POV
Caroline.
Sonreí enternecida
y aspiré profundamente su perfume natural, mientras
ejercía fuerza en mi abrazo.
– Fui un
idiota – murmuró en mi oído.
– Yo una
histérica – admití también en un murmullo.
– Mala
combinación – dijimos los dos al
unisono y nos reímos como dos tontos,
como siempre, muy natural.
Estar con
él era muy fácil, incluso perdonarlo y pedirle disculpas, lo era, aun tomando
en cuenta que yo era mala para decir lo siento en algunas ocasiones.
Nos
quedamos en silencio hasta que nuestras breves y débiles risas se apagaron.
Sentí una especie de culpa dar una punzada en medio de mi pecho, de repente me
sentía incomoda en sus brazos, como si una fuerza se ejerciera sobre mi cuerpo
y me halara hacia atrás. Estaba a punto de separarme de él guiada por la
sensación, pero una voz irrumpió en mis planes.
– Nahuel, basta – escuché la voz masculina, en un tono bajo, con una
advertencia impregnada del
padre de Renesmee.
Por puro impulso aquello, me hizo abrazarlo con más
fuerza. Un segundo después, deje de abrazar a al aludido y me gire sobre
mis talones para comprobar que si era quien yo creía que era, y en efecto,
Edward, era quien había hablado. Me pregunté a que se debía su tono y
lo observe confundida, esperando a que Nahuel respondiera algo, o el dijera
alguna palabra que me hiciera entender la situación, pero nadie dijo nada. .
Edward
miraba fijamente a Nahuel, con el ceño fruncido, era una mirada reprendedora,
casi amenazante. Giré mi rostro para encarar a mi novio y
preguntarle que estaba pasando, pero el ni siquiera era consciente de la mirada
fuerte y intimidante del vampiro. El tenía su mirada fija en el lado opuesto,
pude jurar que ignorándolo. Seguí su mirada y me encontré con la de Seth, quien
estaba parado, con las manos vueltas puños, tras el sillón donde
anteriormente habíamos estado sentados. Tenía el ceño fruncido y
miraba de la misma forma asesina que lo hacían los otro dos, a Nahuel.
El nos
había visto… y por alguna razón que desconocía no me gustaba ese hecho.
Un escalofrío recorrió mi espalda. Estaba en medio de un vampiro, un semi vampiro y un… – no sabía
qué rayos era Seth, pero también era inmortal – y se estaban mirando como
si quisieran asesinarse.
No
entendía absolutamente nada ¿Qué demonios estaba pasando allí? ¿Un juego de
quien parpadea primero? De repente fui consciente de lo tenso que se había
tornado el ambiente y guiada por la confusión, y para qué negarlo, un poco de
miedo, tome el brazo de Nahuel y lo hale para que me mirara, parecía una niña
pequeña pidiendo atención. No lo logré.
Subí un
escalón y con mi inútil fuerza, la cual no podría moverlo si él no dejaba, lo
hale en mi dirección, con intenciones de llevarlo conmigo. Me sentía nerviosa y
no entendía nada así que decidí huir del lugar, pero algo me decía que dejar a
Nahuel allí no era una buena idea. Por fin, después de dos intentos y un –
Nahuel muévete – con un tono que sonó a orden y súplica mezclados, se dejó mover, y
empezó a subir las escaleras tras de mí, yo no me atreví a soltarlo hasta que
estuvimos en la planta de arriba, lejos de las escaleras, en el pasillo.
–¿Qué
carajos fue eso? – pregunté nerviosa, mirándolo de frente, para que no
se atreviera a mentirme y me explicara.
Tardo un
par de segundos en responder – Nada.
Ok, su
respuesta no había aclarado nada. Me cruce
de brazos y clave mi mirada más intimidante en el…Lo sé, era una completa
idiota por tratar de intimidar a un vampiro que me llevaba un siglo de vida y
además, tenía un don que podía hacerme flaquear en cualquier momento, pero nada perdía con intentar.
El
mantuvo su mirada firme en la mía, obviamente mi intento de hacer que hablara
era vano. La mala suerte de ser una simple chica de 16 frente a un vampiro
de 157.
– No vas a
decírmelo ¿verdad? – reproché con un suspiro, dejando de mirarlo
fríamente.
– No fue
nada - insistió curvando sus labios en una media sonrisa, pero yo lo conocía
demasiado, estaba tratando de distraerme – Vamos – murmuró tomando
mis brazos entre sus manos, deshaciendo mi posición, me deje hacer. – recién acabamos de perdonarnos y ¿quieres
volver a discutir? – preguntó alzando una ceja, mirándome muy de cerca.
Estúpidos
efectos que tenía sobre mí, los odiaba y amaba a la vez. Me convenció de dejar pasar el tema… por el momento.
Suspiré rendida
y tome su mano, automáticamente nuestros dedos estuvieron entrelazados al instante – No, no quiero ya ha sido suficiente por hoy –
admití y el sonrió triunfante – por ahora – advertí haciendo que la sonrisa
desapareciera notoriamente, yo solo me reí y me con mi mano libre me apoye en
su hombro, para luego ponerme de puntillas y dejar un casto beso en sus labios,
ahora muy fríos.
