POV CAROLINE.
La mirada de Carlie se tiñó de pánico cuando vio mi expresión. Tragué grueso y volví a fijar mi vista en la pared como si la vida se me fuera en ello. Pensamientos dislocados aturdían mi mente, pasando imágenes frente a mis ojos, filtrando palabras en mis oídos y dejando mi cuerpo entero envarado, completamente rígido. No encontraba la manera de recordar como moverme.
Deje de ser consciente de lo que me rodeaba cuando mi mente me voló lejos de allí, a kilómetros y kilómetros de mi cuerpo, directo al pasado y a parte de mi presente buscando respuestas. Mi mirada despabilada, mis parpados dilatados y mis pupilas ardiendo cada que el entendimiento iba tejiendo sus pistas, volviéndolas una telaraña espesa y confusa.
Todo se conectaba entre sí, hasta el más mínimo detalle y gesto que pudiese haber pasado por alto. De repente, me sentí feliz de ser meticulosa por naturaleza.
- Hey, Line ¿Qué ocurre? – escuché la voz de Renesmee lejanamente, como si me encontrara en un hueco demasiado profundo y solo pudiese escuchar débiles ecos de sus palabras.
El aturdidor parecido de Natalie con mi madre… perfectamente podría ser mí…santo cielo.
- ¿Line, que pasa? ¡Di algo! – de nuevo las voces lejanas, esta vez fue la de Jacob.
La forma en que reacciono ante mi apellido… tenía algo en contra del apellido Roses, sabía algo que yo no y no le convenía decírmelo. ¿Secretos familiares? ¿Tenía yo ese tipo de familia qué guardaba secretos oscuros?
- Esta en Shock.
- ¿Pero porque? Hace un segundo la deje y estaba perfectamente.
- No tengo idea, tal vez fueron demasiadas emociones juntas en un día…
El desmayo de Melissa… ¿Sería pura casualidad que la anciana que se desmayó al verme se llamase como mi abuela materna? No lo creo, algo en mi tuvo que haberla impactado demasiado… mi gran parecido a mi madre, casi tan acentuado como el de Natalie…
- ¿Qué se supone que haga?
- Tienes que calmarte Ness, es lo primero. Segundo, podrías llamar a Alice, ella siempre sabe qué hacer.
Natalie me había culpado por el desvanecimiento de su abuela. Eso quería decir que estaba en lo correcto, yo lo había causado. Lo que me decía que mis conclusiones anteriores eran muy posiblemente acertadas.
- ¿Alice?... sí, claro… bueno, es que tenemos un asunto aquí. Caroline no responde… sí, está consciente o al menos eso parece… me refiero a que tiene los ojos abiertos, pero mira fijamente a la pared y no responde cuando Jake y yo le hablamos, está pálida y su piel está fría…
La familia de mi madre nunca sintió simpatía por mi padre. Karina escapó de su casa y abandonó todo para estar con él. Su familia nunca le perdonó tal falta a mamá y ella prefirió alejarse de ellos para ser feliz lejos de sus perjuicios… esa era la versión que conocía sobre la historia de mis padres y encajaba perfectamente con la situación… Lo que sea que estuviese pasando se relacionaba con mi madre, ella era la raíz de todo.
- Caroline, ¿me escuchas? Soy yo, Carlie, vamos di algo… por favor.
¿Por qué me habían dicho que estaban en California? ¿Era esa la verdad o solo querían ocultar cuan cerca estaban de mí… tan cerca como en el mismo pueblo en el que yo vivía? Tenía todas las palabras claves que necesitaba, todo estaba formándose en un horrendo rompecabezas, destrozando mi poco juicio. ¿Entonces que propones? ¿Que la señora que viste en la tarde es…?
- Imposible… - murmuré sacudiendo la cabeza en rotunda negativa, cuando volví a recordar cómo moverme y en una milésima de segundo volví a aterrizar en la realidad con una desagradable corriente eléctrica abrazándome por la espalda.
- ¡Ha reaccionado!... sí, creo que puedo manejarlo ahora, Allie… Siento haber llamado… claro, lo haré. Un beso – lo primero que visualicé al volver en sí, fue a Carlie arrodillada frente a mí con su cara de completa preocupación mientras colgaba su móvil. - ¿Estás bien? – preguntó inmediatamente tomándome de los hombros, y mirándome a los ojos, ahora no tan perdidos.
- No lo sé – respondí con voz pastosa y de repente mi saliva no lograba pasar de mi garganta.
- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué te has quedado colgada tanto tiempo?
Un escalofrió abrazo la boca de mi estómago – Necesito respuestas – dije aún en trance.
- ¿Respuestas? ¿Sobre qué? – cuestionó alzando las cejas, sin entender nada en absoluto.
- Natalie Skybird – respondí y su nombre hizo arder mis tímpanos tenuemente.
Carlie frunció el ceño - ¿Qué pasa con Natalie?
- ¿Alguna vez has escuchado el apellido Curilem? – respondí con otra pregunta, no podía dar respuestas sobre nada, no me sentía capaz. Si dejaba salir de mis labios lo que pasaba en mi mente, sentía que iba a partirme en pedazos.
- Por supuesto, ese es tu segundo apellido ¿de qué va la pregunta? – respondió aun confundida.
- Me refiero, en… en alguien más – me aclaré la garganta. Sentía nauseas.
- Yo sí – intervino Jacob antes de que Carlie pronunciara palabra alguna, ella se giró rápidamente en su dirección - ¿Qué pasa con ese apellido? – tenía sus manos metidas en los bolsillos de sus bermudas y su rostro rodeado de confusión acompañado de un ceño fruncido.
- ¿En quién lo escuchaste? – solté más bajo de lo que pretendía.
Contuve la respiración, esa era la llave a todas las respuestas…
- Es el apellido de una de las familias más antiguas de la reserva. Los Curilem, su representante mayor es miembro del consejo.
No entendía que demonios era el fulano consejo y tampoco me interesaba demasiado. Me esforcé por no alterarme, volví a respirar, y cuando lo hice fue muy profundamente tratando de regular mi respiración que poco a poco se volvía más irregular imitando a los latidos de mi órgano vital.
- ¿Conozco a algún miembro de esa familia? – susurré.
- Sí.
- Quiero nombres, Jacob – presioné ansiosa al notar que no decía nada más.
- Según me enteré, conociste a Natalie...
Me encogí un poco entre hombros al escucharlo, fue como recibir un impacto contra mi cuerpo.
- Natalie Skybird… ¿Curilem?
Jacob asintió – Sí, su madre, Mónica, es hija del anciano del consejo que acabo de decirte.
- ¿Cómo se llama ese anciano? – solo esa pieza faltaba y el rompecabezas estaría completo.
- John, John Curilem.
Mi corazón se detuvo. Me quedé sin aire, sin habla e incluso dejé de parpadear. La sensación más aturdidora de toda mi vida me abrazó con fuerza, como si de una camisa de fuerza se tratara. La verdad me golpeó la cara bruscamente, como una bola demoledora.
- Por supuesto… – meditó Renesmee para sí misma de repente y sus ojos se dilataron al encontrarse con los míos – No, Caroline… no – susurró cuando el entendimiento lleno su mente de respuestas.
- Sí – susurré fue todo lo que mí voz temblorosa me dejó responder, y con esa simple palabra todas las preguntas que ella pudiese tener estaban respondidas. Natalie era una Curilem y no se trataba de una coincidencia.
- Dios mío – soltó antes de abrazarme con fuerza contra ella.
