– ¿Cómo te sientes? – preguntó Nahuel, en apenas un
murmullo cerca de mi oído.
El me estrechaba entre sus brazos, con fuerza pero
delicadeza a la vez, el nunca olvidaba lo frágil que podía llegar a ser. A su
vez, me infundía con el calor de sus brazos, seguridad y resguardo, justo lo
que necesitaba en ese momento.
Rodeé su cintura con
mis brazos, apretándolo hacia mí con
toda la fuerza que me fue posible, pues yo sabía que no lo lastimaría en
absoluto. Ocultando mi rostro en su pecho,
le di la respuesta más sincera que se me pudo ocurrir.
– No lo sé.
– ¿Quieres que te lleve a casa? – el tono de su voz era
suave, delicado, casi llegando a sonar abstenido. Agradecía internamente la
manera en cómo estaba manejando la situación, no estaba tan bien como para
fingir que nada pasaba. No cuando mi mente solo podía hacerse preguntas, una
tras otra sin parar.
Solo asentí ante su propuesta.
– Bien, ya casi son
las nueve. Si no estás frente a la puerta a esa hora, Melanie no volverá a
confiar en mí. Vamos.
– Espera – susurre
cuando sentí que aflojaba su agarre a mí alrededor.
– ¿Qué? – murmuró en tono bajo, volviendo a abrazarme.
– ¿Podrías hacer una
cosa más por mi? – pedí como niña pequeña.
– Lo que quieras –
respondió de inmediato.
– Júrame que ya no
hay más secretos, no creo poder con más.
Sabía que pedirle aquello era completamente estúpido en
toda la extensión de la palabra, pero confiaba en él y si él me lo juraba yo estaría
más tranquila. Se quedo callado por
unos segundos y yo permanecí en silencio a la espera de su respuesta.
– Te juro que ya no
hay más secretos – dijo solemne – ahora, en marcha. Melanie te espera…
Baje las escaleras de la mano de Nahuel. No había nadie en
casa, la televisión de la sala estaba apaga y no se escuchaba ruido alguno.
– ¿Dónde están todos? – pregunté extrañada, si él había
vuelto de cazar suponía que el resto también.
– Han salido de
caza.
– ¿Durante tantas horas? – insistí.
– Bueno –
suspiró – todos están tratando de darte espacio. Saben
que esto es difícil, tanto para ti como para Alice. Pensaron que si todos se
encontraban aquí, evaluando tu reacción, seria mas incomodo para ti. Además,
Alice le pidió a Jasper que no controlara tus emociones, quiere que sean
genuinas, igualmente a Edward que no leyera tu mente, quiere darte privacidad.
– Así que esperaran
que me vaya para volver a casa – concluí.
– En efecto.
Nuevamente solo respondí con un asentimiento y me deje
guiar por Nahuel a la salida. El me abrió la puerta de la camioneta a la cual
subí un aire ausente y de ese modo me mantuve el resto del camino, pensando y
organizando mis ideas.
En menos de un mes había tenido muchas cosas a las cuales
adaptarme, unas mas impensables que las otras y lo había logrado. Con mucho
esfuerzo de no terminar volviéndome loca, pero esa última noticia había sido la
gota que había derramado el vaso.
El hecho de que Carlie Swan solo
fuera una fachada para ocultar a Renesmee Cullen, quien tenía una familia de
vampiros, que convivían con humanos, controlando su naturaleza por el respeto a
la vida… Nahuel, un hibrido que me cuidaba, detalle
que yo ignoraba, y que con el pasar de los años termino enamorándose de mí y
ahora estaba haciendo lo posible para ser correspondido, y Alice Cullen, quién en un pasado había sido
Mary Alice Brandon, mi tía lejana, de unas tres generaciones atrás… y que
bizarramente, gracias a ello, actualmente yo era parte de la familia biológica
que correspondía al pasado de una vampira.
