Seguidores

jueves, 9 de agosto de 2012

Entre Terceros ~ Capitulo 26 "Natalie Skybird"





POV CAROLINE.


-¡Hola! – exclamó animadamente una chica morena.

- Hola, Sunny – saludo Seth con una sonrisa divertida al tiempo que se acercaba y depositaba un beso en la frente de su sobrina, quién media más o menos mi estatura. Ella sonrió y lo abrazó cariñosamente. Me crucé de brazos y me esforcé por contener la sonrisa enternecida que sentía la necesidad de esbozar en ese momento. - Estaba a punto de ir a tu casa, pero supongo que Leah te envió a buscarme.

- Si, ya sabes cómo es mamá – respondió separándose de él y mirándolo a la cara – se estresa con demasiada facilidad y bueno, yo soy quien empieza a dar vueltas por toda la Push – rió, y el sonido era simplemente contagioso, como el escuchar a una niña riéndose divertida por una caricatura.

Al pasar de un segundo, la atención de - según había escuchado – Sunny, se concentro en mi – Hola chica extraña – saludó amablemente, ladeando la cabeza a un lado mientras me miraba curiosa. Aires de niña pequeña se ceñían en sus expresiones - ¿Quién es ella, tío? ¿Es…?

- Sun, ella es Caroline – me presentó Seth, interrumpiéndola, metiéndose las manos en los bolsillos, repentinamente se le notaba nervioso  - Caroline, te presento a la hija de mi hermana Leah…- empezó un par de segundos después, pero la cantarina voz de la chica lo corto en seco.

- ¡Oh! ¡Hola, Caroline! – exclamó animadamente ella, dando un par de pasos hacia mí, extendiéndome su pequeña, delicada y morena mano.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca pude apreciar perfectamente el color gris acentuado de sus iris, los cuales hacían juego con sus largas y abundantes pestañas, negras como la noche, al igual que su corto, sedoso y brillante cabello. Era muy bonita, el color de su piel era igual al de Seth, moreno rojizo. Pude calcular que tendría unos 15 años cuando mucho, sus facciones eran bastante sutiles e infantiles aún.

Tome su mano, en gesto de saludo mientras le sonreía de vuelta, su entusiasmo irradiaba alrededor de ella, tanto que se transmitía. A simple vista, parecía una persona risueña y feliz, incluso inocente. Sin embargo, un detalle no me paso por alto, su temperatura, obviamente, dado a que su tacto casi me quemaba, ella también era un lobo. No me inmute en absoluto, me estaba acostumbrando con facilidad a todo el rollo de lobos, vampiros y… si algún día llegaba a pasar unicornios.

- Hola… ¿Sunny? – saludé dudosa.

- ¡Soy Sunshine! – Corrigió, con una amplia sonrisa y una extraña emoción brillando en sus ojos - ¡Es un placer conocerte!

Estaba segura que había algo de lo que me estaba perdiendo.

- Es un placer conocerte también – respondí cortésmente – por cierto, Sunshine, que lindo nombre.

- ¡Gracias! – respondió una vez que soltaba mi mano.

- No es nada - Miré a Seth conteniendo una sonrisa, tenía razón era la palabra hiperactividad personificada.

– Puedes decirme Sunny si quieres. Sunshine es más complicado, no sé en qué pensaba mama – bufó.

Asentí – Sunny, ambos están bien para mí – aseguré.

La muy risueña chica, me abrazo fugazmente tomándome por sorpresa, dejándome paralizada por un segundo. Correspondí el gesto de manera torpe, pero lo más rápido que mi mente pudo procesar.

Después se separo de mí y dijo – Nos llevaremos muy bien, Caroline ¡Ya verás! – declaró nuevamente entusiasmada.

- Si… eso espero – respondí aun aturdida por su extraña muestra de afecto momentánea.

Miré a Seth confundida y el sonriente solo se encogió entre hombros.
Luego de ese extraño momento, Sunny camino hacia la mesa, me quede mirándola, algo aturdida, mientras ella decía cuanto le gustaba como había quedado el fulano pastel de cumpleaños.

- Te lo dije, ella es energía pura – susurró Seth cerca de mi oído, acompañando sus palabras con una débil risa.
Su cercanía casi me hace pegar un salto, pero en vez de eso me giré instantáneamente al sentir su aliento rozando mi oído, logrando así que nuestras narices se rozaran y por ende nuestros rostros quedaran muy cerca. 

Abrí los ojos ampliamente por la sorpresa, mientras me quedaba colgada de su mirada inmediatamente. Toda intención de responderle se esfumo, se perdió entre la maraña de sensaciones y pensamientos lógicos e ilógicos que aparecieron en mi mente.