- California está más cerca de lo que creí, Carlie. Mucho más cerca – mis ojos estaban cerrados fuertemente, pero ardían como si mis lágrimas fueran acido.
- Podría ser una coincidencia… - su tono era tranquilizador, pero sabía que ni ella misma se creía lo que decía.
- Ninguna de las dos creemos en coincidencias, Ness – le recordé cuando dejé de abrazarla y le dediqué una mirada franca.
Ella asintió - ¿Qué vamos a hacer?
Sonreí - o eso intenté, pero juraría que al final solo fue una mueca - cuando noté que se incluía en el asunto sin siquiera pensarlo. Ella no me dejaría sola. Y lo agradecí profundamente.
- Averiguar la verdadera historia.
- ¿Se puede saber qué es lo que está pasando? – Jacob interrumpió nuestra conversación visual. No decíamos nada concreto, pero ambas sabíamos que estaba pensando la otra. Esa conexión era una de las razones por las que Renesmee era mi mejor amiga sin importar nada, era como mi hermana gemela, solo que sin el parecido y la sangre.
- Es complicado – le explicó ella mientras se ponía de pie – pero en resumen, Natalie y Caroline… son familia.
- ¿Qué? – soltó incrédulo.
- ¿No te das cuenta? Nuestro parecido, la coincidencia de nombres y apellidos entre nuestros familiares. Solo hay una explicación y es que soy pariente de los Curilem de la reserva.
Dudosamente se acercó y se sentó a mi derecha en el sillón, en contraste a él me veía como una pequeña duendecillo. Hizo una pausa larga, que más bien me pareció exagerada y dramática, pero espere paciente, quizás embobada por la dosis agresiva de verdades inyectadas en mi sistema los últimos minutos.
- Jacob ¿Qué ocurre?
El negó con la cabeza – No creo que sea buena idea, Ness.
- ¿A qué te refieres? – replico ella.
Silencio.
Yo no sentía fuerzas para discutir absolutamente nada, mis ojos pesaban toneladas de repente y solo quería dormir hasta año nuevo.
- ¿Cómo era el nombre de tu madre, Line? – su mirada se fijó en mí, seria, decidida.
Hice un gran esfuerzo por mantener mis ojos abiertos y encontrar mi voz para responderle – Karina Curilem.
- Karina… - suspiró y tomó sus manos apoyando los codos sobre sus rodillas.
- ¿Qué tiene ese nombre? – soltó Carlie antes de que yo si quiera pudiese pensarlo.
– Ese era el nombre de la hermana gemela de Mónica.
- La madre de Natalie… - completó Ness, con el entendimiento puro pintando su mirada.
Hermana gemela… madre de Natalie… parecido con mi madre… Mierda, tenía jaqueca.
Jake movió la cabeza en señal positiva.
- ¿Sabes algo que yo ignore sobre esa familia, Jake?
- Creo que sí, Nessie. No recuerdo habértelo contado.
Entonces, aun estando adormecida comprendí lo que pasaba. ¡El conocía la historia!
- Adelante, cuéntanos – ordenó ella escuchándose bastante urgida, sentándose a mi izquierda, dejándome en el medio de ambos. Yo mantenía la vista fija en el piso.
- John y Melissa, tuvieron dos hijas, unas gemelas llamadas Mónica y Karina. Según recuerdo, una de ellas, escapó para casarse a escondidas con un hombre totalmente ajeno a la reserva, estaba embarazada para ese entonces. John, nunca se lo perdonó y eso ocasionó que nunca volviese a vérsele por la Push y dejara de comunicarse con la familia en totalidad. Fue un golpe duro para Melissa, esa mujer ha sufrido mucho por su hija.
- ¿Hace cuánto tiempo ocurrió eso?
Gracias, Renesmee. No tengo energías para preguntar nada.
- Pasó hace muchos años, unos 20 más o menos.
Las mellizas cumplirían los 20 años pronto…
- ¿Cómo es que lo sabes?
- Toda la reserva sabe esa historia, fue todo un escándalo. Nunca antes una hija de uno de los ancianos había escapado, mucho menos embarazada de un hombre que no era autorizado por su padre. Los Curilem, solían ser o tal vez siguen siendo, muy correctos. Tiene su propia forma de pensar acerca de los caras pálidas. Las mujeres que integran la familia solo pueden relacionarse con hombres pertenecientes a la reserva como tal o alguna tribu hermana, con el fin de que no se pierda el linaje mágico que poseemos. Yo no comparto esa tradición pero es muy común.
Nos quedamos en silencio por unos minutos, en los cuales asimile lo que Jake me había dicho… No hacía falta pensarlo demasiado, el rompecabezas estaba listo y tenía una torcida forma de mentira blanca y verdad negra.
- No es posible tanta coincidencia – murmuré – soy una Curilem. John y Melissa son mis abuelos maternos y Natalie es mi prima. Fin de la búsqueda.
Mi cabeza iba a explotar en 3…2…1…
Carlie me abrazó por los hombros murmurando frases de apoyo que ni siquiera pude entender del todo. La palabra aturdida se quedaba corta, estaba perpleja, enfadada, dolida, decepcionada y sobre todo muy, muy cansada.
- Creo que no fue buena idea decírselo – Jacob sonaba realmente arrepentido, no estaba mirándolo, pero en mi mente pude ver la mueca en su cara - Ella está demasiado abrumada ahora.
- Si lo fue, tiene derecho a tener respuestas… aunque, no puedo creerlo, esto es demasiado… loco. – murmuró Carlie, su aliento chocaba contra mi coronilla.
- ¿Crees que su teoría sea la correcta?
- Son demasiados cabos que encajan, Jacob. La historia que acabas de contarnos, encaja con la versión de la madre de Line. Es exactamente igual, solo que se cambió la ubicación de la familia, tal vez para mantener a Caroline y sus hermanas lejos de todo ese rollo familiar… no sé porque habrán dicho lo que dijeron, pero son como dos piezas de puzzle. Creo que hemos dado con en el punto… además, ¿recuerdas cuando te dije que Caroline y Natalie se me parecían demasiado? ¡Todo tiene sentido ahora!
- Agradezco que me hayas dicho lo que sabes, Jake – respondí débilmente, no tenía ganas de hablar – Estaré bien, solo han sido demasiadas cosas por hoy.
- ¿Qué quieres hacer?
- No lo sé, Carl. Solo quiero descansar, estoy agotada. Creo que es hora de irme a casa.
…
Mi madre estaba fuera de nuestra casa, en nuestro patio trasero, de espaldas a mí. Sentada sobre uno de los bancos de madera que eran parte de la cocina. Llevaba una vieja camisa de papá puesta la cual había perdido su color notoriamente, y estaba manchada de varios colores aleatoriamente. Su cabello estaba sujetado en un moño prensado pero descuidado, varios de sus rizos caían a los lados de su cara. Frente a ella, un lienzo captaba toda su atención, estaba siendo atacado ágilmente por su pincel.
Guardé silencio a unos cinco pasos atrás de ella, apreciando su nueva pintura. Como solía hacer cada que tenía tiempo, Karina estaba pintando. Y yo estaba maravillada con su habilidad. Pasaron varios minutos, de los cuales ni siquiera fui consciente - Mirar a mi mama mientras trazaba figuras perfectas sobre el lienzo, era una de mis cosas favoritas – cuando ella volteó en mi dirección, me sonrió medianamente, dejó su pincel de lado - sobre la tabla que sobresalía de la base que sostenía lo que yo llamaba “su hoja gigante”, donde también se encontraban sus acuarelas - y me tendió la mano para que me acercara.
