POV
Caroline.
La mirada
del chico… me abrumo un poco… no se parecía a ninguna que hubiese visto antes,
sus ojos cafés emanaban un sentimiento tan intenso que no supe descifrar por
completo, sin embargo, podía notar ligeramente lo que transmitía, una sensación
apabullante de adoración. Me atrevería a decir que había algo brillante en sus
ojos, parecía la viva imagen de un ciego viendo la luz por primera vez.
Busque a
mi hermana con la mirada, de nuevo, y note como ella se mantenía casi en el
mismo estado, colgada de la mirada del chico como si la hubiese atrapado.
Notaba la misma chispa en sus ojos, como si se sintiera igual que él. Lo que
fuera que estuviera sintiendo era correspondido, aunque la conocía tan bien que
podía percibir sus nervios desde mi lugar, pero eran casi nulos, comparado con
la curiosidad que denotaba su mirada.
Ambos se
escrutaban como si no notaran que había más personas presentes, como si en ese
momento solo estuvieran ellos dos, dentro de su propia burbuja, nadie más.
Sentí una
oleada de ternura chocar contra mi cuerpo, era extraño, pero pude percibirlo
como una brisa suave.
Por un
momento observar se tornó incomodo, como si no debiera estar formando parte de
ese momento, pero siempre uno de mis grandes defectos me ganaba, mi excesiva
curiosidad. Varias preguntas fueron apareciendo en mi mente al tiempo que
detallaba la situación. Él era un completo desconocido que le dedicaba la más
preciosa de las miradas a Camila.
Aturdía
el solo ver como solo se fijaba en ella, como si repentinamente fuera el centro
de todo.
Ella se
comportaba del mismo modo, nunca había visto sus ojos echar chispas hasta ese
momento...sabía que me estaba perdiendo de algo, que se encontraba justo frente
a mí, pero no sabía ver. No era la primera vez que pasaba, últimamente esa
sensación se había hecho costumbre y cada vez era más exasperante, porque
sentía que era tan obvio como invisible.
¿Que
estaba pasando? ¿Porque se miraban de esa manera?
No
encontraba alguna explicación, aquellos sentimientos que aunque tan solo podía
notar ligeramente, solo podían definirse como cariño o amor, adoración o
fascinación. Busque a Renesmee, con la mirada para pedirle alguna explicación,
pero ni siquiera lo noto, la suya se encontraba en dirección a Jacob, y el
resto de los presentes se miraba entre sí, y otros simplemente estaban
cabizbajos, no les extrañaba para nada la situación. Ellos sabían que estaba
pasando allí.
– ¿Qué
ocurre? – pregunté cautelosa, rompiendo bruscamente el silencio que había
inundado él lugar y empezaba a sentirse incómodo.
-Vampiros,
no vegetarianos rodeando la zona – respondió Jacob y enfoque mí vista en él, de
nuevo. No era a eso a lo que me refería pero capto mi atención por completo.
Mi corazón dio un salto tan fuerte que solté un jadeo por la fuerza del mismo,
al comprender lo que las palabras de Jake significaban.
Vampiros
diferentes a los Cullen, de esos que no respetaban la vida humana y que
seguramente eran la compañía de la mujer que intento matar a mi hermana, eso no
podía significar nada bueno…
Maldije
para mis adentros. No estábamos tan seguras como creía, claramente el trago
amargo con esos vampiros seguramente apenas empezaba, un nudo se formo en mi
garganta mientras en mi mente empezaba a hacer conexiones a una velocidad
aturdidora, recordando toda la información que había obtenido las últimas
semanas y todo lo que rodeaba mis pensamientos y conclusiones era una nube
oscura. Solo podía sentirme preocupada y asustada a la vez.
– ¡¿Qué?!
– Soltó Karen temblosamente, haciéndose notar – ¿Más, como la mujer que me
ataco? – su voz se quebró al final.
– Sí. La
mujer que te ataco, tenía compañía, dos mujeres que resultaron ser sus hermanas
– hablo esta vez Edward, me gire en su dirección a escuchar como intervenía en
la conversación.
La vi
tragar con dificultad y luego tomar aire lentamente - ¿Cómo lo saben? –
preguntó Karen viéndose más tranquila de lo que habría imaginado, ella debía
ser la que estuviera mas asustada, después de todo, ella había sufrido un
ataque y tenía una idea de cómo era ser mordida por un vampiro, pero por el
contrario, su rostro estaba completamente serio, ese gesto de concentración que
conocía, seguramente tratando de entender todo lo que estaba pasando sin
aturdirse demasiado. Su mirada estaba fija en Edward, quien respondió su
pregunta un segundo después.