Su gesto divertido y apenado fue desapareciendo a una velocidad casi imperceptible, tornándose seria y con un brillo aturdidor centelleando en sus orbes. Su aliento pausado y un poco contenido chocaba contra mi rostro con suavidad, tentándome…Oh joder, él se veía jodidamente perfecto en ese momento… ¡Controla tus hormonas, Roses!

- Puedo irme adelante, si tienen un par de asuntos que arreglar – propuso la chica con su voz teñida de diversión y complicidad, explotando agresivamente la mini burbuja en la que nos habíamos metido el ultimo minuto.
Ambos volvimos a la realidad, giramos nuestros rostros instantemente y empezamos a balbucear un par de cosas intangibles. 

– No es necesario – murmuré al fin, cruzándome de brazos y sonrojándome a la vez.

- Si ustedes lo dicen – se encogió entre hombros aun divertida. Con el pastel sobre sus manos, camino hacia la puerta trasera, pasando en medio de nosotros.


Emprendimos camino en el bosque, Seth y Sunshine caminaban despreocupadamente, cruzando en determinados lugares e incluso tomando atajos, sin ni siquiera mirar a su alrededor. Conocían el boque como la palma de sus manos, según me habían asegurado.

Mientras caminábamos, me concentraba en no tropezar con alguna de las gigantes raíces de los árboles - ni terminar estampando mi cara contra el pasto - y responder las preguntas de Sunny. Me sentía en un estilo de interrogatorio, pero no me molestaba, solo me extrañaba que ella estuviera de alguna manera tan fascinada con mi persona.

- Ok, Caroline. Antes que nada, de tener cualquier conversación contigo, debo preguntar… ¿Sabes… todo, verdad?

La miré confundida - ¿Qué se supone que debería saber?

- Te has vuelto algo famosa por aquí, como la segunda humana que se entera de la existencia de lobos y vampiros y no muere de un infarto… ¿Puedo hablar con naturalidad sobre cualquier cosa sin que te moleste?

- ¿Famosa?

- See, algo así como una celebridad. El hecho de que no nos delates o que nos temas, suele traumar a todos por aquí. Eres como la Boo de Moster Inc. Se supone que tú deberías temernos pero algunos te temen a ti.

Reí sonoramente – Eso es completamente ridículo ¿Por qué me tendrían miedo? ¿Qué tengo algún poder especial y lo desconozco? ¿Ahora soy como el Harry Potter en Forkswards o algún nombre ridículo como ese?

Ella se carcajeó – Algo así, yo diría que serias algo más bien como su hija – volvió a reír -  ¿Dónde tiene su cicatriz señorita Harried Potter?

- Quedo en el pasado. Existen las cirugías estéticas hoy en día, ¡Gracias al cielo!

Ambas nos carcajeamos ante nuestras patéticas comparaciones, me sorprendió haber entrado en confianza como para bromear tan rápidamente. Parecía que nos llevaríamos bastante bien por la buena espina que me daba esa chica.

- Ahora sí, hablando en serio. Lo sabes todo y lo aceptas ¿no es así?

- Si. Espero que ya sea todo, realmente podría causarme un infarto de aparecer algo más – bromeé.

- ¿No te crea una mala imagen de mi el hecho de que yo sea un lobo? – preguntó mirándome seria, fijamente un par de segundos, ejerciendo toda la fuerza que irradiaban sus ojos grises.

- No – respondí segura – lo supe desde el momento en que te presentaste. Tu temperatura no es algo que pueda ignorar – me encogí entre hombros.

- ¿O sea que serías mi amiga aun cuando yo me transformara en un gran perro frente a ti?

Fruncí el ceño – Mi mejor amiga es mitad vampiro, ¿eso no te da una pista?

Ella solo sonrió y empezó a lanzar preguntas seguidas, casi todas a la vez. Me esforcé por responder cada una de ellas con sinceridad. Ella se sentía tanta curiosa por la chica loca que sabía demasiado, tanto como yo sentía por los vampiros y los lobos, así que no me queje. En un específico resumen le conté como había sido todo el proceso desde mi amistad con Carlie hasta llegar a todo lo que ya sabía. Al parecer, Nessie era gran amiga suya también.

- ¡Eres la primera humana que conozco, que conoce nuestro secreto! Y lo mejor es que no corres, te infartas o algo por el estilo – aseguró sonriendo de nuevo -  Siempre le digo a papá que no todos reaccionarían llamándonos monstruos. Solo un par de desmayos ¡pero a la final se acostumbrarían! Al fin y al cabo, sería genial que conocieran la verdad y dejaran de hacer esas patéticas películas sobre nosotros. ¡No cuentan para nada la realidad! – rodó los ojos.

- Sun, sabes que… - empezó Seth.

