POV Caroline.
Me sentía en casa, lo cual era muy extraño viniendo de una humana que está en una casa repleta de vampiros.
La casa Cullen no era una
guarida de chupasangres, para mí, era como cualquier otra casa, donde vivía una
familia, no tan común pero al fin y al cabo una familia. Personas, con sentimientos
y lazos de afecto. Más que vampiros, ellos eran personas, con una condición
diferente. Sin embargo, yo no sentía incomodidad alguna ante ese hecho. Es como
si, desde siempre hubiese estado conviviendo con seres inmortales y no desde
hacia unas semanas.
Luego de que Alice les contara a todos que las cosas
estaban perfectamente entre nosotras, cosa que seguramente ellos sabían gracias
a su sentido auditivo súper desarrollado, pidió que me quedara un rato mas,
colocando como razón que era tiempo de pasar un rato juntas, con sus dos
sobrinas, Carlie y yo.
Nahuel decidió darnos espacio, por lo que con un beso en la
mejilla se despidió de mí y se fue a alguna parte de la casa. Al igual que el
resto de la familia, excepto por Emmett y Jasper que quisieron quedarse jugando
con la consola. Mientras tanto Alice, Renesmee y yo veíamos algunos vestidos en
unas revistas. Aunque me queje una y otra vez, ella prometió que me regalaría
los que me gustaran, por lo cual limite mis gustos. No me sentía bien
recibiendo tantos regalos, ya tenía unas bolsas repletas de ropa que llevar a
casa, no era necesario mas, pero no podía luchar contra Alice, ella era tan o
más terca que yo. Carlie por su lado tenía una larga lista de vestidos por
adquirir.
– ¿Crees que puedas quedarte esta noche? – Pregunto Carlie
cuando terminamos de hojear revistas – le diríamos a Melanie que estaremos en
casa de Charlie, obviamente – aclaró con una mirada cómplice ante la mentira.
– ¿Dormir aquí? – repetí. No quería ser una molestia.
– ¿Te asusta dormir entre vampiros? – soltó Emmett con una
sonrisa burlona dibujándose en su rostro, aun concentrado en el videojuego.
– Para nada – puse los ojos en blanco - sabes perfectamente
que ustedes no me dan miedo, solo no quiero causar molestias – le aclaré.
– Pues a menos que ronques mientras duermes, no molestas.
Es decir, nadie aquí duerme – dijo, manteniéndose concentrado en el juego – Y
podríamos a asustarte si quisiéramos, pero estamos muy ocupados tratando de ser
humanos, ya sabes – dijo con tono burlón.
– Gracias por tus clases de vampirología, Emmett – rodé los
ojos y me reí, el solo sonrió y siguió jugando.
– Caroline, no me respondiste ¿te quedaras? Di que si –
pidió Carlie moviendo exageradamente rápido sus espesas pestañas, tratando de
verse tierna.
– Creo que puedo. Solo debo llamar a Melanie – me mordí el
labio con frustración al recordar un detalle – aunque últimamente salgo mucho
tiempo de casa, sabes que ella lo odia.
– Dame tu móvil – pidió Ness extendiendo su pálida mano en
mi dirección – estoy segura que puedo solucionarlo – aseguró con una sonrisa de
suficiencia.
Saqué mi teléfono del bolsillo de mi jean y se lo entregue
confundida, entonces, empezó a marcar rápidamente en el mismo, lo llevo a su
oreja y me sonrió con suficiencia.
– ¡Es una simple humana! – Me quejé – Claramente sedera
ante los deseos de un vampiro. Nahuel y tú la tienen comiendo de su mano, no sé
como lo logran en un par de años y días ¡yo que tengo toda una vida con ella
aun no lo consigo! – me crucé de brazos mientras refunfuñaba como niña pequeña.
Renesmee empezó a parlotear animadamente con mi tía.
Alice rió y el sonido fue fascinante, delicado y contagioso
– Melanie te adora, es solo que trata de cuidarte. Se pone nerviosa cuando no
las tiene juntas, ustedes son como un combo. Siempre está con ustedes, y cuando
no, empieza a preocuparse – dijo describiendo exactamente la personalidad de
alguna manera, sobreprotectora de mi tía, como si la conociera de toda la vida.
– Supongo que al conocernos a nosotras también lo hiciste
con ella – señalé encogiéndome entre hombros, nada extrañada por su comentario.
Asintió – Solo me aseguraba de quien las cuidaba estaba
haciendo un buen trabajo. Y no imagino a alguien mejor que ella, para haberlas
cuidado todos estos años – explicó con una sonrisa, al parecer le agradaba
bastante mi tía.
El pensamiento de Alice y Melanie charlando sobre mis
hermanas y yo llego a mi mente, me pareció algo bizarro.
– Yo tampoco – admití con una media sonrisa.