– Mi don
o cualidad especial, como prefieran llamarlo, es leer mentes – explicó el
vampiro, en tono tranquilizador, posando su penetrante mirada ámbar sobre
Karen. Su rostro completamente perfecto, se mantenía sereno y su tono podía
compararse con la sensación de una palmada tranquilizadora en el hombro,
transmitía seguridad y calma. Él estaba teniendo cuidado de no causar
demasiados estragos en los sistemas nerviosos de las chicas, aunque aquello era
poco probable, pues yo les había hablado de los dones de cada uno
anteriormente.
– ¿Todas
a la vez? – preguntó otra vez mi hermana. Su tono, no demostraba demasiada
sorpresa, solo curiosidad. Ella estaba haciendo todo lo posible para adaptarse
a la situación.
El hombre
de cabellos dorados asintió – Excepto la de mi esposa – aclaró, dedicándole una
mirada rápida a la castaña, con facciones tan tiernas y perfectas como las de
un ángel, Bella, quien se encontraba a su lado.
Karen
solo asintió lentamente y casi podía escuchar los engranajes en su mente a toda
marcha, ella se adaptaría a todo esa realidad irreal, quizás un poco más rápido
de lo que había pensado… Camila por su parte parecía haber vuelto a la
realidad, y miraba fijamente al suelo, como si sus zapatos fueran una obra de
arte que recién acaba de descubrir, sus mejillas estaban tan sonrojadas que tan
solo faltaba un poco más para compararlas con un tomate, parpadeaba
rápidamente, gesto que hacia cuando se sentía nerviosa, inquieta y algunas
veces asustada. Busque al tal Embry y seguía mirándola fijamente, seguramente
haciéndola sentir más nerviosa, él era el culpable de su actitud extraña.
Algo
extraño estaba pasando allí… pero en ese no tenía tiempo para lo que sea que
pasara, tenia asuntos mas importantes en los cuales enfocarme… pero más tarde,
me encargaría de averiguarlo.
– He
escuchado sus pensamientos –continuo Edward – demasiado lejanos y
descontrolados. Estaban completamente histéricas por la situación… Bella y yo,
solo logramos acercarnos lo suficiente como para poder escucharlas, cuando
estaban llegando a Canadá, luego las perdimos, son realmente agiles, pero al
menos estamos seguros que están fuera de Forks… obviamente están enteradas de
lo ocurrido. Poseen una conexión extraña pero muy fuerte entre ellas, son
hermanas desde su vida humana. Cada una exactamente igual a la otra…
– Trillizas
– completó Karen.
–
Exactamente – asintió el padre de Carlie – supongo que sus lazos sanguíneos
pasaron a ser una conexión aún más fuerte en su vida inmortal, su don consiste
en saber sobre el paradero de la otra, como si fueran una sola persona y ahora
que una de ellas ha muerto están dislocadas.
Me cruce
de brazos y respire profundamente mientras fijaba mi vista en el suelo,
analizando la situación. Aquello era grave, habíamos molestado a un trio de
vampiras –que por nuestra culpa ahora era un par - con lazos tan fuertes como
lo era la hermandad, vampira o no, podía saber el significado de ese lazo,
ellas querrían venganza de eso estaba segura.
– Ellas
volverán – intervine en voz baja, como si hablara solo para mí, igualmente
sabía que todos allí me escuchaban perfectamente – querrán venganza– dije esta
vez mas alto alzando el rostro y notando la atención de todos sobre mí – y si,
como dice Edward, saben todo lo que paso por esa conexión que comparten, su
punto será Karen, seguramente seguirá Camila, porque estuvo allí – determine
empezando a ponerme histérica ante las conclusiones a las que había llegado,
pero sin embargo, prefería saber las cosas lo mas crudamente posible, no quería
cortinas de inocencia cubriendo el problema, quería que me hablaran claro, tal
y como me funcionaban las cosas.
–
Caroline, vamos a solucionar esto tan rápido como podamos – hablo esta vez
Renesmee, acercándose a mí y abrazándome por los hombros – van a estar bien, mi
familia va a encargarse de ello – prometió.
–
¡Causamos demasiadas molestias, que vergüenza! – musité apenada por la
situación.
–
Tranquila, estos son ese tipo de momentos donde ser un vampiro es divertido –
bromeó Emmett, como siempre tan relajado, a su lado su esposa, Rosalie rodo los
ojos ante su comentario.
– Además
no ha sido su culpa – continuó Bella, haciéndome sentir mucho mejor –algunas
veces los humanos tienden a tener un par de dificultades con vampiros, créeme
es más común de lo que crees – me tranquilizo con una cálida sonrisa.
Yo no
solía conversar mucho con, ella, Edward ni Rosalie, ellos eran con quienes
menos había conversado, pero siempre habían sido muy amables y cálidos conmigo.