- Está prohibido revelar nuestra verdad ante las caras pálidas – completó ella, mofando la voz de Seth, en su intento de que sonara gruesa y masculina sonó graciosa, completamente nasal. Yo me reí sin poder contenerme, al igual que ella – Lo sé, lo sé y tú también sabes lo que pienso de eso, pero respeto demasiado nuestras reglas como para romperlas.

Seth solo rodó los ojos y sonrió mientras negaba con la cabeza, apenas había hablado en todo el camino. Sunny acaparaba todo silencio.

- ¿Caras pálidas? – pregunté curiosa.

- Humanos que ignoran todo lo que los rodea, que por nada del mundo deben enterarse de nuestra existencia – explicó ella.

- ¿Simplemente no nos pueden decir humanos? eso de caras pálidas, suena algo despectivo – me queje.

- Siempre me pregunte lo mismo, ¿Cómo le diremos caras pálidas a los que no son pálidos?

- ¿Dudas existenciales? – dudé, encogiéndome entre hombros.

- ¡Exactamente! – Rió con ganas - ¿Qué edad tienes, Caroline? – preguntó un minuto después.

- Dieciséis – respondí mecánicamente.

- ¿Dieciséis? Calculaba unos diecisiete…

- No me falta mucho para cumplirlos. ¿Y tú?

Ella rió bajito y negó con la cabeza – ¿Cuánto me calculas?

- Mmm… - medité unos segundos – unos catorce o quince años.

- ¿Enserio? – volvió a preguntar, viéndose sorprendida.

Asentí sin entender el porqué de su reacción.

- La mayoría suele decir que tengo unos diecisiete, incluso dieciocho.

- No me parece, me atreveré a decir que tus facciones son muy aniñadas aun, no lo tomes como ofensa pero tienes la inocencia de una niña en el rostro – me encogí entre hombros – tu tamaño y tu manera de hablar aparentan más. Pero sé leer rostros, suelo ser buena en ello.

- No creo que seas tan buena, porque has fallado. Ni siquiera estas cerca de adivinar.

- ¿Eres mayor? – cuestione incrédula.
Negó con la cabeza – Menor. Para ser concretos, tengo seis años recién cumplidos.

Oh, santa mierda.

Abrí mucho los ojos, incluso olvide como parpadear por unos segundos. Aunque me preparaba mentalmente para ese tipo de cosas, algunas veces mi coraza se debilitaba. ¿Seis años? ¿Enserio yo era la única que envejecería algún día y agregándole seria mayor aun siendo joven? ¡Joder!

Entonces, en ese instante mis dos pies izquierdos hicieron acto de presencia y termine enredando mi caminar con una gran raíz de uno de los inmensos arboles, sin embargo, antes de que al menos mi mente intentara coordinar mi equilibrio o considerar una caída, los brazos de Seth me sostuvieron por la cintura y me dejaron perfectamente de pie en un abrir y cerrar de ojos.

- Ten cuidado – murmuró en mi oído haciendo que me aturdiera el doble.

- Graci…as… uh, Seth. Sunny… dijiste ¿Se… seis? – hablé como una idiota, sintiéndome demasiado absorta y aturdida a la vez.
Ella soltó una sonora carcajada – Te explico, se debe a mis padres, ambos son lobos. Eso es realmente poco típico, en realidad es la primera vez que se ve.

Me esforcé por aclarecer mis pensamientos lo más rápido posible para dar una respuesta.

- ¿No es común que se enamoren dos lobos?... no tiene mucho sentido.

- No me refería a eso – explico con una sonrisa amable – lo que no es común es una mujer loba. Mi mama fue la primera, y si no fuera por mi sería la única. 

 - ¿O sea que solo hay lobos por todas partes mientras las mujeres están en casa haciendo oficios?

Se carcajeó – Es una manera de verlo. Es algo machista, en realidad.
- ¿Qué clase de pensamiento neandertal es ese?

Tanto Seth – quien se mantenía un par de pasos atrás – como Sun se rieron con ganas. De repente me di cuenta de lo que había dicho y me avergoncé un poco por haberlos criticado tan directamente.

- Mmm… lo siento si los ofendí, no quise decirles… uh… ¿cavernícolas?

- Tranquila – dijo Sunny riéndose aún – Si lo ves desde ese punto de vista parecemos cavernícolas. Pero no creas, estudiamos y tenemos profesiones si lo queremos. No toda mujer está destinada a un lobo aquí.

Asentí – Lo siento – volví a disculparme – suelo decir lo primero que se me viene  a mi mente casi sin poder moderarlo.

- Eso es genial, tranquila. Bueno, continúo contándote. Solían decir que mi madre no podría concebir, por eso de ser loba, blah blah blah… entonces aparecí yo, que además de ser algo no esperado soy un dulce fenómeno disfrazado de chica que crece con una rapidez demente.

