Seguidores

miércoles, 5 de octubre de 2011

Entre Terceros - Capitulo Extra "Irrevocablemente Imprimado" (EDITADO - PRIMERA PARTE)


NOTA: Hola chicas, me reporto luego de varios días, o semanas(?) ya perdí la cuenta de cuanto tiempo llevo con bloqueo ¬¬ pero ya lo estoy solucionando, el viernes haré todo lo posible por publicar el capitulo 14 de entre terceros :) Ahora explico que hace esta entrada publicándose de nuevo. La cuestión es la siguiente, verdaderamente no quede nada conforme con el capitulo extra anterior, me sentía sin inspiración cuando lo hice y cometí el error de subirlo solo para no hacerlas esperar mas, sin ponerme a pensar detenidamente que no les estaba dando uno de mis mejores capis, soy muy proteccionista en estas cuestiones así que lo edite o mejor dicho lo alargue. Ahora es mas largo y hay una conversación de Leah&' Seth :3 y también unos detalles de los que se deben enterar de la vida de Seth actualmente. Este capitulo tendrá segunda parte pues me ha salido verdaderamente largo, voy por la mitad del siguiente se los traigo pronto, lo prometo!

Ahora sin extenderme mas, que lo disfruten! espero que les guste :D en lo personal esta vez quede mas conforme espero ustedes igual.

POV Seth.

Imprimado hasta los talones – murmure una vez que cerré la puerta a mis espaldas.

Suspire profundamente mientras dejaba mis llaves sobre la mesa de madera de la entrada, pase sin ni siquiera detenerme a ver mi reflejo en el espejo que colgaba en la pared.

¿Ahora como la encontraría? – Volví a preguntarme y obviamente darme la respuesta yo mismo - Ok, Forks es un pueblo pequeño será fácil. Se su nombre y al instituto que va – analice mientras iba a la cocina por un vaso de agua - ¿Qué se supone que harás imbécil? ¿Acercártele y decirle que gracias al encuentro de las almas gemelas ella es tu destino? – Bufe -¿Ahora qué le diré a Abigail? – me tome el vaso el agua de un trago y dejando el vaso en la alacena, me dispuse a ir a mi habitación.

Me quite la camisa en el camino, dejándola tirada en algún lado del suelo. Mire la hora en el reloj que traía en mi muñeca.

3: 21 a.m

Una vez en mi habitación busque un pantalón de pijama, lo tire sobre mi cama y senté al borde, aun sumergido en mis pensamientos me quite los zapatos. Me saque los pantalones, me coloque los de pijama y me deje caer a espaldas sobre la colcha. Cerré los ojos con fuerza y rodando sobre mi mismo, clave mi cara en la almohada.

Caroline Roses.

No podía sacarme ese nombre de la cabeza desde que lo había escuchado, no podía dejar de reproducir en mi mente una y otra vez la primera vez que la vi, el momento en el que experimente esa magia que para mi parecía una simple leyenda y esa noche paso a ser realidad, envolviéndome con todas sus fuerzas.

Flashback.

- Hey ¡mira por donde andas! – exclamo la chica, molesta por nuestro tropezón. Y antes de que yo pudiese articular palabra alguna, ella alzo la mirada, dispuesta a insultarme. Lo que no me esperaba era encontrarme con los ojos cafés más hermosos que había visto en mi vida. Las palabras quedaron atoradas en mi garganta y me quede plantado en el lugar en el preciso instante en el que nuestras miradas se encontraron.

Sentí como todo a mí alrededor dejo de moverse, no había música, no había personas, no había nada. No podía ver o concentrarme nada que no fueran esos ojos cafés resaltando a través de ese antifaz blanco.

Una agradable calidez se extendió desde mi pecho hasta cada una de mis venas fundiéndose con mi sangre. Todo dejo de tener algún significado para mí, un torbellino de emociones colapsó en mi interior dispersando todo. Y finalmente, volvió a unirlo e inesperadamente esa sensación que tantas veces me habían descrito, me abrazo por completo.

