
POV SETH.
Me dedique a disfrutar mi almuerzo en completo silencio, hundido de lleno en mis pensamientos. Como siempre mi pequeña casa estaba invadida por un silencio sepulcral y de repente, aquello empezó a abrumarme. Eso nunca había pasado, yo me había acostumbrado a la soledad pero de la nada me sentí ahogado en medio de ella.
Al terminar lleve el plato al fregadero y lo lave de inmediato. Trataría de ser más ordenado, quería evitar los sermones de mi hermana. No quería seguir siendo el imbécil hermano menor que le da cosas por las cuales preocuparse, porque ella seguramente tenía una vida con suficientes preocupaciones como para darle más mas carga.
Me deje caer en el mueble, subí los pies sobre la mesa de madera que estaba frente a este y encendí la televisión ansioso por escuchar algo de ruido. Pase todos los canales y al no encontrar nada interesante, lo apague. Me quede en silencio hundido en mis pensamientos, en los cuales solo había dos protagonistas; Caroline y Leah.
Caroline…
El solo recordar su nombre revolucionaba los latidos de mi corazón. Su sonrisa, su figura, su voz, todo en ella era tan perfecto que me ponía a suspirar como un completo idiota…enamorado. Porque lo estaba, ilógico o no, la magia de la imprimación me habían envuelto por completo.
Flashback.
-Seth Clearwater, es un placer conocerte – dije y ella no sabía lo ciertas que eran mis palabras.
Extendí mi mano ansioso por obtener algún estilo de contacto. Sus mejillas estaban aun sonrojadas, lo cual le daba un aire inocencia completamente encantador. Estaba costándome contener el impulso de acariciarlas. Me sentía como un completo demente en ese momento, algo aturdido. Pero simplemente no importaba, solo podía concentrarme en ella, solo en sus ojos de el marrón más brillante que jamás había visto.
Su mano se alzo y pude percibir el ligero temblor de la misma. Ella estaba nerviosa, aturdida y confundida. Podía deducir aquello con facilidad, es decir, no todo los días te encontraban con un ex licántropo, que al verte se imprimaba de ti, esperaba tener suerte y que ella me correspondiera con la misma intensidad que yo estaba sintiendo todo, tal vez las cosas para mi serian diferentes, después de todo, yo era quien había crecido rodeado de esa magia, aquello irradiaba de mí y mis costumbres.
Nuestras manos estuvieron juntas y una agradable corriente eléctrica recorrio mi cuerpo, note lo alta que estaba su temperatura, estaba relativamente tan caliente como si tuviese fiebre.
– Igualmente – dijo exhibiendo la más hermosa de las sonrisas, dejándome completamente a sus pies.
Me quede simplemente mirándola, mi pecho se inflo. Adore la sensación de sus ojos mirándome y mientras sonreía, la primera sonrisa que me dedicaba, en ese fragmento mínimo de tiempo que ese hermoso gesto duro, después de muchos años, me sentí en el lugar correcto, como si después de un largo viaje por fin había llegado a casa. Sabía que desde ese día, fuera el escenario que fuera yo quería estar allí si ella lo estaba. Había encontrado algo que no estaba buscando, ni siquiera estaba interesado pero me sentía feliz de haberlo hecho.
Caroline, era más baja que yo por varios centímetros. Era menuda pero no en exceso. Su piel era ligeramente morena, su cabello negro y largo, lo llevaba peinado en unas sencillas ondas casi naturales que caigan como una cascada sobre sus hombros. Y finalmente volví a fijar mí vista en sus ojos de un café oscuro, me miraba curiosa como si quisiera encontrar algo en mí. Quise saber cómo sería su rostro completo sin su antifaz blanco puesto, me resultaba en un estorbo.
-Ehh – soltó su mano y hasta ese momento a penas había notado que habíamos permanecido tomados de la mano mirándonos - ¿Vienes al instituto? – Pregunto – No te había visto antes.
-No. No vengo a este instituto – explique. Claro que no iba, lo había terminado hace años - Solo vine a acompañar a… - y en ese momento no supe que decir, acaba de recordar a Abigail.