– Melanie no habrá problema, te juro que estará
bien…Charlie adora a Line…solo esta noche prometo que te recompensaré…si, si
prometo que luego me iré a quedar con ustedes… – Carlie y Melanie se la
llevaban excelentemente.
Finalmente, luego de tanto rodeo, mi tía a regañadientes me
dejo quedarme en casa del señor Swan, o al menos esa fue la fachada que utilizo
Carlie. Pasaron un par de horas y cenamos unos deliciosos sándwiches preparados
por la madre de Ness, Bella.
Jacob llego a visitar a Renesmee y un rato después salieron
a caminar por el bosque. Alice y yo nos quedamos platicando, ya Emmett y Jasper
se habían ido de la sala, solo estábamos nosotras, Nahuel aun no daba señales y
yo estaba empezando a preguntarme donde estaba.
– ¿Cuándo se lo diremos a mis hermanas? – pregunté dudosa
mordiendo nerviosamente la uña de mi dedo pulgar.
– No lo sé – me dedicó una media sonrisa que me tranquilizó
– he tomado la decisión de contárselos directamente, esta misma noche o mañana
y las visiones que obtengo no son muy buenas. Así que tendremos que esperar.
– ¿Qué pasaría? – quise saber.
– No nos creerían. Luego cuando vieran la verdad del
asusto, querrían alejarte de Ness. Harían todo lo posible por mantenerte
alejada de ella y así no pudieses estar cerca de mí. Sentirían miedo y
pensarían que están dementes… te protegerían de una manera ilógica, pero lo
intentarían.
Fruncí el ceño. Era una reacción muy típica de mis
hermanas, seguirme tratando como la pequeña hermanita menor, me molestaba
algunas veces pues yo también querría cuidar de ellas, sin embargo, ellas
siempre, figuradamente hablando, le hacían frente a las cosas, dejándome tras
ellas. Y tía Melanie dejándonos a las tres tras ella. Éramos una pequeña
familia, que tenia pavor de volverse a romper, porque desde la muerte de mis
padres, nada había vuelto a ser igual.
– ¿Qué seria exactamente lo que les contaríamos?
– Todo lo que tú sabes, sería necesario para que pudiesen
entender. Aunque ellas no reaccionarían igual, se asustarían al igual que tú en
un primer momento, obviamente, y luego pensarían que somos monstruos o que
simplemente están perdiendo la cabeza por creer en los vampiros. Sería algo
bastante confuso.
Asentí lentamente – Entonces, ¿Por qué tuviste una visión
de las tres juntas? – Pregunté confundida – Eso quiere decir que en su dado
momento, ellas te aceptarán…
– Pueden pasar tantas cosas, Caro. Aun no he visto como,
pero sé que pasaran – me aseguro con una expresión tranquila.
– ¿Has pesando varias maneras de decírselo? Eso cambiario
las visiones, hasta lo que sé…
– La visión se basa en la misma reacción, siempre.
Suspiré – Bueno, supongo que solo queda esperar… no quiero
que se vuelvan locas tratando de protegerme, cuando tu y Nahuel me han
protegido los últimos años, al igual que a ellas. Pero eso nunca lo creerían…
– Exactamente. Por los momentos, solo nos queda esperar a
que yo tenga alguna visión que me revele la manera correcta de hacerles saber
la verdad.
– Creo que es lo más prudente – coincidí.
– Al menos me siento más cómoda, ahora que lo sabes –
confesó con una sonrisa y por unos segundos quede aturdida ante tanta
perfección. Podía acostumbrarme pero habrían momentos en los que me
deslumbraría, al fin y al cabo era una simple humana.
–Yo también. Seremos muy buenas amigas, Alice – dije
sinceramente, era muy fácil estar con ella.
– Lo sé, lo he visto – me contó riendo – Por cierto, tengo
algo importante que hablar contigo.
Fruncí el ceño preocupándome al instante – ¿Qué viene
ahora? ¿Me dirás que Jasper es mi bisabuelo o algo por el estilo? – ambas
reímos ante mis palabras.
– No – sonrió – digamos que es algo que quiero hablar
seriamente contigo – iba decirle que me dijera de una vez que era pero como si
pudiese leerme la mente dijo… – Pero hoy no. Por ahora, iré con Jasper…ya
tendremos tiempo.
– Claro – acepté aún confundida – Ya te he secuestrado toda
la tarde – sonreí a penas. La curiosidad empezaba a carcomerme ¿Qué seria eso
tan importante que no quería hablar en ese momento?
– Creo que ha sido al revés – corrigió con una sonrisa –
Hablamos más tarde, te dejo con Nahuel… – y sin más desapareció en un borrón,
dejando de rastro solo una brisa que azotó mi rostro.
– ¿Dónde se supone que esta Nahuel? – pregunté a la nada.
– Detrás de ti – murmuraron en mi odio y salte por la
sorpresa, casi término estampándome contra el suelo pero por una vez mi
agilidad supero mi torpeza y pude seguir sentada.