Como si los hilos que me unían a cualquier otra persona que tuviese a algún significado en mi vida, dejaran de atarme y en cambio millones de cuerdas de acero me sostuvieran, me unieran a ella. Supe que se debía a que ahora era ella la única que me sostendría. Por siempre.

Es ella – pensé y la afirmación que yo mismo me había dado me sorprendió. Era ella, esa chica de ojos cafés era mi imprimación. Estaba imprimado.

Irrevocablemente imprimado.

La chica me miraba fijamente como yo a ella, ambos parecíamos sorprendidos y sabia que ella estaría mas aturdida que yo en ese momento, al menos yo sabía lo que acaba de pasar, le encontraba lógica a todas las sensaciones, pero ella ignoraba que en ese mismo instante acaba de experimentar lo que podía considerarse algo más fuerte que el amor a primera vista trillado y ordinario.

Termino bajando la mirada, cortando así nuestro escrutinio y note la tonalidad rojiza en sus mejillas y sentí el impulso de acariciarlas, pero obviamente me contuve, porque no quería que pensara que era un demente, o tal vez porque aun seguía sin moverme.

En ese momento me di cuenta de que me había quedado mirándola como idiota, tantas veces me había burlado de mis amigos cuando miraban como tontos a sus improntas. Ahora los entendía, no era que quisieran hacerlo por parecer románticos, si no porque les era inevitable. Había algo en tu impronta que brillaba y captaba toda tu atención, porque cada mínimo detalle te dejaba maravillado, te parecía perfecto. Con solo mirarla comprendías que le pertenecerías por siempre e igualmente empezabas a sentir un sentimiento posesivo.

Escuche los latidos frenéticos de su corazón y me encontré con que latían casi en sincronía con los míos - Lo siento – dije un momento después cuando volví a encontrar mi habla.

-Oh, no importa – respondió con tono bajo aun sin alzar la mirada, pero pude oírla perfectamente.

-No parecía hace unos minutos cuando estabas a punto de patearme – me reí al notar lo sonrojada que estaba, se veía como una niña pequeña avergonzada, porque la habían atrapado haciendo algo indebido.

Cerró los ojos con fuerza y sacudió la cabeza en negativa. Soltó una risa breve, la cual me pareció simplemente hipnotizarte – Vale, pero ahora simplemente no importa. Solo ten cuidado y mira por donde caminas.

-Vale, lo tomare en cuenta.

Asintió y note por su postura que se sentía incomoda, dio un paso dudosa para luego emprender marcha y así alejarse de mí, demasiado pronto para lo que me hubiese gustado así que solo pude soltar un – Espera – al voltearme dispuesto a seguirla. Mí con tono sonó desesperado, no quería que se fuera, no sin al menos saber su nombre.

-¿Si? – alzo la mirada y juraría que parecía algo asustada.

- ¿Cómo te llamas? – pregunte con una media sonrisa avergonzada.

-Caroline – y al escuchar su nombre supe que no sería la última vez que lo escucharía.

-Seth Clearwater – extendí mi mano – es un placer conocerte – dije y ella no sabía lo ciertas que eran mis palabras.

Fin del Flashback.

No podía sacármela de la cabeza, era como una invasión en mi mente. Algo que la llenaba por completo y no podía simplemente ignorar.

Esa noche me había enamorado, en el baile del instituto de mi novia, de una chica de la cual solo conocía su nombre y que tenía unos preciosos ojos cafés.


El sonido de mi móvil me despertó. Lo busque a tientas sobre la colcha, manteniendo aun la cara clavada en la almohada me lo lleve al oído.

-¿Bueno? – conteste con voz pastosa.

-¿Bebe? – la voz de Abigail resonó desde el otro lado de la línea.

-Oh, Abigail ¿Pasa algo? – pregunte ya abriendo los ojos con pereza.