- ¿Qué es ese lugar mamá? – pregunté curiosa cuando estuve sentada sobre sus piernas y ella recogía mi cabello delicadamente en un moño a semejanza del suyo.
- Mi antiguo hogar, cariño – respondió serenamente.
- ¿Vivías en un bosque? – ladeé la cabeza, mirando lo que estaba frente a mí. Era un bosque, extremadamente verde, muchos árboles altos que rodeaban un conjunto de casas de varios colores.
- Vivía en un lugar mágico, Caroline. Me gustaría llevarte algún día.
…
Un ruido molesto, estruendoso, se coló en mi inconciencia. Me removí inquieta sobre la suave superficie de mi cama, para luego cubrirme completamente con mi sabana.
- Caroline, tranquila. Es solo un trueno, el cielo se está cayendo allí afuera – una voz femenina y muy conocida, me asentó en la realidad.
Hice las sabanas a un lado, siendo consciente de que mi abrupto despertar me traería un fuerte dolor de cabeza. ¡Oh! Ya empezó a retumbar en mis cienes… genial.
- ¿Qué haces aquí? – mi voz sonó pastosa y ronca, tuve que aclararme la garganta cuando no la reconocí.
- Estaba esperando que despertaras. – Camila estaba sentada al borde de mi cama. La miré desconcertada y solo formulé mi pregunta en mi mente ¿Por qué? Pero no tuve la energía suficiente para exteriorizarla. - Has dormido mucho. Un día entero… ¿estás bien?
Fruncí el entrecejo. Me senté sobre mi colcha mirando a la ventana, observando las gotas de agua golpear el cristal con fuerza como si tuviese intenciones de romperlo, escuchando el insistente ruido del agua sobre el techo y los arboles ser azotados por la brisa en el exterior. Seguía oscuro afuera. Mi cabeza adolorida no me dejaba calcular cuánto tiempo había estado dormida. Solo tenía el recuerdo de borroso de Renesmee junto con Jacob llevándome a casa, mientras yo estaba completamente muda. Demasiado pasmada para mediar palabra alguna y muy cansada como para mantener mis parpados abiertos.
- ¿Qué hora es? – solté en mitad de un bostezo y dándome cuenta que llevaba puesta una de las camisas de mi padre unos pantalones de pijama.
- La 1:00 am.
Si mal no recordaba eran casi las 4 cuando salí de la Push…
Asentí. Mi cabeza cada vez dolía más.
- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué esperabas a que despertara?
- Quería asegurarme de que estabas bien.
- ¿Por qué no lo estaría?
- Pensaba que te había mordido y que al despertar serias una de nosotros.
La respuesta a mi pregunta fue respondida por Carlie, quien de la nada apareció en medio de mi cuarto. Mi hermana estuvo a punto de saltar, pero la vi controlarse. Yo en cambio, ni siquiera me sorprendí, solo me dio algo de vértigo saber que mis hermanas habían descubierto mi escape.
- ¿Enserio tienes que aparecer así? ¿No puedes tocar la puerta como la gente decente? – soltó Camila, notoriamente irritada.
- Ninguna persona decente toca la puerta a la 1 am, Kammy.
Ella soltó un suspiro al tiempo que rodaba los ojos.
- ¿Dónde está Karen? – pregunté para desviar el tema cuando noté el humor de mi hermana en roce con el de mi mejor amiga.
- Se ha dormido hace un rato… ¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo de comer? No has comido nada en casi 24 horas.
Mi estómago rugió en respuesta. - Sí, tengo mucha hambre…y no te preocupes, estoy perfectamente. Nadie me mordió ni nada de eso. – le aclaré sabiendo que aún existía la duda en lo más profundo de ella.
La vi relajar los hombros notoriamente. – Bajare por algo de comer – se levantó de mi cama – y luego de que estés hidratada y alimentada tú y yo tendremos una pequeña charla. No quiero más sustos de este tipo, Allison. Y lo digo enserio. – Concluyó mirándome severamente para luego caminar fuera de mi habitación, sin ni siquiera mirar a Renesmee.
- ¿Qué demonios pasa? – pregunté a Carlie una vez que estuve segura de que mi hermana no escucharía. Ella caminó y se sentó en el mismo lugar donde un minuto antes había estado mi Camila – Técnicamente me han odiado las últimas horas, por creerme la responsable de tu desvanecimiento. Te dormiste en el camino aquí, tuve que llamarlas para que me abrieran la puerta, era imposible hacer que entraras por la ventana dormida. Habría buscado una escalera, pero estabas completamente inconsciente.
- Joder… - musité - ¿Cómo es que entraron? Deje la puerta con seguro.
- Creo que necesitas una cerradura nueva, las chicas tienen una copia.
Suspiré y dejé caer mi cabeza sobre mi almohada. Solté un quejido de dolor, sentía todo golpeado desde el inicio de mi cuello hasta la punta del cabello.
- Lo siento, pero era la única manera, de otro modo habrías salido lastimada.
- Entonces, vieron que venía dormida…
- Parecía mas bien que estabas desmayada, no tenías fuerzas ni para ponerte de pie por mucho tiempo. Tus hermanas vieron ese estado sumándole a que Jake te traía en brazos y que te dejó en tu cama tan quieta, que si no fuera por el hecho de tu respiración habríamos creído que estabas en coma. Luego no despertaste en casi 24 horas y ellas cada vez creían más su teoría de que “te habíamos robado la vida” – hizo las comillas en el aire y rodó los ojos – a veces son irritantes, aunque las entiendo en parte.
Me pasé ambas palmas por el rostro con fastidio – Siento eso, enserio. Pero ya sabes, son bastante sobreprotectoras conmigo.
- Lo sé. Igualmente, estoy más tranquila ahora que has despertado. Estabas muy cansada emocional y físicamente, espero que te sientas mejor ahora.
Hice una mueca. ¿Sentirme mejor? Físicamente sí, mi cabeza seguía siendo un completo desastre, pero por ese momento no quise pensar en nada que pudiese agotarme.
- Me siento bien. ¿Cómo esta Embry?
- Mucho mejor, sus costillas han sanado rápidamente. Mi abuelo dice que en unos dos o tres días más estará perfectamente, como si nada hubiese pasado.
- Genial, iré a visitarlo luego.
- Me parece buena idea, pero creo que primero tendrás que lidiar con un asunto pendiente antes de al menos pensar en volver a salir de aquí.
- Lo sé. Las mellizas estarán jodidamente enfadadas conmigo ahora que saben que me escapé a mediados de la noche y volví desmayada casi al amanecer.
- Sí, tuviste suerte de que no descubrieran tu ausencia antes, porque seguramente habrían dado con esto – levanto el colchón sobre la zona en la que ella descansaba y saco la muy conocida libreta verde.
- Oh, no. Mierda– murmuré estirándome para quitarle el verdoso objeto, cuando lo tuve lo abracé a mi pecho como si eso fuese a protegerlo.
- Lo mismo pensé, apenas entré lo vi en el piso junto a la cama, lo más rápido que pude lo pateé bajo la cama y en una distracción lo aseguré bajo la cama. Vi a Sunshine leyéndolo hace poco tiempo, así que sé perfectamente que está escrito allí, no debes dejarlo al alcance de cualquiera Line, tienes que tener cuidado con eso. Es un tema delicado.
Tome una respiración profunda de completo alivio – Lo sé. Lo siento, lo olvidé por completo anoche.