Parecía ser algo sencillo al decirlo, pero era difícil
conciliarlo todo en mi mente. Antes de ese momento no había sentado cabeza, no
había analizado a profundidad las consecuencias de todo el asunto, solo le
restaba importancia a todo para sentirme tranquila y seguir como si nada, sin
inmutarme. Hasta ahora.
Lo único que sabía,
con la más grande de las certezas, era que mi vida no volvería a ser la misma.
Todo había cambiado, y aun no paraba,
para bien o para mal, seguirían los cambios, y no sabía si estaba preparada
para ello.
Evalué detenidamente que podría salir mal de todo ese
asunto y siempre concluía en; peligro, riesgos, transformaciones…muerte. Pero
no todo tenía ese lado negativo, también habían cosas positivas, cosas con las
que ya había convivido; nuevas personas, vampiros o no, buenas. Tenía una
amistad transparente para con Renesmee y con su familia, tenía a Nahuel, que se
había convertido en alguien importante para mí, todos aquellos que había
conocido las últimas semanas eran personas increíbles y que estaba encantada de
conocer.
Y ahora tenía a Alice…
– Hey, hermosa. Llegamos – la voz de Nahuel me hizo volver
a la realidad.
Note que no estaba en el asiento del conductor, si no a mi
lado, sosteniendo la puerta para que bajara. Había estado lo suficientemente
sumergida en mis rollos mentales como para no notar el momento en que el auto
se detuvo frente a mi casa.
– Oh – murmuré – no me di cuenta – fui sincera.
– Si – sonrió – tengo la impresión de que podríamos
habernos estampado contra un árbol y no lo habrías notado – se burló mientras
yo bajaba de la Chevy y el cerraba la puerta a mis espaldas.
– Supongo que tengo razones para estar algo pensativa
–repliqué débilmente, no tenia ánimos para discutirle nada.
– Lo sé – me entrego mi mochila, la tome y la colgué de mi
hombro – necesitas tiempo para asimilarlo todo, ya era tiempo que mostraras
algo de sentido común. Es normal que te sientas aturdida ante tanta
información.
Suspiré, dándole la razón.
– ¿Estás molesta con Alice? – preguntó cuando no dije nada
más.
– No.
– ¿Asustada?
– No.
– ¿Confundida?
– No…tengo todo claro, solo estoy aturdida. Son demasiadas
cosas. – Aseguré –Tengo que procesar todo esto, no supe cómo reaccionar, no
supe que decirle a Alice. Me sentí de lo más desubicada con la situación.
– Lo entiendo. Solo recuerda que ella aceptara cualquier
decisión que decidas tomar.
– No tengo razones para tomar alguna mala actitud, no ha
hecho nada malo. Solo sentí la necesidad de pensar un poco – respire profundamente
- Tu sabias que ella es mi tía y no me preparaste para ello – reclamé.
– Nunca dije que no lo supiera. Te dije que no era el
indicado para contártelo, ahora entiendes porque.
– Toda la familia, lo sabe ¿cierto?
Ahora fue su turno de asentir – Todos excepto Ness,
sabíamos que si se lo contábamos ella terminaría contándotelo. Alice tiene
planeado hablar con ella, esta noche.
– Esto es… ¡es increíble! No sé… aun no lo asimilo por
completo. Es que… ¿una tía? – Me reí a penas por lo loco que sonaba – Han
pasado unas 3 generaciones para llegar la actual, ¡es loco!
– Dime qué cosa de lo que te has enterado últimamente, es
normal cariño – alzó una de sus gruesas cejas perfectas.
– Lo sé, lo sé – me crucé de brazos – Nada de nada ha sido
normal últimamente. Pero esto ya me lleva al colapso.
– Has tomado todo con mucha naturalidad, tanta que asusta.
Era hora de que te sintieras saturada ante tanta información, Caroline.
– No me gusta sentirme así – hice una mueca, fastidiada –
me hace sentir estúpida. Es decir, pude con el hecho de conocer a una familia
de vampiros, pude con saber todo sobre ti y luego llega Alice a decirme lo más
raramente normal de todo y no supe reaccionar. Soy un desastre – bufé – cuando
Ness me conto la verdad, quede inconsciente por una horas. Y ahora con Alice,
técnicamente salí corriendo. Con la única persona que no he hecho el ridículo
es contigo, y eso sí, sin contar la vez que me viste en calzones – rechisté, molesta
conmigo misma.