Sonreí
aun apenada – De verdad pido disculpas por todo esto… me siento muy mal por
ponerlos en esta situación… - me disculpe angustiada, yo era la loca chica
humana que salía con uno de ellos sin importarles que al resto le molestaba,
que se la pasaba metida en su casa y ahora para colmo tendrían que cuidar junto
con su familia.
– Calma
Caroline, como ha dicho Bella no ha sido tu culpa – dijo Carlisle, tan amable
como siempre – nosotros nos encargaremos de este asusto, lo solucionaremos tan
rápido como podamos – prometió – además, ellas han llegado a Forks con claras
intenciones de no respetar a los humanos, y debemos intervenir.
No
podemos hacer oídos sordos a esta situación, simplemente no podemos hacer como
si nada pasara
– Además,
fuera cual fuera el caso, también nosotros intervendríamos – Habló Jacob - Es
nuestro deber proteger a todos los humanos que estén bajo la amenaza de ser
cazados por un vampiro – explicó.
¿Su
deber? ¿Ellos atacaban vampiros? Si era así… ¿Cómo convivían con los Cullen?...
¡¿Qué demonios eran ellos?!
– Más
adelante lo entenderás, Caroline –continuo Jake como si pudiese escuchar mi
mente.
– No solo
estaríamos cuidando de ustedes si no de cualquier otra persona inocente que
puede ser asesinada – concluyo Carlisle logrando tranquilizarme por un lado
pero por el otro, me estremecí ante la idea de más muertes a mí alrededor.
Yo no
tenía manera de evitar semejante cosa, por lo que me aliviaba profundamente que
ellos estuvieran allí para intervenir... Me imagine inocente de la situación,
durmiendo en mi habitación ignorando que unos vampiros podrían estar rodeando
mi casa… ahora yo me permitía sentir pena por los humanos ignorantes.
Respiré
profundamente tratando de regular el descontrolado latido de mi corazón, trague
grueso, muy nerviosa. Era lo suficientemente humana para sentir miedo… pero no
solo por mí, sino por mis hermanas, Los Cullen, Jacob y todas las personas
relacionadas con ese asunto… ¡Seth! ¡Demonios! El era uno de ellos ¿estaría
metido en todo ese paquete? ¡No, no lo quería en ello!... Cuando estaba a
punto de estallar, sentí una oleada de calma embriagarme, empecé a relajarme.
– Gracias
Jasper – dije en voz alta mirando al rubio, sabiendo que gracias a él me
mantenía bajo control. Él solo asintió, sabiendo a lo que me refería – Solo
digan que hay que hacer y lo haremos –aseguré, tratando de ocultar mi ansiedad,
sin mucho éxito.
– Vamos a
cuidarlas a como dé lugar – aseguro Alice, por fin haciéndose notar en la
conversación, se había mantenido muy callada. Con ese caminar grácil y danzante
que la caracterizaba, se acercó a mí – solo necesitamos que se mantengan en
casa el mayor tiempo posible, al menos por esta semana ¿está bien?
Asentí
inmediatamente, las condiciones parecían nada en comparación con todo lo que
estaban haciendo por nosotras - Perfecto – acepte – podemos hacer eso… - me
gire para ver la aprobación de mis hermanas, ambas asintieron, ambas estaban
pálidas. Estaban siendo saturadas de información, tenía que ver la manera de
hacerles aquello un poco llevadero… aunque era imposible.
– Todo
estará bien, nada les pasará. Me asegurare de ello – prometió Alice apretando
mi hombro, tratando de calmarme, su temperatura solo empeoro el temblor de mi
cuerpo, pero el gesto basto para que suspirara sintiéndome un poquito más tranquila.
Ella me daba seguridad, esa que solo se podía sentir ante una figura familiar,
la sensación de resguardo y cariño que ella me transmitía, me hacía pensar que
no importaba hace cuantas generaciones ella había existido, nuestros lazos
familiares nunca se habían roto, siempre habían estado allí y había tenido una,
nada común, suerte de encontrarla - Estaremos rodeando su casa durante esta
semana, y monitoreando el bosque, hasta debajo de las piedras, los limites con
los demás poblados, todo estará cubierto. También cuidaremos de Melanie, no se
preocupen por nada – aseguro mi tía - Necesitamos atraparlas y mientras lo
hacemos, ustedes deben estar bajo protección. No sabemos si volverán o solo
ignoraran la muerte de su hermana…
– Hay que
hablarles claro para que sepan la gravedad del asunto – intervino esta vez para
mi sorpresa Rosalie, quien se mantenía, parada junto a Emmett, mientras este la
abrazaba por los hombros.
– Rose… -
murmuro Emmett haciéndole una mueca y ella solo dio un paso al frente, dejándolo
a él y su abrazo atrás.