Su mano
libre sostuvo mi cintura y ejerció fuerza, subiéndome, dejándome a una mejor
altura, justo frente a su rostro, y finalmente abrazándome a él. Nuestras
frentes unidas, nuestras narices tocándose…me sentía muy bien con él, sin embargo, no entendía porque algunas veces me sentía
extraña.
Ambos
sonreímos, mirándonos. No fui consciente de quien acorto a distancia
que separaba nuestros labios, solo fui consciente del momento en que sus labios
capturaron los míos. Yo simplemente me deje hacer y le correspondí
inmediatamente, cerrando los ojos por reflejo.
No sé
cuánto tiempo estuvimos besándonos en mitad del pasillo sin vergüenza alguna,
solo supe cuando dejamos de hacerlo, en el momento que mi móvil vibro de nuevo
en mi bolsillo, trayéndome de nuevo a la realidad.
La
intensidad de beso bajo rápidamente y se separo de mi no sin antes dejar otro casto beso sobre mis labios y dedicarme una mirada fingidamente molesta,
con el ceño fruncido y un puchero que suponía de ser un gesto infantil, pero se
vio más extraño que todo, haciéndome reír.
– Ya déjate
de payasadas – dije riéndome de su
expresión – bájame, Melanie es aun
mas histérica que yo, tengo
que ponerle a las chicas al telefono ó me matara, – me dejo de nuevo en el suelo y
yo busque mi móvil. Conteste
al tiempo que corría y abría la puerta de la habitación donde se encontraban
mis hermanas.
– ¿Aló? – hablé tratando
que mi voz se escuchara tranquila.
– ¿Por qué tardaste tanto en contestar?... tengo un raro presentimiento
sobre esto, Caroline. Pon a alguna de tus hermanas al teléfono, ahora – ordenó.
– Ok aquí
están, deja te paso a Camila – solté más alto de lo debido para que las chicas
entendieran que estaba pasando, mientras entraba a la habitación. Mis
hermanas me miraron con los ojos como platos y seguidamente compartieron una
mirada nerviosa entre ellas.
– ¿Qué le
vamos a decir? – preguntó Karen en un susurro casi inexistente.
– Síganle
la corriente – respondí del mismo modo, alejando mi móvil de mi oreja y
entregándoselo a Camila, ya me encontraba sentada en la cama, frente a ellas.
Ella se
negó a tomarlo durante un momento, mientras yo se lo ponía entre las manos dejar de atrasar la puesta en escena, a ese paso Melanie se regresaría esa
misma noche a Forks, era muy paranoica y esta vez, tenía razón.
– ¿Camila? – se escuchó la voz
de mi tía interrumpir nuestra discusión de miradas.
– Habla – pedí en un susurro colocándole el teléfono en el oído, dejándola sin escape.
Por fin
tomo el celular en su mano, apartando la mía y cerrando os ojos tras una
respiración profunda hablo, con un tono natural, agradecí sus dotes de actriz.
– ¿Melanie?
Sí, soy Camila…mmm, estamos bien – respondía mirándome, preparándose para que
el cualquier momento yo tuviera que decirle algo que no dañara fuera cual fuera
la mentira que había dicho – Si… – frunció el ceño – el señor Swan ha sido muy
amable – el entendimiento se reflejo en sus ojos y yo simplemente asentí e hice
una seña con mis manos para que simplemente le siguiera la corriente – Claro
tía, no tenemos seis años – rodólos ojos – Karen esta aquí a mi lado, ya te
la pongo – paso el teléfono a Karen, quien también nos miraba atentas.
Tenía su
mano alzada en dirección a Carlisle, este estaba sacándole la intravenosa en
ese momento – estoy bien – dijo y modio su labio inferior para contener su
quejido al ser sacada la aguja de ella y luego limpiaba con un algodón, para
finalmente colocar una curita pequeña – mañana estaremos en casa a primera
hora, lo prometo. No te preocupes, sabes que cuidare de ellas…si lo sé, ellas
cuidan de mi ¿Cuántas veces has dado este discurso, Melanie? No es la primera
vez que estamos solas o nos quedamos en alguna casa… si, nosotras a ti. Buenas
noches – y colgó.
Las tres
soltamos un largo suspiro de alivio en ese momento.
– ¡¿Estás loca?! – me regañó Karen molesta.
– Lo siento – me encogí entre hombros –
he corrido por las escaleras para llegar a tiempo y que no sospechara nada –
medio mentí.
– ¿Corriste? ¿Tan lejos estabas? – Me reto
Camila – seguramente estabas tonteando con tu… - suspiro – con esa cosa –
murmuró mirando fijamente al frente, me volví y Nahuel estaba recostado a la
pared, junto a la puerta.
Al escuchar las palabras de mi hermana,
frunció el ceño, vi que tenía intenciones de salir del lugar pero lo detuve.
