿Por qué no volviste a ser nómada? Así estarías con ella…

– Quise ser nómada de nuevo, lo fui durante varias décadas, hasta hace dos años. De allí provino mi visita a los Cullen...pero después no pude irme y desde entonces Forks es mi lugar fijo. Además, ella decidió irse lejos. ¿No crees que ese sea un mensaje más que claro?


– Oh – murmuré haciendo una mueca al comprender.

– Exacto, ella no quiere estar conmigo, quiere vivir sola – me sentí mal por recordarle aquello – Tenemos una buena relación padre e hija, ella es mi adoración y ella igualmente me quiere, pero Canela, tiene una personalidad difícil y aunque soy el único que sabe manejarla, no puede vivir en conjunto por mucho tiempo, le gusta estar de un lado a otro. Por eso sus compañeros no duran demasiado a su lado y por mi parte es porque quiero darle espacio. Razón por la cual solo nos encontramos contadas veces, solo estoy un mes con ella y ambos volvemos a nuestras rutinas, yo Forks y ella donde quiera que tenga ganas de estar.


– ¿Por qué no volviste a dejar Forks? – pregunté curiosa.

– Tengo una razón para permanecer aquí – confeso con una tímida sonrisa.

– ¿Cuál? – pregunte a un inocente, no me consideraba demasiado importante como para ser su ancla a Forks, pero entonces el dijo…

– Tú – y en lo que pude calcular habían sido dos segundos, me tomo por la cintura y me dejo sobre él. Jadeé sorprendida por el rápido movimiento y por el cambio de posición.

– ¡Nahuel! – me quejé sorprendida.

– El latido de tu corazón esta frenético, es música para mis oídos – dijo apartando los mechones de mi cabello que se habían revoloteado en mi rostro. Yo me encontraba con los brazos apoyados a su algo frio pecho. Sentía sus latidos en mi mano derecha, que descansaba en el lugar donde por lógica sabía que estaba su corazón. Me preocupe por estar lastimándolo, pero en ningún momento pareció afectarle mi peso.

– Sí, ahora di algo dulce y has que lata mas fuerte es muy divertido ¡vamos! ¡Causémosle un infarto a la humana! – bufé.

El rió con ganas – Me gusta hacer que tus latidos de aceleren. Eso solo pasa cuando te sorprendo o cuando tengo algún gesto como este – sin dejarme ni siquiera asimilar sus palabras, con cuidado una de sus manos se tomo la base de mi cabeza, colando sus dedos fríos entre mi cabello, y acerco mi rostro al suyo para besarme sin vacilación alguna. Y como él había dicho, mi corazón como loco, eran demasiadas emociones juntas.

Sorpresa por sus gestos cariñosos, no es como si alguna vez hubiera dejado de ser dulce, pero ahora habíamos llegado a ese “algo” que incluía un nosotros. No había una conversación clara sobre eso, pero se presuponía, no se necesitaban demasiadas palabras, bastaban con las ya dichas y acciones hechas. Ambos sabíamos que nos sentíamos cómodos con la situación, aunque el parecía ser el más cómodo de los dos.

– ¿Lo ves? – Murmuró sin alejarse mucho de mí, su aliento golpeo mis labios y casi se me escapa un estúpido suspiro – me gusta causar ese tipo de reacciones en ti. La única que odio es cuando te molestas – continuó alejándose lo suficiente para mirarme, cuando abrí los ojos, reflejaron un brillo que nunca antes había visto.

Lo mire con ojos entrecerrados – Engreído.

– Puede que lo sea – admitió – pero te quiero, eso lo arregla un poco ¿no?
Me sonrojé y me odie por eso. Sus palabras tenían un inmediato efecto en mí.

– Vale, vale. Eso lo arregla todo… – Sentí algo vibrar contra mi pierna antes de terminar de hablar – Nahuel, creo que es tu móvil.

Aferro sus manos a mi cintura – Si, lo sé. Pero no quiero contestar.

– ¿Por qué? – quise saber.

– Porque sé quién es y que quiere. Y no quiero moverme ni un milímetro. Estoy muy cómodo – respondió con una sonrisa ladina.

– ¿Quién es? – desvié el tema para evitar un sonrojo futuro.

– Alice.

– ¿Qué quiere? – pregunté con verdadera curiosidad.