-¡Seth! – exclamo mi novia como si la hubiese llamado mentalmente, como por arte de magia todo volvió a moverse, volví a escuchar la música. Se había explotado la burbuja en la que había estado metido los últimos minutos.
-¿Qué ocurre, Abigail? – pregunte haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad para apartar mi mirada de la chica de ojos cafés y enfocarla en ella. Me sentía algo molesto por su aparición pero no podía culparla.
-Nada solo es que no volvías con mi refresco y vine – explico y giro el rostro para ver a Caroline – ¡Oh! ¡Hola! – la saludo como si acabara de notar su presencia, y conociéndola no era el caso.
-Hola – saludo ella en respuesta con una sonrisa tímida.
Dios, era tan perfecta.
-¡Soy Abigail Blond! – Se presento con una gran sonrisa, era genuina. Abigail no estaba celosa en ese momento, miraba a Caroline de una manera extraña y sonreía como si tratara de demostrar más entusiasmo que el que verdaderamente podía estar sintiendo - ¿Tú eres?
- Caroline Roses – cuando escuche su nombre, ahora mas formalmente, se me hizo completamente familiar, como si no fuera la primera vez que lo escuchara. Por su parte ella, parecía cada vez parecía más incomoda y yo también lo estaba.
No es como si la presencia de mi actual novia frente a la de mí ahora impronta, lo que resumidamente se traduce como la única chica que miraría por el resto de mi vida, fuera algo sencillo de sobrellevar, me sentía nervioso. Abbie, lo notaria, estaba seguro de eso. Si es que no lo había notado ya.
No es como si la presencia de mi actual novia frente a la de mí ahora impronta, lo que resumidamente se traduce como la única chica que miraría por el resto de mi vida, fuera algo sencillo de sobrellevar, me sentía nervioso. Abbie, lo notaria, estaba seguro de eso. Si es que no lo había notado ya.
-Lindo nombre – alago Abigail.
-Gracias – la chica volvió a mirarme y sus ojos transmitían el claro mensaje de que no se sentía nada cómoda.
-¿Ustedes qué? ¿Se conocen? – nos pregunto Abbie.
-No, solo nos tropezamos – respondió rápidamente, Caroline. Como si quisiera dejar claro la razón por la que estábamos pasando por esa incómoda situación. No tenia lógica sentirnos incómodos no estábamos haciendo absueltamente nada malo.
-Oh – murmuro Abigail y pude escuchar el clic en su mente. Se volvió a mirarme y sus ojos azules a través de su antifaz negro pidieron una afirmación. Se había dado cuenta. Lo sabía. Yo solo le dedique una mirada inexpresiva pero no me la creyó – Las mejores cosas de la vida se encuentran así, de repente… en un parpadeo o…un tropezón – se esforzó por sonreír, pero conociéndola como lo hacía había sido una sonrisa falsa.
Me sentí mal y quise consolarla de alguna manera - Abigail...– empecé a decirle, sin saber ni siquiera que decir, pero ella solo sonrió y poso sus labios sobre los míos brevemente.
La incomodidad era un sentimiento corto para describir lo que sentía en ese momento, estaba entre la espada y la pared. Quería o más bien sentía el deber de explicarle las cosas a Caroline, pero me frenaba el hecho de que si hacia eso lastimaría a Abigail.
-Lo sé, Seth – fue todo lo que dijo y luego se abrazo a mi brazo como si su vida dependiera de ello, como si quisiera retenerme allí con ella. Apoyo la cabeza en el mismo y le hablo a la castaña - ¿Vienes al instituto? ¿A qué año vas? – ya no había entusiasmo alguno en su voz. Me sentí culpable, sabía que de un modo u otro ella sufriría.
-Si – respondió con un asentimiento – Oficialmente estoy en último año. ¿Y tú?
-Voy un año atrás. Eso explica porque no se me hace familiar tu rostro, no tenemos clases juntas, además, soy muy distraída.