– ¡Nahuel! – grité llevándome la mano al pecho cuando me
giré y pude ver que estaba sentado justo detrás de mí. Sentía el latir loco de
mi corazón.
– Cariño ¿vas a alterarte así cada vez que me veas? –
pregunto burlón.
Le golpeé el hombro, obviamente sin mucha fuerza. No quería
terminar con mi humana mano fracturada –
Lo haré cuando tu dejes de intentar causarme un infarto ¿en qué momento
llegaste? ¡Ni siquiera lo note!
El se carcajeó – No tengo la culpa de que seas
extremadamente descuidada, cielo.
Suspiré sabiendo que no dejaría de hacer eso nunca, el
adoraba asustarme y yo era una estúpida masoquista por adorar su compañía –
¿Dónde estabas? – desvié el tema ya sintiendo como mis latidos se regulaban.
– ¿Me extrañaste? – alzó una ceja desviando mi pregunta y
sonrió.
– ¿Tendría algo de malo si dijera que si? – imité su gesto.
Todo rastro de burla desapareció y sus ojos me miraron con
ternura, como solo lo hacía cuando no nos estábamos llevando la contraria –
Estaba en mi habitación… ahora, ven aquí pequeña humana – me pidió y abrió los
brazos para que lo abrazara y sin dudar lo hice, no importándome demasiado que
al resto de los habitantes de esa casa, podrían molestarle ante ese gesto,
después de todo nosotros estábamos juntos y ellos tendrían que aceptarlo a la
larga. Aún cuando todos, sabíamos que era una locura.
Nahuel me rodeó con sus brazos. Mi mejilla quedo
descansando sobre su pecho y su barbilla en mi coronilla. Estuvimos en esa
cómoda posición durante un rato, solo escuchando nuestras respiraciones
acompasadas. Yo escuchaba los latidos de su corazón, a un ritmo más rápido de
lo que podría considerarse normal. Lo escuché aspirar profundamente.
– Voy a extrañarte – murmuró rompiendo el silencio.
- Un mes pasa rápido… – señalé sintiéndome un poco triste
al mencionar todo ese tiempo que estaría sin él, me había acostumbrado a su
presencia, a que estuviera llevándome la contraria todo el tiempo, me asustara
con sus apariciones momentáneas y luego me aturdiera con sus besos. Yo
oficialmente podía decir que lo quería. Ocupaba un importante lugar en mi
corazón. Era parte de mi vida.
– Si… – aceptó escuchándose más animado – prométeme que te
cuidaras…
– Tal como lo he hecho toda mi vida – ironicé – además
Alice, no dejara que nada me pase, si eso te deja más tranquilo. Aunque
insisto, estoy lo suficientemente capacitada para permanecer un mes viva, como
lo hacen todos los humanos – dije sarcástica.
El rió con ganas y sentí su pecho agitarse bajo mi mejilla,
sonreí en silencio, en cierto modo su risa me resultaba contagiosa – Solo digo
que te cuides, últimamente vivo salvándote del suelo. Sé que Alice te cuidara,
incluso mejor que yo…
Me reí – Vale, intentare no caerme. ¿Contento?
Sus cálidos labios se posaron en mi frente, dejando en ella
un beso que duro más de lo esperado – Si… - musitó.
– Además – continúe – no creo necesitar a un par de
vampiros a mi alrededor para llegar a los 17 años sana y salva.
El rió contra mi frente – ¿Por qué siempre te quejas de
todo?
Me encogí entre hombros y me reí – Ni idea, solo me gusta
llevarte la contraria – ambos reímos por lo bajo y nos mantuvimos en silencio
por un momento – Ahora prométeme que también te cuidaras – pedí un momento
después.
– Lo he hecho durante más de un siglo ¿eso te tranquiliza?
– Solo un poco – respondí en un murmullo.
– Escuché que te quedaras a dormir…
–Sí. Carlie ha convencido a Melanie – Le conté alzando el
rostro para mirarlo.
– ¿Quieres hacer algo?
– ¿Qué propones?
– Ir a Port Ángeles y ver una película…
– ¡Sí! – Exclamé animada – me encantaría.
Sonrió ampliamente – Entonces en marcha – determinó
mientras se ponía de pie y yo lo seguía. – Me encanta que siempre estés animada
– declaró abrazándome por la cintura, se acerco a mi rostro, dejando un casto
beso sobre mis labios que me dejo perpleja, me había tomado con la guardia
baja.
– Nahuel…no creo que…debamos…aquí – hice una mueca, y vi en
su mirada la resolución de que entendía lo que quería decir.
Una de sus manos libero mi cintura y acaricio mi mejilla –
Ellos ya lo saben y aunque no todos están de acuerdo, mientras tú me aceptes,
no me importa nada más.
Sonreí sonrojándome – Lo sé, pero igualmente debemos
respetar su punto de vista ante la situación, mas aquí en su casa – bese su
mejilla – Vamos.