–Que te lleve a la casa Cullen. Le prometí llevarte para la cena.

– Contesta, puede ser importante – insistí intentando hacerme a un lado pero de inmediato lo impidió con su agarre.

– Es ella, lo sé – replico él.

– Igualmente, contesta – ordené y el con un suspiro de rendición busco su móvil en su bolsillo pero con su otra mano me mantenía agarrada.

– ¿Alice? – Actuó sorprendido cuando se llevo el teléfono a su oído – Si, claro que estoy con ella…– suspiró – Si, lo sé. Estaremos allá en unos minutos… Si, si Alice, entendí – cortó la llamada y su móvil volvió a su bolsillo.

– ¿Qué quiere? – pregunté ansiosa, porque obviamente tenía que ver conmigo.

– Dijo: “Nahuel mueve tu trasero hacia acá ahora, la quiero aquí en 15 minutos” – conto haciendo una mala imitación de la voz fina de Alice.

Me carcajeé – Ok, ella es algo…dominante.

– Sí, eso es lo que la hace tan…

– ¿Alice?

– Exacto – dijo con una sonrisa.

– ¿Qué crees que quiera? ¿Cuál es su urgencia de verme?

– Quiere hablar algo importante contigo.

– ¿Sobre qué?

– No soy el más indicado para decirlo – respondió con una mirada que pedía compresión.

– Pero ¿me prometes asimilar lo que te diga de la mejor manera posible?

– No voy a prometer nada – hice un mohín y el alzo una ceja reprendiéndome – Pero lo intentare… - Prometí a lo que el asintió - ¿es algo de lo que deba preocuparme?

– No. Al menos no desde el punto en que yo lo veo.

– Vamos, hay que ponernos en marcha – dije antes de atreverme a dejar un casto y breve beso sobre sus labios. Me quite sus manos de encima y haciéndome a un lado me puse de pie – Muévete chico colmillos, nos esperan – le tendí la mano y el la tomo mientras sonreía. Ambos caminamos de la mano hacia la Chevy.

Una vez que estuvimos frente a la gran mansión blanca, Nahuel me abrió la puerta antes de que al menos pensara en abrirla yo misma. Rodeo mis hombros con su brazo apretándome hacia él y en ese medio abrazo entramos a la casa. La puerta estaba abierta y a penas entre Alice apareció frente a nosotros.

– ¡Hasta que la traes! – Dijo ella apareciendo frente a mi – ¡Hola Caroline! – exclamó feliz y me abrazo haciendo que Nahuel me soltara. La abrace y sentí su diferente temperatura, pero me había abrazado tantas veces que me había acostumbrado.

– Hola Alice – saludé cuando se alejo de mi – me alegra mucho verte – dije sincera.

Ella exhibió su amplia, blanca y demasiado perfecta sonrisa – Igualmente – aplaudió y dio un salto – me alegro que Nahuel te allá traído, tengo un par de cosas que mostrarte. Las compré esta tarde para ti.

Iba a quejarme pero mi mejor amiga apareció como un borrón frente a mi – ¡La cena esta lista! – Dijo Carlie - ¡Comeremos Pizza! – me contó halándome pero Nahuel me apretó entre sus brazos para impedir que me arrastrara, se lo agradecí ella a veces olvidaba mis humanos pies torpes – ¡Ya nos la quitaste toda la tarde! ¡Luego siguen con sus mimos par de tortolos! ¡Muero de hambre! – me haló Renesmee y  su comentario hizo que me sonrojara hasta niveles impensables.

Al entrar a la cocina me encontré con Esme agachada frente al horno que desde mi aparición le daban demasiado uso. Jacob estaba sentado junto a Renesmee alrededor del mesón de mármol que se encontraba en medio de la cocina, pero no estaban solo ellos también había un chico de espaldas a mí.

– ¡Hola! – saludé alegremente.

El chico incognito que los acompañaba, se volteó al escuchar mi saludo. Me congele en el lugar mientras nuestras miraban se encontraban.

– Hola cielo – se acercó Esme a saludarme trayéndome de nuevo a la realidad, me envolvió entre sus fríos brazos, pero su abrazo me resulto cálido, sonreí por lo maternal que era.

– Hola Esme – dije sonriente fijando la mirada en sus ojos ámbar – ¿Cómo has estado?

