Entre Terceros - Prólogo (Irrompible)

POV CAROLINE.

Las lágrimas tan calientes como si de agua hirviendo se tratara, caían como una avalancha de lava por mis mejillas. Mi cuerpo entero ardía en llamas, cada poro era un pequeño volcán a punto a un paso de su erupción. Hasta mi respiración era fogosa, tan ardiente como el mismísimo purgatorio. Me estaba quemando por dentro y por fuera, de todas las formas posibles.

Mi mirada estaba fija en la ventana - más específicamente en la forma en que el agua corría por el vidrio - como si observara mi propio reflejo. La lluvia caía salvajemente en el exterior, escuchaba las gotas golpear el techo, la forma en que la brisa abofeteaba los árboles y al mismo tiempo lo comparaba con mi pecho. El lado izquierdo, donde antes había un corazón latente, optimista e incluso inocente, estaba vacío. No escuchaba mis propios latidos, solo sentía ardor en su lugar. Desesperante y ácido ardor, como si un pedazo de infierno creciera en mi interior.  

Abracé mis piernas contra mi pecho con más fuerza y deje que mi mentón descansara sobre mis rodillas. Estaba cansada y ni siquiera había bajado las escaleras los últimos días ¿o tal vez habían sido semanas? Las agujas del reloj se habían detenido para mí. Todo a mí alrededor estaba teñido de niebla y completamente estático. Solo podía repetir las imágenes en mi cabeza una y otra vez, como una especie de autocastigo.

Me había tardado demasiado en comprender que la maldad y la mentira habían existido siempre, incluso ante que la verdad, el amor y la bondad. Siempre habían estado y estarían rodeándome.

– ¿Caroline? – Escuché a Karen hablándome, ni siquiera había sido consiente de cuando había entrado a la habitación. – ¿Tienes hambre? – preguntó por milésima vez. Cerré los ojos, sintiéndome cada vez más agotada, no lograba reunir la voluntad suficiente para alzar la mirada hacia ella. Su mano apretó suavemente mi hombro. – enana, por favor di algo. No he escuchado tu chillona voz en días, dame una señal de que al menos me escuchas ¿sí?

Asentí lentamente y eso produjo que mi hermana soltara un suspiro de alivio puro. Me rodeó el cuello con sus brazos y apoyo su mentón en el hombro en que antes había estado su mano.

- Tienes alrededor de dos días sin hablar, Line. Solo has comido una manzana y un vaso de jugo de naranja. Sé que te sientes mal, que estos días han sido un shock para ti pero necesitas comer, volver a hablar. Buscar la forma de volver a mostrar que está viva, que respires no es suficiente. Tienes que volver, te necesitamos de vuelta…– murmuró cerca de mi oído. Una lágrima suya cayó en mi hombro.

A pesar de mis propios sentimientos quise consolarla, pero sabía que no era posible cuando yo estaba hecha simples cenizas. Correspondí su abrazo sujetando sus antebrazos con mis manos,  apreté mis dedos e incluso podría jurar que clavé mis uñas en su piel. El momento era tan extraño, que no sabía si estaba consolándola o apoyándome en ella.

Camila apareció a nuestro lado, esa vez si fui capaz de escuchar el chirrido de la puerta cuando entro. Mi hermana mayor se arrodilló frente a mí, obligándome a enfocar mi visión en ella. Me sonrió tímidamente, y ese gesto fue un viaje directo al pasado, esa era la sonrisa que había fingido durante meses luego de la muerte de nuestros padres.

Solté un débil jadeo ante el recuerdo y observe la mirada preocupada/cansada de mi hermana, quien me había cuidado como una especie de madre todos esos años y yo no había sabido valorar ni notar del todo. Tenía sombras purpuras bajo sus ojos. Me culpé profundamente por ello.

- Preparé un poco de pollo para el almuerzo ¿se te antoja un poco?

No dije nada, simplemente observé sus ojeras y con el dedo índice de mi mano derecha toqué las marcas que habían dejado las últimas dos noches de desvelo.

- ¿Podrías decirme si quieres algo en especial para comer, por favor? – suplicó Camila, intentando de nuevo hacerme hablar.

Negué con la cabeza, haciéndole entender que aunque quisiera no podría pasar bocado. Se mordió el labio inferior intentando disimular la forma en que su mentón temblaba. Limpió mis lágrimas y acunó mi rostro entre sus manos.

- Subiré algo de comida para ti. Hoy vas a comer aunque tenga que obligarte a hacerlo ¿entendido? – decretó con su característico tono autoritario.

Sin esperar respuesta se levantó y salió de la habitación como un relámpago. Respiré profundamente, seguidamente Karen deshizo su abrazo y se sentó junto a la ventana, frente a mí. Con las piernas dobladas bajo su cuerpo y una sonrisa triste que intento ser cálida pintada en los labios.

- Te sentirás mejor después de comer un poco, ya verás – me animó.

Sus ojos oscuros se venían más grandes que de costumbre gracias al rojo que dejaba en evidencia cuanto había forzados su vista últimamente y como si eso no fuese suficiente, los mismos resaltaban aún más gracias a los círculos oscuros, que al igual que en Camila, representaban sus desvelos por mi causa. 

Ambas habían pasado días enteros sin dormir, pues cada vez que yo intentaba 

hacerlo, las pesadillas me abrazaban como un montón de pájaros negros. Mis hermanas habían intentado alejarlas de mí, sin éxito. Dudaba que algún día se fueran.

Tragué grueso culpándome profundamente por el mal rato que estaban pasando debido al quiebre de mi resistencia emocional. Estaba lastimando a las dos únicas personas que nunca me habían fallado… Un golpe de rabia y luz me golpeó de lleno.

Estaba rota de mil y un maneras, pero eso no significaba que debía arrastrarlas conmigo, al contrario, debía encontrar la manera de protegerlas de las llamas. No las empujaría al fondo del volcán.

- Karen – hablé después de lo que se sintió mucho tiempo, mi voz sonaba ronca y poco familiar. Mi hermana estaba trazando formas aleatorias en el suelo, cuando escucho mi voz saltó en sorpresa e inmediatamente me miró, vi su rostro iluminarse e igualmente apagarse en cuestión de un parpadeo con mis siguientes palabras: – Tengo que irme de aquí. Lo más pronto posible. 

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HOLA TODO EL MUNDO!

¿Cómo están mis amores preciosos?

Les cuento que yo muy bien, empezando la universidad de nuevo D:

En fin, vamos a lo que vinimos(?) JAJAJA :G aquí les dejo el prólogo de la Segunda Parte de ET, espero dejen sus opiniones aqui abajito.

¿Les gusto? ¿Lo odiaron? ¿Tomates o flores para su humilde y simpatica servidora? :DDDD ya me dirán aqui abajito :D

Espero que tengan una hermosa y productiva semana.

Las amo.

CaroR.