Nahuel conducía a una velocidad considerablemente rápida,
pero conociéndolo, estaba haciendo el intento de conducir despacio. El
respetaba mi pánico hacia la velocidad. Y aunque odiaba los autos y aun más de
noche, no sentí nervio alguno en nuestro pequeño viaje a Port Ángeles. Me
sentía bastante tranquila, el me hacía sentir segura.
Sintonicé la radio y busque alguna estación en la que
sonara música presentable, aunque me tomo un par de minutos al final encontré
una en la que sonaba una de mis canciones favoritas, así que solo subí un poco
el volumen y empecé a tararear para luego de unos segundos terminar cantando,
de todas formas el me había escuchado cantar por la mañana, además, de las
veces en la que seguro escucho sin que yo fuera consciente de eso. Lo que me
sorprendió fue que en una de esas estrofas él también cantó a coro junto
conmigo. Rápidamente baje el volumen y me giré a mirarlo.
– ¿Te gusta Adele? – pregunte sin poder disimular mi
asombro.
El se carcajeó – Que sea un vampiro con la edad de un
anciano no quiere decir que no escuche música – se defendió haciéndose el
ofendido.
– No me refería a eso – aclaré – es solo que no esperé que
escucharas ese tipo de música…
– Es una de tus cantantes favoritas – me cortó, estando en
lo cierto – y esa canción la escuchaste muchas veces esta mañana, así que es
imposible no saberme la letra – se encogió entre hombros.
– ¿Qué cantantes te gustan?
– Pues soy muy de the Beatles. Aunque, también me sé todas
las canciones de tus ultimas obsesiones musicales e incluso me gusta una de
Miley Cyrus – señaló riéndose.
Me reí junto con el – Ok, esto es raro. Miley Cyrus no debe
imaginarse que una de sus canciones le gusta a un vampiro – seguí riéndome.
El mantuvo la sonrisa en sus labios – De las canciones que
te gustan, esa es mi favorita – me contó y ambos escuchamos como la canción que
sonaba estaba por terminar. Escuché fijamente la letra y no encontré alguna
razón aparente por la que le gustara.
– ¿Por qué? – pregunte un minuto después.
– Me hace pensar en ti. Tal vez, algún día la escuches y
entiendas todo lo que quiere decir…
Fruncí el ceño fastidiada – Y aquí vamos de nuevo con las
frases misteriosas que no me explicaras ¿cierto?
Sonrió ladinamente y frunció el ceño a la vez, parecía
frustrado – Algún día lo entenderás – murmuró – aunque la verdad preferiría que
nunca lo hicieras.
– Quisiera que algún día me lo explicaras.
Se giró a mirarme – Te quiero – dijo sin más – es lo único
que tienes que entender, ahora.
– También te quiero – respondí – pero siento como si
siempre estuvieras diciéndome que de alguna manera, esto está mal. Y no solo
por las razones obvias.
– Puede que lo esté – aceptó – Pero si nunca intentamos
algo, nunca sabremos cómo habría sido. Y la duda es mucho peor que la realidad.
Alcé la mano sin titubear y acaricié su mejilla, sus
facciones se relajaron ante mi toque – No me importa lo que eres – recordé –
Para mí no eres un vampiro, simplemente eres Nahuel el chico que me tiene
irremediablemente encantada.
Sonrió a medias – Siempre supe que eras diferente – susurró
– nunca conocí a nadie como tú.
– Obviamente, tampoco yo a alguien como tú. Así que
supongo, que por más retorcido que sea esto no está mal.
– Esto...Nosotros – murmuró.
– Sí, nosotros – coincidí.
Por alguna razón sentí un vacio en mi pecho, se sentía como
si algo muy dentro de mi contradijera mis palabras, aunque mi mente me decía
que estaba siendo completamente sincera, una voz mínima en mi interior me decía
que todo era una mentira, que me estaba equivocando, mintiéndome a mí misma.
Parecía ser un versus entre mi corazón y mi mente. Yo siempre me dejaba guiar
por mi mente, así que ignore a la molesta voz que me hacía sentir un extraño
sentimiento de culpabilidad.
Estuvimos en Port Ángeles a eso de las ocho. Hacía mucho
tiempo que no lo visitaba, era más hermoso y pintoresco que Forks, pero de
igual forma no cambiaba mi pequeño universo verde, por un par de tiendas y
atracciones para turistas.
Nahuel detuvo su
Chevy un poco antes del cine. Baje del auto y como siempre el llego a sostener
la puerta y tenderme la mano. Sin soltarme, cerró la puerta de un portazo y
caminamos mientras charlábamos, tomando una decisión de que película ver, y al
final yo la escogí. En el lugar habían más personas que las que había
esperando, nos incluimos en la fila, que avanzó rápidamente, mientras
discutíamos sobre quién pagaría, luego de un rato acepto que yo me encargara de
los dulces.