- ¿No podía concebir por ser loba?

- Era lo que se creía. Pero mi madre abandono su espíritu lobo por un tiempo para concebirme. Fue difícil, pero al final solo paso a ser una suposición. Tuvo un embarazo relativamente normal, considerando lo que es, con altos y bajos, fue de alto riesgo, pero como siempre digo mi madre es una mujer terca y jamás renuncio a su idea de tenerme.

- Seguramente ella te ama más que a nada…

Sonrió tímida – Así es, yo a ella tanto como a papá. En mi familia, somos unos enteros cursis. Los tres nos amamos como unos idiotas. Es una de las tantas cosas que amo de nosotros. Tío Seth es consentidor y cursi, solo que se hace el rudo.

- ¡Hey! ¡Más respeto señorita! – se quejó el aludido y nosotras simplemente reímos. Era cómodo estar con ella, era muy conversadora y divertida, me había caído estupendamente, gracias a ella deje de sentir nervios con respeto a la familia de Seth, eran normales o bueno, humanos con algo extra.

- En fin, como te contaba… Fue difícil, pero mis padres lo intentaron y bueno, ahora somos tres lobos bajo el mismo techo, con temperamentos difíciles pero que encajan a la vez – el brillo que se veía en sus ojos al hablar de sus padres se notaba a kilómetros. Sentí nostalgia y algo de envidia sana por ella, yo una vez había tenido eso y lo había perdido para siempre.

- Así son las familias. Cuando yo vivía con mis padres, éramos cinco personas completamente diferentes pero que formaban el cuadro perfecto – sonreí con algo de tristeza y me metí las manos en los bolsillos.

- ¿Qué paso con tus padres?

- Murieron cuando yo era niña – resumí – pero mejor sígueme hablando de ti, eres más interesante...

- Siento lo de tus padres y tranquila, respeto que no quieras hablar de ello. Seguiré mi parloteo agobiante como si nada – rió suavemente.

- Gracias – agradecí con una media sonrisa – ahora cuéntame… ¿Por qué creciste tan rápido?

- La teoría que tenemos con relación a mi crecimiento, obviamente anormal, es que se debe a que mis genes están alterados de alguna manera. Sé que Nessie crecía apresuradamente también. Eso se debía a su organismo hibrido, en mi caso sería demasiado del lado lobo, desesperado por estallar y desarrollarse, y un poco del humano haciendo lo posible por hacer que soportara él cambio. No tenía muchas esperanzas de sobrevivir, los primeros años fueron un calvario para mis padres, pero como ves necesitaban una segunda chica lobo representando al bando de las féminas por acá – río de nuevo, de manera contagiosa y feliz. Se notaba cuan contenta estaba de que todo hubiese salido bien al final. - No lo entendemos del todo, pero si algo es seguro que desde que me transforme he dejado de crecer tan apresuradamente, se ha vuelto relativamente lento y según suponemos se detendrá en algún momento.

- ¿Cuándo te transformarse por primera vez?

- Hace un par de días. Aun no tengo ni un mes en la manada.

- ¿Duele?

- ¿Qué cosa?

- Ya sabes… convertirse en lobo. Siempre me lo pregunté.

- Mmm… es raro, de repente estás bien, un minuto después sientes que tu cuerpo arde en llamas y un parpadeo después ¡plop! Hay pelos por todos lados. La confusión no te deja sentir dolor, en realidad. Es un proceso mentalmente pesado, más que físico.

Asentí de nuevo - ¿Todos son iguales? Es decir, ¿no se distinguen cuales son hombres y cuales mujeres?

- Todos somos diferentes – intervino Seth después de un largo rato de silencio, captando mi atención – nuestros pelajes varían.

- El mío es grisáceo, muy parecido al de mi madre. Mi padre en cambio, es café oscuro. Y tío Seth…

- Arena… si, ya lo vi. Pero nunca imagine que habría variedad… supongo que aprenderé a distinguirlos si llego a necesitarlo – por alguna razón, me sentía cada vez mas enganchada a todo de lo que lobos se tratara, quería verlos a todos, en toda su variedad, conocer por qué y como ellos llegaron a ser lo que eran. Mi curiosidad no se había calmado en absoluto, había aumentado por mucho.

Ella sonrió – Se que nos conocerás a todos. Creo que te veremos muy seguido por acá para ser sincera - ¿Cómo estaba tan segura de eso? - Ahora que lo recuerdo tengo una pregunta más…

- Sunshine, ya deja de agobiarla - la regaño Seth.

- Ella no hace tal cosa – aseguré cortando el regaño de Seth, en realidad me gustaba hablar con ella - ¿Qué pregunta, Sunshine?