El se carcajeó – Has reaccionado relativamente bien a todo,
otra chica habría salido corriendo a delatar a Ness, otra chica ni siquiera me
habría dejado acercarme por el solo hecho de ser lo que soy – me tomó por los
hombros con la delicadeza que lo caracterizaba haciendo que clavara mi mirada
en la suya – otra chica no se ganaría el cariño de una familia de vampiros,
Caroline. Tú no eres estúpida, eres especial – su última oración se repitió
varias veces en mi mente, no sabía si era por el hecho de que había sido muy
tierno o por el poder que tenía su mirada sobre mí.
– Gracias – susurre sonrojándome.
– Es la verdad. Para mi eres relativamente gruñona y muy
terca, pero eso no quita lo valiente y encantadora que eres – sonrió burlón y
acaricio una de mis mejillas sonrojada con la yema de sus dedos.
Mi sonrojo iba aumentando, podía sentir en calor en mi
rostro. Lo mire con ojos entrecerrados – Diré gracias solo por lo de valiente y
encantadora, pero no diré nada del resto porque una parte de lo que has dicho,
ha sido realmente dulce.
Volvió a reír – Solo digo verdades.
– Sí, claro señor transparente como el agua – revoloteé los
ojos.
–¿Lo ves? Estas siendo gruñona ahora mismo – se burló y yo
lo fulmine con la mirada.
– No puedo creer que este saliendo contigo, Nahuel.
Enserio, no sé cómo aun no te he arrancado la cabeza. Siempre me llevas la
contraria.
Sonrió y se acerco a besar mi frente – Señorita gruñona,
Karen nos está observando desde la ventana de arriba – dijo divertido y con
disimulo mire hacia arriba directo a la ventana donde se ubicaba la habitación
de mi tía y allí estaba mi hermana observándonos descaradamente, incluso me
saludó alzando la mano y sonriendo.
– ¿Cómo lo supiste? Ni siquiera estas mirando – pregunté
como tonta.
– Escuche sus pasos y como dijo que nos vemos “tiernos” juntos
– se rió – también escuche a Camila hablar sobre unas películas...
Sonreí entusiasmada al escuchar su última palabra – ¡Sábado
de películas! Hoy es nuestro día familiar. Nos quedo esa costumbre, papa solía
llamar así a los sábados por la noche.
Su sonrisa por un momento se fue forzada y me confundí ante
ese hecho, no era autentica como la que estaba acostumbrada a ver. – Melanie te
espera – habló antes de que pudiese preguntarle que le ocurría – Faltan dos
minutos para las nueve lo mejor es que entres.
– Bueno… nos vemos mañana, supongo – me encogí entre
hombros.
– Por supuesto – aseguró y deposito un casto y breve beso
en mis labios, cerré los ojos ante el roce, enteramente encantada por la
sensación – Descansa y para lo que necesites solo llámame – aclaró dejando su
frente descansar sobre la mía.
– Vale – acepte con una media sonrisa.
Se alejó de mi no sin antes besar mi mejilla, subió a la
Chevy y la puso en marcha, me quede mirando la camioneta hasta que desapareció
al cruzar. Suspiré profundamente y sonreí.
– Oh, ese suspiro destila amor – escuché a Karen hablar y
me gire sobre mis talones para notar que estaba tras de mi sonriente y a su
lado Camila, ambas en pijama, algo despeinadas y con calcetines a juego con sus
pantuflas.
Si, un típico sábado de películas.
– No jodan, mejor empiecen por decir cuánto me extrañaron.
–Oh claro que lo hicimos – admitió Kammy y se lanzo a
abrazarme – pero igualmente tienes que contarnos todos los detalles de tu
noche/día con el muñeco de porcelana que tienes por novio – exigió y luego rodeo
mis hombros con su brazo, Karen hizo lo mismo del lado contrario, las tres
caminamos hacia nuestra casa.