– Eso lo explica, tampoco te había visto. Lo cual es extraño siendo Forks tan pequeño.
-Cierto. Puede que hayamos tropezado en los pasillos y no lo recordemos.
-Puede ser. Tengo mala memoria para los rostros…Bueno – murmuro - fue bueno conocerlos. Pero, debo irme me esperan.
¿Quién la esperaba?
Seth no seas pendejo ella no vino al baile especialmente a conocerte, tiene una cita y seguramente es su novio quien la espera.
Sentí una punzada de dolor en el pecho, no quería a nadie esperándola, en realidad no quería que se fuera, tan solo si yo iba con ella.
- Igual, Caroline. Te veo luego – se despidió Abigail y antes de que yo pudiese hacerlo, la chica camino entre la gente, a paso acelerado. Contuve el impulso de ir tras ella, no quería dejarla ir. Tenía una extraña sensación de pérdida y vacio inexplicable cada vez mayor, cuando la distancia era más grande entre nosotros.
-Seth – me llamo Abigail tomando mi rostro entre sus manos y obligándome a mirarla, sus ojos estaba levemente humedecidos.
Hice una mueca - Abigail… – iba a explicarle pero ella me interrumpió.
-Vine a buscarte – me corto - olvídate del estúpido refresco. Hay una fiesta en casa de un amigo de Alexia, vamos – y sin dejarme al menos responder me halo del brazo con ella, a la dirección contraria a Caroline, por lo cual supe que era la equivocada.
Fin del flashback.
Cerré los ojos con fuerza y cubrí mi rostro con mis manos, respire profundo y luego solté todo el aire. Me sentía como un animal enjaulado, quería ir a buscarla, no me importaba si pensaba que era un demente, solo quería verla de nuevo, estar cerca o simplemente observarla a distocia. Ella había despertado en mi un estilo de pertenencia, y aunque era una completa desconocida sentía conocerla desde siempre aun cuando no sabía ni siquiera cual era el día de su cumpleaños, su canción favorita o al menos su segundo nombre.
Ya estaba incondicionalmente enamorado de ella.
Abigail…
Había visto sufrir a mi hermana por una situación similar a la que ahora se presentaba. La antigua novia pasando a un segundo plano con la aparición de la impronta. Solo esperaba que Abigail no me quisiera tanto como Leah a Sam. Sin embargo, no había nada que empañara de alguna manera esa felicidad que sentía al recordar a Caroline. Ella había despertado algo en mi pecho, que no había sentido en muchos años, algo que me hacía sentir como si mi corazón volviera a latir en mucho tiempo.
Sentía pertenencia ilógica, pero pertenencia al final de cuentas. Yo le pertenecía por completo, haría cualquier cosa que ella quisiera o necesitara, no había vuelta atrás, el sentimiento que me embargaba era irrevocable y no podía sentirme más feliz por eso. Pasara lo que pasara, nunca me arrepentiría de haber encajado con su alma, porque según mis creencias en eso consistía la imprimación, el encaje perfecto entre dos almas gemelas como unas piezas de puzzle.
Tenía que buscar la manera de encontrarla pero no tenía la mínima idea de por dónde empezar, pero no sería tan difícil. La cuestión estaba en como acercarme sin parecer un acosador.
Tenía que buscar la manera de encontrarla pero no tenía la mínima idea de por dónde empezar, pero no sería tan difícil. La cuestión estaba en como acercarme sin parecer un acosador.
Necesitaba hablar con Jake, mi mejor amigo, él siempre sabia que hacer.
- Era tu mejor amigo – musite para mi mismo – te has vuelvo un pendejo Clearwater ¿recuerdas cuando fue la última vez que hablaste con él?
Nada.
Nada.
El sermón de mi hermana me había llegado hondo. Note que tenía razón, me había aislado de todo y de todos. La persona más cercana a mi era Abigail y lo era porque aguantaba mi carácter, sabia dejarme solo cuando lo necesitaba y estaba conmigo el resto del tiempo.
Abigail era una gran chica. La cual saldría lastimada al final de cuentas.