– Lo más
probable es que vuelvan buscando venganza. No veo razones para poner la opción
“quizás no pase” porque es más que obvio que si pasará, las buscaran y querrán
completar lo que su hermana no pudo – fijó sus intensos e intimidantes ojos
ámbar en mi, su perfecto ceño estaba fruncido y su aturdidora belleza me golpeo
de lleno, de repente me sentí increíblemente pequeña ante ella.
– Lo sé –
respondí como pude – sé que las probabilidades de que no lo hagan son casi
inexistentes, pero…
– ¿Por
qué estas asustada? – me corto y me sorprendí por su pregunta, lo considere
algo muy obvio.
– Tengo
temores como toda persona – respondí aun confundida.
– ¿Tiene
alguna lógica que tu corazón esté a punto de salirse de tu pecho por temerle a
un par de vampiros cuando estas saliendo con uno?
Entonces,
entendí a donde quería llegar…
– Es
diferente – me defendí de inmediato – estamos hablando de monstruos asesinos
que no respetan la vida humana, eso es exactamente lo que me asusta. No puedes
compararlos con Nahuel ni ninguno de ustedes – determine, sin apartar la
mirada, sentía que quería intimidarme pero no la deje hacerlo.
–
Rosalie, basta – exigió Alice.
– Nada de
basta, Alice ¡tiene tan solo 16 años! – Me sorprendió que supiera mi edad - ¡es
tan inmadura que me exaspera que crea que puede manejarlo!
– ¡Puedo
hacerlo! – La corte y ella me miro sorprendida ante mi tono por un segundo –
tal vez cuando tu tuviste mi edad vivías en un mundo rosa y inocente pero yo no
– aclaré – se donde estoy metida y a lo que podría llevarme, como también sé
que puedo manejarlo. No te dejes engañar por mi edad, Rosalie. Podríamos tardar
horas discutiendo ese punto y no terminar – la rete mirándola de la misma
manera que ella a mí, con los ojos entrecerrados, fijamente. Ya no me sentía
pequeña, ahora me sentía ofendida.
– Tú no
has visto nada – murmuro en tono peligroso – esto no es como las películas de
terror que pudiste haber visto sobre vampiros, es mucho peor.
– Nunca
vi películas de esas, así que soy completamente nueva en el tema.
– He
dicho que basta – corto Alice colándose frente a mí, como si con eso me
protegiera de la mirada envenenada de Rosalie – ya hablamos de esto, Rose y si
aun no puedes aceptarlo, está bien. Pero no intentes intimidarla porque sabes
que no lo permitiré.
Ambas se
miraron fijamente durante unos segundos y me sentía tan mal por la situación
que no pude evitar intervenir – Hey, no discutan por mi culpa – pedí – no sabía
que no te agradara Rosalie, pero ahora que lo se me mantendré a distancia, juro
que no te causare molestias – prometí.
Volvió a
mirarme e ignorando lo que había dicho me respondió toscamente - Deben cooperar
con nosotros si queremos que acabe rápido.
Yo
solamente asentí bajando la mirada y suspirando incomoda, no quería tener roces
con nadie de la familia, por lo que controle mi lado altanero y me mordí la
lengua, haciéndolo únicamente por Alice y Carlie.
– Les he
preparado desayuno – dijo Esme dulcemente, siendo la primera en irrumpir en el
incomodo silencio que se había formado. La miré y le sonreí agradecida – ¿qué
tal si mejor vamos a la cocina y desayunan? – nos pregunto a mí y a mis
hermanas.
– Gracias
Esme, pero creo que mejor me quedare a escuchar todo los detalles, quizás, las
chicas quieran comer ¿verdad?
Ellas se
miraron, luego me miraron a mí, les dedique mi mirada “acepta, ten modales”
a cada una y finalmente, aceptaron. Suspire aliviada cuando las vi desaparecer
siguiendo a Esme, esa mujer era un ángel.
– Creo
que ha sido lo mejor – comento el rubio un momento después que mis hermanas
desaparecieran tras Esme – sus emociones estaban descontroladas, cualquiera de
las dos o ambas estallaría en cualquier momento.
– Me lo
imaginé. Y tú tenías que soportarlas, sumándole las mías, era demasiado. Espero
haberte aliviado un poco.
Jazz
asintió. Pocos segundos después el vibrar de mi móvil retumbo en mi bolsillo y
gracias a que tenia los nervios de punta, me hizo dar un salto. Me sentí como
una tonta por mis estúpidos nervios humanos. saque el estúpido aparato
rápidamente y visualice la pantalla, el identificador mostro un nombre, que
para ser franca me hubiese gustado no leer aun.
Melanie.