– No,
Nahuel. no te vayas – pedí,
queriendo poder decirle que situaciones como esas vendrían en abundancia, que
teníamos que ser perseverantes si queríamos que algún día mis hermanas lo
aceptaran o al menos se resignaran.
El se
volvió hacia mí y pude jurar que leyó mi mente, dudo por un segundo y volvió a
su antigua posición. Medio sonreí satisfecha.
Me volví
en dirección a Carlisle quien estaba retirando todo lo que tenia montado para
la transfusión de sangre de Karen – Carlisle – lo llamé,
captando su atención, alzo la mirada en mi dirección – Quiero darle las
gracias, se ha tomado las molestias con todo este problema, de verdad lo
agradezco. En nombre de las tres – aclaré mirando a Camila de reojo
para que no fuera a decir alguna tontería, ella se mantenía cruzada de brazos –
disculpe las molestias y bueno el que Camila sea algo difícil – la excusé.
– Lo sé -
me tranquilizo – su confusión y miedo es más normal de lo que crees – su tono
fue conciliador, mire a mi hermana y ella se mantenía simplemente mirando en
otra dirección, como si nos ignorara – No agradezcas, ustedes son familia de
Alice y nosotros protegemos a la familia, humana o no – sonrió y me transmitió
una sensación de comodidad y seguridad increíble, pero más que todo
tranquilidad – Además, eres la mejor amiga de mi nieta, no podía permitir que
algo malo le pasara a alguna de tus hermanas.
Sonreí –
Muchas Gracias – repetí – ¿Pero quisiera saber que fue todo lo que hizo?
– Transfusión
de sangre, y unos cuantos puntos en la mordida, le quedara la marca pero
supongo que eso no le importara comparando el hecho de que pudo haber muerto – explico
mirando esta vez a Karen.
Ella
simplemente negó eufóricamente con la cabeza. Yo por mi lado, sentí una punzada
en el estomago y asentí.
– Ella está
bien ahora – aseguró – perdió mucha sangre, pero se recuperara,
se cura relativamente rápido…
– Me alegra
mucho escuchar eso – dije mirando el hombro vendado de Karen.
– Por otra
parte, Camila está en perfectas condiciones, solo fue un desmayo – antes que
pudiese decir más, dio un paso atrás y tomo sus cosas – Descansen – nos
aconsejo y rápidamente salió de la habitación.
– ¿Cómo es
que no le afecta la sangre? – preguntó Karen en tono bajo, tal
vez creyendo que asi no la
escucharían.
Sonreí – Les he
dicho que ellos son diferentes – recordé – el es doctor, atiende a humanos y no
los mata, los ayuda – miré a Camila – es un hombre
muy amable y compasivo, al cual no deberían mirar con malos ojos.
– Yo no lo
hago – me aseguro Karen – en realidad no miro mal a nadie en esta casa, no los
conozco pero no me pidas que vea con buenos ojos tu relación con Nahuel…
– No te
pido eso, pero tampoco me pidas que tome en cuenta tu
opinión, Kar…
– Nuestra
opinión no importa, genial – murmuró Camila ahora mirándome.
– Saben que
sí – repliqué – pero se que están equivocadas, luego lo entenderán… y ya dejemos el
tema ¿vale? No quiero discutir, dejemos eso para mañana, cuando estemos en casa
– pedí - ¿Cómo se sienten? – pregunte dando por terminada la pequeña discusión
que empezaba.
– Bien –
respondió Karen – duele un poco, pero es soportable.
– Yo estoy
perfectamente, tal y como dijo el doctor – respondió también Camila, y me
sorprendió que se refiriera a Carlisle con tanto respeto, pero me agrado.
Asentí
sonriéndoles – Descansen, chicas – les pedí poniéndome de pie.
– ¿A dónde
vas? – soltó Camila.
– ¿No
dormirás aquí? – inquirió Karen.
– Sería muy
incomodo, dormiré con Carlie en otra habitación, tranquilas – invente.
Ambas se
quedaron en silencio, no muy de acuerdo con lo que decía. Me gire sobre mis
talones y Nahuel aun estaba allí, mirándome, completamente callado, camine
hacia él y sin importarme si mis hermanas entraban en histeria, tome su mano y
me volví hacia ellas – Buenas noches – y sin más, Nahuel me abrió la puerta y
salí seguida de él.
– Ellas
están odiándome en este momento – dijo a mis espaldas, con tono burlesco al
cerrar la puerta.
Sonreí girandome para mirarlo – Tienen que acostumbrarse, después de todo
no tienen que quererte, solo resignarse – me encogí entre hombros.
– Solo me
importa que tú me quieras – admitió y se acerco a besarme. No pude reprimir mis
deseos de abrazarlo.
- Y lo hago
– respondí. El me estrecho con más fuerza entre sus brazos.
Pasaron
alrededor de dos minutos en los cuales estuvimos en completo silencio, cómodo.
Acomodé mi mejilla en su pecho y cerré los ojos. Bostece ampliamente, mis ojos
se llenaron de lagrimas y sentí mi cuerpo entero débil, estaba muy cansada,
había sido un día muy movido y emocional.