-No, es solo que hoy es el cumpleaños de Alexia y saldremos un rato para celebrarlo, por la noche habrá una fiesta en casa de Christian, llamaba para invitarte…

-Claro – acepte aun adormilado - Pasare por ti a eso de las 8 ¿vale?

-Perfecto, sigue durmiendo siento haberte despertado.

-No hay problema preciosa, nos vemos mas tarde.

-Vale, adiós. Te amo.

Respire profundamente antes de responder – Nos vemos mas tarde - me limite a decir sin poder responder un yo también a sus palabras.

Mire la hora en el reloj que descansaba sobre la mesita de noche.

4:15 pm.

Deje mi teléfono entre las sabanas y un par de segundos después me senté y aun con pereza camine hacia el baño que se conectaba con mi habitación. Mientras me lavaba los dientes, escuche un ruido al otro lado de la casa. Respire profundamente e inmediatamente a pesar del olor de la pasta de dientes, reconocí los efluvios. Me lave la cara, tome una toalla, me seque y salí del baño.

Busque en mi closet alguna camiseta limpia, saque la primera que vi, una de algodón, azul marino y finalmente salí de mi habitación. Mientras caminaba por el pasillo que dirigía a la sala, escuche el sonido de la televisión encendida y también el pitido del microondas.

Cuando llegue a la sala note que Sunny estaba tirada sobre mi sofá café, cambiando los canales sin ver nada en específico. Ella tardo unos segundos en captar mi olor y volteo a verme con una gran sonrisa.

Sunshine, mi enana favorita. Mi sobrina de tan solo 6 años y ya aparentado así, unos 15 o 16. Había tenido su primera transformación días atrás, exactamente un mes después de su sexto cumpleaños. Hecho que se esperaba desde siempre, tomando en cuenta su acelerado crecimiento y debido a que era hija de dos licántropos, mi hermana Leah y su impronta, y esposo hace ya varios años, Alphonse. Después de varias semanas presentando los característicos cambios de humor y alta de temperatura, basto una típica discusión madre e hija con Leah para concretar el ciclo y afirmar nuestras ya muy aseguradas sospechas.

Tal como su madre, una mujer más se anotaba a la manada. Descendiente de la primera en toda la historia Quileute.

-¡Buenas tardes, tío! – saludo poniéndose de pie y seguidamente corrió a abrazarme.

- Enana – revolví su sedoso cabello negro, mientras la abrazaba y besaba su frente. Ella apenas llegaba mi pecho era más baja que yo por mucho- ¿Cómo estás?

- Ardiendo – respondió riendo, cuando se alejo para mirarme. Y no lo decía en broma, notaba su temperatura, caliente, tanto como la mía.
Sunny, era muy parecida a Leah, su piel era cobriza y brillante, su cabello - ahora corto - sedoso de un color negro intenso y el toque final gruesas pestañas como plumas que rodeaban el único detalle notorio heredado de su padre, unos intensos ojos grises.

-¿Qué tal la manada? ¿Te adaptas? – pregunte escondiendo un poco mi preocupación.

- ¡Es genial! – conto emocionada. Sonreí ante su entusiasmo, recordé como años atrás yo me había sentido de esa manera, luego de mi primera transformación.

Era como: “¡Oigan! Soy parte de la manada” - me reí para mis adentros, era solo un niño de 15 años, para ese entonces. Fue algo que se dio a raíz de la muerte de mi padre, pero también fue una distracción, en medio de ese momento tan difícil.

Con los años los conceptos; manada, alfas, betas, protectores y todas esas cosas, se convertían un viejo recuerdo. Desde que había tomado la decisión de dejar la manada, de no volver a transformarme y vivir como un humano normal.

Hacía ya tres años que no me transformaba. Y notaba como el tiempo seguía pasando, haciendo efectos en mí, como cualquier humano normal.