Yo solo me reí y abrace sus costados con mis brazos. Me
sentí feliz de estar con ellas. Ese par eran mi vida entera y solo ellas me
podían hacer sentir bien y olvidar un poco todo ese rollo que traía en la
cabeza.
– ¿Podrían dejar que me duche y me ponga la pijama? He
tenido un día realmente largo y quisiera estar cómoda, antes del interrogatorio
que sé que me harán.
– Ok, ve a ducharte, estamos esperándote. Tía Melanie está
haciendo las palomitas y ya tenemos las películas para que elijamos cual ver –
dijo Camila una vez que estuvimos dentro de la casa.
– ¡Tía Mel! ¡Llegue! – avisé dejando mis maletas en el
primer escalón de la escalera para luego llevarla conmigo al subir.
Caminé a la cocina y mi tía leía una revista, mientras
esperaba que estuvieran listas las palomitas. Escuché el característico sonido
del microondas.
– Hola cielo – se acercó a abrazarme y correspondí el
gesto, recordé a Esme por un momento – Hasta que llegas – miró el reloj – ese
chico es puntual, me agrada.
– Pues eso es muy conveniente puesto que lo veremos por
aquí, muy, muy seguido – habló Camila afincándose en sus últimas palabras.
Puse los ojos en blanco – Saben que, voy a ducharme.
Espérenme en la sala no me tardo.
Subí las escaleras arrastrando mi mochila, entre a mi
habitación y la tire en algún rincón y empecé a desvestirme. Busque mi toalla
mi neceser y salí al pasillo para entrar al baño. Me duché tomándome mi tiempo,
me lave el cabello y sin poder evitarlo los recuerdos de eso que me había hecho
llamar día “largo” por no decir cargado de sorpresas, volvió a mi mente.
Flashback.
–…Eres
mi sobrina, no tengo recuerdos de mi vida humana, y ustedes son la única
realidad de mi pasado ¡son mi familia biológica! Estoy tan emocionada con esto
que quise decírtelo de una vez por todas.
– No sé qué decir – dije sinceramente mientras limpiaba mis lagrimas – Esto es increíble yo… estoy demasiado aturdida ahora – confesé – tienes que darme tiempo yo… debo acostumbrarme a la idea – concluí con lo único que podía decirle por el momento.
– No sé qué decir – dije sinceramente mientras limpiaba mis lagrimas – Esto es increíble yo… estoy demasiado aturdida ahora – confesé – tienes que darme tiempo yo… debo acostumbrarme a la idea – concluí con lo único que podía decirle por el momento.
Ella sonrió a penas – Tómate tu tiempo, solo quería que lo supieras – se puso de pie y luego se agacho a besar mi frente, posando sus labios fríos en ella – Estaré siempre para lo que necesites, para lo que necesiten las tres. Tienen un apoyo incondicional de mi parte, no lo olvides…
Fin del Flashback.
No sabía que debía hacer, si ir hasta donde Alice y como en
una película abrazarla y decirle que era feliz de haberla encontrado, lo cual
no era el hecho, es decir, no estaba buscándola por lo cual no la había
encontrado. Pero, me sentía extraña con lo que ahora sabia, no me sentía
molesta, asustada o algo por el estilo. Me sentía aturdida, pero esa no era la
palabra correcta para expresarme, había algo mas, algo que se parecía
ligeramente a la alegría, pero más cercano al alivio.
Ahora entendía perfectamente el inmediato afecto que Alice
había mostrado conmigo, sus visiones, regalos, cuidados y cariño, porque me
trataba como un miembro más de la familia casi desde la primera vez que nos
conocimos. Las preguntas se iban respondiendo por si solas en mi mente, una por
una y el alivio del entendimiento se iba extendiendo en mi por completo. Sí,
eso era lo que sentía alivio, ahora que se me habían revelado todos los secretos
que me rodeaban, o al menos casi todos, me sentía bien, feliz.