Suspiré
profundamente – Permiso, debo responder, vuelvo en un momento – me disculpe y
camine hacia el pasillo de la puerta, donde había estado anteriormente con
Nahuel, allí estaba lo suficientemente alejado para que Melanie no escuchara
las voces de todos haciendo planes, descolgué la llamada y me lleve el móvil a
la oreja.
– ¿Por
qué has tardado tanto para responder?– Me regaño Melanie - ¿Pasa algo? –Algunas
veces pensaba que era bruja o algo por el estilo.
– Lo
siento, estaba lavándome los diente y tengo el móvil en silencio – mentí -de
suerte vi tu llamada ¿Qué ocurre?
– Solo
llame para saber si todo está bien por allá.
– Perfectamente
– casi respondí con sarcasmo, mientras caminaba por todo el pasillo con aire
distraído – y ustedes ¿a qué hora regresan? – pregunte bastante interesada.
– En
un par de horas, estaremos allí para la cena ¿van a quedarse toda la tarde con
Carlie o irán a casa?
– Iremos
a casa – era la única verdad que había dicho hasta el momento – queremos pasar
una tarde tranquila en casa, creo que veremos un par de películas…¿Carlie puede
quedarse con nosotras?
– ¡Por
supuesto! No tengo problema alguno, sabes que me agrada esa chica.
Sonreí. No
tienes ni idea de lo que debería agradarte, gracias a ella en parte, Karen esta
viva – Ok, entonces… nos vemos para la cena, traigan pizza – aproveche para
pedir.
– ¿Sabes
a donde se va toda la comida chatarra?– empezó a regañarme con su rollo
anti-comida chatarra.
– A mis
caderas – complete sabiéndome de memoria su sermón – y no me importa no tener
cintura a los 40 – me reí - solo trae pizza.
Suspiró y
la imagine rodando los ojos – Esta bien cariño, te llevaré.
– Gracias
– celebre sonriendo.
– No
es nada, ahora debo irme. Hasta más tarde, cuídate mucho cariño. Las amo.
– Nosotras
a ti – respondí en un murmullo cuando resonó el pitido que indicaba que había
cortado la llamada. Me quede mirando la pantalla de mi móvil durante un par de
segundos.
¿Dónde
estará Nahuel?- me pregunte mentalmente y
cuando estaba punto de marcar su número, escuché el sonido el sonido del
timbre. Contuve un salto, estaba muy nerviosa y esos ruidos repentinos no
ayudaban en nada. Me di la vuelta y camine hacia la puerta, no dude en abrirla
porque estuve segura que de ser un visitante no deseado no habría tocado y en
cierto caso, algún miembro de la familia me lo habría advertido.
Al abrir
la gran puerta blanca y elegante, mire curiosa por saber quién era la visita y
en cuanto me encontré con esos ya muy familiares ojos café claro, mi corazón se
detuvo por una milésima de segundo y de forma automática, sentí una chispa de
felicidad en mi pecho, anteriormente me había decepcionado su ausencia…
En el
marco de la puerta, frente a mí, estaba Seth. Vi que tras el caía una suave
llovizna razón por la cual varias gotas de agua se deslizaban por su rostro y
goteaban de su cabello negro. Sin poder evitarlo mi empecé mi escrutinio, me
sorprendió el estado en que venía, de la misma manera que los otros tres
morenos. Solo llevaba unas desgastadas bermudas de jean empapadas, no traía
camiseta alguna, ni siquiera llevaba zapatos. Su pecho ancho y musculoso estaba
al descubierto y para mi sorpresa completamente seco, sus pectorales
perfectamente formados, sus brazos que a leguas se veían fuertes, estaban
tensos gracias a que sus manos están hechas puños, su piel morena rojiza
brillaba atractivamente…
Tuve que
contener el deseo de acercarme, por más extraño que fuera sentí un fuerte
impulso que casi me mueve por si solo, quería tocarlo… la atracción magnética,
como si de un imán y el metal se tratara, cada vez se hacía más fuerte, era más
difícil de simular que me sentía tranquila cuando estaba cerca. Todo en el, era
demasiado hermoso como para no mirar, pero lo que más adoraba de él era su
sonrisa, la cual adornaba su rostro junto con una mirada burlona cuando volví a
mirarlo a la cara.
– Hola –
saludo en tono bajo, pero lo suficientemente alto para arrastrarme de nuevo a
la realidad. En ese momento, me di cuenta que me había quedado mirándolo –casi
violándolo- como tonta y sin vergüenza alguna únicamente faltando que empezara
a babear. Me sonroje agresivamente, mis mejillas seguramente estarían de un
color sangre.
–
Ho..hola – tartamudeé y me odie por ello al ver como luchaba por contener una
sonrisa. ¡Perfecto Caroline, ahora babea! ¡Y con eso terminas de demostrar
que eres patética!