De un momento a otro empecé a sentirme mal, no físicamente
pero había algo en mi pecho, como un mal presentimiento que me tenia
intranquila. No podía estarme quieta en un solo sitio, cambiaba de postura
constantemente, me sentía ansiosa.
– ¿Qué pasa? – Preguntó Nahuel mirándome preocupado, seguro
había notado mi estado pre – histeria.
Respiré profundamente reprendiéndome por ser un libro
abierto de emociones ante él – Nada – mentí cruzándome de brazos.
Se acerco a mí y murmuró en mi oído – Mientes. Tomas esa
postura cuando mientes.
Me mordí el labio frustrada – Voy al baño ¿compras tu los
tickets? – pedí alejándome de él.
– Claro – aceptó mirándome extrañado – ve, pero vuelve
pronto. Te esperare por la parte de los dulces si te tardas.
– Ok, no me tardo – solté ansiosa empezando a caminar,
lejos de él.
Camine entre los pasillos que ya conocía de memoria y fui
directamente al baño. Donde me lavé la cara y acomode mi cabello. Por suerte,
estaba completamente vacío, me pareció más cómodo. Mire mi reflejo por unos
momentos antes de tomar aire hasta lo más profundo de mis pulmones y soltarlo
todo de golpe, calmándome.
– Ya Caroline – me reprendí ante aquella sensación tan
extraña que sentía sin razón alguna, solo la había sentido una vez, varios años
atrás… – Basta – detuve mis paranoicos pensamientos. Me di un último vistazo en
el espejo y me dispuse a salir del baño, tal vez Nahuel ya estaría esperándome.
Iba mirando fijamente el piso, concentrada en mantener mi
ansiedad en un grado menor, para no preocupar a Nahuel. Entonces, por andar
hundida en mi propia burbuja, tropecé con alguien, murmure un lo siento alzando
la vista y no pensé encontrarlo a él exactamente, allí.
– Hola Caroline… - saludó Tyler sonriendo como idiota al
verme.
Cerré los ojos y conté hasta diez mentalmente – Adiós Tyler
– respondí con voz acida para luego seguir con mi camino pero él me tomo del
brazo y volvió a dejarme frente a él.
– ¡Hey! – Me queje – me lastimaste, animal – sacudí mi
brazo para soltarme de su agarre.
– Estoy bien, gracias por preguntar – dijo sarcástico dando
un paso adelante el cual yo retrocedí de inmediato.
– Me interesa una madre como te encuentres – sonreí
hipócritamente.
– Pero que agresiva estas ahora… - chasqueó la lengua –
antes eras tan diferente – ronroneo acercándose a mi yo lo empuje y retrocedí
hasta chocar con la pared.
– No, sigo exactamente igual. Solo que aprendí a tratar
idiotas.
Rió patéticamente, parecía que se ahogaba más que cualquier
otra cosa – Después de todos estos años ¿aun sigues dolida conmigo?
Ahora fue mi turno de reír – Tyler, soñar no es malo pero
aspirar que sea real, si lo es. No estoy dolida contigo, pero simplemente no me
agradas ¿podrías simplemente apartarte de mi camino? Tengo una película que
ver…
– Con tu nuevo amiguito ¿cierto? El primo de Carlie… -
soltó sus últimas palabras como si fueran malas palabras.
Fruncí el ceño confundida por su comportamiento – Como se
corren los chismes en Forks – dije mas para mí que para él – Si, vine con el no
es tu problema – desafié – ahora asolo apártate – iba apartarlo pero me tomo de
los hombros y me vatio contra la pared con fuerza – ¡Que te pasa idiota!
– A mi me escuchas, no me vas a dejar hablando solo por ese
idiota – gruño.
– No quiero hablar contigo, así que o te quitas de mi camino
o te obligo – lo amenacé empezando a sentir como la ira surgía desde el fondo
de mi. Yo no solía molestarme con mucha frecuencia, pero tenía un par de
problemas con mi carácter cuando lo hacía.
– Ah ¿sí? – rió mofándome – ¿Cómo? – retó acercándose a mi
cara. Sin pensarlo demasiado patee su entrepierna con toda la fuerza que me fue
posible.
– Así imbécil – solté empujándolo lejos de mi para que se
apartara de mi camino, el quedo agachado protegiendo su zona de dolor –
entiende que no quiero hablar contigo.
– Yo si quiero hablar, así que me escuchas – soltó
escuchándose molesto y de nuevo me tomo del brazo con fuerza.
– ¡Ay! – me quejé y antes de que pudiese decir algo mas,
mire como la mano de Tyler fue quitada de mi brazo.
– Te ha dicho que no quiere hablar contigo – dijo Nahuel
que ahora estaba frente a mí con la mano de de Tyler entre la suya, torciéndola
de una forma que solo podía dejar como resultado un yeso.