– Necesitas
descansar – dijo el cerca de mi oído – a penas puedes mantenerte de pie – Iba a
responder, pero las palabras quedaron atoradas en mi garganta gracias al jadeo
que solté cuando él en un parpadeo me tomo en brazos.
– ¡Hey!
– Te
llevare a descansar – me explico sonriendo.
– Ok, eso
lo entiendo pero ¡tengo pies! – me quejé cuando empezó a caminar.
– Como olvidar
las constantes quejas de mi terca y querida novia humana – dijo entre dientes,
sonriendo, burlándose de mí.
Golpeé
juguetonamente su pecho y sabiendo que no lograría hacer que me dejara caminar,
me aferre a su cuello - Como olvidar los subidones de adrenalina de mi
insufrible y querido novio medio vampiro – musite, cerrando los ojos con una
sonrisa tonta en la cara apoyando mi mejilla en su hombro, me quedaría dormida
en cualquier momento – ¿A dónde se supone que me llevas?
– Mi
habitación, allí estarás más cómoda.
Me deje
hacer y cerré los ojos – ¿A qué hora te irás? – murmuré soñolienta.
– Al
amanecer.
– No te
vayas sin despedirte – pedí.
– Descansa–
dijo con tono dulce.
Sentía el
movimiento de sus pasos, pero deje de ser consciente de ello un par de segundos
después. Estaba más cansada de lo que había pensado.
…
Me gire sobre la superficie plana y blanda,
quedando boca arriba en una posición más cómoda. Estiré mis brazos y piernas, con pereza. Escuché una risa a lo lejos.
– Voy a echarte tanto de menos – seguí
escuchando lejanamente y fruncí el ceño por la interrupción a mi descanso – mi
frágil y loca humana… – algo frio toco mi frente y luego mis labios – te amo –
la inconsciencia me envolvió de lleno y no pude captar el significado de todo
lo que escuchaba, simplemente volví a sumergirme en mi delicioso sueño sin
prestar atención a nada más.
…
Estaba enrollada cómodamente entre las
sabanas, hacia frío, pero no demasiado, era el ambiente perfecto para un descanso pleno.
Mi mejilla se acomodo en la almohada y sonreí de pura satisfacción y comodidad.
– ¡Caroline! – escuché mi
nombre lejanamente… lo ignore y me encogí aun mas entre las sabanas – ¡Caroline
Alisson! – insistieron pero esta vez, reconocí la voz… era la voz de… imposible...
– ¿Mama? – solté sorprendida, abriendo
los ojos de sopetón, seguidamente, sentándome en mi cama y mirando alrededor,
completamente aturdida.
Visualicé mi habitación, con paredes
rosadas, mis mesitas de noche color caoba, mi ventana a una esquina abierta de
par en par, mi closet, mis afiches de mis cantantes favoritos en mi niñez…
estaba en mi antigua habitación, en Seattle.
¿Qué estaba haciendo allí?
– ¡Mi vida, baja a desayunar! – volvió a
llamarme y con mis piernas temblando, busqué a un lado de la cama mis
pantuflas verdes de peluche. Las mire extrañada, las había perdido durante mi
mudanza a Forks…mire el resto de mi vestimenta, mi pijama blanca con estrellas
estampadas.
Bueno, al menos eso si era
normal, era una de mis pijamas favoritas.
Con todo mi cuerpo temblando me puse de pie y
camine hacia las escaleras, las baje cautelosa, como si en cualquier momento
fueran a desaparecer y esperando que fuera a voz de tía Melanie la que había
escuchado y no me estar volviéndome loca…
– ¡Se van a enfriar! – volvió a llamarme y
sentí la realidad golpearme, era su voz, resonando en casa, tal como recordaba.
Las lagrimas no se hicieron esperar y
llenaron mis ojos de lleno, tenía el corazón atiendo a mil por hora mientras
corría en dirección a la cocina, siendo guiada por la voz. Cuando estuve allí,
mi corazón se detuvo por unos segundos. Parpadeé muchas veces, procesando,
sin poder creer lo que veía.
Me estaba volviendo loca... bienvenida seas locura.
Estaba mama, con ese delantal rojo que usaba
por las mañanas, su cabello negro recogido en una cola de caballo y con sus
mejillas sonrojadas adornando su dulce sonrisa. Sonreí emocionada. Miré el resto
del lugar, y también visualicé a papá sentado en la mesa del
comedor, y mis hermanas comiendo a su lado, ellas parloteaban y el leía el
periódico, usaba una de esas grandes camisas que yo solía usar en los días
fríos, y sus antiguos anteojos de lectura.
Sonreí más ampliamente, hasta sentir doler
mis mejillas, pero era el dolor más placentero que había sentido en mucho
tiempo. Frente a mí, estaba el cuadro perfecto, ese que yo había añorado
durante tantos años, por fin lo estaba viendo.
– Siéntate a desayunar, Carol – dijo papá
mirándome entre sus anteojos – se hace tarde para ir al instituto – me dedicó una
media y cálida sonrisa que estrujó mi corazón.