Desvié la
mirada tratando de concentrarme en uno de los cuadros que colgaba de las
paredes, como si fuera lo más interesante del mundo. Me hice a un lado – Pasa
–dije y luego carraspee para aclarar mi garganta – los demás están en la sala.
– Estoy
cómodo, me quedaré aquí si no te molesta – murmuro y de reojo vi como se
encogía entre hombros, cruzaba los brazos y se recostaba al marco de la puerta
y clavo su mirada en mi, poniéndome de los nervios, me mordí el labio inferior
reprimiéndome por actuar como estúpida y dejar que el solo hecho de su
presencia me afectara tanto.
Fruncí el
ceño y esa fuerza que me llamaba hacia él, me domino en cuestión de segundos,
así que pose mi mirada en el, sin poder evitarlo. Y como siempre, volvió a
atraparme. De nuevo las estúpidas mariposas en mi estomago aparecieron– No tengo
problema con ello – respondí cuando mis neuronas resucitaron él seguía
sonriendo y mirándome fijamente, sin inmutarse, seguramente burlándose de mis
estúpidas reacciones. ¡Estaba buenísimo y él lo sabía! ¡Joder!
– Igualmente
iré a la sala con los demás, cierra la puerta cuando dejes de sentirte cómodo –
dije despreocupada disponiéndome a irme, con la mayor dignidad posible.
– ¡Espera!
- Su mano rodeo mi brazo, con la intención de detener mi marcha pero lo que
logro fue que lo apartara bruscamente, su temperatura estaba demasiado alta,
tanto que su simple tacto me quemaba, relacione inmediatamente su temperatura
con la de Jacob, seguramente era una característica entre ellos, entre lo que
fuera que ellos fueran, estar ardiendo todo el tiempo era natural.
– ¡Auch!
– me queje y me cubrí la zona de mi brazos que juraba había sido quemada, con
mi mano.
El abrió
mucho los ojos al notar mi reacción, dio un paso hacia atrás y sus manos
volvieron a hacerse puños – Lo siento, no fue mi intención lastimarte – dijo
entre dientes.
Me sentí
mal al ver como se había alejado y claramente le había afectado el hecho de que
yo repeliera su tacto, era como rechazar lo que él era, pero fue automático, la
diferencia de temperatura me había tomado desprevenida.
– No, no
ha sido nada – quise remediar – estoy bien, tranquilo, no me has lastimado –
empecé a hablar rápidamente sin saber cómo arreglar lo que había hecho.
– No te
preocupes, debí saber que tienes preferencia por lo frio – murmuró muy bajo,
pero pude captar el reproche ilógico en sus palabras – Iré a la sala, permiso –
dijo esta vez mas alto y emprendió marcha, pasando frente a mi pero note que lo
más lejos que le fue posible. Fruncí el ceño dolida por ello.
Sin
pensarlo dos veces, camine rápidamente hasta alcanzarlo, por suerte mi reacción
había sido automática y no se había alejado demasiado, me detuve frente a él,
obligándolo a él hacer lo mismo.
– Perdóname,
por favor – solté sin pensar, en el momento en que sus ojos se encontraron con
los míos viéndose tristes, sentí un extraño y mínimo dolor en medio de mi
pecho, odie con todo mi ser que esa emoción tiñera sus orbes, ilógicamente me
lastimaba mas allá de lo racional, no entendía la sensación, pero la odiaba,
era lo único que sabía.
Sonrió a
medias, solo a medias, no la sonrisa genuina que me quitaba el sueño – No ha
sido tu culpa, es normal que te moleste mi temperatura. Es demasiado alta, no
tengo nada que perdonar, todo está bien – me aseguró, pero el brillo en sus
ojos no volvía.
– Mientes
– lo acusé – no está nada bien, no cuando te hice sentir mal.
– Tu no…
- trato de insistir pero no iba a creerle.
– ¡Deja
de mentir! Puedo notar que te lastime - hice una mueca.
Suspiró –
Tal vez, no me agrado tu reacción – admitió sinceramente – pero eso no quiere
decir que tengas la culpa…
– Antes
me habías tocado y no había pasado esto – recordé - ¿Por qué ahora sí? ¿Qué
sucede? – empecé a preguntar tratando de distraerlo y así olvidara mi estúpido
desplante o al menos dejara de sentirse rechazado, me imaginaba que el hecho de
que una persona repeliera tu temperatura al tacto no era nada lindo.
– Cuando
yo… - se callo durante un segundo, como si analizara la manera mas sutil de
responder mis preguntas - me transformo - dijo por fin - mi temperatura...
sube... aun más – explico a medias.
– ¿Transformar?