– Bien, cariño. Me alegra verte de nuevo. Estoy haciendo galletas de chocolates, para ti – me contó con una cálida sonrisa.

– Oh, no debiste molestarte. Últimamente ya haces demasiadas pizzas.

– No es molestia, y si, tienes razón. La comida no sana es la adoración de Renesmee, así que tranquila tengo varios años haciéndola.

Sonreí y nerviosa me volví a mirar a Jacob – Hey Jake – saludé y enfoqué mi mirada temerosa en ese chico moreno que me hacía sentir tan extraña con su cercanía – ¿Seth? – simule estar sorprendida, sentí las miradas de todos sobre nosotros.

– ¿Caroline? – Soltó viéndose verdaderamente sorprendido – ¿Qué tal?

– Bien – respondí bajando la mirada, no podía mantenérsela fijamente, me hacía sentir nerviosa, la manera en que me miraba, me intimidada. ¿Qué demonios era lo que pasaba? Esperen… ¿eso que sentía eran mariposas en el estomago?

– ¿Se conocen? – preguntó Alice, quien tomo asiento al frente de Seth.

– Sí – respondimos en unisonó.

– Nos conocimos en el baile – contó Seth y yo aun mantenía mi mirada en todos lados menos en el.

–Si – admití fijando mi mirada en Alice – Casi mancha el precioso vestido que me regalaste.

– ¡Dios! ¡Eso habría sido un crimen! – exclamó, dramatizando como siempre hacia cuando se hablaba de ropa. Ella era adicta a la moda, obsesiva por las compras. Era tan Alice. Yo solo reí. - ¡¿Sabes lo delicada que es esa tela?! – casi grito mirando a Seth.

– Mmm… ¿Muy delicada? – dijo nervioso por la actitud de Alice, lo cual me hizo reír mas.

– ¡Por Supuesto! ¡Mil veces más delicada que todo tu closet!

– Alice, basta – cortó su madre sonriendo.

–  ¡Hora de comer! – interrumpió Renesmee cuando su abuela coloco la gran pizza en medio del mesón. Respire profundamente, olía delicioso como siempre.

Sentí la mano de Nahuel posarse en mi espalda haciendo que caminara, parecía haberme quedado pegada al suelo. Contuve un salto. Por esa fracción de tiempo había olvidado que estaba tras de mí.

– ¿Nahuel vas a comer? ¿O prefieres alcanzar al resto? Acaban de salir de caza – pregunto Esme, ya me había acostumbrado a esas conversaciones – Yo iré con ellos.

– Fui de caza por la tarde con Emmett ¿Ha vuelto a salir?

– Sí.

– Creo que no me caerá nada mal ir – se encogió entre hombros – ahora quiero tener mi sed bajo control, todo lo que pueda – se volvió a verme – Volveré lo más pronto que pueda para llevarte a casa – prometió.

Asentí – Ve y busca a cualquier ciervo que este predestinado a ser tu cena. Yo tengo que darle caza a esa gran pizza – mire a Esme – huele delicioso, gracias de nuevo.

– De nada cielo, las galletas estarán listas en…

– ¡Cinco minutos! – Exclamó Alice – Yo me encargo.

– Nos vemos, cielo – dijo mirándome y luego mirando a los demás dijo - Adiós que disfruten la cena – se despidió con una sonrisa y luego desapareció de la cocina. Ya me había acostumbrado a sus desapariciones instantáneas.

– ¡Adiós! – solté sabiendo que me escucharía.

– Nos vemos más tarde – dijo Nahuel para luego besar mi frente – Suerte con la caza de esa pizza – rió para luego desaparecer.

– Igual ¡Mata a un tierno ciervo por mi! – todos empezaron a reír a mis espaldas, ante mi comentario. Rodé sobre mis talones – Hora de comer – dije y me senté en la silla junto a la hermosa duende Cullen.