Tenía varios detalles en mi vida que arreglar, la primero seria: mis amigos. Si es que aun tenía. Los chicos habían dejado de buscarme con el tiempo, solía salir con ellos contadas veces los últimos años, pero hacía mucho que no lo hacía. Era cierto lo que Leah decía, mantenía distancia con todo.
No supiste afrontar ese golpe y te fuiste por la opción de estar solo. Te acostumbraste a la soledad y eso nos lleva a lo que eres ahora, Clearwater.
Suspire por milésima vez y me incorpore. Recuperaría mi vida.
…
Luego de una larga ducha, me vestí con lo primero que encontré en mi closet y solo dándole una sacudida a mi corto cabello, salí directo a la casa de Jacob. Camine bosque adentro, sin miedo a perderme. Lo conocía como la palma de mi mano. Estuve en camino por mas o menos una hora, mi casa quedaba algo distanciada del resto de la reserva.
Extrañe la velocidad sobrehumana que antes poseía. Ahora solo era un simple humano. Cuando estuve frente a la casa rojo ladrillo, me acerque trotando y toque la puerta.
-¡Esta abierto! - escuche decir a Jacob y seguidamente escuche las risas de una chica.
Renesmee…Mal momento.
Iba a devolverme pero entonces Ness abrió la puerta de golpe.
-¡Seth! ¡Wow! ¿Qué haces aquí? – pregunto mirándome entre sorprendida y feliz. Tenía una amplia sonrisa decorando su rostro, exhibiendo sus blancos y perfectos dientes.
Había olvidado la última vez que la había visto tan de cerca, la noche anterior la había visto en el baile a lo lejos, bailando con Jacob. Ahora se veía como una chica de 17 y no como una de de apenas unos 15 como la recordaba. Su cabello cobrizo estaba más largo y su figura menuda más esbelta.
-Hola Ness, perdón si interrumpí algo…
-¡Para nada! – Empezó a reírse - Solo a Jacob en su intento de hacer un pastel.
Me reí a penas al imaginarlo, pero luego lo hice con ganas, cuando Jacob salió tras ella con la camiseta y la cara llena de harina.
-¡Eh! – Se quejo – estoy tratando de aprender, quiero verte haciendo uno.
Renesmee siguió riendo y lo abrazo por el costado y el la atrajo más hacia él, rodeando su brazos sobre sus hombros y finalmente beso su frente. La hibrida sonrió y se sonrojo. Notoriamente, ellos habían llegado a la etapa final de la imprimación.
-Bueno haciendo a un lado lo ridículo que me veo ahora – me miro frunciendo el ceño extrañado - ¿Paso algo, hermano?
Negué con la cabeza - Nada, solo quise venir a pasar el rato – me encogí entre hombros.
Entendía sus caras sorprendidas.
Renesmee sonrió ampliamente y miro a Jacob por unos segundos. Tuvieron una conversación completamente visual, muy común entre ellos.
- Pasa, Seth - me invito ella un momento después.
- Como en los viejos tiempos, hermano. Bienvenido - dijo Jake dándome una palmada en el hombro mientras entraba a su casa.
…
Más tarde, luego de que Renesmee terminara haciendo el pastel, comimos y guardo el resto para Embry. Jacob y Renesmee ya se comportaban como una pareja, se abrazaban constantemente, lo cual no era nada muy nuevo pero los besos sí, hacían qué la hibrida se sonrojara seguidamente. Nunca había visto a Jake sonreír tanto como esa tarde. Me sentí feliz por ellos.
Había llegado ese momento que Jacob había esperado por años, ese donde ella lo amaba como su compañero para siempre. Jake fue a darse una ducha para sacarse toda la harina de encima y solo quedamos Renesmee y yo, sentados en el gran mueble beige de la sala.
-¿Cómo has estado Seth? – pregunto ella a penas estuvimos solos.
-Bien – dije simplemente - ¿Tu?
-Dudo que pueda haber estado mejor en toda mi vida – dijo ella, con una sonrisa y un extraño destello en su mirada.