- El sentimiento de adrenalina al correr, la conexión de las mentes. Todo es increíble. Mama y papa se la pasan preocupados pero sé que en el fondo están felices. Después de todo, estaremos juntos por siempre - me conto sonriente.

Sonreí ante su entusiasmo, ella era tan inocente, creía que por el hecho de ser 3 licántropos, estarían juntos por siempre. Nada le aseguraba que no terminaría imprimada de un humano, y por el decidiera envejecer. Tal como había hecho Sam años atrás por Emily. Por mi parte, el punto de "ser joven por siempre" no me importaba. Ni siquiera era un concepto que considerara.

-¡Seth! ¡Ven a comer! - Escuche a Leah llamarme desde la cocina.

-Hemos traído macarrones con queso para ti, mama sabía que no tendrías nada cocinado y mucho menos estarías levantado.

Camine hacia la cocina siendo arrastrado por mi adorable y muy alegre sobrina. Leah se encontraba allí, vestía un sencillo vestido de gasa Beige, su cabello estaba corto por los hombros, como siempre. Sus ojos se fijaron en mi con una mirada represiva.

-Eres un cerdo, Seth Clearwater - dijo a penas me vio.

-Eres tan tierna, Lee. Yo también te quiero hermana - dije sarcástico mientras me sentaba en la mesa, donde ya estaba servido mi almuerzo.

-Es enserio, llegue hace varias horas y esta casa era un chiquero – empezó a reprenderme y rodee los ojos - ¿Podrías al menos tener la voluntad de echar tu ropa en la cesta de la ropa sucia?

-Leah – suspire y me cruce de brazos - Es mi casa, dejo las cosas donde quiero.

Bufo - ¡Solo quiero que dejes de vivir como un ermitaño! - exclamo, estaba molesta, lo sabía.

-Leah no soy un ermitaño y en el caso de que lo fuera, es mi vida y la vivo como me venga en gana - respondí empezando a molestarme.

Ella resoplo - Sunny ve a casa con tu padre, necesito tener una seria conversación con tu tío.

Mi sobrina solo asintió, pero antes de irse se acerco a mí y beso mi mejilla - No se peleen, ella solo se preocupa por ti - susurro en mi oído aun sabiendo que Leah escucharía. Yo solo asentí sin ánimos de llevarle la contraria a la enana y ella nos dejo solos, segundos después escuchamos el portazo.

Leah se apretó el tabique con ambas manos y respiro profundamente - ¿Que es lo que te pasa, Seth? - pregunto con voz más baja, más calmada.

-Nada - me limite a responder mientras me sentaba frente a mi almuerzo, ya servido.

-Eso es lo que has estado diciendo los últimos 3 años y tu y yo sabemos que si pasa algo.

-Si siempre lo digo, es porque es así. No sé qué quieres que te diga – me encogí entre hombros y me lleve una cucharada de macarrones a la boca.

-La verdad. Solo quiero eso, tener a mi hermano de vuelta, ese que hacia bromas, era muy alegre y me llamaba amargada, ese que tenia sueños, expectativas en la vida. No esto - Hizo un ademan con sus manos señalándome.

-¿Que se supone que soy? – murmure molesto dejando de comer y mirándola.

-Un zombi. Eso pareces. Seth, hace años que no sales por la reserva, no hablas ni siquiera con Jacob. Solo vas a fiestas con esa chica con la que sales, llegas de madrugada. Al día siguiente vuelves a hacer lo mismo. Algunas veces no te veo en días. Esta cabaña la mayoría de las veces es un chiquero. Te has aislado de todo y se por qué y esta no es la mejor manera...

-Leah - dije con tono bajo y con una advertencia entre palabras - deja de criticar mi vida, yo no meto mis narices en la tuya.

-Yo se que si estuvieras en mi lugar estarías haciéndolo - dijo con voz temblosa y vi sus ojos llenarse de lagrimas - Seth, esto no es sano. La soledad no es buena.