Alice se quedo con nosotros, obviamente sin probar absolutamente nada, cinco minutos después, tal como había dicho, saco las galletas del horno, guardándolas para que pudiese llevármelas luego. Carlie y Jacob actuaban como la típica pareja que tenía toda una vida juntos, estaban conectados, completaban sus frases era algo extraño pero podía hasta sentirse el amor que se tenían en el ambiente. Me contaban varias anécdotas de Renesmee de niña y ambos reían ante sus recuerdos, igualmente Alice y… Seth, no dejaba de mirarme, sentía su mirada fija en mí en todo momento. Me ponía nerviosa, ni siquiera me atrevía a mirarlo porque sabía que terminaría sonrojándome ante su escrutinio. No me resultaba molesto, lo incomodo es que gracias a ese hecho yo no podía fijar mi mirada en él y sentía unos grandes deseos de mirarlo. Incluso me sorprendí deseando acercarme a él, tocarlo. Mire su mano sobre la mesa y me pregunte como se sentirían sus dedos entrelazados con los míos, con esa cálida, más bien ardiente temperatura, que recordaba en el.

– Entonces… ¿Oficialmente sales con Nahuel? – preguntó Carlie sin vacilar sorprendiéndome y haciendo que me ahogara brevemente con mi coca-cola.

Parpadeé repetidas veces sin saber que responder. Podía ser un si porque sabía que Nahuel no daría una negativa, porque sabía que era el hecho...Pero no habíamos dejado nada claro, así que solo dije – Algo así.

– Pues se ha visto muy tierno cuando llego abrazándote – dijo Alice – nunca lo había visto mirar o sonreírle a alguien como lo hace contigo.

Y eso me hizo sentir una grandísima idiota, porque mientras los demás notaban como me miraba Nahuel yo me concentraba en la mirada de Seth. ¡Qué demonios!

– Se ven muy enamorados – comentó Seth para mi sorpresa, haciendo que lo mirara. Sus ojos cafés me miraron de una manera que no supe descifrar, parecía estar enfadado… ¿dolido?

Ok, Caroline no mas coca-cola para ti mira los afectos que te trae.

No supe que responder así que solo baje la mirada y le di un sorbo mas a mi gaseosa. Al parecer esa sustancia dulce y gaseosa llevo algo de luz a mis últimamente demasiado muertas, neuronas y logre formular una frase coherente.

– El es increíble – confesé, sinceramente. En verdad pensaba eso, lo cual me hacía sentir más confundida aun, es decir, Nahuel es genial. ¿Por qué siento esas famosas mariposas en el estomago cuando Seth me mira, habla o sonríe?... Queriendo escapar de mis confusiones desvié el tema – ¿Cómo ha estado Abigail? – pregunté mirándolo de nuevo. Su rostro reflejo sorpresa por unos segundos pero no tardo en desvanecerse.

–  Excelente – respondió simplemente.

– ¿También la conociste? – intervino Renesmee.

– Sí. Tuvimos una pequeña charla los tres, ella es encantadora – señalé.

– La conocí hace un tiempo. Es muy agradable – opino Ness

– ¿De dónde lo conocen? – les pregunte a todos haciendo un ademan con mi rostro que señalaba a Seth, no pudiendo contener mas mi curiosidad.

– De toda la vida – respondió Jacob – desde que éramos niños. El es uno de mis amigos de la reserva.

– Los cuales por una razón que desconozco nunca me has presentado – repliqué recordando cuantas veces le había pedido que me enseñara la reserva y el siempre desviaba el tema, evitándolo de todas las maneras posibles – ¿El es uno de ustedes? – le pregunte, mirándolo fijamente cayendo en cuenta de que había pasado ese detalle por alto, ellos se habían comportado con naturalidad frente a él, el sabia que ellos eran vampiros y si era amigo de Jake el tenía que saber que era el e incluso podría ser como él.

– ¿Ella también sabe sobre nosotros? – le pregunto Seth a Jacob.

– No, aun no. Pero pronto – entrecerré los ojos – responde grandulón, ¿El es una cosa de esas que no tengo idea de que son pero tú eres?

Carlie y Alice se rieron. Jacob se mantuvo serio – Si – respondió.

Oh, genial otro inmortal con juventud eterna. Bingo, Caroline ¿no te puedes fijar en chicos que sean humanos? ¿Cual es tu afición por los inmortales? Ok, son sexys. Hasta los momentos todos los inmortales que has visto están más que buenos, pero joder eres humana ¿recuerdas? ¡Humana!... Un minuto…. ¿Dije fijarme? ¡Dios! sufriría un coma cerebral con tantas confusiones revoloteando por mi mente.

– ¿Caroline estas bien? – me habló Alice.