Aquello era tan irreal y yo solo podía
llorar, completamente en shock y emocionada hasta niveles inimaginables
– Claro – dije simplemente mientras intentaba
limpiar mis lágrimas con mis manos, pero era en vano, mi llanto no se detenía –
¿Qué hay de interesante en el periódico? – pregunté con voz contenida, como
solía hacerlo de niña.
– No mucho – me conto – lo típico, accidentes,
farándula y política – suspiró fastidiado – ¿Por qué lloras? – preguntó esta vez
mirándome preocupado.
– De felicidad – dije sincera y el sonrió
extrañado.
– Tienes una rara manera de demostrar tu
felicidad – se rió y el recuerdo de ese sonido, había sido pobre hasta ese momento – pero
mientras seas feliz, es todo lo que importa – se encogió entre hombros y volvió
su vista a la lectura.
– Lo soy – susurré – ahora,
más que nunca.
– Line, se hará tarde – me habló Camila,
quien también se veía feliz, lo
decía la sonrisa que estaba estampada en su cara.
– Siéntate de una vez – la siguió Karen
mientras devoraba su desayuno.
Di un paso al frente para obedecer lo que me
decían, no me había dado cuenta que me había quedado clavada en el lugar ¿Qué
demonios estaba haciendo? Tenía que aprovechar ese delirio al máximo.
– Un momento pero primero quiero hacer algo –
miré a mi madre, se encontraba tras el mesón mirándonos, sus ojos brillaban,
también parecía feliz.
Sin pensarlo demasiado corrí a abrazarla, sus
brazos me rodearon y solloce sin control al sentirla cerca de mí, sintiendo el
alivio abrigar mi corazón.
– Tranquila, mi niña – me susurró con su
voz dulce.
– ¿Cómo es que están aquí? – pregunte como
tonta unos segundos después.
– Siempre tan curiosa – rió por lo bajo y sonreí entre lágrimas sin poder evitarlo, adorando el sonido.
– No he cambiado demasiado durante este tiempo,
solo me he hecho un poquito más fuerte y he aprendido a estar sin ustedes, lo
que no aprendo es a dejar de extrañarlos…
– Siempre estamos contigo, nunca nos hemos ido,
mi vida.
Sollocé - Los extraño tanto – se
separó de mi y tomo mi rostro entre sus manos, con delicadeza, sus cálidos
dedos limpiaron mis lagrimas, los suyos estaban vidriosos y me sonreía, conocía
esa sonrisa, la que decía que tendría que aceptar los hechos, solía usarla
mucho cuando armaba berrinches años atrás.
Escuche unas risas, y me gire a ver a papá, el reía
mientras hablaba con las chicas – Esto es perfecto – murmuré con
adoración.
– Nada es perfecto – habló mama,
esta vez acomodando mi cabello tras mis orejas – las cosas no siempre son tan
buenas como parecen, a veces el mal se esconde tras el bien.
– ¿Qué quieres decir, mama? – cuestioné sin comprender.
Acarició mi mejilla – Las
palabras están llenas de intenciones, buenas o malas, la mirada es el lenguaje
de la verdad.
Fruncí el ceño – Mama…
– Te
amamos, Caroline – dijo sonriendo cálidamente – pero solo recuerda que no todo
lo que brilla es oro, mi niña. Presta
atención al piso en el que caminas.
…
Un rayo
de luz dio directo en mi rostro, la claridad me aturdió y la inconsciencia le
abrió paso a la realidad, una muy fría y dolorosa. Abrí los ojos de golpe,
encontrándome con el techo, pero apenas podía verlo las lagrimas
obstaculizaban mi visión, y el dolor creciente en mi corazón me desgarraba sin
anestesia alguna. Sollocé odiando ese momento, odiando la realidad,
odiando con todas mis fuerzas haber despertando.
– Tranquila,
cariño – la voz de Alice interrumpió mi momento de odio hacia todo ser viviente
e inanimado.
–Maldición – solté
girándome y clavando la cabeza en la almohada, llore dúrate un rato mas, en el
cual Alice guardo silencio, hecho que agradecí – Lo siento – dije apenada
con voz pastosa – Tuve un sueño – expliqué un momento después cuando
logre calmarme y dejar de sollozar – tan perfecto – dije esta vez más bajo, mi voz
se quebraba – No quería despertar…
– Lo
entiendo – dijo con tono t ranquilizador – te ha afectado mucho…
¿quieres hablar de ello?
Analicé su
pregunta y mis deseos, y finalmente dije un – No, gracias Alice – no quería
marearla con mis dramas – Solo te diré que la realidad es una porquería
– comenté girándome, para mirarla, me parecía grosero
darle la espalda y aunque quería estar sola y hundirme en mi añoranza y rabia,
sabía que ella estaba allí con las mejores intenciones.
Ella solo
sonrió cálidamente – Por más que lo sea, es lo que tienes que vivir. Así que
llora todo lo que quieras ahora y luego vas te duchas y vuelves a sonreír, esa
sería la Caroline que yo conozco.