Nahuel, era un gran chico. Me cuidaba desde siempre sin
ninguna razón de peso, solo porque le nacía hacerlo ¿Qué podría tener de malo
aquello? El tenia un pasado bastante triste, no podía ser una mala persona, no
cuando amo a otra persona hasta el final, crio a una hija solo y se mantiene el
pie con ese aire de transparencia y sinceridad. No había nada que temer con
respecto a él.
Alice era un vampiro, cierto. Pero no por eso tendría que
desviar la importancia de la noticia, era mi tía, mi familia, sin un corazón
latente ni la sangre que se supone la unía a mí, pero al final de cuentas, luego
de muchas generaciones, la había conocido y ese hecho tendría que tener una
razón y efecto en mi vida, y no necesariamente tenía que ser para mal.
Todo parecía encajar, cada pieza con otra. Conocí a Carlie
por casualidad, me hice su mejor amiga, me rebelo el secreto que oculta su
familia, su hermano aprovecho la situación para acercarse a mí directamente, su
tía quien también es mi tía la aprovecho también. Todo parecía pasar por una
razón consiguiente.
Solo esperaba que la ronda de sorpresa hubiese cesado,
podía adaptarme a todo, era cierto. Pero tenía un sistema nervioso, fuerte o no
era humano. Y era lo más natural que pudiese sufrir un colapso ante tanta
información.
Luego estaba ese chico… Seth, que tenía raros efectos sobre
mí. Me hacia olvidar cosas realmente importantes, como el hecho de que Nahuel y
yo estábamos saliendo, era tan patético que rondaba en lo ridículo. Me
comportaba como una estúpida niña tímida ante su primer enamoramiento, ni
siquiera cuando había empezado a salir con Tyler años atrás me había sentido de
esa manera, en realidad nunca.
Había una sensación de felicidad, alivio y ansiedad cuando
estaba cerca, por alguna razón me alegraba al verlo, me hacía sentir un alivio
en el pecho y la ansiedad de poder acercarme sin parecer una zorra, y esa
ansiedad aumentaba cuando lo recordaba. Pero en ese momento, yo no tenía
cabeza para pensar tonterías ni sentir mariposas en el estomago y ese montón de
sensaciones intimidantes.
– ¡Caroline! – Tocaron la puerta - ¿Sigues viva o te ahogaste?
– ¡Salgo en un momento! – le respondí a Karen.
–¡Mueve el trasero, estamos esperándote! – gritó mientras
se alejaba.
El sábado de películas fue como siempre, exceptuando el
interrogatorio el cual conteste, aceptando por fin que tenía un estilo de relación
con Nahuel, mis hermanas y mi tía estaban encantadas, lo adoraban.
Aproveche al máximo ese tiempo de estar con mis tres
pilares de vida, viendo películas; riendo, llorando y comiendo palomitas, para
finalmente subir a nuestras habitaciones a horas de la madrugada muertas de
sueño luego de haber visto al menos unas tres películas de los géneros que a
cada una nos gustaban.
Me dedique a despejarme y a pasar una noche normal, sin
pensamientos sobre vampiros, generaciones o mariposas. Simplemente las
chicas Roses pasando un tiempo familiar, como solía decir papa.
…
A la mañana siguiente, me desperté alrededor de las nueve.
Me estire aun acostada y miré la hora al mirar mi móvil. Tenía dos llamadas
perdidas de Nahuel. Fruncí el ceño preguntándome para que me habría llamado. Me
senté en la colcha aún adormilada y al ver como las gotas de lluvia golpeaban
con fuerza mi ventana, supe que estaba lloviendo, ese detalle no me sorprendió
en absoluto.
Típico de Forks.
Fui al baño, me lave los dientes y la cara. Volví a mi
habitación y recogí mi cabello en una descuidada coleta, varios mechones
quedaron libres. Cambie mi pijama por unos shorts de algodón, blancos y una
playera café. Luego fui directo a las escaleras, para empezar con mis oficios
del día.