Asentí explotando de mi burbuja de divagaciones – Si, solo analizaba la idea de que soy la única humana aquí...

– ¿Estas asustada? – la pregunta de Seth, me sorprendió un poco, no tanto por la vacilación que la teñía si no porque mi respuesta se sentía más que obvia.

– No – respondí mirándolo – solo me resulto curioso. Además…quiero aprovechar para preguntar… ¿Cuándo me dirán de que va todo chicos? Es decir, ya se sobre vampiros, si tu eres hijo del hada de los dientes y Jacob un duende no me sorprenderá.

Jacob se carcajeo igual que Seth y las chicas.

– Estás loca de remate, Caroline. Enserio.

–No me desvíes el tema Jacob – exigí – quiero saber – hice un puchero – Por favor – dije con voz dulce, lo cual hizo que volviera a reír – Ness convéncelo – pedí a mi amiga y ella lo miró.

Compartieron una larga mirada y al final el suspiro y dijo: - Esta bien, te lo diré. Pero hoy no.

Asentí satisfecha, al menos ya había aceptado contármelo - Gracias Ness – solté para darle el último trago a mi vaso.

– Seth y yo tenemos que irnos – soltó Jacob cuando terminamos de comer y Renesmee de inmediato se quejó – Ness, sabes que debo ir. Volveré a eso de las nueve ¿vale? – ella acepto con una sonrisa triste.

Jacob se levanto de la mesa, se dirigió hacia Carlie, se despidió y sin vergüenza alguna le planto un beso frente a nosotros. Sentí la necesidad de desviar la mirada y me encontré con la de Seth. El me sonrió tímidamente y no pude evitar devolverle el gesto, finalmente el se acerco a mí y me quede congelada cuando sus labios besaron mi mejilla – Adiós, Caroline – dijo en mi oído y mi piel se puso de gallina.

– Hasta después – respondí torpemente.

Una vez los chicos se fueron y solo quedamos nosotras, recogimos los platos, los lavamos y dejamos en su lugar correspondiente. Nos secamos las manos y fuimos a la habitación de Ness, prácticamente siendo empujadas por Alice. Allí había muchas bolsas, en las cuales había muchísima ropa que en unos segundos descanso sobre la cama de Carlie. Ambas insistieron en que me probara varias mudas y hasta me hicieron desfilar frente a ellas, las que me favorecían eran mías, según Alice. Trate de discutir pero ella solo repetía una y otra vez que era un regalo y que sería grosero que lo rechazaba así que termine aceptando, cinco blusas con sus jeans, faldas o shorts correspondientes, dos vestidos sencillos pero hermosos, unas sandalias y unas converses.

– ¡Esto es una exageración! – Exclamé al ver todo lo que me llevaría conmigo a casa – ¿Cómo se supone que le explique a Melanie esto? ¿A mis hermanas?

– Tus hermanas guardaran silencio felizmente si es llevas esto – Alice dejo una bolsa mas sobre la cama – Lo amaran, ya lo vi.

– ¡Ahhh! – Solté frustrada – sabes que te lo agradezco Alice, es un hermoso detalle. Pero es mucho dinero.

– El dinero no es un problema para nosotros – dijo Carlie.

– Saben cuál es mi punto…

– Ya basta de quejas, esa ropa es tuya y de tus hermanas. Es un regalo de mi parte, por favor acéptalo – la duendesilla Cullen me miro con sus ojitos de cachorro abandonado.

– Está bien – acepte con un suspiro – pero enserio. No mas regalos ¿vale?

– Si, si. Lo que digas – le restaron importancia ambas.

Suspiré – ¿alguna de ustedes dos tiene alguna idea de lo que le diré a Melanie? …Porque es obvio que no puedo decirle: ¡Hey mira la ropa que me regalo Alice! ¿Quién es Alice? ¡La tía de Carlie! Si, ella tiene más familia y ¿sabes qué? ¡Son vampiros multimillonarios! – bufé y ellas rieron.

– Le dirás que Ness te la regalo – solucionó la pequeña vampira.

– Se supone que no tiene tanto dinero y esta ropa se ve costosa – le recordé.

– Le diré que ahorre para tu cumpleaños adelantado, además recuerda que tengo la fachada de la herencia de mis padres – arreglo Ness – ella me creerá y que de paso quise tener un detalle con Karen y Cam. No habrá problema.