– ¡Nahuel! – Exclamé asustada – suéltalo - miré a nuestro
alrededor y agradecí que ese pasillo estuviera completamente solo. Supliqué
mentalmente que nadie fuera a aparecer en ese momento, Nahuel estaba empleando
su fuerza sobre humana.
El me ignoró – Si vuelves a acercarte a ella, te pesara. Yo
me encargare de eso – su tono fue amenazante y hasta yo misma me estremecí ante
la amenaza que denotaba entre palabras.
– Nahuel, suéltalo ya – pedí nerviosa al escuchar los
quejidos de dolor de Tyler.
El siguió ignorándome y mantuvo la vista fija en su punto
de tortura – Volveré a hacer que termines con un yeso, si vuelves a tocarla imbécil.
- Me sorprendí ante el comentario de Nahuel. Tyler lo miró asustado –
¿entendido? – apremió haciendo las fuerza en su agarrare, creí escuchar la mano
del chico crujir, como si uno de sus huesos se hubiese partido.
– Si…si – dijo con la cara crispada, no quería demostrar
dolor, aunque ya estaba arrodillado frente a nosotros siendo torturado, y
Nahuel solo estaba usando una mano, no quería imaginar qué pasaría si usaba las
dos.
– Cariño…vámonos – insistí tomando la cara de mi novio
entre mis manos haciendo que me mirara. Sus facciones se suavizaron de a poco,
pero seguía enfadado – suéltalo ya, vamos – dije una vez más.
El volvió a fijar la vista en Tyler como su quisiera
matarlo y sin más lo batió contra el suelo y lo soltó. El pobre chico quedo en
el suelo, contra la pared mirándonos completamente asustado – Vuelves a tocarla
y te arrancare tus cochinas manos, bastardo – lo pateó.
– ¡Nahuel! – Atraje su atención sacudiéndole los hombros y
haciendo que me mirara – por favor… – pedí.
– Solo porque me lo pides… - aclaró mirándome y finalmente
rodeando mis hombros con su brazo.
– Vamos – dije ansiosa llevándolo lejos de allí. Las
personas volvieron a rodearnos una vez que abandonamos ese pasillo.
Yo caminaba rápidamente y una que me asegure de que Tyler
no estaba cerca, guíe a Nahuel a un lugar apartado del resto de las personas y
me detuve, parándome frente a él.
– ¿Qué fue eso? –
dije por lo bajo mirándolo – le has demostrado tu fuerza – lo regañe.
El frunció el ceño hasta casi unir sus cejas – El te hizo
daño – señaló con un gruñido bajo.
– Solo fue un simple azote contra la pared, sigo con mis
huesos en su sitio – lo tranquilicé aun entre susurros – Cálmate, todo está
bien. ¿Sí?
– Tú no lo entiendes… - masculló haciendo una mueca.
– ¿Qué cosa? Explícamelo – exigí.
Su rostro se acerco al mío y mantuvo la mirada fijamente en
mis ojos. Me sentí algo aturdida por un momento.
– Yo me juré que no
dejaría que nada ni nadie te lastimara – explicó y me abrumó la intensidad con
la que hablaba – Tú has sufrido mucho, cosa que no has merecido. No quiero que
vuelvas a sentir dolor alguno. Ni físico, ni psicológico, ni ninguno que
exista.
Mi boca se abrió y trate de decir algo coherente pero mis
neuronas parecían estar muertas, sus palabras tenían un grado de gravedad
tiñéndolas.
– Por eso me alteré, porque sentí que me necesitabas y no
estaba cerca – siguió explicándome – la sola idea de no estar cuando me
necesitas, me…duele. Me…abruma – frunció el ceño de nuevo – Y puede que estés
asustada por cómo me comporte, y estoy dispuesto a llevarte a casa si es lo que
quieres, pero…
– No – negué de inmediato con voz pastosa – no estoy
asustada en absoluto.
– Puedo verlo en tus ojos, sientes miedo.
– No tiene nada que ver contigo – reconocí.
Solo una risa ácida – ¿De quién más? El único monstruo en
kilómetros a la redonda soy yo.
– No digas eso – contradije – no eres nada de eso y si
vuelves a decirlo, me enfadaré. – resoplé – Tengo miedo de mi – aclaré y él me
miro confundido – de la forma en la que te puede afectar lo que me pase, no
quiero que te sientas tan comprometido. Me gusta que me cuides, es tierno. Pero
no quiero que te vuelvas loco el día de mañana cuando simplemente me doble un
pie y necesite un yeso, son cosas que pasan y no siempre tienes que estar allí.
– Quiero estar – remarcó.
– Quiero que estés – acepté – pero tienes que controlarle.
¡Estuviste a punto de partirle la mano! – solté un bufido.
– Iba a arrancársela – corrigió y yo resople de nuevo molesta.