Mis hermanas estaban en el trabajo, mi tía salía a hacer un
par de diligencias, mientras yo me quedaba durmiendo, disfrutando de mis
vacaciones. Las tres se oponían a que buscara empleo, decían que no necesitaba
trabajar aún, así que para no sentirme
una buena para nada, me encargaba de los deberes de la casa, excepto el
almuerzo, no sabía absolutamente nada de cocina, mis mayores conocimientos se
basaban en un sándwich.
Más tarde, casi a la hora del almuerzo, había terminado mis
deberes. Suerte de tener una casa pequeña y unas hermanas obsesivas por el
orden. Tome una ducha y aún con el radio encendido, sonando a todo lo que daba,
camine a la cocina cantando y bailando ridículamente…Calentaría lo que sea que
mi tía hubiese dejado para el almuerzo, pero algo me detuvo, más bien, alguien.
Me abrazaron por la espalda y murmuraron un – Hola – en mi
oído.
– ¡Ahh! – grité mas por la sorpresa que miedo, la voz me
había calmado en el instante que la había escuchado, pues la reconocía – ¡Nahuel!
No vuelvas a hacerme eso ¡Me mataras un día de estos! – le golpeé el pecho
repetidas veces y el dejo que lo hiciera por un momento, finalmente me envolvió
con sus brazos de nuevo y me obligo a dejar de golpearlo, termine con ambos
brazos atrapados en su abrazo y con mi cara hundida en su cuello – Idiota –
murmuré y él se carcajeó.
– Tranquila – dijo
cerca de mi oído – puedo escuchar los latidos de tu corazón más la música – rió
– lo siento, no volveré a asustarte así – aflojo su agarre pero lo mantuvo en
mi cintura - ¿Me perdonas? – pidió haciéndome ojitos cuando pude mirarlo.
Entrecerré los ojos – Estúpido don tuyo que no me deja
enfadarme.
El sonrío – No estoy usándolo, deja de ponerlo como excusa
– pego su frente a la mía - ¿Empezamos de nuevo? – Asentí – Buenos días – beso
mis labios - ¿Cómo estás?
– Bien, aun con el
corazón en la boca– solté con sarcasmo y el volvió a reír - ¿Qué haces aquí? –
pregunté curiosa.
– Nada – se encogió
entre hombros con gesto inocente – te llame unas mil veces. No contestaste así
que me preocupe y vine. La puerta trasera estaba abierta y entre. Por cierto,
ten más cuidado cualquiera pudo haber entrado – frunció el ceño regañándome.
– Vi tus llamadas – recordé – lo siento olvide
devolvértelas… ¿Desde hace cuanto estas aquí?
– Casi una hora, para ser más exactos desde que colocaste
el CD que está sonando.
Asentí e hice que me soltara para acercarme al radio y
apagarlo – Podría demandarte por esto, has irrumpido en una propiedad privada –
alcé una ceja y me cruce de brazos mientras caminaba en su dirección.
– Solo podrías culparme por preocuparme por ti, cuantos
años de pena podría llevarme por ese delito, Roses.
Me reí y tome su mano para llevarlo a la cocina.
– ¿Qué es esa camiseta? Te queda enorme – preguntó mientras
yo sacaba las cosas del refrigerador para calentarlas en el microondas.
Mire mi camiseta, me llegaba casi a las rodillas. Sonreí
con nostalgia antes de responder – Era
de mi papá, era un hombre bastante alto.
El se mantuvo callado.
– Cuando murieron mis padres, mis hermanas y yo conservamos
algunas de sus cosas. Karen y Camila conservaron las prendas y un par de
cuadros de mama, a ella le gustaba pintar. Yo las playeras de papá. Suelo
usarlas cuando hace frio, como hoy – le conté mientras me sentaba con él a
esperar que el microondas descongelara mi almuerzo.
Asintió – Me lo imagine.
– ¿Quieres almorzar conmigo?
– No, gracias. Cuando voy de caza quedo satisfecho por un
día como promedio.