Asentí aun dudando – Ojala se lo crea.

– Lo hará, lo he visto - me tranquilizo Alice.

Terminábamos de arreglar las cosas en las bolsas cuando Carlie corrió hacia la puerta, sorprendiéndome y haciendo que pegara un salto.

– Ya vuelvo – dijo Ness con una sonrisa de disculpa – Jacob ha vuelto más pronto de lo esperado – Y sin decir más desapareció dejándonos solas a Alice y a mí.

– Típico, ese par es así cuando de ellos se trata. No pueden estar separados por mucho tiempo – me conto Alice a lo que yo solo sonreí dándole la razón - ¿Puedo preguntarte algo sin que pienses que soy una entrometida?

– Claro – me encogí entre hombros – Lo que quieras.

– ¿Qué pasa con Seth? – preguntó sin vacilar en tono muy bajo.

Solté la bolsa que yo arreglaba y trague grueso, empecé a sentirme nerviosa sin saber muy bien porque, era como si me hubiesen pillado haciendo algo indebido.

– Na…Nada. ¿Por qué? - solté con voz torpe.

– He visto como ambos se miraban – explicó mientras doblaba uno de los pantalones – ¿Segura que no pasa nada? – volvió a preguntar alzando una ceja perfecta.

– Segura – afirmé sintiendo que mentía, porque ni yo misma tenía esa respuesta.

– Caro, sé que soy como una hermana mas para Nahuel y ahora que han empezado a tener un estilo de relación se te hace muy incomodo este tema. Pero, puedes confiar en mí, soy tu amiga y el hecho de que yo sepa que entre Seth y tu pasa algo, no quiere decir que correré a decírselo a todos.

– No pasa nada - insistí, no estando segura de mis palabras.

– Está bien, si tú lo dices. Es así – aceptó, para mi gran alivio.

En ese momento recordé la razón por la que yo estaba en esa casa y ansiosa por dejar a un lado el tema de Seth, pregunté - Oye Alice ¿Qué es eso tan importante de lo que quieres hablar? Nahuel me ha dicho poco y parece delicado…

Ella se mantuvo en silencio se dedico a acomodar las bolsas sobre el suelo y tomo asiento sobre la colcha de sabanas azules, frente a mí, palmeo la cama a su lado, pidiendo así que también me sentara, y así lo hice.

– ¿Qué pasa, Alice? - pregunté extrañada por su vacilación.

– Bueno Caroline – se mordió el labio inferior y luego suspiro – a ver no sé cómo empezar… – parecía nerviosa lo cual me preocupo de inmediato.

– Tranquila Alice, solo dilo. Estas empezando a preocuparme.

– Está bien – respiró profundamente – Escucha todo con atención, si estoy yendo demasiado rápido solo dilo ¿Si? – pidió mirándome con sus ojos miel expectantes.

– Claro – acepté confundida.

– Está bien – tragó grueso – Como obviamente sabes, hace dos años apareciste en nuestras vidas, fuiste la primera amiga, fuera de todo esto, que Ness tuvo. Por lo cual llamaste la atención de toda la familia, aunque para serte sincera, especialmente a mí. – empezó con un tono lento, sin apuros, no eufórico ni rápido como siempre solía hablar, cosa que aumento mi preocupación, parecía muy serio. – Cuando Renesmee nos conto sobre ti y el resto de sus amigas, quise saber más sobre su experiencia sola entre humanos y le pedí que me mostrara su día… Cuando lo hizo, obviamente vi a las otras chicas…pero tu rostro, se me hizo demasiado familiar, me dejo una sensación de Deja Vú. Y en ese instante tuve una visión…la primera en la que tú aparecías – me sonrió y me miro de una manera extraña, parecía haber un intenso cariño en sus ojos.

– ¿Qué viste? – quise saber ya metida de lleno en lo que me contaba.

– Te vi a ti abrazándome – su sonrisa se hizo más amplia - También a dos chicas mas. Las cuales reconocí después, tus hermanas, Karen y Camila.

– ¿Abrazándote? – Solté de golpe -  ¿Mis hermanas? ¿Eso quiere decir que en un futuro mis hermanas también conocerán este secreto?