- ¿Tus hermanas ya saben sobre nosotros? Me has explicado su reacción ante los vampiros, pero nada sobre que piensan de nosotros.

- No. Necesito prepararlas para esto. No quiero que sea brusco, como ya te conté su experiencia con los vampiros fue algo traumática, aun se están adaptando.

- Entiendo… - murmuró – ya no te agobiaré más, lo prometo.

- No me agobias, tranquila – aseguré.

- Gracias, solo es que suelo hablar demasiado cuando siento curiosidad – se encogió entre hombros – cuando dijeron que vendrías ¡supe que quería preguntarte muchas cosas!

- ¿Cuándo dijeron? – Repetí extrañada y distraje mi atención de la chica morena para mirar a Seth - ¿Tú eres el responsable de mi supuesta fama aquí? – pregunté divertida, seguramente todos pensaban que me faltaba un tornillo o algo por el estilo.

Él sonrió tímido y se encogió entre hombros  – Jacob tiene parte de la culpa también – admitió.


Negué con la cabeza – Solo espero que no sea demasiado raro, ahora que vengo a infiltrarme en una de sus reuniones…

- ¡Bienvenida a la casa Skybird Clearwater, Caroline! – exclamo Sunny de repente, apresuró su marcha dejándonos a Seth y a mi a sus espaldas, para luego cruzar la puerta trasera que se encontraba abierta de par en par.

Entonces vi que por fin habíamos llegado, nos encontrábamos frente a la parte trasera de lo que suponía era la casa de Leah Clearwater, de madera color naranja opaco y el doble de grande que la de Seth. Sentí los nervios a flor de piel, cuando vi el montón de gente que se encontraba reunido allí, y como de la nada, todos habían centrado sus ojos en nosotros… o más bien, sentía que solo en mi.

Cuando me sentí demasiado intimidada, me giré buscando algún tipo de apoyo en Seth. Caminó y se paro justo a mi lado, con una sonrisa amable en el rostro. Fruncí el ceño sintiéndome incómoda. El asintió como si pudiese leer mi mente, y sin vacilar tomo mi mano derecha, la envolvió con su cálida mano, la apreté ansiosa. Me guío entre la gente, que parecía haber detenido hasta la constancia de su respiración al verme.

Cuando caminamos entre ellos, vi varias parejas, niños correteando por el lugar, incluso, un par de chicos concentrados en una parrillera. Seth saludó a todo el mundo, y agradecí que no me presentara a nadie, eso habría hecho todo mas incomodo. Suspiré internamente cuando cruzamos la puerta y nos adentramos en la casa.

- ¡Al fin llegas! – escuché el reclamó de una voz femenina, rostro y me encontré con la famosa Leah Clearwater, lo supe por sus casi idénticas facciones para con su hija Sunshine.

- No seas dramática, Leah – respondió Seth, despreocupadamente y afirmando que se trataba de quien yo creía – te dije que vendría.

- Últimamente no te creo nada – se mofo ella limpiando sus manos en su delantal verde manzana, al tiempo que se acercaba a nosotros.

Antes de que interrumpiéramos, ella estaba dando vueltas por toda la cocina, arreglando una numerosa cantidad de platos sobre una gran mesa de madera, también sobre el mesón había varias bandejas con bocadillos, y en un rincón el pastel de chocolate. Sunny estaba ayudándole, en ese momento lavando un par de trastes.

- ¿No me presentas a tu invitada, Seth? – preguntó la morena mirándome.

Era bonita de una manera exótica. El rostro de Sunshine, solo que con ojos cafés y por supuesto, rasgos mas adultos, con solo leves rasgos de diferencia. Perfecta piel cobriza, brillante cabello negro corto por los hombros y pestañas pobladas que marcaban la fuerza de su mirada.

- Caroline, te presento a mi adorable hermana mayor – dijo Seth soltando mi mano para que pudiese responder el saludo de su hermana, quien me extendió la mano luego de decir:

- Hey, Caroline, hasta que te conozco. Soy Leah Clearwater, Seth me ha hablado un montón sobre ti – me sonrió amablemente. Creí escuchar un bufido bajo a mi lado.

Sonreí de vuelta cuando tome su mano, algo incomoda por su comentario final. De nuevo la temperatura ardiente se coló en mis poros - Es un placer, Leah, lo mismo digo, he escuchado mucho de ti.

Asintió mientras soltaba mi mano- Espero que hayan sido cosas buenas… - miró a Seth con una ceja alzada.

- Yo siempre hablo bien de ti, querida hermana – se defendió el.

- Solo lo dice porque soy quien le cocina – me aseguro Leah rodando los ojos.

Sonreí divertida, más cómoda esa vez  – Puede ser, no hay que confiar mucho en los hermanos menores – me encogí entre hombros.

- ¡Hey, no estas ayudándome! – se quejó Seth.

- ¡Bendita suerte de ser hija única! – exclamó Sunshine aún de espaldas.

Yo solo me reí mientras le dedicaba mi mirada mas inocente a Seth y finalmente el rodaba los ojos en señal de rendición.

- Bueno, Caroline, ha sido un gusto, pero debo ir con mi esposo – se disculpó en tanto se quitaba el delantal y lo dejaba colgado junto al refrigerador – Sunny, te dejo a cargo de los ponqués ¿podrás con ello?

Sunshine por fin distrajo su vista del lavaplatos – Pan comido, mamá.

Leah se llevo las manos a la cintura y dudo por un momento – La última vez que dijiste eso, tuvimos que comprar cortinas nuevas…

- Oh, ¡vamos! A cualquiera se le quema una minima cosita…

- Sunshine Skybird estabas preparando café…

Me reí por lo bajo ante mi imagen mental, en la que Sun tenía la misma habilidad para la cocina que yo, es decir, ninguna. Cubrí mi boca con mi mano derecho, tratando de disimularlo, pero cuando me giré Seth también estaba conteniendo una sonrisa, quizás ante el recuerdo vivo.

- ¡Prometo que todo estará bien! – Replicó la chica de ojos grises – solo debo sacarlas del horno, ¿que tanto puede pasar?

La hermana de Seth, solo sacudió la cabeza y le repitió a su hija que fuese cuidadosa, que no dejara que sus bocadillos se quemaran, y que por favor, no incendiara las bonitas cortinas amarillas que adornaban las ventanas, de nuevo. Leah salió de la cocina un momento después.

- ¿Puedo ayudarte en algo?  - le pregunté a Sunny acercándome a ella.

- Gracias, pero tengo todo bajo con… ¡Ahhhhhh!  - su respuesta fue interrumpida por un grito, que hizo que diera tres pasos en reversa. ¿Qué carajos le había pasado?... un momento después lo supe, cuando con emoción exclamo el nombre del motivo de su exaltación - ¡Naaaatt! – en un parpadeó, moviéndose tan rápido que dejo de rastro una sutil brisa que azotó mi rostro.

Cuando me giré, encontré que su cuerpo había chocado contra el de una chica – lo supe al notar el bonito vestido corto azul zafiro que vestía -  envolviéndola en un fuerte abrazo, la pobre casi cae de espaldas, pero Seth la sostuvo a tiempo. Ambas se abrazaron y dieron un par de saltos, luego empezaron a parlotear con tal rapidez, tanta que apenas pude entender algo. 

Los siguientes cinco minutos fueron enteramente desconcertantes.

- ¡Estoy tan feliz de verte! ¡Te he echado mucho de menos! – Sunny se hizo a un lado, y me dejo ver por fin, el rostro de la chica en todos los aspectos. Me quede congelada en el lugar y un nudo se formo en mi garganta cuando asocie su rostro con mis recuerdos.

La chica era parecida de una manera casi aterradora a… mi madre.

- ¡Yo también! ¡Estos meses en Chicago han sido una locura! ¡Los he echado tanto de menos! – su mirada recayó en Seth, al que también se acercó y abrazo de manera cariñosa.

Yo simplemente seguía estática, apenas escuchaba lejanamente todo lo que decían a mí alrededor.

Su piel era morena clara, su cuerpo era proporcionalmente menudo, alta, varios centímetros más que yo. Su cabello era de un extraño negro y rojizo oscuro que relucía de manera casi descarada ante la poca y muy pobre luz del sol que se colaba en el lugar, caía en forma de cascada, con un liso ondulado muy parecido al mío, hasta el codo.

Sin embargo, que esas características banas fueran parecidas a las mías no fue lo que me causo la extraña sensación de vértigo, mi verdadero shock vino cuando ella se giró a verme y el parecido con mi madre me golpeo de lleno y esta vez mas cerca, justo frente a mi. Los familiares ojos café oscuro, grandes y expresivos, acompañados de una sonrisa amable hicieron que me mareara un poco.

Sus facciones, eran delicadas y toscas a la vez. Su nariz era pequeña y un tanto perfilada, pero dicha característica se perdía con la redondez de la misma al final, sus pómulos eran pronunciados, sus labios gruesos y pronunciados, con tan solo un simple brillo pintándolos.

El único detalle extraño ante la comparación que mi mente estaba haciendo, eran las pecas claras que apenas podía notar en ella, pero que estaban en su rostro e incluso en sus hombros que quedaban descubierto gracias a que su vestido sencillo era de tirantes gruesos pero lo suficientemente delgados para dejarme concluir mi examen visual.

- ¿Caroline? ¿Estas bien? – escuché la voz de Seth llamarme, sacándome de la laguna de pensamientos en la que me había hundido.
Vi la mano de la morena extendida en mi dirección, pero en vez de comportarme normalmente, me tome un par de segundos para ordenar mis pensamientos. Apreté el puente de mi nariz con ambas manos y cerré los ojos un momento. Sintiéndome tonta y avergonzada al darme cuenta que había entrado en trance descaradamente y de nuevo estaba dejando que mi cabeza se llenara de aire por decirlo de alguna manera. Ser tan meticulosa era algo que me pesaba en momentos como esos.

- Si, lo siento. Solo me duele un poco la cabeza – mentí patéticamente cuando volví a mirarlos. Seth se notaba algo inquieto, y la chica causante de ese incomodo momento tenia el ceño levemente fruncido, tal vez pensando que yo era rara, no la culpaba.

- ¿Necesitas una pastilla o algo? – preguntó Sunny parándose justo a mi lado, tomándome del hombro.

- No, estoy bien. Gracias – le agradecí con una sonrisa fingida.

- ¿Segura? Te ves algo pálida – la chica, que seguía parada junto a Seth habló, haciendo que me girara y volviera a encararla.

- Si, todo esta bien – mantuve mi sonrisa que se había vuelto algo cuadrara – empecemos de nuevo, lo siento – extendí mi mano hacia ella retomando un comportamiento normal, tratando de ignorar el golpe emocional que me había causado su parecido con Karina Roses - es un placer, como ya abras notado mi nombre es Caroline ¿tu eres…?

- Natalie, y por cierto, creo que no escuchaste todo lo anterior que te dijeron Seth y Sun, así que lo diré, soy prima de Sunshine por parte paterna – respondió apretando mi mano, y por primera vez en lo que iba de mi tiempo con Seth, el tacto fue humano – también es un placer.

- Oh, que lindo.

Sonrió – Gracias. Tú eres la nueva chica vampiro ¿no?

Hice una mueca - ¿Ese es el nombre poco trabajado que me dan aquí?... Si es así, supongo que lo soy… espera, ¿la nueva?

Natalie asintió – La primera, fue la mujer que es esposa del vampiro. La madre de Nessie.

Renesmee… recordé nuestra extraña discusión – si se le podía llamar de esa manera – y sentí el impulso de marcarle a su celular y hablar con ella. Entre nosotras no solían haber situaciones de ese tipo, todo estaba bien entre nosotras siempre. Me sentía extraña.

- Bella – resumí.

- Exactamente… - me miro fijamente he hizo su cabeza a un lado – ¿Sabes? por alguna extraña razón me recuerdas a alguien, pero no tengo la mas mínima idea de a quien.

- Me pasa lo mismo – confesé – es como si te hubiese visto antes… - sabia exactamente en que rostro la había visto antes… ¡basta grandísima paranoica!

- No, no lo siento así. En mi vida te había visto a ti, pero es como si te parecieras a alguien…

- Si me lo preguntas, ustedes dos son bastante parecidas – expuso Sunny – tal vez por eso te resulta familiar – se encogió entre hombros.

Frunció el ceño - ¿Cuál es tu apellido?

- Caroline Roses. ¿El tuyo?

- ¿Roses? – repitió y creo que escuche como se le partía la voz.

- Si – afirme confundida.

La vi tragar grueso - Que lindo apellido… yo soy Natalie Skybird. Pensé que quizás eras familia de algún amigo mio pero no conozco a nadie que tenga ese apellido, absolutamente a nadie – aseguro nerviosa, como si estuviera mintiendo…

Mi radar se activó. Había algo muy extraño con respecto a esa chica, y como entrometida que era lo averiguaría.


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hola mis amores:D Como están esta hermosa noche? xD acá en Venezuela son las 2 am en este momento y mi madre esta gritándome para que vaya a dormir e.e ven cuanto las quiero? arriesgo mi internet por ustedes x.x Jajaja:B haciendo a un lado mi drama, estoy muy contenta de estar por acá de nuevo, y se que había prometido publicar antes y lo no hice aún cuando ustedes cumplieron por el trato, pues aquí esta, retrasado pero bueno hasta ahora se pudo, lean mis disculpas y explicaciones en la parte de arriba y entenderán todo mucho mejor:) 
El capitulo 27 esta en proceso y pronto estará por acá, así que porfis dejen comentarios para saber que aún alguien pasa por aquí despues de todo este tiempo, en fin, hasta pronto chicas y gracias por tomarse un tiempo y pasarse por acá... las quiere grande, CaroR. :) xxxx!

13 Palabritas que me inspiran :):

Anónimo dijo...

Olaa!! SOY SARAY OTRA VEZ
ME ENCANTA TU HISTORIA. TODOS LOS DIAS ME METO EN TU BLOG PARA VER SI AS ESCRITO ALGO. POR FAVOR SIGUELA PRONTO Y OJALA QUE LA RELACION DE CAROLINE Y SETH AVANCE PRONTO! SE TIENE QUE QUEDAR CON EL! :D ADEMAS NO SE PUEDE IR EN CONTRA DE LA IMPIMACION ;)

Unknown dijo...

Por finnnnn jejeje el cap estubo muy bueno ya quiero saber q pasa con la tal "Natalie Skybird" sera q es un familiar de ella??? mmmm bueno espero el proximo cap... sigue escribiendo por fisss jejej Xb

consu!! dijo...

hasta que llegoooo jajajaj sbia que tarde o temprano llegaria bueno caro mis felicitaciones como siempre me gusta mucho la historia y como escribes es pero el rpoximo prontoo cuidate hablamos adiosin

Anónimo dijo...

natalie es la mama de caroline verdad o es que se me safo un tornillo jajaj:D

Lannii holls dijo...

WAO hasta que publicaste me encanta esta historia quiero saber mas, que lindo capitulo

publica pronto nena

Anónimo dijo...

Siiii!! Tanto tiempo esperando. Me encanto el capi :D

Anónimo dijo...

wao Caro!!!

Al fin llegas!!!!
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...!!!

Como te hemos extrañado!!! estoy segura de eso!! que Yo no soy la única que está pendiente de tu blog y de Ti Claro!!!

El capítulo!!! WAAaaoooo!!!

EStupendo se queda corto!!!
DE veras!!!

Me encantó y espero ansiosa el proximo!!

ESte nuevo personaje me intriga... Yo lo que creo es que va ha terminar siendo hermanita de "las Roses" ... seguro... por lo que pintas!!!

Tu Historia sigue siendo TAN FASCINANTE!!! No dejaré de seguirte jamás!!!

Todos los días reviso el blog!!!!

Bueno Amiga Querida!!! porfis no nos olvides!!! siempre estaremos acá pendientes del giro que dé la historia... De Caroline y de Seth por supuesto!!!!

HASTA PRONTO!!! UN ABRAZO!!!

Anita de Venezuela

juliet dijo...

aaaaa me encanta esta historia valio la pena la espera me encanta tu blog he estado visitando tu blog muy seguido desde hacee un tiempo y no comento mucho pero me e animado a hacerlo me alegro que te aya hido bien en tus estudios no te preocupes cundo puedas publica el prox cap. siempre he estado y estare al pendiente...bueno volviendo a la historia quien sera esa natalie por que se paresera tanto a la madre de caroline? me muero por saber todo este misterio que rodea la historia...un beso cuidate.

juliet de venezuela

Anónimo dijo...

guauuuuu, demasiado genial el cap. me EN-CAN-TO :D uu que emoción ya quiero saber que se trae la nueva, hasta me imagine que la mamá no hubiese muerto, perdió la memoria o simplemente se fue por alguna razón oooo es la hermana gemela de su madre :) que emoción ya quiero leer el prox cap.
cuidate xoxo

Bell.mary dijo...

Hola Carito que gusto saber de ti otra vez, ya sabes que aqui siempre estaremos esperandote tu no te preocupes por nada, no importa el tiempo que pase aqui estaremos.....
Me gusto mucho el capitulo, me cayo super bien Sunny es una chica con muy encantadora con mucha energia, creo que se llevaran muy bien, lo que me dejo muy intrigada fue la llegada de esa chica Natalie Skybird sera que termina siendo familiar de Caroline ??? porque sin duda esconde algo ya que se puso nerviosa cuando ella dijo su apellido, Gracias Natallie por el capitulo y Carito gracias por publicarlo.......estare siempre esperando por lo que sigue......Besos y cuindense mucho

melissa dijo...

Hola Caro me encanto el capi, muy interesante, tantas cosas nuevas, me facina la historia, aunque hecho de menos a Nahuel, espero vuelva pronto, muero por saber que mas va a pasar, felicidades por la historia.
Saludos y besos.

Frida :) dijo...

Oh dios mio!!! que b ueno que subistes el caaap estaba esperandolo muchisimas grasias enserio!!! jajajaja por tu culpa algunas veses me estresaba el segimiento de esta novela haaa porfin grasias de nuevo jaja se que soy una exajerada lo siento jajaj

Anónimo dijo...

Caro excelente capitulo, quiero saber pronto lo que pasará con este " triangulo" amoroso que me trae de cabeza *_* espero que estes muy bien y disculpa por no comentar los capitulos anteriores ahora me pondre al corriente! un abrazo cariñoso
MARIA JOSE P.