Asentí grabando ese detalle en mi mente.
– Tengo algo que contarte – extendió una de sus manos, hice
lo propio y tomo la mía.
– Te escucho.
– Me voy.
– ¿Qué? – Solté sin comprender - ¿Cómo que te vas? ¿A
dónde? – Ok, empezaba a parecer histérica.
– Anoche hable con
Canela, luego de que te deje aquí – explicó - Me aviso que iría a visitar a
Hiulen, lo que significa en su poca comunicativa manera de expresar sus
sentimientos que quiere verme. ¿Recuerdas que te conté que nos reuníamos y
pasábamos un mes juntos y luego cada uno seguía con su rutina? – Asentí mientras
el alivio me envolvía al entender mejor a lo que se refería. – Ha llegado ese
mes.
– ¿Cuándo te irás?
– Mañana por la mañana.
Solté mi mano de la suya y me recosté en el espaldar de la
silla.
– ¿Qué pasa? – preguntó preocupado.
– Creo que voy a extrañarte – respondí cruzándome de brazos
y frunciendo el ceño al darme cuenta de ese detalle.
El soltó una sonora carcajada – ¿Y eso tiene algo de malo?
– No… solo que no lo había pensando – sonreí apenas
avergonzada.
– Yo también voy a extrañarte – dijo mirándome y habría
jurado que estaba usando su don conmigo, de repente me sentí a su merced como
si pudiese controlar los frenéticos latidos de mi corazón y hacerlos resonar al
son que le diera la gana – Prometo llamarte todos los días, si quieres claro.
– Claro que quiero – respondí mas ansiosa de lo que me
hubiese gustado sonar, me mordí la lengua antes de decir algo demasiado
estúpido.
La idea de que no estuviese me ponía triste, me había
acostumbrado a verlo a diario, pero no le iba a decir aquello. Me alegraba que fuese
a pasar tiempo con su hija. Se veían muy poco tiempo considerando lo mucho que
tardaban en hacerlo.
El sonrió – Es lo menos que puedo hacer, porque como lo
notaras ya llegamos a ese concepto que tu dijiste antes, ese que incluía un
“nosotros de por medio” – hizo las comillas en el aire con sus dedos.
– ¿Ya hemos llegado? – pregunté con aire inocente.
– Aparentemente
si, aunque aún falta algo para estar en territorio seguro – me siguió el juego.
– ¿Qué cosa? – pregunte verdaderamente inocente esta vez y
el pitido del microondas me hizo perder la concentración en nuestra
conversación y pararme a sacar mi comida. Pero a penas estuve de pie, di dos
pasos como mucho, Nahuel volvió a abrazarme por la espalda y dejo descansar su
quijada en mi hombro.
– Se que esto sonara muy cliché, pero debo preguntarlo para
estar seguro... ¿Quieres ser mi novia? – murmuro justo en mi oído.
Abrí ojos como platos por la sorpresa, no esperaba que
dijera eso - Emm… yo…este… - tartamudeé como tonta.
Él me giro para que pudiese mirarlo - ¿No quieres? –
Pregunto mirándome preocupado – Pensé que era lo que querías, solo falta
ponerle nombre a lo nuestro. Por qué hay un lo nuestro, ¿verdad? – me preguntó
mirándome fijamente aguardando a mi respuesta.
– Por supuesto, sabes que de no ser así nunca habría dejado
que pasáramos de ser simples amigos.
– Entonces, ¿Por qué no me respondiste?
– Bueno… es solo que no esperaba que hicieras precisamente
esa pregunta – fui sincera y me sonroje por mi estupidez.
El se rió, pero aún se veía tenso – ¿Qué otra cosa podría
ser?
– No lo sé – fruncí el ceño y agite mi cabeza – Soy tan
tonta. Lo siento – me reí apenada – ¿me dejas responder de nuevo?
Sonrió amablemente – Claro, estoy esperando.