Medio
sonreí y sorbí por la nariz – Gracias, Alice… pero creo que ya llore lo suficiente
– suspiré cansinamente
– solo fue un sueño – dije mas para mí que
para ella, tratando de convencerme. Me senté en mitad de la cama y mire a mí
alrededor. La habitación de Nahuel.
– Demonios – murmuré al darme
cuenta de algo – ¿Dónde está Nahuel?
– Se ha ido
hace unas horas – afirmó lo que yo me imaginaba.
– Se fue
sin despedirse – me quejé y fruncí el ceño – Genial, alguien más a
quien extrañar – bufé – registrare este como uno de mis peores
despertares.
– Se
despidió, pero estabas profundamente dormida – lo defendió – dijo que le enviaras
un texto al despertar.
– Está bien, gracias por avisarme Alice.
Ahora dime... ¿Cómo están mis hermanas?
– Bien, se
han despertado hace un rato. Esme les preparo desayuno…
– ¿Comieron? – dudé sorprendida.
– Aùn no. Están esperándote.
Sonreí
avergonzada – Gracias, Alice. Mil gracias.
– No es
nada, son mis sobrinas y debo cuidarlas – se puso
de pie de un salto – les he dejado unos conjuntos, de los que les compre hace
días – sonrió – y Karen los amo y seguro Camila igual, solo que es más seria, ya
sabes… – le resto importancia como si la conociera de toda la vida.
– Eran
preciosos, seguramente le encanto – sonreí ante su
ánimo.
– Sí, he
visto que se verán preciosas – dijo orgullosa de sí misma – ahora tu,
tienes que ducharte y ponerte algo cómodo, tengo el vestido perfecto…
Rodé los ojos
y suspiré contiendo una sonrisa, rendida – Muéstralo.
Sonrió
ampliamente – Esta en la habitación de Ness, ven conmigo – me tendió la mano y
la tome sin dudar, nuestras temperaturas contrastaron, como siempre, pero no
le preste atención.
Técnicamente
me arrastro hacia la habitación de Carlie. Una vez frente a la puerta me soltó
– Esta sobre la cama, tu cepillo de dientes y neceser en el baño.
Alcé una ceja
– Has saqueado mi casa de nuevo ¿verdad?
– Era
necesario – admitió con sus facciones alegres, como siempre – ahora, estaré
abajo, cualquier cosa ¿ok?
Asentí – Gracias.
– Deja de
decir eso – dicho eso, desapareció como un borrón. Esa vez, no me
aturdí simplemente sonreí y entre a la habitación.
Karen estaba parada junto a la ventana, concentrada en el exterior. Camila se encontraba su lado, ambas cuchicheaban algo y se
callaron al notar mi presencia. Quise tener el oído de un vampiro en ese
momento.
Ambas
estaban vestidas con la ropa que Alice había comprado para ellas. Karen con una
blusa a blanca, con detalles dorados, era larga y holgada y convenientemente
dejaba su hombro descubierto, tenía puestos unos shorts de jeans oscuros y unas
zapatillas doradas, su cabello estaba recogido en una bonita trenza ladeada.
Camila por su parte, usaba una camisa negra de lycra y una falda hasta la
cintura que reafirmaba su menuda figura, con manchas en forma de flores,
moradas, salmón, rosas, y algunas color mostaza, le llegaba un poco más arriba
de las rodillas, unas sandalias negras sencillas pero lindas, su cabello estaba
suelto con sus ondas naturales rebeldes. No era muy su estilo pero se veía
preciosa, ambas lo estaban.
– Buenos
días – saludé sonriente – ¿Cómo amanecieron?
Ambas me
miraron – Perfectamente ¿y tú? – respondieron en unisonó.
– Bien– me
encogí entre hombros – iré a ducharme y hablamos ¿vale? – di un paso atrás
dispuesta a ir al baño cuando Camila habló.
– ¿Estuviste
llorando?
– ¿Qué
paso? – soltó Karen, ambas se acercaron a mí.
– Calma – pedí
alzando las manos al aire para que se detuvieran – soñé con mama y papa – expliqué y ellas
entendieron al instante – tenia años sin soñar con ellos tan nítidamente y me
afecto, todo está bien.
Asintieron
y no dijeron nada mas, cuando yo hablaba de ellos, ellas se quedaban calladas,
como si no quisieran hondar en el tema, sabía que nos lastimaba a las tres.
– Ve a ducharte – Karen rompió el silencio.
Fui al baño dispuesta a darme una larga ducha
que me quitara todo el peso que sentía sobre mí a penas al inicio del día…
Una vez
estuve duchada y vestida con el bonito y no tan sencillo vestido amarillo y
unas lindas sandalias rojas que Alice había dejado para mí. Cepillé mi cabello
frente al espejo y me hice una descuidada coleta.
– ¿Ya nos
podemos ir a casa?
– Si te
sientes bien – respondí a Karen y ella asintió – podemos irnos, entonces. Tenemos que
estar allá antes que Melanie llegue.
– Llegara
por la tarde y son a penas las nueve – dijo mi otra hermana.