- Lo imagine, salimos muy rápido de aquí… bueno, por ahora creo que lo mejor será que me vaya y te deje a solas con Camila que seguramente está queriendo darme en la cabeza con lo primero que se le atraviese en frente – soltó una risa débil y floja al tiempo que se levantaba - No me siento exactamente bienvenida en este momento.
- Lo siento…
- No es nada, todo irá bien. Supongo que es cuestión de tiempo.
Asentí y ella giro sobre sus talones para caminar hacia la ventana. Tiempo atrás, me habría preocupado verla saltar de allí.
- Por cierto – soltó girándose hacia mi - Nahuel ha explotado mi teléfono llamándome, ha dicho que lo llames a penas puedas.
- Lo haré a penas mis hermanas terminan de acosarme.
Sonrió una vez más pero esa vez influyéndome ánimos y un segundo después desapareció de mi habitación. Camila volvió con tres sándwiches y un gran vaso de jugo de naranja. Me comí todo en silencio, sintiendo su escrutinio.
Dentro de mi cabeza estaba desatada la masacre de neuronas más mordaz que alguna vez había existido. Tenía que decirles lo que estaba pasando, ellas también tenían derecho a saber lo que yo había encontrado sobre nuestro pasado, el pasado de nuestra madre. Quería que supieran todo, vampiros, lobos, familias ocultas, absolutamente todo… no sabía cómo hablarles de todo en general, pero necesitaba hacerlo y más que todo necesitaba que no se volvieran histeria pura porque yo ya estaba lo suficientemente abrumada.
- Quiero proponerte un trato… - dije una vez que había terminado de comer.
- Nada de tratos – corto en seco - ¿Has quedado bien?
- Sí, estoy completamente llena. Gracias. ¿Por qué no me dejas proponértelo aunque sea?
- Porque no confió en ti.
Su comentario fue como un golpe en mi estómago – Creo que si aceptas lo que quiero proponerte, recuperaré tu confianza.
Dudó por unos segundos – Habla.
- Esa charla que dijiste, tengámosla por la mañana.
- No quieras retrasar las cosas, Caroline. No más.
- Es el último retraso, lo juro. Por la mañana responderé todas las preguntas sin dudar, sinceramente, por la mañana seré un libro abierto.
- ¿Crees que me han quedado ganas de confiar? – en sus labios se formó la más sarcástica de las sonrisas que alguna vez había visto en ella.
- ¿Cómo entraron a mi habitación? – pregunte en voz baja.
Suspiró pesadamente – Melanie tiene en la cocina una copia de cada llave en la casa, fue bastante sencillo.
- ¿Y Melanie? – tragué grueso, con el corazón en la boca.
- En su mundo de inocencia cree que siempre estuviste dormida en tu habitación, fuimos discretas. Aunque no te lo merezcas, nos diste el susto de la vida, Carlie llamo casi al amanecer y te trajeron dormida, más bien desmayada… - negó con la cabeza y chasqueo varias veces - ¿Crees que es justo para nosotras? Hoy te escapaste quien sabe a dónde, volviste a mediados de la madrugada técnicamente inconsciente. Pasas todo un día dormida, sin querer comer y respondiendo cosas sin sentido cuando se te hablaba ¡pensé que te habían hecho daño! ¿Tienes idea de lo frustrante que fue verte así? – sostuvo su tabique con su dedo índice y pulgar por unos segundos, en los que tomo una respiración profunda, llenándose de paciencia. Espere en silencio, sintiendo cada una de sus palabras bofetearme con fuerza en cada mejilla. Tenía razón. Volvió a mirarme, completamente seria. - Honestamente me desgasto demasiado preocupándome por ti, tanto yo como Karen, y tú no lo valoras.
- Yo lo valoro… - respondí con la voz quebrada, no tenía absolutamente nada en mi defensa.
- Pues no lo parece.
- Lo siento, enserio lo siento – murmuré – pero ha sido demasiado para mí, trato de hacer lo mejor que puedo y ustedes solo lo hacen más difícil. Está bien, soy una mala hermana, ¿por querer hacer que se sientan menos abrumadas que yo? ¿No han pensado en que yo también cuido de ustedes? ¡Por Dios! Son todo lo que tengo, ¿creen que sería capaz de hacerlas de lado? Ustedes me conocen mejor que nadie, maldición – resoplé.
Se quedó en silencio por unos minutos, mirándome ceñuda. - ¿Todo está siendo demasiado para ti? No lo parece, te ves tan cómoda con todo esto mientras nosotras no sabemos ni cómo actuar al respecto.
- Estoy haciendo lo mejor que puedo – repetí – algunas veces me siento abrumada, pero lo manejo como puedo porque ustedes ya están lo suficientemente histéricas como para unírmeles. Carlie es mi mejor amiga y debo hacerlo bien, por ella, le debo más de lo que creen. No voy a perderla porque sea diferente.
- No es una diferencia Caroline, es inmortalidad. Entiende que no es una chica drogadicta con tatuajes y perforaciones en todo el cuerpo. Es un vampiro.
- Es mi mejor amiga – le escupí entre dientes – nada cambiara eso.
- Eres tan terca.
- ¿Lo dices tú preciosamente? – contraataqué con ironía.
Nos fulminamos con la mirada por un tiempo que no supe calcular, pero fue largo, y me dolía cada segundo. Finalmente, sus facciones se relajaron para luego endurecerse de nuevo – Está bien, si no puedes contra el enemigo únetele.
- ¿Qué?
- Quiero entenderlo como tú lo haces, quiero entenderte, quiero que se acaben estas peleas estúpidas… solo quiero a mi hermana de vuelta.
- Tu hermana sigue aquí. Solo que con un par de cosas extras, que amaría que al menos toleraras.
Asintió lentamente – Lo intentare, abriré mi mente lo más que pueda. Pero quiero la verdad, tanto Karen como yo queremos saber lo que pasa, que lo ocultes solo nos vuelve más paranoicas.
- Si eso es lo que quieren. Lo tendrán. Les mostraré lo que se. Pero eso sí, dan un solo paso atrás y se acabó, nunca sabrán nada. – quizás era pedirles demasiado, pero ejercer presión me parecía la única manera por medio de la cual podría controlarlas.
- Me parece justo – aceptó sin pensarlo.
- Bien. Empezaremos mañana temprano. – concluí.
…
La popular libretita verde término tirada en el suelo de mi habitación, justo bajo mi cama, había leído cada página con excesiva atención desde que mi hermana había abandonado mi habitación, me había tomado alrededor de dos horas leerla, comprenderla y asimilarla. Ahora conocía la historia de los lobos desde lo más remoto, era completamente fascinante para mí, cada detalle que leía se quedaba grabado en mi mente, era fantasía pura, magia real… para mi gran sorpresa, en vez de abrumarme más como creía que sería me relajó, me alejó de mi confusa realidad, pero en cuanto cerré la libreta todo me golpeó de nuevo.
Suspiré cansinamente y aun recostada al espaldar de mi cama, clavé mi vista en la cartelera llena de fotos y recuerdos, notas y demás tonterías que se encontraba colgada en la pared. Al encontrar una foto de Melanie entre el montón, hizo que automáticamente el sueño había tenido por la tarde, en casa de Seth, se reprodujera de nuevo en mi mente.