– Sí, quiero. Creo que estoy lo suficientemente demente
para aceptar salir con un vampiro, pero ¿Qué malo podría pasar? – dije
bromeando y antes de que pudiese articular alguna palabra más, sus labios
estuvieron sobre los míos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~'
Hola mis chicas, como andan? :P me reporto con un dia de atraso x.x' lo siento D: mi musa ha salido de paseo y tardo el volver ¬¬' en fin, aqui nuevo capitulo espero les guste c: largo como siempre hahahha! un testamento como dice mi amiga Alexia D: pero con cariño c': tengo que organizarme con lo de los capitulos extra estoy vuelta un lio e.e pero estoy en el proceso, el capitulo extra anterior posiblemente sera editando de todas formas les avisare :3'
Sin extenderme mas, espero sus hermosos comentarios c: son mi gasolina para prender mis neuronas hahahhaa :B
Las amo &' gracias por todo c:
CaroR.
PD: en mi imaginación lo que sonaba en el radio eran canciones de Taylor Swift y Adele hahahahaa eran las que sonaba mientras escribia :P
6 Palabritas que me inspiran :):
PRIMERAAA!:B
Bueno, bueno te perdonamos el retraso pero solo porque el capi ha sido genial:F Jojo^^ Este cap, mm ha tenido como muchas emociones juntas:D Me ha encantado de verdad n_n Mmm bueno, creo adivinar, que, cuando Nahuel se marche para estar con Canela, pasará algo con Seth y Caro, no? O:)
Creo adivinar!
Porque eso solo lo sabes tú (AA) haha
Por cierto! A mi me encanta leer tus capitulos "testamento" ya me saben a poco, si fueran más cortitos ni me lo imagino :| jajaj
Besitos Caro! Que no te falte la inspiiii*-*
P.D: Que canción de Tay Swift? O:
Te adorow:D
Laura*
guauuu hiper maravillosooooooooo :), pero que mal que les dure tan poco el amor, ya que ahora que Nahuel se va por un mes, Seth tendrá pase libre para acercarse a su impronta y ganar territorio en su corazón, no quiero que sufra ninguno sería super q Nahuel en ese mes se enamora de otra o perdiera la memoria para que Seth y Caroline pudieran ser felices :) cuidate y sigue escribiendo así de genial espero con ansias en nuevo cap :):)
caro lindisimo ah me encanto estuvo largo y todo te doy un punto por eso. sisisisisi bueno nauhel ya aseguro algo antes de marcharse por que no quiero me niego a que termine con Seth no me gusta, no me gusta y no me gusta.
Hola Caro aqui nuevamente leyendo esta linda historia mejor dicho poniendome al dia, ya que por motivos personales no pude entrar mucho a la pagina, pero ahorita me puse al corriente con la historia y la verdad cada vez se pone mucho mejor............
En cuanto al capitulo me encanto, pero que pena que ahora que se supone son novios se vaya Nahuel, no se porque pero creo que el aun esconde algo, y a lo mejor en su ausencia sucede algo con Seth y con Caroline, bueno mejor me espero a leer el siguiente capitulo.
Gracias Caro por esta linda historia........Besos
hola caro me facino el capi
todo me encanto
amo a nahuel existira alguien asi de tierno como el porque si hay yo lo quiero :)
muero por saber que pasa cuando nahuel se vaya
la historia se pondra mejor :p
espero y subas pronto y no tardes tanto
me facian entre terceros
besos!
hola!!! soy nueva aqui!!! OMG!!!! que hermoso blog que tienes... es precioso con tantas historias.. me muero de las ansias en leer todas =)
la que acabo de leer es de las preguntas nessie.... wow que preguntas tan interesantes las que hacen.. aunque la mayor `parte es por culpa de emmet... jeje y pobre jacob tener que contestarlas a todas XD
Me encanta la forma en que escribes..
creo que no hace falta decir que sigo tu blog... y suerte con el concurso.. .de seguro ganas =)
visita si puedes mi blog: elamortodolovale.blogspot.com
no es como el tuyo.. pero lo quiero mucho =)
besoss
Publicar un comentario