– A eso me refiero. Quiero más control ¿de acuerdo? Si no,
sentiré como que te hago daño. Tú no eres agresivo, eres muy tranquilo y es una
de las cosas que me gusta de ti. No quiero que lo pierdas por mi culpa
¿estamos?.
No me gustaba ese
lado de él, era como ver a otra persona… Y saber que yo lo causaba, me asustaba
un poco.
Tardo unos segundos en responder – Lo que tú quieras –
aceptó dándome un beso ansioso en los labios, él cual correspondí sin pensar.
Terminamos abrazados.
– Vamos, seguro la película esta por empezar. – propuse,
tomándolo de la mano y halándolo en dirección al puesto de dulces. Dando ya por
terminada nuestra discusión en susurros – Por cierto, recuerda que yo pago…
El guardo silencio y estuve satisfecha por haber conseguido
lo que quería, pagar los dulces. Era una estupidez pero yo simplemente no podía
dejar que el pagara todo, no me sentía cómoda con ello. Sin embargo, cuando
estábamos a punto de pagar mis palomitas y un par de refrescos, se las arreglo
para pagar sin que yo me diera cuenta.
– Nunca confíes en un medio vampiro – refunfuñé para mí
misma cuando entrabamos a la sala, él sabía que me había molestado que no me
dejara pagar al menos mis cosas.
Escuche como se reía por lo bajo – Ni siquiera deberías
estar con uno, y mírate… Además, solo son unas palomitas, no una nave espacial,
Caroline. Pagar esto no me afecta en absoluto.
Suspiré rendida, sabiendo que no tendría sentido discutir
con él y más tranquila al notar que había dejado su mal humor cortesía de
Tyler, de lado.
La película era realmente buena, estuve atrapada de lleno
desde su inicio a su fin. Tal como me habían dicho, no era demasiado
recomendable verla sola. Nahuel me abrazaba por los hombros y se mantenía en
silencio mientras yo comía palomitas y de vez en cuando saltaba del susto en mi
asiento, lo cual lo hacía reír. Soporte la hora y media de película. Al
terminar tenía las piernas engarrotadas, las había mantenido presionadas en mi
pecho la mayoría del tiempo.
– ¿Te duele algo? – preguntó mientras salíamos del cine,
seguro al ver mis muecas de dolor mínimo.
– Solo siento todo el cuerpo engarrotado – admití.
– Lógico. Estuviste encogiéndote en el asiento durante toda
la película, Caroline – se burló.
– Claro que no, solo la mitad – trate de mantener mi
dignidad y él se carcajeo.
– No sé porque escogiste esa película.
– ¡Odio la películas de terror! ¡pero me encanta verlas! – exclamé
riendo por mi propia contradicción.
– ¿Te he dicho antes que estas algo loca, cariño? – me
pregunto burlonamente mientras me abría la puerta de la Chevy.
– Todo el tiempo…
Encendió el auto y nos pusimos en marcha. La ansiedad que
había olvidado por unas horas, volvió y de repente quise estar en Forks en un
abrir y cerrar de ojos. También llego a mi mente el raro comportamiento de Tyler
y me preocupó que de alguna manera la escena pudiese afectar de alguna manera
el secreto de Nahuel, pero por su parte él se veía tranquilo.
– Nahuel, ¿Cómo supiste qué estaba con Tyler? apareciste de
la nada… ¿me escuchaste a tanta distancia? ¿El sonido de todo ese montón de
personas no afecta?
Frunció el ceño – Desde el momento en que te fuiste, tenías
el pulso acelerado y me concentre en los latidos de tu corazón. Puedo escucharlo
a más distancia aun – aclaró – escuche como te calmaste en el baño, lo cual me
alivio ya que no quisiste contarme que te ocurría. Cuando estaba comprando las
entradas escuche como empezaste a discutir con Tyler. Quise llegar más rápido
pero no podía correr a una velocidad sobrenatural con tantos testigos. Así que
solo pude esperar ansioso a que el chico me vendiera los tickets le pague y sin
esperar el cambio, camine lo más rápido que pude guiado por sus voces. Así los
encontré…
Asentí construyendo la escena mentalmente.
– Aunque
vi que te defendiste bien – se rio tensamente.
– No era necesario que le arrancaras la mano, yo pude
haberlo arreglado.
– Era necesario dejarle claro que no estás sola – replicó –
el pobre imbécil debe estar preguntándose de cual yeso estaba hablando – se
carcajeó brevemente – de todas formas me da igual. Se sintió bien causarle
dolor, como se atreve a tratar así a una dama. Es un patán de primera… sigo
preguntándome que viste en el…
Me reí ante sus últimas palabras – Yo lo he hecho todos
estos años – coincidí – Aunque no entiendo el porqué de su actitud…
– Yo si – gruñó – es un pequeño niño consentido que cree
que tiene a todas a sus pies.
– Eso ya lo sé. Pero eso no explica nada…
– Luego de que ustedes terminaron, no volviste a tener
citas ¿cierto?