- solté curiosa entrecerrando los ojos automáticamente - O sea que mi teoría
del centauro no estaba tan errada – bromee, cruzándome de brazos y alzando una
ceja con arrogancia, logrando que sonriera.
– No soy
un centauro - aclaro alzando una ceja perfecta - tampoco me transformo en
murciélago antes de que lo pienses.
– Oh –
solté simulando estar sorprendida - ¡acabas de leerme la mente!
El rió
libremente y el sonido me hizo sentir feliz, sin poder evitarlo sonreí también.
– Tienes una imaginación muy extraña.
Me encogí
entre hombros – Tal vez si me dijeras lo que eres, dejaría de decir tonterías –
ofrecí.
Negó con
la cabeza – Si has reaccionado de esa manera con mi temperatura con lo que soy
tal vez salgas corriendo y me agrada demasiado tu compañía como para
arriesgarme a que eso pase.
Me
sonroje ante sus palabras – A mí también me agrada mucho la tuya – confesé aun
avergonzada –por lo que seguramente no correré… por favor – insistí haciendo
ojitos. Lo vi tragar grueso y sonreí ante el efecto que yo parecía tener sobre
él - ¿Me lo dirás?
– Mmm...-
Fingió meditarlo.
– !Seth!
- me queje haciendo un puchero de esos que usaba para convencer a cualquiera.
Él sonrió
ampliamente y juré ver unas mínimas luces brillando en sus ojos - ¿Qué tal si
hacemos un trato? - pregunto un momento después.
Lo miré
desconfiada – Depende...habla.
– Acepta
dar un paseo conmigo y en él, te lo contaré todo – propuso mirándome atento
ante mi respuesta - ¿Qué dices? - insistió ansioso al ver que yo solo me
quedaba mirándolo perpleja, escuchando como sus palabras se repetían una y otra
vez en mi cabeza.
– ¿Paseo?
- repetí como idiota.
–Si -
asintió mirándome extrañado - pero si no quieres lo entiendo...
– No es
eso - aclaré - es solo que... - ¿Me estás invitando a salir? – pregunte
sorprendida.
Empezaba
a creer que enserio mis neuronas estaban en estatus "OFF" cuando él
estaba cerca.
Asintió
lentamente – Tu quieres saberlo todo y yo quiero salir contigo, ambos
estaríamos felices si aceptaras – sus manos fueron a parar a sus bolsillos - al
menos que tengas miedo de salir con el chico derrite polos.
Solté una
risita nerviosa – Tú no me das miedo, créeme, podrías ser el mismísimo hijo de
Hércules y me reiría de ello - dije con suficiencia - y con respecto a lo de
salir contigo, ¿no es eso soborno? - pregunté con tono inocente.
Trato de
contener una sonrisa mientras hacia su expresión de sorpresa – No se a que te
refieres... – alcé una ceja de nuevo y clavé mi mirada en la suya, que aunque
me ponía algo nerviosa me gustaba desafiar.
– Vale,
vale me atrapaste - soltó un momento después, sacando las manos de los
bolsillos de sus bermudas y alzándolas en símbolo de rendición – pero eso no es
ilegal entre inmortales – se excusó – solo estoy tratando de que salgas conmigo
con una patética excusa, lo sé, pero no pierdo nada con intentar.
Me
carcajee sonoramente al tiempo que, sin poder evitarlo mis mejillas se
calentaban – ¿Porque quieres salir conmigo? - pregunte cautelosa.
– Tengo
derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en mi contra, no
responderé ninguna pregunta si no salimos.
Rodeé los
ojos mientras negaba con la cabeza, incrédula de lo que estaba pasando. Mi
obsesión favorita me estaba invitando a salir, admitiendo que estaba usando su
último recurso, exhibiendo su hermosa sonrisa y sin camisa... imposible de
resistirse... aunque sabía que debía hacerlo.
– Pues
supongo que… si – acepte reprendiéndome internamente por lo que salía de mi
boca, pero no podía controlarlo – pero tienes que decírmelo t-o-d-o –
especifique la última palabra lentamente para dejar claro que quería los mas
mínimos detalles.
– Claro -
aceptó y su sonrisa jamás había sido tan amplia, me agrado ser la razón de ello
- no sería un buen soborno si no te diera lo que quieres ¿no crees?
Entrecerré
los ojos y lo miré – Tu y yo nos entendemos, Seth – declaré al tiempo que
sonreía. Alce mi mano en su dirección – acepto hacer negocios con usted señor
Clearwater.
Su
sonrisa se desvaneció un poco mientras miraba mi mano alzada, seguidamente negó
con la cabeza – no quiero volver a lastimarte, estoy ardiendo ¿recuerdas?
Fruncí el
ceño y solté una sonora carcajada – La última frase ha sido extraña pero
ignorare cualquier connotación desviada que pueda dársele, pero me molestaré de
verdad si no me das la mano, es la única forma de cerrar el trato, ¿o prefieres
un pacto de sangre? – propuse como si hablara enserio.
Mordió su
labio inferior con fuerza mientras sonreía y miraba mi mano, luego mi rostro y
finalmente soltó un suspiro – Es un trato, señorita Roses – estrechó su mano
con la mía de forma dudosa, y aunque la temperatura volvió a contrastar, esta
vez no me queje, solo podía concentrarme en el hecho de que su mano estaba
envolviendo la mía.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~'
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa*-* mis amores, hermosas, hermosos, todo ser viviente que aún pase por mi casita! como están? espero maravillosamente bien! yo súper feliz ahora que he podido volver con ustedes! que los he echado de menos! uff! tengo explicaciones, razones de peso por las cuales no he entrado al blog en tanto tiempo y aunque a la mayoría no le interesa pero en la próxima entrada estará especificado todo y un par de cosillas más que les quiero decir, en fin...
QUE LES PARECIÓ EL CAPITULO? espero les haya gustado, prometo, juro y re-juro que el próximo estará aquí pronto! no me desapareceré tanto tiempo de nuevo! Ahora solo puedo decir GRACIAAS <3 por su paciencia, ojala se animen a dejarme varios comentarios que de verdad son los que hacen que valga la pena seguir por acá...
L@S QUIEROOO *---*
~CaroR :D
11 Palabritas que me inspiran :):
aaahhhhh!!!!!! como se te ocurre hacerme esoo ... me quieres matar ?? jajajajaame el capiiii esta buenisimoo en especial la parte con seth !!!juro que morire de un ataque jajaa y todo gracias a ti... de verdad lo amee hasta el enfrentamiento con rosalie ameee jajajaj ...cuidate espero que publiques pronto adiosin
Me encanto el capitulo, sin duda mi parte favorita es cuando esta con Seth, no se porque pero adoro a Seth y espero que llegue a ganarse el amor de Caroline, porque sigo creyendo que Nahuel esconde algo y tiene que ver con la muerte de sus papas,,,,,,,, estare esperando el siguiente capitulo con muchas ansias para ver que sucede en esa salida,,,,,
Besos y gracias por publicar.
ME GUSTO UN MONTON......este cap esstubo bueno, sin duda alguna espero ke puedas publikar prontis porque kede con ganas de leer mucho más jejjejeje un beso grande tu seguidora..!!!!!
Camy...
ME GUSTO UN MONTON......este cap esstubo bueno, sin duda alguna espero ke puedas publikar prontis porque kede con ganas de leer mucho más jejjejeje un beso grande tu seguidora..!!!!!
Camy...
Como siempre..
p e r f e c t o !
ajshakjshakjshaksha! vas a matarme un día de estos! jodeeer, porque Seth es tan perfecto? Porque Caro y él son tan estúpidamente adorables? aaaaah! me encantan*-* pero sigo amando a Nahuel, a si que, mi medio corazón ponzoñoso le pertenece a Nahuel, pero mi medio corazón licántropo, es de Seth :D ajajajaj
Me ha encantado cariño, no le ha faltado nada, en todos tus capis puedes sentir emociones super distintas, y sin embargo, en todos te sientes realmente bien. Y lo que más odio, es que tienes la capacidad para engancharme a leer más con solo leer una líniaaaa! >< adjaskasahjsad<3
Ayloveeeeeu!:$
ya te habias tardado en publikar el kapitulo te kedo genyal!!
xoxo sigue escribiendo no dejs pasar mucho tiempo!!
guuuuuuuaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
superrrrr, me encantooooooooo lo ameeeeeeeeeeeee :D ya quiero más
Caro me facino el capi, creo que me gusta mas cuando esta con Seth porque parece mas relajada y graciosa, amo a Seth pero tambien a Nahuel jaja, como ira a reaccionar cuando le diga la verdad Seth, me facina la historia, esperoo cn ansias el siguiente capi.
Besos.
ame la historia la lei completa y no auanto mas porfavor sigue escribiendo , por que me transporte con lo que lei ademas me encanto la preguntas de Nessi
una besote y muchas gracias por escribir esta historia tan magica.
Por Dios Caro! Realmente Hace Tres meses qe leo el blog. Y me he hecho Fan completamente. Amo Las historia al igual qe la Saga. Sos genial. Espero escribas pronto algo mas sobre ENTRE TERCEROS pues Lo Amo. Suerte, Y sigo esperando qe publiques. Besos
Dios como amo a Seth, lo ame demasiado en este capitulo... Dios Seth esta que babea por Line, que romantico, Embry se imprimo de Camila.
Publicar un comentario