Más que un sueño había sido un recuerdo, que se encontraba nítido en mi memoria. Recordaba perfectamente que a los doce años presioné a Melanie para que me hablara de los Curilem y que al día siguiente ella se los contó a las mellizas. Las tres nos lo tomamos del mismo modo, lo habíamos aceptado, no los habíamos extrañado y sobre todo nunca hablábamos de ello. Incluso, dudaba que ellas recordaran todo con tanta claridad como lo hacía yo. Todo lo que sabía sobre la familia de mamá, se resumía a que habían sido soberbios, orgullosos y fríos, y los nombres de los padres de mi madre: John y Melissa… pero unas horas atrás todo había cambiado.
El libro había cambiado de página bruscamente. Toda mi vida habría creído una mentira y ahora tenía la verdad quemándome las manos.
¿Melanie también había sido engañada? ¿Debía decirle lo que sabía?... dedícate a confirmar todo primero, Caroline. Las pruebas son esenciales si vas a contárselo a tu familia.
Miré con recelo una de las fotos de mamá. Me había mentido.
“- Vivía en un lugar mágico, Caroline. Me gustaría llevarte algún día.”
La frase de mi último sueño llego a mi cabeza, y cuando una pequeña rama de mis pensamientos me llevo a una nueva conexión, supe que tenía mi primera pista pero que tenía que esperar para poder tomarla. Tome mi móvil de la mesita de noche, no tenía batería así que conecté el cargador y baje las escaleras sigilosamente por algo de comer.
Aún era de noche, alrededor de las 4 am pero no me moleste en encender ninguna luz. Cuando llegue a la cocina hurgué el refrigerador y me comí todo lo que se me antojo. Cuando estuve satisfecha, me serví un gran vaso de agua y me senté en el comedor por un rato y fijé mi vista en las cortinas de la ventana para terminar acercándome a las mismas y haciéndolas a un lado mirar el bosque que se abría tras mi casa en busca de algo interesante, tenía un asunto pendiente.
- Seth… ¿estás ahí? – murmuré esperando fervientemente que me escuchara si mi pregunta tenía una respuesta positiva.
Espere exactamente dos minutos para apreciar como una silueta borrosa se habría paso en la oscuridad y poco a poco fue tomando forma de lobo bajo la luz tenue de la luna, ahora que había dejado de llover. Allí estaba. Sentí la conexión de nuestras miradas cuando alzo la cabeza en mi dirección. Me mantuve seria, sin ninguna emoción. Mi estómago sintió el estúpido escalofrío, pero mi ánimo apaciguó el resto de las reacciones comúnmente causada por el chico lobo.
- Necesito hablar contigo – probé de nuevo el tono de mi voz y al ver que asentía supe que era suficientemente alto, a pesar de ser bajo, para que me escuchara.
Seth desapareció de nuevo entre los árboles y yo subí a mi habitación en busca de la libreta, me tarde más de lo necesario pero no podía arriesgarme a despertar a alguien. Cuando bajaba las escaleras, escuche un ruido que provenía del cuarto de Melanie y me quede paralizada esperando que cesara, para mi suerte así fue. Cogí las llaves que estaban colgadas en la pared de la sala y volví a la cocina, abrí la puerta trasera lo más cuidadosamente que me fue posible y salí al patio cerrándola a mis espaldas.
El aire gélido hizo que mi piel se pusiera de gallina, pero no me importo. Camine firmemente, en dirección a donde había visto desaparecer a Seth, con mis pies descalzos sintiendo el pasto húmedo y frio. Tampoco me importo. Seth me esperaba un par de árboles más al fondo, recostado a un árbol con las manos metidas en los bolsillos de sus bermudas gris claro rasgadas. Estaba descalzo y sin camisa alguna, se veía perfecto aun así, pero me concentre en mi objetivo: entregarle la libreta, dar media vuelta y volver a mi casa.
- Hola, preciosa – saludó cálidamente, como siempre.
Retrocedí dos pasos al ver que ser erguía y caminaba hacia mí. Frunció el ceño y se detuvo en seco.
- Hola Seth – saludé educadamente, tanto que soné distante.
- ¿Qué ocurre? – claramente había notado el cambio.
La chica que babeaba por él no estaba babeando, cualquiera lo notaria.
- Solo vine a devolverte esto – volví a caminar los dos pasos y extendí mi mano dándole la libreta.
Seth extendió su mano y la tomo, cuando hizo eso su mirada seguía fija en mí y yo me mantenía inexpresiva. - Ok… - respondió por lo bajo.
- Gracias por mostrármelo, me ha encantado leerlo, es fascinante – admití.
- De nada… - su cara era un poema. - Bueno, que pases un buen día. Adiós – y le di la espalda, contenta de haber cumplido mi cometido tal y como quería… pero claramente él no me dejó, a mitad de un paso lo tenía frente a mí. Solté una palabrota mental.
- ¿Caroline? – me llamó una vez más.
Alcé la mirada y me arrepentí, tenerlo tan cerca me descontrolaba. No podía ser fría cuando su calor estaba abrazándome. - ¿Si?
- ¿Qué te ocurre?
- Nada, no sé de qué hablas – me encogí entre hombros.
- Claro que algo pasa… a veces no te entiendo la verdad.
- ¿Qué quieres decir con eso? – esta vez era yo la que estaba confundida.
- Algunas veces eres… tan dulce y sencilla y otras te vuelves fría y distante, ¿por qué lo haces?
Porque sé que debo alejarme de ti.
- No hago tal cosa – mentí. Claro que lo hacía, cuando mis sentimientos hacia él me asustaban.
- ¿Por qué de repente quieres alejarte de mí? – obviamente no creyó mi mentira.
- No sé de qué hablas – repetí.
- Deja de decir eso y respóndeme – pidió severamente bajando su rostro a la altura del mío, su mirada me traspasaba pero hice todo mi esfuerzo para que no lo notara.
- ¿Por qué te importa tanto lo que sea que yo haga? – Repliqué imitando su mirada seria y severa - ¿Qué importaría si me alejo o no de ti? ¡Soy solo una desconocida!
Su expresión se relajó y vi el entendimiento brillar en su mirada – Eso es lo que quieres, alejarte de mí. Acabas de admitirlo.
- ¿Y si así fuera qué? – lo reté.
Mal momento para presionarme, estaba más volátil que nunca.
- ¿Por qué? – insistió aún calmado.
No soy capaz de responderte sin sentir que me desarmo.
- No tengo cabeza para esto, Seth. No ahora. – solté y traté de caminar hacia mi casa de nuevo pero volvió a impedírmelo al tomarme del brazo, y su contacto fue la gota que derramo el vaso. Estaba en mi punto límite, la copa de mi paciencia, fuerza y tolerancia se desbordó como si hubiesen invertido litros de sangre sobre ella.
Harta de tantas mentiras… Abrumada por tantas verdades…Cansada de tantas emociones juntas…
Quería a Nahuel y sentía un férreo compromiso para con él. Nunca le haría daño, no sería capaz de dañar a quien me quería de la forma en la que él lo hacía, a veces reconsideraba que se suponía que había hecho yo para merecerlo. Por otro lado estaba Seth, incitándome a hacer lo que sabía que lastimaría a Nahuel, pero el no hacerlo me estaba lastimando a mí y ahora entendía que también a él. Ambos sentíamos esa atracción como la de dos imanes, a ambos nos era difícil la situación y yo no sabía cómo manejarla, porque era una locura y solo me hacía querer correr lejos y dejar de lastimar a quienes me importaban tanto. Tenía que decidir qué hacer, y mi elección estaba muy clara.