-Me gusta estar solo. Además, estoy con Abigail...

-¡No es cuestión de tener una chica a la cual follar! – Me corto alzando la voz - ¡Es cuestión de que te aíslas de tus amigos! ¡De mi! ¡Tu familia!

-Sigo en contacto con los chicos - me defendí.

-¿Cuándo fue la última vez que hablaste con Embry? ¿Quil? ¿Jared? ¿Con Jacob? El era tu mejor amigo ¿recuerdas?

No dije nada. Sabía que ella tenía razón.

-Cambiaste desde la muerte de mama - determino y en ese momento una lagrima rodo por su mejilla, la limpio rápidamente.

-Todo cambio desde que ella se fue - dije con los dientes apretados, recostándome en la silla y desviando la mirada.

-Lo se Seth ¿crees que solo tú lo notas? Yo también la perdí. No solo tú – su tono fue bajando hasta volverse a penar un susurro.

-Sin ella me quede solo, Leah. Tú tienes tu familia formada...

-Seth mi familia está rota e incompleta, sin ti.

-Sabes que estoy aquí – le recordé.

-Físicamente - acepto - pero mi hermano esta a millones de kilómetros de aquí. Y lo quiero de vuelta. Que mama allá muerto no quiere decir que te descuides así, han pasado tres años la vida sigue.

-Lo sé, la vida sigue. Eso estoy haciendo, dejándola tornar su curso.

-Con que a eso va el hecho de que abandonaras la manada ¿no? – volví a rodar los ojos, de nuevo ese tema.

-No tengo nada por lo cual vivir eternamente - confesé - tu si lo tienes, Alphonse, Sunny, ellos son tus pilares. ¿Pero qué hay de mí? Papa murió, mama también, tú hiciste tu vida ¿y yo qué? No encajo en ningún lugar, no me encuentro Lee. Quiero simplemente vivir, dejar que todo corra su curso.

-Seth, razona...

-Entiende mis razones - corte cansado - Tienes razón, vivo como un cerdo. Tú no tienes porque limpiar mis chiqueros, soy un adulto y seré más ordenado, limpiare mi casa, aprenderé a cocinar, no seguiré siendo una carga. Por eso deja de preocuparte.

-¡No eres una carga! ¡Eres mi hermano, te hago de comer desde que tengo 10 años! – dijo exasperada.

-Ya no tenemos 10 años Leah, es diferente.

Nos quedamos en silencio por lo que me pareció una incómoda eternidad, me concentre en comer.

Mi hermana suspiro - Eres un cabeza dura, haz lo que quieras. Pero recuerda, yo sigo aquí para ti, siempre.

-Lo sé – intente sonreír y decidí cortar de una vez esa tonta discusión – ahora cállate déjame almorzar, muero de hambre.

Ella rodo los ojos - Ahora debo irme, tengo que ir al supermercado a comprar las cosas para el cumpleaños de Alphonse. Haremos una parilla, el miércoles, estas invitado. Y por este año, no me dejes plantada. Así como sales con esa niñita, puedes ir y pasar un rato con tu familia y amigos – parecía mi madre y no mi hermana en esos momentos.

-Allí estaré.

-Promételo. ¿Palabra de Clearwater?

Sonreí ante ese recuerdo, eran nuestros juramentos cuando éramos niños - Palabra de Clearwater.

Sonrió ampliamente. Años atrás no veías a mi hermana sonreír muy a menudo, pero desde que su ahora esposo había llegado a su vida no dejaba de hacerlo. Alphonse había cambiado a Leah por completo. Esa Leah amargada que alguna vez había sido mi hermana, había pasado a ser solo un recuerdo. Ahora era una feliz ama de casa, su esposo trabajaba en la escuela primaria de la reserva y tenía una hija preciosa, inteligente y muy alegre. Tenía una vida feliz y eso me alegraba infinitamente, ella se lo merecía luego de todo el sufrimiento en el pasado.