– No me interesó nadie más, así que no, no las tuve.
– El creía que seguías enamorada de él – abrí mucho los
ojos ante su aclaración – luego te vio conmigo, en el baile y se dio cuenta que
no era el ombligo de tu mundo, es un pobre imbécil. Ahora como se da cuenta que
lo has olvidado quiere volver a enamorarte para luego dejarte y subir su ego al
saber que es inolvidable – bufó – sus conversaciones con sus amigos esa noche,
en la fiesta, fueron realmente molestas.
– Pobre idiota – fue todo lo que pude decir mientras dejaba
el tema por la paz.
Estuvimos en Forks a eso de las once. Ya me estaba quedando
dormida en el asiento, así que me deje hacer cuando sentí que el auto se detuvo
y seguidamente Nahuel me cargo en brazos a donde imagine, era la mansión
blanca. Me acurruque en su pecho, sintiéndome muy cómoda. Pero entonces,
escuché, luego de un minuto, lo lejos la voz de Alice lejanamente y
seguidamente la de mi hermana, Camila.
– Karen estará bien, lo prometo.
- ¿Por qué se supone que debo creer en las promesas de un
monstruo?
Por Dios, no puede ser…
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~'
Hola mis chicas, aparezco despues de vaaarios dias, lo se. Pero ya explique las razones en mi ultima entrada. En fin, este cap. no tiene demasiadas emociones, no se descubrio ningun misterio ni nada, como en la mayoria de los capis, siempre hago que algun secreto salga a la luz hahaha y aunque quedan incontables cartas bajo la manga en este fic, se iran revelando poco a poco. Aqui vemos como la relacion con Alice ya genial, Nahuel a pesar de ser muchisimo mas grande que Caroline se comporta como cualquier adolescente, en algunos aspectos. Y se revelo esa parte agresiva de el, para nuestro querido vampiro que Caroline este bien no es algo que quiera por su simple bien, es algo vital para el, el compromiso que el tiene para con nuestra loca chica humana es mas grande de lo que se puede ver aqui.Por otro lado... La cancion que escuchaban en la radio era "One and Only - Adele" aquí les dejo el link directo al video con la cancion traducida :D es una de mis favoritas y creo que expresa muchas cosas que Nahuel siente. Repito mas adelante todo se ira revelando por completo :D ahora, el final. Camila y Karen estan en la casa Cullen, con Alice... que habra pasado? Pues lo sabran en el proximo capi para el cual prometo mas accion hahahaha :D gracias por el apoyo que siempre me brindan son las mejores.Espero con ansias sus hermosos comentarios :3
Las quiere muchisiimo
CaroR.
PD: Por cierto la pelicula que vieron fue actividad paranormal 3 hahahaha :D
PD2: Unanse a la pagina de face :D
8 Palabritas que me inspiran :):
Hola Caro que gusto volver a leer un capitulo de esta linda historia, y a mi me gusto mucho simplemente por ver a un par de chicos enamorados ir de paseo y como bien dices Nahuel a pesar de su gran edad se comporta como cualquier chico celoso defendiendo a su novia, que sera lo que le pasa a Caroline porque sentia tanta ansiedad seria que estaba presintiendo lo de sus hermanas que al parecer ya se enteraron o sino que hacian con Alice, me quede con esa duda, bueno lo mejor sera esperar al proximo capitulo para ver que sucede........
Espero que te haya ido muy bien en tus examenes,,,,, cuidate mucho y besos.
IMPRESIONANTE CAP ESTA FABULOSO.
me encanto el capi,espero estes bien y hayas sacado buenas notas en los examenes;por favor no te olvides de nosotras tus seguidoras,besos y abrasos.:-))
aww me encanto el capi, adoro a nahuel es el hombre perfencto para cualquier adolescente, hasta yo quiero uno asi, me facina la historia, y que fue eso de lo ultimo de alice, kammy y karen, me meuro por el otro capi caro,
espero estes muy bien
besos
hayyyyyyyyyy demasiado genialll como nos dejas así que pasooooo!!!!
ya quiero leer el prox cap :D
era justoo lo que yo y quisas todos esperaban .. ahora me dejaste super metida jajajaja ...espero con ansias el proximo cap ....te felicitooo por escribir asi cudiate adiosin
Carooo*-*
me odio, siento por no pasarme >< pero ya he leido:B yo quiero un nahueeeel :'c ahaha
me tienes super enganchadaaa T_T teodioadoro (?) ahaha
espero el proximo cap:F
Mis amigos fueron aver actividad paranormal 3 pero yo estaba mala y no fui >< ahaha
besos tequierocariño!:D
L'
Hoola caro!! me encato el capitulo
Nahuel con sus misterios y siendo un vampiros celoso y protector!!!
que pasara en el proximo captulo???
ahora voy a leerlo!!
besos amiga!!!
Publicar un comentario