– Es lo más probable – confirmo para mi gran sorpresa – Mis visiones se basan en decisiones y aun nadie tiene intenciones de contarles, pero parece que el destino si en mostrárselos. Pero aun así, tuve esa visión, siempre las tengo alrededor de ustedes tres, pero esa, la primera fue la única en la que nos vi juntas. Sin embargo, cuando llegue el momento lo sabré y estaré preparada para ello.

– ¿Por qué tienes visiones con nosotras? Carlie una vez me conto que solo vez a los que esta vinculados contigo o a los que te propones ver y según cuentas las visiones que giran alrededor de nosotras vienen solas ¿Me equivoco?
– No. Allí está el detalle – hizo una pausa y tomo aire profundamente – Me pareció curioso que tu rostro se me hiciera familiar al igual que los de tus hermanas, ustedes tres se volvieron un misterio para mí. No encontraba una persona fija con la cual compararlas y eso es algo extraño, puesto que tengo una memoria que nunca olvida. Entonces…– hizo una pausa mas, que duro un par de segundos – Empecé a investigarlas – dijo al fin.

– ¿Investigarnos? – abrí mucho los ojos, ya empezaba a verle lo incomodo a la situación.

– Si… a conocer su historia. A saber de dónde provenían, quienes eran su familia, que hacían, necesitaba saber porque me resultaban tan familiares y porque tenía visiones sin al menos conocerlas o tenerlas vinculadas en mi vida. Porque en mi visión me llamaste como me llamaste… todo… Y finalmente todo encajo.

– ¿A qué te refieres? ¿Cómo te llame?

– En la investigación, me di cuenta de un dato curioso, tu familia paterna es desentiende de mi familia humana.

-¿Enserio? – solté incrédula aun sin empezar a encajar sus palabras en un plano de lógica.

Asintió – Se muy poco de mi vida humana, no podría darte muchos detalles de lo que fui antes de esta vida, pero hace años encontré al culpable de mi transformación y me rebelo algunos detalles. Mi nombre humano fue; Mary Alice Brandon. Naci alrededor de 1901 en Biloxi, Mississippi. Y fui enviada a un estilo de manicomio, por el hecho que, desde antes de ser inmortal, tenía el don de tener premoniciones.

– Sabia alguna de esas cosas, Carlie me conto sobre la historia de toda la familia.

– Lo sé, pero tengo que hablarte de todo para que finalmente entiendas perfectamente esto. Además de esos detalles, también… en la investigación que hice años atrás, descubrí que tenía una hermana menor llamada Cynthia. A la cual, siendo completamente sincera no recuerdo en absoluto, pero me entere que su hija, por ende mi sobrina, sigue viva todavía está viva en Biloxi…y su nombre es Jenna.

– ¿Jenna? – repetí al escuchar ese nombre haciendo eco en mi mente, volviéndose demasiado familiar y segundos después siendo ubicado en la persona que llevaba ese nombre, y que obviamente estaba vinculada en mi vida – Pero ese es el nombre de mi… ¡Santo Dios! – exclamé llevándome la mano a la boca, la lógica empezaba a abrirse paso en mi mente.

– Tu bisabuela, madre de tu abuela Josephine – completo Alice, acertando.

– A las cuales no veo desde que tenía 9 años – susurré y mis ojos se llenaron de lágrimas.

– Todo eso nos lleva a la razón por la que en la visión me llamaste…tía – concluyó y mi cerebro tardo unas milésimas de segundos en asimilar sus palabras.

¿Tía? Alice era… ¿mi tía? – ¿Estás hablando enserio?

– Completamente.

Todo encajaba poco a poco, aturdiéndome cada vez más. La hermana de Alice, Cynthia era la madre de mi bisabuela Jenna, la cual era madre de mi abuela Josephine y por ende madre de mi padre. ¡Santo Cielo!

– Luego de muchas investigaciones, hechas por mi misma encontré la explicación a todo – prosiguió y yo solo cerré los ojos con fuerza tratando de que de esa forma, mi cerebro pudiese captar cada palabra y analizarla sin aturdirme demasiado en el proceso – Sus rostros se me hacen familiares porque seguramente me recuerdan mi vida humana, tal vez sus rasgos me dieron ese viaje al pasado, la verdad no lo sé. Pero de lo que estoy segura, es que eres mi sobrina y obviamente Karen y Camila también lo son – determino.