- ¡Suéltame! – sacudí mi brazo de su agarre, como si lo repeliera y la verdad era que me causaba una sensación completamente opuesta. Lo encaré una vez que lo aleje de mí, me miraba atónito y pude percibir como le había herido mi reacción a través de su mirada. Me dolía, era inexplicablemente doloroso comportarme de esa manera.
- Quiero que te alejes de mí, Seth. Te quiero a metros de mí, no quiero verte. – solté cada palabra con esfuerzo, me ardía la garganta por toda la basura que estaba diciendo.
- Deja de mentir – respondió pasivo, dando un paso al frente haciendo que yo impulsivamente lo empujara por el pecho, tenía que poner distancia y era tan difícil para mí que estaba desesperada.
- ¿Yo mentir? – Solté ofendida, lo menos que necesitaba en ese momento es que me calificaran con esa palabra - ¡Tú eres un mentiroso como todos los demás!
- ¿De que estas hablando ahora? ¡Siempre me pierdo contigo! ¿Qué se supone que hice? ¡Dime al menos que es lo que hace que estés así!
Ok, él también estaba desesperándose.
Mis dientes apretados chirreaban y retumbaba el sonido en mi cabeza. - Todos me mienten siempre – murmuré con la respiración entrecortada sin quitarle los ojos de encima – Mi madre, Carlie, tú…- solté con desprecio.
- No sé en qué se supone que te mentí, Caroline.
No dije nada, mis manos estaban hechas puños. No sabía que decir, ni siquiera entendía porque estaba tan alterada.
- Estas muy alterada, preciosa – habló esta vez con tono tranquilizador – ven aquí – extendió sus brazos mientras caminaba – cálmate y hablemos. No tienes que decir todas las cosas que dijiste, sé que no querías decirlas.
¿Porque resultaba tan tentadora la invitación que suponían sus brazos abiertos?
Me miraba como si supiera cada uno de mis secretos y me sentía completamente desnuda emocionalmente frente a él. ¡No me conocía en absoluto para saber todo sobre mí! Pero había algo en él, en su aura que me decía que lo hacía perfectamente, aunque mi cordura me decía que era imposible, aunque me aseguraba que él no podía saber lo que yo sentía, no me tranquilizaba, aunque me repitiera mil veces que ¡Él no podía saber que estaba completamente enamorada de él!
Solté todo el aire que había en mis pulmones al escuchar mi propia afirmación retumbar con la fuerza de una bomba en mi cabeza. Mi única reacción fue… seguir empujándolo como loca mientras empezaban a caer lagrimas por mis mejillas, como si con eso evitara que él lo supiera y de esa forma me vengara por lo que me hacía sentir. Por la manera en la que me estaba lastimando.
- ¡Hey! ¡Caroline! ¡¿Qué pasa?! – lo escuché decir pero hice caso omiso.
- ¡Es tu culpa! ¡Tú me hiciste esto! – solté entre sollozos mientras seguía arremetiendo contra él.
En un parpadeo él tomo mis muñecas firmemente, su calor amarro mis poros, antes de que pudiese moverme en contra, él tomo la delantera y cuando pude darme cuenta, estaba de espaldas a un árbol con los brazos extendidos hacia arriba y mis muñecas estaban esposadas por las manos de Seth. Su rostro estaba demasiado cerca y su cálido aliento me golpeaba las mejillas, me costaba respirar y mi corazón latía estruendosamente.
- Basta – dijo en voz baja pero dominante – deja de golpearme y explícame qué demonios está pasando.
- Suéltame – pedí furiosa, empezando a removerme entre él y su agarre, me sostenía con fuerza pero con cuidado de no lastimarme, eso me daba un poco de esperanza de que tal vez podría liberarme e ir a casa.
Negó con la cabeza – No, no después de lo que acaba de pasar. Hay algo que no me estas contando y quiero saberlo – su tono era rudo, estaba molesto.
Claro, Roses. Acabas de ponerte histérica y golpearlo infinidad de veces.
Tragué grueso.
- Eres tan bipolar – rio sin ganas y fue irónico su comentario, dado a que su voz se suavizo en cuestión de una respiración – hace un segundo estabas golpeándome y ahora estas temblando ¿Por qué simplemente no me dices que pasa?
¿Era idea mía o su voz acariciaba mis oídos con cada palabra? Adoraba cuando me hablaba de esa manera, pero me asustaba lo que me causaba.
Me mantuve callada, todo dentro de mí era un desastre en ese momento, tenía demasiadas emociones haciendo colisión. Solo me quede colgada de sus ojos. Se veían más claros que nunca.
- ¿No vas a decir nada?
Negué con la cabeza. No sabía que decir, poco a poco la cordura regresaba a mí y me mostraba lo que había hecho, me sentía tan avergonzada…Solté un sollozo, no me había dado cuenta que seguía llorando como una mismísima idiota y gracias a ello, respirando forzosamente.
- ¿Por qué lloras? – soltó mis manos cuando notó que me había calmado y mi histeria se había ido. Sus pulgares se posaron en mis mejillas y empezaron a limpiar mis lágrimas, mis brazos yacían débiles como gelatina a los lados de mi cuerpo – di algo, Caroline, por favor. Dices que yo te hice algo y ahora estas llorando ¿Qué fue lo que hice? Solo dime y me disculparé, como sea lo arreglaré, lo prometo.
¿Por qué tenía que ser tan perfecto? Sería más fácil que fuera un idiota, su perfección estaba haciéndome todo más difícil. Me había comportado como una loca y recién me daba cuenta.
- Lo siento… - susurré – perdí el control sobre mi misma. Lo lamento mucho.
Otro sollozo.
¿Podría verme más ridícula? Las lágrimas habían dejado de caer y las manos calientes de Seth habían secado mis pómulos.
- No importa…
- Claro que sí importa, estoy loca, será mejor que me vaya.
- No – su tono volvió a endurecerse pero permaneció algo de su dulzura tras él. Cuando intente moverme sus manos se aferraron a mi rostro, ahora acunaban mis mejillas – vamos a hablar primero, Caroline. A ti te gusta que te responda cuando preguntas a mi igual.
Él quería matarme, estaba temblando y no precisamente por frìo.
- Yo solo...estoy asustada – admití en voz baja y quebrada.
- ¿Sobre qué?
- Sobre todo lo que está pasándome.
- ¿Qué es lo que está pasándote? – pregunto bajando las manos de mi cara.
Ahora estábamos frente a frente, muy cerca para lo que mi cordura podía tolerar.
Ninguno de los dos dijo nada, simplemente nos miramos como dos tontos fijamente, y fue como si lo dijéramos todo de esa forma. Como si le contara de mi confusión y el me respondiera que ya lo sabía, como si le dijera que estaba asustada y el respondiera que no tenía razones. Como si le dijera que estaba enamorada de él y él respondiera “Yo también”.
Fue entonces cuando me di cuenta que cada momento con él era una completa fantasía, como si un reflector gigante nos apuntara a nosotros y una estúpida y melosa música sonara de fondo. Sentí las muy famosas mariposas en el estómago haciendo estragos en mí, esas que estaban haciéndose notar desde la noche del baile… la noche en la que todo había cambiado para mí. Sus ojos se veían transparentes, sinceros y yo estaba irrevocablemente colgada de ellos, sin opción a libertad.
La conexión instantánea, fuerte y seductora como el canto de miles de sirenas, era correspondida, él también lo sentía y no estaba asustado como lo estaba yo, al contrario, él me transmitía tanta seguridad… como si estuviera frente a un acantilado y el dijera “salta” y… yo sería capaz de hacerlo.
Éramos un par de locos que parecían conocerse de toda la vida aun cuando solo había pasado una semana desde la primera vez que se vieron. Y por esa milésima de segundo no me importó, olvidé absolutamente todo. Olvidé el pasto húmedo bajo mis pies, olvidé que en cualquier momento alguien podría notar mi ausencia en mi casa, olvidé que era una locura, olvidé que no era correcto… y solo podía pensar en que era lo suficientemente incorrecto para hacerme sentir bien.
Me mordí el labio inferior con fuerza para controlar el impulso que estaba por ganarme.
- Caroline, dime ¿Qué esta pasándote? – Presionó en voz baja, sentía su mirada fija en mis labios – puede que a mí este pasándome lo mismo, pero nunca lo sabremos si no eres sincera….
Con esas simples palabras todo dentro de mí se vino abajo a la velocidad de una violenta avalancha. Hicieron que mi corazón se derritiera al ayudarme a ver lo que había sido más que obvio desde el principio.
Al demonio todo…
No encontré mi voz para responder su pregunta, pero mi cuerpo se movió por si solo para hacerlo en su lugar. Mis manos temblosas volvieron a la vida y sin orden previa se pasaron sobre el pecho desnudo de Seth. Los latidos de su corazón, en armonía con los míos, golpearon mi palma repetidas veces. Sonreí tímidamente mirando mi palma extendida sobre su piel morena, y la manera en la que su pecho subía y bajaba gracias a su respiración algo irregular. Era como verme en un espejo.
Alcé el rostro una vez más y estaba mirándome, atento a todos mis movimientos. Tragué grueso e hice mis pensamientos a un lado. La mano que estaba al lado opuesto de su corazón se movió hasta su mejilla la cual acaricié, maravillándome con lo suave y hermosa que era su piel. Cuando acune su cara con mi mano acerque su rostro al mío haciendo que se agachara para poder quedar a mi altura, cuando nuestras narices se tocaron aun estábamos mirándonos, y ambos sonreíamos como dos idiotas, con nuestro propio chiste privado, nuestros alientos se mezclaban de la manera más deliciosa posible. Me miró una vez más como si pidiera una aprobación para lo que estaba a punto de hacer, y al ver la positiva, casi suplicante en mis ojos, acorto la mínima distancia que separaba nuestros labios y me besó cuidadosamente, como si temiera romperme.
Nuestros labios encajaron perfectamente, dándose suaves roces una y otra vez. Nos separamos por un segundo, solo lo suficiente como para hablar. Abrí los ojos y vi los suyos cerrados, tenía una tenue sonrisa en sus labios que me contagio. Verlo sonreír me hacía feliz como nunca nada lo había hecho antes.
- Sí, es oficial. A ambos nos pasa exactamente lo mismo.
Sonreí tìmida al escucharlo y rodé los ojos que al final volvieron a cerrarse cuando su boca buscó la mía de nuevo, esta vez más segura y más exigente que la vez anterior. Sus manos se apoyaron un poco más arriba de mi cintura y por su gran tamaño envolvieron mis costillas a través de mi camisa, de forma posesiva. Yo me arqueé adoptando mi cuerpo a la forma en la que sus manos me sostenían y cuando lo hice me empujo contra su cuerpo con recelo. Mis manos terminaron adentrándose en su cabello, del cual me aferraba para no perder el equilibrio ante todo el vértigo que causaba el hecho de que su lengua estuviese encontrándose con la mía, como en una pelea por quien llevaba el dominio.
Nuestros pechos juntos, sus manos aferrándose a mis costados como si quisiera arrancarme la camisa en cualquier momento, nuestras respiraciones entrecortadas mezclándose, nuestros labios juntos. Era perfecto, más perfecto de lo que alguna vez pude haber imaginado. Se sentía correcto, exacto y preciso, como si estuviéramos destinados a estar de esa forma por toda la eternidad.
*****************************************************
Hello Everybody! Me reporto con el capitulo 30! Wow, 30 capitulos para que Seth por fin pudiese obtener cariñito por parte de Caroline jajaja pero que puedo decir, he amado esta escena, me parecio tan imperfectamente perfecta, alocada y extraña tal como son ellos dos.
Por un momento pense que seria muy pronto, pero luego considere la fuerza que tiene la imprimacion y creo que fue exacto y preciso, despues de todo estan enamorados desde la primera vez que se vieron. La cuestion es que...
BESOOOOOO! He estado esperando tanto tiempo por escribir esto, fue taaaan liberador*---* Lo siento los las Team Nahuel, pero ya les tocaba a las Team Seth jajaja ;) Yo por mi parte soy Team "Suecia" (Vi en internet que era un pais neutral jajajaja asi que ya saben para quienes se sientan divididas como Caroline u.u)
Ahora solo falta ver como va a resolver todos sus dilemas mentales nuestra querida Line.
BESOOOOOO! He estado esperando tanto tiempo por escribir esto, fue taaaan liberador*---* Lo siento los las Team Nahuel, pero ya les tocaba a las Team Seth jajaja ;) Yo por mi parte soy Team "Suecia" (Vi en internet que era un pais neutral jajajaja asi que ya saben para quienes se sientan divididas como Caroline u.u)
Ahora solo falta ver como va a resolver todos sus dilemas mentales nuestra querida Line.
Una familia que creia lejana esta a solo cuestion de pasos de ella, no es cualquier cosa, verdad? Un dia en su vida es una completa locura jajaja igualmente espero que les guste la manera en la que he diseñado la historia.
Ahora cuentenme, que les parecio el capitulo? sugerencias? lo que sea! pero dejen su comentario aqui abajito, la vez pasada deje el reto de 20 capitulos y no llegaron ni a 15 :/ han dejado de leerme por el tiempo que tardo en publicar? seria una pena dado a que las aprecio mucho a todas, de todas formas un beso enorme, gracias por su paciencia y por leer esta historia.
CaroR :) xx
18 Palabritas que me inspiran :):
Yes! soy la primera..... sabes que soy 100% team Seth y por lo tanto me encanto el capii...
ya quiero saber como es que les contara a sus hermanas y el como tomara Nahuel todo esto hehe.... un beso Caro... espero el sig capitulo....
Yadhira Oroz
Guauu demasiado hiper impresionante el cap. lo hiper ame, me encanto demasiado, ya moría porque por fin declaran su amor entre ellos, y lo siento por Nahuel pero tu tiempo ya paso y siento que él se fue como hace un año, por lo rápido que avanzaban los sentimientos entre Seth y ella :) y puede que la familia materna las acepte ahora que por lo menos 2 se van a quedar con los sexys lobitos, y también es mucho tiempo para estar enojados con la familia y en especial cuando su hija murió y tiene una nietas que querrán saber más cosas de su madre, bueno ojalá acabe todo bien.... Espero con muchisisimas ansias en nuevo cap, será feliz y triste a la vez porque Nahuel va a tener que aceptar la realidad que ya sabía antes de irse :)
Hola Caro!!! siempre leo tus historias pero hoy por fin puedo comentar!!!! Me encanto el capitulo y por fin el beso entre Seth y Caroline!!!! ya era hora!!! estuvo perfectoel momento con sus sentimientos expuestos que simplemente no necesitaron palabras!!! y Nahuel es algo que siempre sospecho y lo cual tendra que aceptar sabe que en realidad no puede luchar contra el amor entre Caroline y Seth!!! y esperoq ue la familia materna las acepte a las chicas ellas no tienen culpa de nada y ademas si no hubieran sido tan duros hubieran podido tener a su hija y nietas junto a ellos!!! sigue escribiendo y actualizando!!! besitos!!
Wooooaaaaaa!!! GENIAL!!! Esperaba con muchas ganas el capitulo!!! Estoy en el Team Seth! La imprimacion es muy fuerte para ignorarla, ojala uno encontrara su alma gemela asi!!! MUCHAS GRACIAS!!! Y gracias por la historia!
*O* ¡QUE GENIAL! AMÉ ESTE CAPÍTULO =D
Ayer lo releí y todo; honestamente soy del Team Nahuel; pero ahora no sé con este capítulo, siento mariposas en el estómago y siento que estoy enamorándome de Seth *-* tú hiciste que me enamore de él D: porque con cada palabra que escriste desde el 'Hola, preciosa' caí y caí biennn al fondo; y no sé): en serio ahora estoy confundida; y siento que tiene que aparecer muy pronto Nahuel ahahahha..
Buuuenoo ¿para qué decirte otra vez que amo Entre Terceros? No sé, creo que ya lo he dejado bien en claro, hahahha; so, espero que no sé puedas considerar regalarnos el capítulo 31 para el 24 =D *mirando hacia los lados* hahahha. Bueno bueno, un beso y abrazo y otra vez ¡EL CAPÍTLO ESTUVO GENIAL! Y creo que se ha convertido en mi favorito(:
aaa me encanto el titulo el capitulo,seth toodooo por fin el tan esperado beso de caroline y seth aunque pebre de nahuel pero asi es la imprimacion la verdad es que yo también soy team suecia amo a los dos jaja DIOSS casi muero cuando leei lo que le paso a la madre de caroline lo de su familia TODO ... pobre line sentir tantas emociones en un Día ...ahora que pasara ? se habrá mas secretos que no sabemos?
me muero de la intriga cuando vi que publicaste otro cap. salte de la emocion como una loca jajaja espero el otro cap con ansias...un beso
amiga el capitulo te quedo maravilloso, ame todo en el! fue el momento que esperaba con mas ansias! y gracias por entregarlo, te demoraste pero con eso solo lograste que se esperara con muchas mas ganas!
ahora a ver que sucedera con la familia curilem, que pasará cuando line les cuente todo a sus hermanas en unas horas mas! wow ansias al 1000% te quiero
MARIA JOSE PAVEZ
¡Ohhh! Joder, es que ¿Como lo dejas hay? xd Esta buenisimo. He leido tooodas tus historias y la verdad me encantaba, sobre todo el rumbo que esta tomando esta xd Espero no llegue Nahuel a regalarla todo:c xd
un beso*-* Pasate por el mio, soy nueva:)http://historiasdevida0.blogspot.com/ Espero te guste y te quedes hay xd Yo seguire pasando, un beso*-*
Caro!!! En Resumen!! Esencialmente!!! WAOOOOO!!!
ERES FANTASTICA CREANDO Y ESCRIBIENDO ESTA HISTORIA!!!!
WAOOOO!!!
Me has dejado tan impresionada.... esta parte final del Capítulo entre Seth (MI ADORADO SETH!!!! Por su puesto que soy del Team SETH!! Y quien no lo sería!!!) Y Caroline!!
Estoy Fascinada!!!
Me encanto!!! Me alusinó!!! Me Emocionó tanto... tantísimo.... Plasmaste tal cual lo que yo me imaginaba que ocurriría!!!
AL FIN!!! CAROLINE LE DICE A SETH QUE LO AMA!!! o por lo menos se lo demostró....
Y a pesar de que a tus Fans nos hace sufrir el hecho de que demores en publicar... porque es así.... no te puedo mentir...
Y nunca pensé que te escribiera esto... porque no me gusta esperar... pero valió la pena!!!
Wao!! Este capítulo y su parte final me hiso alusinar!!!
Me muero por este Seth que has perfilado!!!
Y al fin Caroline se deja llevar por ese Amor...
En fin... ya me estoy muriendo por leer y disfrutar del próximo capítulo que estoy segura será FANTASTICO y UNICO, como este!! Y toda la Historia... No se te ocurra dejar de hacerla OK!
Te queremos mucho!!!
Anita
Solo puedo decir WOW!!!! Estuvo increible,como todos los caps,eres exelente escritora y adore cuando c dieron el beso el le seguia hablando muy tierno aun despues de su arranque de histeria... Espero el prox cap con ansias <3 (;
Hola Carito tarde pero segura,,,,, me ha encantado mucho el capitulo la manera en que lo describes todo me fasino,,,,, pobre Caroline con tantas cosas en su mente como no va a desconectarse del mundo con una buena dormida de 24 horas yo creo que hasta fue poco, ahora no solo tiene que lidiar con que sus hermanas ya saben lo de los vampiros y de la tia Alice sino tambien con lo de la familia de su madre, que viene a formar parte de la tribu quileute pero conociendo a Line sabemos que va a buscar la verdad hasta por debajo de las rocas ella es incansable no se deja vencer y lograra resolver todas las dudas que tiene con la familia Currilem,,,,,,,,
y por supuesto que yo soy Tean Seth adoro a ese chico y me superencanto la manera en que se dieron las cosas tal y como ellos de alocados, que gusto que por fin se demostraron cuanto se aman porque aunque no hubo palabras en ocasiones como estas no hacen falta, con solo una mirada puedas trasmitir tantas cosas ....... ahora hay que ver la reaccion de los demas, de sus hermanas al enterarse sobre la familia Currilem y de lo de Seth y de Nahuel cuando vuelva y se entere de todo, bueno yo siempre tuve mis dudas con Nahuel sigo pensando que el oculta algo malo respecto a los padres de Caroline,,, pero con el paso de los capis se que lo ire descubriendo.
Sabes me dejaste con ganas de mas pero soy paciente y sabre esperar para cuando llegue disfrutarlo.......
Caro muchas gracias por este capi tan bueno y mas aun por esta hermosa historia......Besos nena y cuidate mucho.......
Por fin una demostración para Seth!!!
Me encanto el capi ... eh quedado en suspenso jojo (:
Gracias por escribir esta historia... me gusta mucho y espero con ganas un nuevo capitulo.
me encanta que porfin se hayan besado Caroline y Seth.
espero que puedas subir pronto mas capis!!
un saludo
Hola Caro! me facino el capi.! Aww es perfecto, lo ame en verdad, Creo que me acabo de enamorar de Seth, pero también de Nahuel, así que soy Team Suecia definitivamente. M e muero por sabe que va a pasar con Line, su familia perdida y cuando regrese Nahuel, pobre, le esperan muchas cosas! Caro me facina la historia.
Saludos y besitos!
carooooo !! hola!! lo siento por no haberte escrito antes pero solo ayer lei el cap y hoy lo lei completo se que publicaste hacer arto ya y yo recien leyedo jaja pero es que el trabajo no me da tiempooo .....bueno ahora luego de dar mis escusas te tengo que decir que es el mejor capitulo qe he leidooo osea te juro moriii fue perfecto magico te quedo pero increibleeeee bueno eso cuidate te quiero espero podamos habalr adiosin
Hola!!!
Me ha encantado tu blog... y las historias son increíbles...me gustaría que nos siguiéramos y afiliáramos... avísame...
http://brujas-cuentosdebrujas.blogspot.mx
Ciao
felicitaciones esta muy buena cuando sacas los otros capitulos
Hola carooo plisss sube otro capii
Publicar un comentario