-Espero no tener que tener que venir a patearte el culo, Seth. Te espero allá, sin falta – recordó.

-Sí. Si, cuenta con eso. Por cierto, gracias por la comida.

-Ok, nos vemos y de nada, hermano - dijo antes de besarme la mejilla y dirigirse a la puerta.

Seguí devorando mi plato de macarrones - Lee, espera – solté cuando recordé algo que quería consultar y ella me parecía la persona correcta.

-¿Dime? – dijo asomando la cabeza por el marco de la puerta que guiaba a la sala, segundos después.

-Como... Este... Yo...- titubeé indeciso en si preguntárselo o no, ella era muy perspicaz, seguro me atraparía en el instante en que se lo preguntara.

-Habla de una vez – exigió.

-¿Cómo te sentiste cuando te imprimaste? – Listo, lo había dicho.

Frunció el ceño y me miro confundida – Nunca te ha interesado nada sobre la imprimación porque ahora… - Sus ojos se abrieron desmesuradamente y supe que me había descubierto - ¡¿Te has imprimado?! - técnicamente grito.

-¿No quieres publicarlo en el periódico? – dije con sarcasmo.

Ella me fulmino con la mirada – Responde lo que te pregunte.

Fruncí el ceño – Eso creo - admití en un murmullo - estoy confundido.

Ella se regreso y tomo asiento frente a mi - Cuéntamelo todo, no omitas nada – Ahora se veía como una anciana cotorra sin nada mejor que hacer que interrogarme.

-No voy a contártelo – aclare con los ojos entrecerrados.

-Se que eres muy cerrado, pero me vale un carajo. Cuéntame – demando imitando mi gesto.

Me mantuve callado, manteniendo mi postura de no contarle absolutamente nada. Pasaron los segundos y mi hermana seguía mirándome, presionándome. Finalmente suspire rendido, y le conté lo ocurrido la noche anterior con la chica de ojos cafés.

-Sentí la conexión de la que todos hablan, Leah. Fue algo tan extraño.

-Mágico, querrás decir.

-Si – acepte – es como si desde el momento en que la mire…

-Supiste que era la indicada, todo lo que habías estado esperando, conscientemente o no, sin conocer en absoluto pero ya la quieres – completo con una sonrisa.

Asentí cruzándome de brazos. Yo no era demasiado expresivo con mis sentimientos, el solo hecho de habérselo contado no era muy típico de mí - Tu sabes mas de estas cosas que yo...

-Te has imprimado de esa chica, lo cual es irónico estabas en un baile con tu novia – resumió mi relato viéndose sorprendida.

-Lo sé – hice una mueca - Luego Abigail llego y sé que lo noto comento algo que dejo dicho entre líneas que no lo había pasado por alto, la pobre chica tenía un signo de interrogación dibujado en la cara. Fue la situación más extraña de toda mi vida.

-¿Le hablaste sobre la imprimación a tu chica?

-Sí.

-¿Porque le has contado sobre nosotros? Ella no pertenece a nuestro mundo – me regaño.

-Lo sé, pero una noche entre en face frente a ella. Mi cuerpo empezó a arder y estábamos viendo una película aquí y discutimos, tuve que salir a tomar aire, se controlar esas ansias de entrar en fase cuando me molesto demasiado, pero esa noche no pude y ella me observo desde la ventana. Lo tomo relativamente bien, me pidió todos los detalles y juro que nunca me delataría.

-¿Que te asegura eso? - me reto.

-Tengo dos años saliendo con ella, la conozco – me encogí entre hombros.

-Y está muy enamorada de ti, lo he visto en cómo te mira y como te soporta.

Fruncí el ceño incomodo.

-¿Crees que te delate cuando sepa que has encontrado tu imprimación?

-Estoy seguro de que no lo hará, pero igualmente no quiero lastimarla. Nunca llegue a tal punto de estar perdidamente enamorado, pero la quiero. Lo menos que deseo es herirla.