 Aquello era muy difícil de asimilar, mi mente estaba hecha un completo caos. Alice ¿mi tía? ¿Yo era su familia biológica?... Al obtener solo respuestas positivas a mis preguntas frente a las evidencias de lo que la pequeña vampira me contaba, todo iba teniendo lógica, era una increíble, impensable y hasta algo demente, pero lógica al fin. Las emociones fueron surgiendo y sin poder evitarlo ni conocer del todo la razón, las lagrimas empezaron a correr por mis mejillas.

- Eso es imposible – murmuré sorprendida alzando la mirada y encontrándome con su mirada preocupada sobre mi - ¿Por qué no me lo has dicho antes? – pregunté lo primero que se me vino a la mente en medio de todo el aturdimiento.

– Las razones son obvias, cariño – respondió – lamento habértelo ocultado pero sé que entiendes que no me era posible simplemente un día tocar tu puerta y soltarte todo esto, y puede que lo habría hecho si fuese humana pero tenias que conocer lo que soy primero. Cuando me entere quise hablarles, conocerlas mas allá de mis visiones, – se le cortó la voz y parecía algo emocionada, juraría que de ser posible estaría llorando – Nunca había tenido algún familiar biológico tan cerca…y descubrí que me emociona la idea. Porque ya las quiero, las he cuidado estos últimos años, a través de mis visiones las mantengo alejadas, lo más posible, de todo lo que pueda lastimarlas…Sé que es mucho pedir que me quieran de un momento a otro, tengo pensado poco a poco… – siguió explicando pero la detuve.

– Alice…

– ¿Si?

– ¿Me has regalado toda esa ropa para comprarme? ¿Crees que te querré porque me des muchos regalos?

– No, no lo hice por eso – aclaró - Lo hice porque me gusta la ropa, y quise regalarte cosas. Es decir eres mi sobrina, no tengo recuerdos de mi vida humana, y ustedes son la única realidad de mi pasado ¡son mi familia biológica! Estoy tan emocionada con esto que quise decírtelo de una vez por todas.

–No sé qué decir – dije sinceramente mientras limpiaba mis lagrimas – Esto es increíble yo… estoy demasiado aturdida ahora – confesé – tienes que darme tiempo yo… debo acostumbrarme a la idea – concluí con lo único que podía decirle por el momento.

Ella sonrió a penas – Tómate tu tiempo, solo quería que lo supieras – se puso de pie y luego se agacho a besar mi frente, posando sus labios fríos en ella – Estaré siempre para lo que necesites, para lo que necesiten las tres. Tienen un apoyo incondicional de mi parte, no lo olvides. Ahora puedes irte si así lo deseas, Nahuel esta esperándote en el piso de abajo. Esta a unos segundos de venir por ti, no lo preocupes más y ve con él.

Asentí mientras me ponía de pie – Alice…

– ¿Dime?

– Gracias por decírmelo – me limite a decir.

Ella sonrió – No fue nada, ahora ve y tomate el tiempo que necesites. Cuando quieras hablar, búscame.

Sin dar otra respuesta que no fuera un murmurado “Ok” Salí de la habitación y me dirigí a las escaleras, dos segundos después Nahuel estuvo frente a mí con los brazos abiertos, recibiéndome en un abrazo.

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Hola hola chicaas*-*' Reportandome despues de dos semanas sin subir capi de entre terceros, matenme u.ú es que de verdad no pude y sin marearlas con explicaciones solo dire un gran "Lo siento :c" aqui les triago un capitulo nuevo, largo y creo que emotivo(?) con detalles cruciales de la historia. Espero que les guste la manera en como narre todo, fue algo dificil x.x' no me salia ¬¬ y despues de mucho escribir, borrar y volver a escribir, este es el resultado c: gracias a mi Nikole que siempre me apoya y evaluo el capi hasta que quedara perfecto segun ella xD' en fin, les agradeceria muchisimo sus comentarios ^^' ellos me animan muchisimo, es decir, si comentan aunque sea en el Cbox estana ayudandome chic@s c:

Gracias por todo, siempre me apoyan :3

Las amooo :D

Caro*'

PD: Publicare dos capis extra pronto! ambos POV'Seth, si tienen alguna idea de un capi extra algo que no les quedo claro y quieran saber solo diganlo :D besitos c: