POV Caroline.
Cuando sentí su agarre firme, sonreí
satisfecha, sabiendo que había perdonado mi anterior desplante. Él también
sonreía, pero de una forma más tímida que la mía y como siempre su mirada se
mantenía atenta a mis movimientos, su escrutinio constante era bastante obvio.
Sorprendentemente eso me gustaba, hacía que mis mejillas se calentaran
ligeramente pero por ello no dejaba de causarme una sensación abrumadoramente
gratificante. El modo en que me miraba, tenía un mensaje que gritaba en el
silencio de su voz, pero estaba allí y yo casi podía escucharlo.
Me quede mirando fijamente nuestras
manos tomadas. Nuestras pieles eran casi igual de morenas. Su mano era suave y
cálida, mucho más cálida que lo que podría considerarse normal y aunque su
temperatura seguía quemándome un poco, no sentía deseos de soltarlo. No me
importaba a cuantos grados estuviera ardiendo, la sensación de calidez en mi
pecho y mi estomago sintiendo vértigos, como si subiera y bajara a una gran
velocidad en una montaña rusa, opacaban cualquier otra sensación o pensamiento.
Era ilógicamente agradable y en cierta manera me aturdían todas esas
sensaciones que experimentaba, nunca antes las había sentido y solo podía
definirlas como algo ridículo.
Era la primera vez que me obsesionaba
tanto con un chico, la primera vez que me sentía de esa manera con alguien… era
la primera vez que sentía que me había rencontrado con un desconocido, como si
lo conociera desde hace mucho más tiempo del pensado… quería detener mi mente,
mantenerla en tierra firme pero se dedicaba a volar lejos de la cordura cuando
se trataba de él.
No quería definir lo que sentía, pero no
podía escaparle, no cuando cada vez era más obvio y mi subconsciente me lo
gritaba, y yo, hasta ese momento me había negado a escucharlo. Me atraía, de
una manera extraña, pero me resultaba completamente inevitable. Mi conciencia
luchaba por acallar los gritos de mi subconsciente, recordándome que aquello
estaba mal, que no podía dejarme llevar, no cuando yo… tenía a Nahuel, y él era mi… novio.
– ¿Soportable? – preguntó con
cautela.
– Puedo acostumbrarme a esto, no es la
gran cosa… es decir, estas que ardes, me gustas – al escuchar mis propias
palabras me sonrojé intensamente, cerré los ojos por un momento y me regañe
mentalmente. Con la mayor sutileza que me fue posible, aparte mi mano de la
suya, volviéndola puño antes de esconderla tras un cruce de brazos. Finalmente,
me obligué a pensar con coherencia antes de enfrentar su mirada de nuevo
– quise decir que tu temperatura es alta pero me agrada, eh… eres cálido,
agradable… si eso suena mejor – me felicité a mi misma por lo bajo.
El soltó una sonora carcajada –
Tranquila, lo entendí perfectamente. Soy ardiente y te gusta, eso es…genial –
su tono era burlón por lo cual se gano una de mis miradas asesinas, sus labios
se fruncían descaradamente, tratando, sin mucho éxito, de esconder una sonrisa.
Ahora era bufona de un
no-se-que-demonios, genial. Me había dedicado a decir estupideces
desde el primer momento en el que nos habíamos conocido, él era como la
anestesia predilecta de mis neuronas, que de por si, últimamente, no estaban
muy activas.
– Dejémoslo en cálido y agradable ¿de
acuerdo? – exigí.
Asintió y poco a poco su expresión
burlesca desapareció – Vale, vale. Como quieras.
– Ahora que has dejado de burlarte de mi
pésima capacidad para escoger las palabras… ¿puedo preguntar a que se debe que
estés técnicamente ardiendo en llamas?
– Es cosa de… – cerró la boca de
golpe, callándose en seco. Adoptó mi misma posición, cruzándose de brazos para
seguidamente entrecerrar los ojos, dedicarme una mirada desconfiada y mover la
cabeza en negativa – No. Nada de preguntas hasta que tengamos ese paseo juntos,
es un trato.
Alcé una ceja – ¿Cuándo lo tengamos
puedo preguntarte hasta el color de tus calzones?
Él sonrió al igual que yo. Nunca
cambiaría siempre era pésima para buscar ejemplos, esa vez no me sonroje en
absoluto. Si él se tomaba la confianza para burlarse de mi yo también podía
hacerlo con él.
– Sí, lo que preguntes será respondido
por tu amigo el “cálidamente agradable” – Hizo las comillas en el aire con sus
dedos.
Me reí y rodé los ojos – Volviendo a la
realidad, dejando de lado nuestro trato y temas tontos. ¿A que has venido?
Algo pareció hacer clic en su mente
cuando escucho mi pregunta, sus ojos se abrieron como si acabara de recibir un
impacto contra su cuerpo – Mierda, las chicas vampiro – lo escuché murmurar al
pasar por mi lado, casi a la carrera.
– ¿Tu también estas dentro de todo esto,
Seth? – pregunté sabiendo que la respuesta era positiva, Jacob había dicho que
ellos estaban dentro de ello y hasta donde suponía el formaba parte de ese
estilo de grupo de descamisados y descalzos.
Seth asintió – Tengo que hablar con
Jacob sobre esto, es urgente.
– Es urgente y lo habías olvidado… la
memoria no es tu fuerte, espero que no olvides las condiciones de nuestro
acuerdo.
Rodó los ojos y sin decir nada, con una
leve sonrisa curvada en sus labios, avanzó en mi dirección. Mi corazón empezó a
latir a un más rápido, cada vez más desembocado cuando notaba que acortaba cada
vez más la distancia entre nosotros, apreté mas mis brazos a mi alrededor como
si de esa manera fuera a protegerme. Me quede completamente estática, alzando
la mirada para no perder la suya cuando estuvo frente a mí, tan cerca que solo
centímetros separaban nuestros pechos.
– Tengo una excelente memoria, tanta
como para recordar el bonito vestido blanco que lucias el día en que te conocí,
el antifaz con detalles dorados y tu cabello suelto cayendo sobre tus hombros,
así como también cada palabra que dijiste y expresión que hiciste… – abrí los
ojos un poco mas de lo necesario al escucharlo, me sorprendió que recordara
todo con tanta precisión. – ¿Quieres saber a qué se debe qué olvide algo tan
urgente?
– S…i…si – respondí tartamudeando,
estaba muy aturdida.
– El problema no es mi memoria, lo que
pasa aquí es que tienes el don de hacerme olvidar hasta mi propio nombre cuando
me miras y sonríes a la vez… es tu culpa no mía – su tono fue bajo, casi un
susurro, se
dio la espalda abruptamente, y empezo a alejarse de mi a toda prisa, dejándome parada, con las manos hechas puños a los lados de mi
cuerpo, con el corazón latiendo desembocado, un furioso sonrojo calentando mis
pómulos y las estúpidas mariposas en mi estomago haciendo acto de presencia.
Contrólate, Roses. No puedes dejar que
haga contigo lo que se le dé la gana sin ni siquiera darse cuenta… compórtate…
es solo un chico lindo, no es la gran cosa… tan solo te dice ese tipo de cosas
porque puede ver lo idiota que te vuelves… deja de ser tan obvia, bájate de esa
nube, no tiene sentido que él se fije en ti, como tampoco tiene sentido que
sientas tantas cosas… Nahuel, recuerda con quien estas y porque… ¡Basta!
Sacudí mi cabeza y cerré los ojos con
fuerza, como si de esa manera todos los pensamientos que se acumulaban en mi
mente fueran expulsados de ella.
– Seth Clearwater – dije cuando salí de
mi atontamiento, para captar su atención de nuevo.
– ¿Qué? – se volvió a mirarme al
escuchar su nombre.
– Tu nombre, por si lo habías olvidado –
respondí cortante, robándole una sonrisa y antes de que dijera algo más y
terminara con la cara color escarlata, repitiéndome una y otra vez que no tenía
tiempo para perder en tonterías, camine de nuevo en dirección a la sala,
dispuesta a volver a la realidad por completo.
Seth me siguió y yo apresuré mi paso, de
repente quise alejarme para evitar tener pensamientos incorrectos. Cuando
llegamos a la sala todos fijaron su vista en nosotros.
– ¿Qué haces aquí? – preguntó Jacob,
antes de que alguno de los dos pudiese decir algo.
– ¿Qué que hago aquí? ¿Aún lo preguntas?
– respondió Seth con voz contenida, sorprendiéndome, pues su humor se denotaba
en su tono y había cambiado en cuestión de segundos.
Giré mi rostro por impulso y estudié la
expresión de su rostro. Estaba molesto, su ceño fruncido me lo confirmaba,
aquello llamó mi atención, era la primera vez que presenciaba esa faceta de él.
– La pregunta sería, ¿Cómo no me dices
nada sobre esto? ¡Pones en alerta a todos menos a mí! Aún cuando sabes que… –
suspiró – sabes… cómo me siento con respecto a esto, Jake.
– Las cuestiones de la manada no son
algo que vaya divulgando por todos lados, Seth – respondió Jacob tranquilo pero
serio, mirándolo severamente.
¿Manada? ¿Así llamaban a su grupo?
Vi a Renesmee hacerme señas desde el
gran sofá, donde estaba sentada, junto a Alice. Indicándome que fuera con
ellas, y así lo hice. Caminé en su dirección y me senté a justo en medio sin
decir nada. Carlie me dedicó una larga mirada que tenia escrito un “sé lo que
está pasando, hablamos luego” a lo que solo asentí nerviosa, sintiéndome al
descubierto, y volví mi atención a la pequeña discusión que estaba dándose
frente a mí.
– Pero sabes que esta me incumbe,
debiste decírmelo… - se quejó Seth, esta vez más tranquilo pero aun con un
toque de molestia en su voz. Por lo que podía entender lo habían dejado fuera
del todo ese rollo vampírico.
– No tuve tiempo – se defendió – empecé
a actuar rápido, sabes lo que significa la presencia de un vampiro, debía poner
a todos en guarda, asignar sus áreas a patrullar…
– Además, tu ya no eres parte de
la manada – agregó el tal Quil – no deberías estar exigiendo nada.
No me gustó el tono que uso con Seth,
hice una mueca y me mordí la lengua para no entrometerme. Por otro lado… Ya no eras parte de la manada… ¿Lo
habían expulsado de su grupo o algo por el estilo? ¿Por qué?
Suspiró profundamente – No tengo tiempo
para discutir eso contigo, Quil. Vine a hablar con Jacob, solo él puede decidir
qué hacer en este asunto, tú eres un simple seguidor como yo, no tienes
potestad alguna para decirme si estoy fuera o no, ustedes conocen las razones
por las que me fui, si las entiendes o no, me vale un reverendo rábano.
– No tienes derecho alguno sobre nada,
si has decidido estar fuera ¡Bien! Pero no vengas a reclamar absolutamente nada.
– Silencio – Cortó Jacob y el chico
guardo silencio al instante, como si no pudiera desobedecer – Seth, has vuelto
a entrar en fase ¿Verdad?
–Sí – respondió el moreno, firmemente.
– Eso significa que has decidido volver
a la manada – continuó Jacob, mirándolo atento.
¿Fase? ¿Volver?…Tenía que tener ese
paseo con Seth pronto, muy pronto.
Asintió – De ello quiero hablar,
necesito tu aprobación, sabes que necesito a quien seguir, por mi cuenta no
lograré absolutamente nada – su tono era seguro y suplicante a la vez, como si
de Jacob dependiera su vida.
Me pregunté que figura representaba Jake
en esa “manada” como para mandar a callar al chico y que este obedeciera, que
con solo mirarlo Seth se calmara y necesitara su aprobación… Jacob, tardó unos
segundos en responder, pareció meditar su respuesta detenidamente.
– Sabes mi respuesta, Seth. Eres uno de
los nuestros siempre lo has sido y siempre lo serás.
Seth soltó aire de golpe, y su expresión
de aliviano notoriamente – Gracias, Jake.
– Por ahora quédate aquí, todo está
cubierto. Más tarde te asignare algún área en específico.
– ¿Estas al tanto de todo? – preguntó
Emmett a Seth, haciéndome recordar el resto de las personas que me rodeaban, me
habían metido de lleno en la conversación de los morenos y nuevas dudas estaban
rondando mi mente, todo ese mundo inmortal me atraía, ya nada me asustaba, más
bien, me intrigaba.
– Si, Leah me conto la situación. ¿Pero
cuál es su plan?
Escuchaba atenta los planes que los
Cullen y la “manada” iban forjando. Jacob estaba completamente organizado por
su lado, cada área que componía el bosque estaba siendo vigilada por alguno de
ellos, varios estaban rodeando la reserva “La Push” lugar donde él, sus amigos,
y sus familias Vivian. Nunca había visitado más allá que la playa que
correspondía a la zona, pero siempre había sentido curiosidad y esperaba que
pronto pudiesen llevarme, parecía ser un lugar como cualquier otro a simple
vista pero estaba segura que por dentro estaba rodeado de magia.
Por su lado, Los Cullen; rodearían mi
casa, estarían abiertos al diálogo pero en caso de que no vinieran, que era lo
más probable, en una visita de estilo pacifica, estarían preparados para
asegurarse de que no lastimaran a nadie. Se mantendrían atentos a las visiones
de Alice y Edward estaría de medio receptor para sus mentes y prever sus
intenciones. Renesmee se mantendría en casa de Charlie o preferiblemente en la
Push, sugerí que podía pasar un par de días con nosotras, pues así estábamos
todos los “conejillos de indias” a proteger en un solo lugar, a lo cual
aceptaron.
Eran completamente ordenados y precisos
como si aquello fuera cosa cotidiana. Me sentí más tranquila por mis hermanas,
les diría todo lo necesario para que no se sintieran demasiado asustadas.
Me mantuve en silencio, escuchando todo
haciendo uno de mi mayor grado de concentración… quería estar al tanto de todo
lo relacionado al tema. Al menos así notarían que aunque no ayudaba – por razones
obvias – no me había ido a casa a dormir mientras ellos estaban tratando de
mantenerme a mí y a mi familia con vida.
Mi concentración se vio interrumpida al
sentir una mirada fija sobre mí, empecé a removerme nerviosa, imaginado de
quien se trataba busque con la mirada los ya muy conocidos ojos café claro. El
me sonrió de forma tranquilizadora, seguramente mi cara estaba pálida pues
estaba bastante nerviosa y preocupada con el problema que nos rodeaba.
Correspondí la sonrisa y luego aparte la mirada, para volver mi atención a lo
importante, la protección de mis hermanas, Melanie, la mía y la del resto
del pueblo.
Era atemorizante como la presencia de
dos simples vampiras pusieran en alerta a una familia de vampiros, una manada
(de lo que sea que ellos fueran) y en peligro a toda una población. Según
decían los Cullen, no importaba mucho la cantidad si no el daño que podía
generar en medio de una distracción. Vampiros sanguinarios en la zona era más
peligrosos que cualquier otra cosa. Sin embargo, aseguraban que no había opción
a fallar, la mayoría era una ventaja que estaba de su lado. Aunque tenían en
cuenta la posibilidad que buscaran algún tipo de refuerzo, solo allí las cosas
se pondrían realmente oscuras.
Solo pedía en mis adentros que todo saliera
como planeaban, nadie saliera lastimado y esas cosas nunca volvieran a
acercarse a Karen ni a Camila, mucho menos a Tía Melanie, y por supuesto, ni a
mí, porque era lo suficientemente humana para temerles.
La curiosidad me carcomía por dentro,
ellos hablaban sin tapujos, como si una humana no los estuviese escuchando, me
gusto que tuvieran la suficiente confianza, pero sin embargo, me aturdían
tantas dudas formándose en mi cabeza. ¿Manadas? ¿Fases? ¿Qué demonios eran?
¿Cuántos eran? ¿Por qué se dedicaban a matar vampiros? ¿Cómo era que una mitad
vampiro y uno de ellos estuviesen enamorados, de ser así?
Contuve mi gran necesidad de obtener
respuestas y me dedique a tratar de comprender todo lo mejor posible, luego
averiguaría el resto. Cuando se dio por terminada la reunión, cada quien tenía
una posición a tomar. Jasper quedo encargado de llevarnos a las chicas, Carlie
y a mí, a mi casa. Fueron saliendo del lugar uno por uno, Alice fue seguida por
su esposo quien nos dijo que esperáramos un momento. Mientras tanto Renesmee y
yo permanecíamos en el mueble grande. En silencio, pedía una y otra vez
que nadie saliera lastimado, el pensarlo me hacía sentir enferma.
Finalmente, cuando solo quedaron los
chicos semi desnudos con nosotras, Jake le dedico una fija mirada Ness y
juraría que se comunicaron telepáticamente. Ella se puso de pie y camino con
él, fuera de la sala, al igual que su familia. Seth se despidió de mí con un
asentimiento de cabeza y yo levante mi mano dudosa para responder el gesto,
aunque no me basto, cuando lo vi seguir a los demás, al otro par de chicos
morenos con él, me puse de pie como resorte.
– ¡Seth! – lo llamé sin poder contener
el nerviosismo de mi voz.
El se giró al escucharme, el otro par de
chicos siguieron caminando, dejándonos solos a Seth y a mí. El camino en mi
dirección y cuando estuvo frente a mí pregunto:
– ¿Qué ocurre?
Me mordí el labio con frustración y
fruncí el ceño, ni yo misma sabía que ocurría pero sabía que algo estaba
pasando, algo que no podía contener y que conllevaba una extrema preocupación
por el.
– Lo que sea que vayas a hacer… –
empecé, sin saber cómo seguir.
– Estaré cuidándote – prometió – a ti y
a tus hermanas, no te preocupes… nada malo va a pasarles. Nosotros nos
encargaremos, no hay manera de fallar, será sencillo.
– Me preocupan ustedes, mis hermanas,
hasta más que yo misma así que…Trata de no… ponerte en peligro… por favor, ten…
cuidado – me encogí entre hombros.
Sonrió y juraría que de ser posible mi
corazón se habría derretido – No te preocupes por mí, estaré bien.
Asentí no muy segura – Eso espero –
murmuré y mire al suelo nerviosa – no soportaría la idea de que algo te pasara
por mi culpa – confesé sorprendiéndome a mí misma – no quiero que nadie salga
lastimado… yo solo… cuídate, por favor – pedí patéticamente alzando la mirada.
No decía ni la mitad de todas las cosas
que quería decir y de nuevo sentí el impulso de acercarme, cada vez era más
difícil resistirme, y esa vez fue imposible, mi cuerpo se domino solo y abrí
mis brazos, me acerque a él y lo abrace con fuerza, clave mi rostro en su pecho
y suspire aliviada por hacer lo que quería, aunque al darme cuenta de lo que
había hecho, me avergoncé por completo, iba a separarme pero sus brazos me
rodearon, también con fuerza y su mentón se apoyo delicadamente en mi coronilla.
Me sentí muy bien de esa manera,
abrazada a él, mucho más allá de lo racional.
– Tranquila – murmuró con voz
aterciopelada – mientras tu estés bien yo también lo estaré – seguidamente
beso mi frente con sus labios calientes y se separó de mi, sin ni siquiera
dejarme asimilar la situación desapareció de la sala.
…
– Nahuel te ha dejado las llaves de su
auto – contó Renesmee apareciendo en la cocina.
Estaba terminando de desayunar panqueque
cortesía de Esme, quien se había quedado en casa y alcanzaría a los demás un
rato después. Mis hermanas, conversaban con ella tranquilamente, habían caído
ante el encanto de la dulce vampira.
– ¿Qué? – Solté sorprendida – Querrás
decir que lo ha dejado en el garaje pero no a mí, el sabe perfectamente que no
se conducir.
– Pero nosotros sí, ha dicho que está
completamente a tu disposición cuando lo necesites – coloco las llaves sobre la
mesa y luego sentándose frente a mi – lo usaremos hoy, tío Jazz nos llevara en
él a tu casa. El auto a estado por tu vecindario tantas veces que no llamara la
atención.
– Está bien… supongo. Mmm… ahora tengo
auto, genial – bromeé terminando mi jugo de naranja.
Carlie sonrió – Te enseñaré a conducir
cuando toda esta locura acabe ¿de acuerdo?
Asentí no muy convencida de ello.
– No pierdas tu tiempo Carlie, Kammy y
yo lo hemos intentando tantas veces y ella solo dice que no quiere aprender –
me acusó Karen, le dediqué una mirada asesina.
– No me gustan los autos, me ponen
nerviosa, ya saben porque – resumí cortante.
Todas se quedaron en silencio,
comprendiendo el significado de mis palabras.
– Jasper va a llevarlas en un minuto –
aseguró Esme – yo debo irme, nos vemos luego niñas, no se preocupen por nada,
tengan una noche de películas, hagan una pijamada o lo que sea, nosotros
tenemos todo bajo control.
Luego de besar la mejilla de su nieta, y
dedicarnos una sonrisa amable a nosotras tres, desapareció de la sala a paso
humano. Jasper apareció un momento después, avisándonos que era hora de irnos.
Salimos de la casa y fuimos al garaje donde se encontraban todos los autos
últimos modelos y en un rincón, siendo opacado por los otros ostentosos
vehículos. Mis hermanas los observaron embelesadas, yo solo sonreí recordando
que esa había sido mi reacción.
Subimos a la Chevy en silencio, algo
apretadas pero eso era lo de menos, lo importante era mantener un perfil bajo.
El camino fue en silencio, a excepción de los pequeños diálogos que tenia con
Carlie. Una vez que estuvimos frente a mi casa, las primeras en bajar fueron
mis hermanas, agradeciendo a Jasper por haberlas llevado, se dispusieron a
entrar a nuestro hogar seguidas por Renesmee.
– ¿Pasa algo? – preguntó Jasper al ver
que seguía parada en la puerta de la camioneta, observando a las chicas,
esperando el momento para hablar con él.
– Gracias Jasper – respondí directamente
– sé lo que ha sido tu vida, o mejor dicho, tengo una breve idea gracias a
Renesmee. Sé que aún te afecta la sangre humana en cierto modo, y sin importar
eso salvaste a mi hermana, lograste contenerte, y eso nunca podre dejar de
agradecértelo.
Sonrió ladinamente de manera cálida – No
es nada, Caroline. Me alegra que todo haya salido bien a la final, ahora solo
cuida de Karen y ten paciencia con Camila. Manténganse tranquilas, están a
salvo, he sentido tus nervios, tu miedo y lo comprendo pero créeme cuando te
digo que están bajo el brazo protector de Alice y ella nunca falla – noté como
su mirada se enternecía al mencionar a su esposa.
Sonreí una vez más y con un asentimiento
cerré la puerta, camine hacia la acera y entre a mi casa, escuchando las ruedas
rechinar sobre el asfalto.
...
La
tarde entera se nos fue en conversaciones teñidas de vampiros, Carlie les
explicaba más detalladamente todo a mis hermanas, cada historia y detalle
mas calmadamente, esa
vez las mellizas fueron asimilando las cosas con más serenidad, luego yo les
expliqué todos los detalles de la "reunión" de la que las había
excluido con anteriormente. Al parecer, habían visto todo lo que estaban
haciendo por nosotras. Ellas
empezaron a mostrar más respeto hacia quienes estaban ahora por el
bosque cuidándonos. Y como era de esperarse, mis hermanas empezaron a
hacerse preguntas ante algunas lagunas en la historia...
– ¿Que se supone
que son esos chicos morenos? – preguntaron
ambas a la vez.
Me
encogí entre hombros – Hasta allí me
llevo el río, como ya les dije no tengo idea. La única que lo sabe aquí es
Carlie y no puede contarnos.
– ¿Porque? – preguntaron
de nuevo en unísono.
– Yo les conté
mi secreto, porque es mío. Pero ese que ustedes quieren saber, no lo es.
Pertenece a Jacob. ¿Que
harían si la persona a quien aman les pide silencio y lealtad? – nos
retó, las tres permanecimos calladas – Exactamente,
guardarían silencio, eso es lo que hago ahora, pero no solo por esa razón, más
bien se debe a que lo mejor es que reciban el resto de la información más
sutilmente en el caso de ustedes chicas, este mundo no es un juego, es delicado
y confío que sabrán manejarlo, pero todo a su tiempo. En el caso de
Caroline es simplemente que no soy la indicada para decírselo, ya hay una
persona que debe hacerlo y mientras tanto yo debo mantenerme al margen.
– ¿Quien es esa
persona? – quise saber.
– Lo
sabrás en medio de un paseo – respondió mirándome
a los ojos, confirmándome que me había atrapado justo en lo que menos
quería.
...
Tía Melanie llego a casa cerca de la
hora de la cena, junto con su esposo, Fred. El amargado como siempre subió
directo a la habitación, no entendía como estaba casado con una persona tan
alegre como mi tía, ella por su parte nos entrego la muy esperada Pizza, con
todo el ajetreo y las miles de cosas que estaban desgastando mi cabeza, comer parecía
una buena distracción para calmar mi ansiedad.
– Me da gusto
que vayas a pasar toda una semana con nosotros – le
dijo sinceramente Melanie a Carlie – siempre serás
bienvenida en esta casa, cariño.
– Gracias,
Melanie – respondió
educadamente mi amiga, con una sonrisa tímida.
– No es nada,
Carlie... Bueno, por ahora me despido, estoy bastante cansada ha sido un día
muy movido, hemos ido a visitar a la familia y unos amigos de Fred, esas
reuniones me desgastan – Bostezó – hasta
luego niñas.
Una
vez que las chicas y yo estuvimos solas en la cocina, con una gran pizza
familiar frente a nosotras, suspiramos de puro alivio, la vestimenta de Karen,
el gran abrigo gris de papa, no había llamado la atención de Melanie, y
extrañamente no había notado nuestras caras un poco demacradas gracias al
trasnocho, o tal vez pensó que nos habíamos desvelado en una pijamada.
– Usar este
abrigo me molesta, el calor hace que me dé picazón y ardor en la herida – se
quejó Karen haciendo una mueca de disgusto.
– Aguanta un
poco, luego de cenar subimos a nuestra habitación, allí podrás estar tranquila
sin que nadie note nada – la tranquilizó
Camila, quien se había mantenido muy tranquila durante las últimas horas.
– ¿Te duele mucho? – pregunté preocupada.
– No tanto, es soportable. Solo es una
molestia. Sobreviviré, Caroline – me tranquilizó tomando un trozo de pizza y
llevándoselo a la boca.
Rodé los ojos – No es necesario tu
sarcasmo, solo me preocupo por ti – me quejé haciendo lo mismo que ella.
Tomó un poco de su vaso de coca-cola y
me miro en disculpa – Lo siento. Estoy nerviosa con todo este rollo y creo que
está afectando mi humor. No es tu culpa que yo… este jodida – se encogió entre
hombros – ¿Me perdonas?
– Claro, lo entiendo. Tranquila Kar, estamos
algo tensas, no importa – medio sonreí – por cierto ¿no vas a comer, Carlie? No
has querido probar bocado en todo el día.
– No, gracias. Es que… me alimente lo
suficiente ayer – resumió, tímida.
Entendí al instante a lo que se refería,
solo asentí y la cena continuó en silencio, hasta que una de mis hermanas lo
rompió.
– Te refieres a que saliste a
alimentarte a tu... manera ¿cierto? – preguntó Camila, sorprendiéndome con
la tranquilidad de su tono.
Renesmee asintió – Estaré satisfecha
hasta mañana.
– Interesante – murmuró y siguió
comiendo.
Luego de la cena, pasamos alrededor de
dos horas viendo televisión solo Carlie y yo, mis hermanas se habían ido a su
habitación, para comodidad de Karen. Una vez terminada la segunda película que
veríamos esa noche, apagamos la TV y permanecimos sentadas sobre el sofá.
– Ha sido un día pesado – comentó.
– Lo sé. Pero supongo que mañana
estaremos más tranquilas.
– Sí… ¿Puedo preguntarte algo?
– Por supuesto – respondí imaginando por
donde iba la cosa.
– ¿Qué está pasando con Seth? – fue al
grano.
Sentí una punzada de frio en el estomago
y trague grueso antes de responder – Nada ¿Por qué lo preguntas?
– Porque no soy tonta, he notado y
escuchado que se traen algo… ¿Por qué no me cuentas? Últimamente siento como si
no confiaras en mi cuando yo te he confiado absolutamente todo de mí.
– No es necesario el chantaje emocional,
Renesmee. Te estoy diciendo la verdad, no pasa absolutamente nada con Seth, es
agradable y he tenido un par de conversaciones con él, fin de la historia –
medió mentí.
– ¿Segura? –insistió mirándome con ojo
clínico. Mierda, ella sabía lo que estaba pasando… pero en sí ¿Qué estaba
pasando? ¿Había caído en los encantos de un chico? Eso era común ¿o no? Solo
era eso, una atracción extraña pero al fin y al cabo una simple atracción.
Adelante Roses, síguete mintiendo a ti
misma. Mi propio pensamiento me tomo por
sorpresa.
Suspiré – Esto es incomodo – confesé –
estoy saliendo con tu hermano y ahora me preguntas que si traigo algo con uno
de tus amigos…
– Cuéntamelo – pidió seria – confía en
mí. Antes que nada soy tu mejor amiga, Line.
Suspiré rendida y tomé aire
profundamente antes de admitir en voz alta lo que había querido acallar en mi
mente. – Me parece encantador. Seth Clearwater es condenadamente sexy, tiene
una sonrisa preciosa y una mirada penetrante, me jode los nervios cada vez que
está cerca y no sé qué hacer para detenerme. Me pone a pensar estupideces, me
hace decir idioteces, me hace sentir ridiculeces. Todo él es todo un enigma
para mí. Esa es la verdad, no sé qué demonios me pasa, pero no puedo evitarlo.
Carlie se quedo mirándome atónita por unos segundos y finalmente
una sonrisa se curvo en sus labios pero sus ojos tenían el sentimiento
contrario a su expresión.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~'
L-O-S-I-E-N-T-O no me alcanzan las palabras de disculpas, solo puedo decir que últimamente el tiempo y la inspiración están en mi contra, para saber mas específicamente como sera de ahora en adelante el mecanismo del Blog, y algunas novedades, pasar a leer las notas siguientes a esta entrada...
ahora empezado de cero...
HOLA MIS AMORES AMADOS <3 como han estado? espero que bien ^^' yo he estado con mil ocupaciones y un poco frustrada si me preguntan pero allí voy... sobrellevandolo (:
Quiero su sincera opinión, que les pareció el capítulo?
Espero les haya gustado, pues aunque no es el mas emocionante de todo, es de transición y era necesario un break de tantas cosas dentro de la historia, este capitulo representa lo que es la marea calmada aunque tensa, siempre tensa como lo hacen todo los vampiros y los lobos ya me entienden Jajaja ^^'
Estoy abierta a criticas constructivas y sugerencias, pues para mejorar estoy :)
Sin mas que decir, les pido disculpas por la tardanza y agradezco la paciencia que siempre me tienen, son las mejores nunca me cansaré de decirlo (:
Besos y abrazos de oso, vampirícos, lobunos y de lo que sea Jajaja :D
CaroR.
PD: No se imaginan cuanta falta me hacia publicar t.t ♥
8 Palabritas que me inspiran :):
wowwww...!!!1 no espero a ver todo lo que Seth le va a decir. Caro querida mia eres INCREIBLE...!!!!! es bueno saber que Caroline se esta dando cuenta de lo que siente por Seth aunque si lo lamento por Nahuel porque todo esta pasando mientras el esta con Canela ;( pero... asi es la imprignacion. Espero que todo este bien y pues no te preocupes que de apoco la inspiracion llega.... nunca es bueno presionar TE KIERO MUCHISIMO
sea de trancicion o lo que sea o ameeeee ...y odio que me dejeas asi con esta intriga y ansias jajajaj me gusto mucho de verdad era el capi que se nesesitaba aun que ame a seth creo que ya me cambie de bandoo ajajaja ...sabes que para cualquier cosa me hablas y tranquila que la inspiracion llega y cuando te llega te llega ajajajaj...cuidate espero que publiues prontooo adiosin
asakjakssasjuak LO AME *-----*
DIOS MIO!!! Lo lei hace horas!! Pero aun asi Quiero dejar mi comentario :D Eres Genial Caroline *--* y Sabes Q la inspi te llega en cualquier momento, Eres GRANDE!!! en el buen sentido :$ fue PERFECTO!! #TEAM SETH!! Ohh yeah lml
OHMYGOD!*-*
¿Qué que me ha parecido el cap? PRECIOSO E INCREÍBLE como todos ._. es cierto que este no tiene mucha acción, pero como dices, era necesario. No puedo esperar al paseo de Seth y Caro :') me ha parecido tan tierno, todo el capítulo, tan tenso a la vez.. Nosé muchas emociones, pero que todas juntas dejan una sensación agradable: Muy agradable si me pides mi opinión. Ya sabes que te apoyo MIL en este fic y que lo amo<3
ET es especial~
Un muaaaaaaaaaaaaaaaaaak muy grande Carkwo!*o*
L'
❀ Super hiper ame el cap :D Seth es taaaaannnn lindo y que guay que ahora sepa que su imprimada siente lo mismo que él. Me encanto lo ame ❤ ❤ ya muero por leer el prox. me comen las ansias ㋡
Hola Caro que gusto saber de ti,,,, que te puedo decir simplemente me encanto el capitulo, me dio gusto saber que Caroline se esta dando cuenta de lo que siente por Seth por lo menos ya admitio que le mueve el piso jajajajaja, muero por leer que le dice Seth en ese paseo y si es una lastima por Nahuel pero sigo pensando que el oculta algo malo,,,,,,,, gracias Caro por publicar y no importa lo que tardes sabes que siempre te esperaremos,, cuidate mucho ....Besos
Hola Caro me facino el capi, toda la espera valio la pena, ahora estoy confundida, nose a quien preferir si a Nahuel o a Seth, es que los dos son vedaderamente maravillosos, ojala existienran los hombres asi. Me muero por saber que va a pasar en el siguiente capi, en el paseo de ellos dos, como tomara la noticia Caroline. Esperamos no te tardes mucho en subir el siguiente capi.
Saludos y besos.
Hola Caro!! Como estas??
Yo te cuento que estoy muy triste pues aún no colocas el próximo capítulo!!! que pasa Caro!!!
Nos tienes intrigadas ... me muero por saber que sigue en la historia!!!
Porfis!! Coloca el próximo capi!!!
Quiero saber que va ha pasar con Seth!! y Caroline!!!!
Anita!!
Publicar un comentario