-¿Que te dijo luego de notar como mirabas a esa chica?

-Nada, no volvimos a tocar el tema. Luego de esa charla, ella y sus amigos decidieron ir a otra fiesta que había en una casa a las afueras de Forks. Prácticamente ella me saco de allí arrastrado, seguro queriendo alejarme de la chica.

-La entiendo, no es nada fácil que la persona que amas se imprime de otra persona que no seas tú.

Sabía que lo decía la voz de la experiencia.

-Ella sabía que en cualquier momento pasaría – trate de hacerme sentir mejor.

-Pero igual decidió correr el riesgo.

Suspire y me quede callado unos minutos - Gracias Lee, necesitaba hablarlo con alguien.

- De nada, sabes que puedes contarme cualquier cosa – sonrió - ahora si me voy. Se me hace tarde. Adiós - se despidió y poco tiempo después volví a escuchar un portazo.

************************************************************'
Quiero pensar sinceramente que esta mejor elaborado que el anterior, ustedes me diran xD' como vieron ya aparecio el personaje de quien les hable anteriormente, Sunshine :3 ella es muy especial :P tiene una personalidad muy infantil, pero con el tiempo le tocara madurar....
En fin, merezco comentarios?
Las quiero y gracias por todo.
~Caro*

7 Palabritas que me inspiran :):

melissa dijo...

Primeraa!!
definitivamente esta mejor que el anterior me encanto mas este porque tiene mas detalles y nos va aclarando mas cosas, no me gusta ese cambio de seth tan feliz y amigable que era antes y ahora esta solo pobre chico
me facina la historia no puedo esperar para el otro capi o para la segunda parte de este
espero subas pronto
besos

Anónimo dijo...

Esta super increible :) ya quiero leer mássssss
chao un abrazo besos cuidate y sigue escribiendo así de fantástico

Bell.mary dijo...

Hola Caro nuevamente por aqui leyendo tu linda histoira,,,, me encanto el capitulo creo que en verdad te quedo padrisimo, pudimos conocer mas a fondo a Seth y la familia de Leah, ahora a esperar el siguiente ,,,,,,, Gracias Caro Besos

Luz.. dijo...

hola caro... quiero que sepas que aun no lei esta historia.. la verdad acabo de terminar de leer la preguntas de nessie.. y estoy comentando los capitulos que pueda... pero una vez que termine con esa historia me paso por esta =)
espero que ya hayas vistos mis comentarios en la otra historia =)
ademas te aviso que tienes un premio en mi blog...
besoss linda

consuelo dijo...

hola mona!!!! ya puedo decir quie por fin los leii todos ... ajajja ... simplemente fantasticoo me encatooo .... claro ahora estoy cinfundida de con quien quiero que se quede caroline pero bueno ser ajjaja te felicitoo cuidate adiosin

Noel Arias dijo...

Me encanto Caro!!

Y si es una gran avanza y le diste un buen cierre!!

Yo quisiera saber cuantos años tiene seth??? O como se ve en tu historia. Termine algo confundida aqui.

Besos

L' dde Lauura* dijo...

Caroooo*-*
Perdon por no haberme pasado D: me quedé sin internet y hasta hoy que lo han arreglado no he podido leerte T_T
pero ya estoy aqui:D
Y ahora si me he quedado satisfechaaaa jojo:B Awn Sunshine es monisima^^
Me ha encantado:D Leah es genial, ahaha amo ese personaje, me alegro de que ahora sea feliz aunque no me gusta que ahora sea Seth el que este "zombi"
OGH amo a todos los personajes de Stephanie Meyer lo que es una mierda porque siempre sufro por alguno TT
Bueno ya paso de rayarte con mis adicciones a Twilight, aahah

Me ha encantado Carito, no se que mas decir:D Con cada Cap te superas más y eso me encanta*---*

Besos enormes!
Laura*