-¿Desde cuanto están juntos? – pregunte sin rodeos.
Nessie se sonrojo y mantuvo la sonrisa – Desde anoche, en el baile.
Nessie se sonrojo y mantuvo la sonrisa – Desde anoche, en el baile.
-Sí, recuerdo que los vi.
-En el cual nos saludaste a distancia – frunció el ceño esta vez, dejando de sonreír - ¿Seguro que has estado bien? – volvió a preguntar mirándome fijamente.
Asentí empezando a sentirme incomodo.
-Pues díselo a tu cara porque al parecer, no está de acuerdo – alzo ambas cejas y mantuvo su mirada fija en mi.
Me sorprendió un poco su comentario, lo único que pude hacer fue fruncir el ceño confundido y desviar la mirada.
-¿Qué paso contigo Seth? –Dijo un par de segundos después en un tono muy bajo - De repente desapareciste…
-Necesitaba algo de espacio – respondí sinceramente – y creo que me distancie más de lo debido, fue algo inconsciente pero ya está hecho – suspire – comprendo si están enfadados…
-Nada de eso – me corto – solo quiero a mi amigo Seth de vuelta – volvió a sonreír – Y creo que acaba de volver – apoyo su mejilla en mi hombro – Bienvenido de nuevo, Seth – murmuro.
Solo pude sonreír a medias ante sus palabras, ella era mi mejor amiga, vampira o no, era como una hermana para mí.
-¿Quieres venir a cenar a mi casa? Mi familia está en Forks – me invito.
-Claro – acepte gustoso – será genial saludarlos.
…
Cuando Jacob estuvo listo, nos fuimos a la casa Cullen. Gracias a mí, a paso humano. Renesmee no paraba de parlotear, contándome lo que había sido su vida desde la última vez que hablamos. No dejaba de mencionar una y otra vez a su mejor amiga, una tal Line.
-Le he contado todo sobre lo que soy – dijo Nessie sonriente – Line nos acepto con naturalidad, incluso está saliendo con Nahuel ¿lo recuerdas? - yo asentí - ella es genial.
– Eso parece. Es otra chica loca como tu madre – sonreí al recordarlo.
-Créeme que lo está – se burlo Jacob – la chica primero se desmaya, luego lo toma con naturalidad y al final quiere saber cada vez mas.
-Parece una persona bastante…especial – definí encogiéndome entre hombros.
-Lo es – coincidió Renesmee – es mi amiga la humana, así la llama tía Rose.
Cuando llegamos a la mansión blanca que recordaba. Entramos y respire profundamente, captaba un ligero olor incomodo, pero nada demasiado desagradable como un tiempo atrás. Pasamos directamente a la cocina, allí estaba Esme, quien se alegro mucho al verme. Alice apareció un segundo después en la cocina, me saludo entusiasmada y algo sorprendida.
-Pues debo decir a tu favor que ya no apestas, al menos no tanto – dijo la duende Cullen.
-¿Se supone que debo agradecer eso? – dije con sarcasmo riéndome.
Estaba acostumbrado a sus bajas temperaturas y sus olores ya habían dejado de molestarme demasiado, me sentía bastante cómodo allí. Me agrado que nadie me preguntara que se debía mi reaparición. Esme estaba cocinando una pizza, para la cena. La comida favorita de Nessie. Alice y Esme conversaban con Nessie mientras Jacob y yo hablábamos, pero entonces Nessie dijo un nombre que capto mi atención por un momento.
-Nahuel traerá a Line a cenar, abuela.
-Sí, Alice me ha dicho – respondió Esme sonriente – sabes que estamos encantado de que nos visite.
Conocería a la famosa Line.
-Quiero hablar contigo sobre algo – le dije a Jacob por lo bajo aun sabiendo que las 3 vampiras escucharían. Pero estaba sumergido en mi conversación.
Frunció el ceño al escucharme - ¿Pasa algo malo? ¿Todo está bien?
-No – lo tranquilice – todo está bien, supongo. Es sobre algo que paso anoche, en el baile…
-¡Ha llegado! – salto Alice haciéndome pegar un salto y haciéndome perder el hilo de mi conversación. Un segundo después solo vi como desaparecía en un parpadeo.
-Te presentare a Line – prometió Renesmee – se que se llevaran bien. Solo no la trates como humana – rio al ver mi cara de desconcierto – Vale se que lo es, pero toma todo este rollo con bastante naturalidad. No te sorprendas – advirtió.
Solo me dedique a asentir.
- Ire por ella. ¡Muero de hambre! – soltó Renesmee desapareciendo también como un borrón.
Esme solo rio por lo bajo y se giro para mirar el horno.
-¿Qué paso anoche en el baile? – Insistió Jake.
Fruncí el ceño – Creo que deberíamos hablar luego, va para largo y ahora ha llegado la amiga de Renesmee.
- ¡La cena esta lista! – la escuche decir a lo lejos - ¡Comeremos Pizza! ¡Ya nos la quitaste toda la tarde! ¡Luego siguen con sus mimos par de tortolos! ¡Muero de hambre! – pasado un minuto escuche como entraban a la cocina, estaba de espaldas a la entrada de la cocina. Ness tomo haciendo junto a Jacob de nuevo.
Al pasar de un par de segundos escuche la voz que menos esperaba y que altero los latidos de mi corazón instantáneamente – Hola – saludo la visita y sin poder contenerme, voltee para verla. Para asegurarme que no me equivocaba.
Caroline…Line…
Era ella, su belleza me deslumbro por completo, tan solo traía unos jeans, una camiseta lila y un abrigo negro, y su cabello recogido en una coleta que dejaba mechones rebeldes enmarcando su rostro. Sencilla pero hermosa. Ella se vería hermosa con cualquier cosa, de eso estaba seguro. Solo pude mirarla sintiendo las palabras atoradas en mi garganta, me abrumaba toda la avalancha de sentimientos que me hacía sentir el solo tenerla cerca, solo quería ponerme de pie y estrecharla contra mí y sentir de lleno su cálida temperatura.
Caroline noto mi presencia y sus ojos se abrieron notoriamente, se veía muy sorprendida de verme allí, yo también lo estaba pero no podía sentirme más feliz con esa loca casualidad. Corrección, no creo en las casualidades. Ella ahora era mi único destino.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~'
Hola chicas aqui la segunda parte de este capi extra, que se extendió hasta tres partes por lo largo que salio todo, la publico orita mismo c: y se que el capi no es la bomba pero creo que para que entiendan algunas cosas es necesario, para que sepan que sintio Seth y todo el rollo, blah blah blah :P espero sinceramente les guste aunque sea un poco.
Nos leemos en el siguiente
Las quiere
Caro'S'R.
PD: Lau* sabe porque la "S" hahaha :3
5 Palabritas que me inspiran :):
Hola Caro y el capitulo esta genial por supuesto asi que no desmerites tu trabajo, ademas de que nos deja ver todo lo que sintio Seth al imprimarse de Caroline y al verla nuevamente en la casa de los Cullen, siempre es interesante ver los sentimientos desde ambos lados.
Besos
Te adoro amiga!!!
Amo entre terceros!!!
sigue asi!!!!
besos
me encanto demasiado top :) si no ubiera sido por face. no me entero q publicaste el cap 2 y 3 :) ya que ayer como a las 11 de la noche mire y no habia nada... wiiiii ahora a leer el cap 3
que lindooooo ... no esperaba menos de tiiii ... y me encanto que publicaste el 2 y el 3 altiroo ahora ya tengo otroo que leer ajjaajaj ... cuidate mona hablamos adiosin
wow caro me facino el capi, me alegra mucho que seth haya vuelto a la normalidad con su familia y amigos, me facian la historia, pero insisto en que me gustaria mas que caroline se quedara con nahuel es el hombre perfecto, perdon por no leerte antes pero e estado un poquito ocupada y no e tenido tiempo, espero estes muy bien
besos
Publicar un comentario