– Perfecto.
“Nada es perfecto. Las
cosas no siempre son tan buenas como parecen, a veces el mal se esconde tras el
bien.” – Fruncí el ceño al escuchar las palabras de mi madre retumbar en mi mente.
– ¿Aun estas enfadada? – preguntó Camila.
– No estoy enfadada – aclaré – solo
me altere y por eso discutimos, pero no me voy a enfadar con ustedes si no
quieren aceptar todo esto, pero obviamente si les pido que guarden el secreto y
respeten mi posición.
– Yo no los delataría, ellos me han salvado la
vida.
– Lo sé, Karen. Como también sé que esto no te
agrada del todo.
– No es que no me agrade, es decir, no me
encanta pero tampoco me molesta demasiado, no sé, estoy muy atudida ahora.
– Yo lo estuve por días, pero
finalmente termine aceptándolo, son buenas personas – remarqué mi
última palabra.
– Son muy amables – cometo
Camila para mi sorpresa – la pequeñita nos ha vestido y un desayuno nos espera abajo, a pesar
de todo lo que he dicho ellos siguen siendo cálidos – frunció el ceño – no
entiendo…
– Así son ellos – afirmé – créeme
que si tan solo te permitieras ver mas allá, te agradarían…
– Como sea – volvió a ponerse a la
defensiva – yo tampoco los delatare, tengo algo de sentido de agradecimiento en
mi sistema, así que soy una tumba.
Sonreí satisfecha – Todo irá bien, al menos
hemos logrado ponernos de acuerdo en algo.
Luego de dar por sellado
nuestro acuerdo, bajé con mis
hermanas quienes ya se sentían lo suficientemente seguras para bajar y
enfrentarlos a todos. Bajaron las escaleras tras de mí, Camila estaba pendiente
de Karen quien aseguraba que no necesitaba ayuda.
– Buenos días – saludé a todos llamando su
atencion, cuando pise el último escalón, toda la familia estaba reunida en la
sala.
– ¿Caroline? – escuché la voz
de Carlie, la vi entrar a la sala con paso apresurado a la sala, tras ella
venia Jacob, quien solo llevaba unas bermudas color marrón, del resto estaba
semi desnudo y descalzo, igual estaba dos chicos tras él, en las mismas
condiciones, también morenos, musculosos y altos. Me sorprendí a mi misma
decepcionándome al no ver a Seth.
Los miré
confundida ¿Por qué andaban semidesnudos? pero no tuve tiempo de preguntar qué
era lo que ocurría, porque unos brazos me rodearon con fuerza y una ráfaga de
viento choco contra mi cara, quede aturdida por unos segundos pero correspondí
el gesto.
– ¿Cómo te
sientes? – Preguntó Carlie.
– Bien –
respondí sinceramente – ¿te lo han contado todo?
– Si – dijo
separándose de mí y mirándome con una sonrisa apenada – he escuchado todo,
llegue hace un rato. Anoche me quedé en la Push, mis padres no
me han dejado salir de allí – explicó y esta vez miro a mis hermanas – y de verdad
siento lo que paso chicas, me alegra mucho que Karen este bien y que Alice allá
llegado a tiempo.
– Gracias – dijeron
ambas.
– Espero que
dejen de pensar tan mal de nosotros con el tiempo…
– No
pensamos mal – contradijo Karen – necesitamos tiempo…
– Eso es lo que sobra – aseguro mi mejor amiga – Pero bueno, les
presento a mi familia, oficialmente – se giró y fue señalándolos uno a
uno a medida que los
presentaba – mis tíos, Emmett – el alzó la mano
en forma de saludo y mis hermanas lo respondieron tímidamente – Rosalie, mis padres,
Edward y Bella, y sé que ya conocen a mis abuelos y mis tíos Jazz y Allie… y el
¿recuerdan a Jacob? – mis hermanas asintieron y mi amiga sonrió – los que
vienen descamisados también, son Quil y Embry… y Charlie que obvio ya lo conocen, bueno, no es mi tío, es mi
abuelo.
– Hola – dijo a todos, Camila, incomoda.
– Y mmm…
Gracias por todo – siguió Karen.
Carlie
sonrió satisfecha al ver que las chicas no mostraban repulsión ante sus seres queridos.
– Bueno… –
intervine para que mis hermanas dejaran de sentirse en el ojo del huracán – ¿Hay
novedades? – pregunté.
– Sí –
respondió Jasper – tenemos que hacer un par de acuerdos, si quieren estar a
salvo.
Asentí y
termine de bajar las escaleras mientras me acercaba a ellos – Claro, lo que sea
¿Qué tenemos que hacer?
– Oh, oh – escuché un susurro a mis espaldas y vi que Renesmee miraba a mis hermanas con una sonrisa
divertida. Karen miraba a Carlie igualmente confundida y Camila tenia la mirada
fija en otra dirección… la seguí, y recaía sobre uno de los chicos que
acompañaban a Jake, el que si mal no recordaba era Embry.
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Holaaa amores! estoy de vuelta! se que me tarde, estaba enferma, y bueno no me dejaban tocar una pc ._.' pero ya estoy bien y vengo con todo Jajaja :D espero que les guste el capi :3 y me dejen sus comentarios :B Gracias por el apoyo que siempre me dan y la paciencia y compresión son las mejores *-* las quiero un monton :D
Por cierto, esta semana publicare "Protección a Testigos" y el dia 24 habrá dos capis de "Incandescencia Glacial" seguidos, Naty ha querido hacerlo para agradecerles el apoyo a su primer fic ^^'
Besitos amores :*
CaroR.
12 Palabritas que me inspiran :):
wooooooooooooooooooooooooooowwwwwwwwwwww!!! no se puede luchar contra la imprimacion!!! Nahuel se fue de la vida de line??? y la hermana se imprimó de Embry??? jajajajajajajaja ahora si estan hechas!!!! me gusto y GRACIAS!!
Hola Caro! me facino el capi, me encanta la historia, me alegra mucho que camila se haya imprimado aver si asi se le quita lo cabeza dura, voy a extrañar a Nahuel en los siguientes capis, me muero por saber que pasa con Caroline y Seth en ese mes, espero que ya no tardes tanto en publicar.
Besos!!
waaa esta muy bueno el cap. lo ame n.n ... a esperar al siguiente :D
.______________________.'
Caro!!!! Tu me quieres MATAR!!!
Hay Dios ._.
Es que..ese sueño u_u' me dio Pena -.-!
y luego..Camila se imprimo..osea Embry se imprimo de camila ._.'
Voy a entrar en Shock contigo Caro!
e_e' Sube pronto u_u' Un beso, Te readoro*-*
Bye!
guauuuuu super asombroso, o sea que ahora puede que se haya imprimado de Embry o solo le guste por que es lindo :D, bucha que bobito es Seth ubiera ido tanto que ella lo anhelaba ver o quizas se vean + tarde wiiii que genialll ya quiero que se unan y el bezo será lo decisivo, y que asombroso que halla soñado con sus papis, guauu tuvo un sueño premonitorio, leyendo eso de que no todo lo que brillas es oro, ya me imagine que Nahuel era malo y onda que el había tenido que ver con el accidente de sus padres :S ojala no sea verdad y yo sea la loca con mucha imaginación que se imagina cosas así :) y felicidades completamente asombroso.. ya espero con ansias el prox cap.. cuidate y sigue escribiendo tan genialmente como tú sabes hacerlo :D
hAY KE EMOCION eMBRY SE iMPriMOOOOO...!!!!! y DE cAMILA GUAUUUUUU...sE esTA PONIENDO MEJOR CADA CAPY JEJEJEJE.SEtH y CAROLINE KE VA A ASAR AHORA KE nAHUEL NO esta....ComO ya DIJE SE ESTA PoNIenDO iNterESante....un BESO PUBLICA PRONTO PoRfiSS...!!!
camY..
Hola Caro antes que nada que bueno que ya estas mejor de salud, ya sabes que lo primero eres tu nosotras sabemos esperar, y la verdad vale la pena despues de tan buen capitulo que nos has traido, me ha encantado pobre Caroline me dio un poco de pena al verla sufrir en el sueño, y que emocion parece que la hermana ya se imprimo de Embry , estare esperando a leer el siguiente capitulo a ver que sucede ahora que se fue Nahuel...... Besos Caro y gracias por tomarte el tiempo para publicar....... Cuidate mucho y Feliz Navidad que te la pases super
lokilla me alegro que ya estes mejor ,supongo que te aburrias un poco jajaja y tambien me alegro que estes de vuelta ... y el capi te quedo genial muy buenoo osea tuvoo de todooo ajjaa lo ameee te quedo exelentee y eso del sueño lo amee muy bn pensadoo ajajja cuidate mucho esperoo hablar prontoo contigoo bye aidos
NOOO... PORKE ME HACES ESO MONA... KE TE HAS CREIDO... *RIO* ... POBRE DE MI CASI SE ME SALE EL CORAZON... Y LA IMPRIMACION ...AHHHH.. *SALTO COMO LOKA* YO NO SE KE PASARA PERO DALE.. KE SEA SUFRIDO... PORFIS... OH...EL AMOR.. *ENTRECIERRO LOS OJOS* AHORA DALE CON SETH PORFIS.... YA KIERO KE SE REBELEN VERDADES ENTRE ELLOS Y KE ME GANO POR HABER LEIDO LOS 18 CAPIS EN 2 DIAS... AH... DIME... TE AMO MANITA CUIDATE Y PUBLICA PRONTO... BESOSOSOSO... SOY TU FAN NUMERO 1...WIII
A PROPOSITO SOY YO TU HERMANA.. *RIO...
BESOS
kAMMY
Por favor Caro donde te metiste ya no puedo esperar masss !!!!!!
Hola Caro, tengo que confesate que me tiene bastante atrapada esta histori... wow no me digas que ya son lobos los imprimados de las Hnas Roses, Omg. Me encanta esta historia
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