Capitulo 9 - Visita Inesperada

POV Nessie

Abrí los ojos con fuerza, se desvaneció todo sueño, sentí un delicioso olor, como a madera ya conocía ese olor pero lo ignore… mire el reloj eran las once y media de la noche no había pasado mucho tiempo desde mi discusión con mis padres. Aun me sentí mal por ello, pero ellos parecieron entenderme, por eso era tan caprichosa, porque era muy mimada. Por la mañana hablaría con ellos, quería saber a qué se referían con “sabiendo cómo son las cosas…” ¿Qué cosas?, quería levantarme y preguntarle a mi papa pero ¿Qué ganaría?, un: “descansa Nessie hablamos mañana”. Me resigne a que esa iba a ser la respuesta y deje vagar mi mente y por supuesto paro en el sitio de siempre…

Jake – dije en un suspiro - licántropo idiota ¿Dónde demonios estas?, me quieres matar eso es lo que quieres, matarme de preocupación, no es tanto sentir que me olvidaste hasta como tu mejor amiga, sino la posibilidad, no mejor dicho estoy segura de que pasa algo y me lo ocultas, mis padres no lo saben, pero si mañana no recibo noticias, me voy a Forks, no me importa en lo más mínimo el instituto, solo quiero saber que todo está bien, y si es así, y es que se harto de una niña de seis años como su amiga, lo aceptare y vendré aquí y lo olvidare, punto ya basta de estar triste, no es lo mío – determine después de todos esos susurros de pensamientos y posibilidades.
Cerré los ojos, di la vuelta en mi gran cama y tropecé con algo… caliente y… suavemente greñudo ese algo que tenía un olor imposible de no reconocer, abrí los ojos con emoción a captar lo que podía ser…
¿Jake? – dije en la oscuridad - Jacob – dije con alivio, mientras lo abrazaba… lo mire y si era mi lobo, sus ojos los que tenia semanas sin ver.

Mi miro muy intensamente pude percibirlo, mi corazón latía a mil por segundo, como las alas de un colibrí, si no hubiese sentido esto cada vez que tenia a Jacob cerca hubiese pensado que estaba a punto de sufrir un infarto.

Lo abrasé, pero ese momento de tranquilidad y alivio pasaron, el estaba aquí conmigo y eso era una paz infinita, pero, después de casi un mes sin vernos, y una semana sin comunicarse, tuve horas que me parecieron siglos de preocupación y frustración, debía hablar con él.

Lo abrasé con más fuerza, el gran lobo de pelaje rojizo me rodeo con sus patas, supuse que devolviéndome el gesto, el me sujetaba con fuerza, y a pesar de ser animal, percibí un suspiro de alivio sobre mi cabello; al igual que el suspire, con alivio y ira al mismo tiempo, nos quedamos así por un rato largo.

De repente lo supe, toda la ira que descargue en mi padre era culpa del lobo presente en mi dormitorio, él era el punto de descarga, él y solamente él, ahora debía aguantarse las consecuencias de olvidarse por completo de mí. Sentí la ira brotar desde lo más profundo de mi pecho mi respiración se volvió entrecortada, luche contra mi misma para deshacer el abrazo, levantarme , y decirle unas cuantas cositas que se merecía.

El licántropo me sujeto con más fuerza, pero me dedique a quitar rápida y fríamente sus manos de mí.

Me miro desconcertado desde mi cama, al ver que me puse en pie…

-Jacob Black…- me controle pues todo lo que tenia atragantado, las explicaciones, exigencias ira, todo empezaba a surgir con tan solo mencionar su nombre, me miro y gimió con dolor – eres el peor…” amigo”-dije haciendo las comillas sarcásticamente con las manos, volvió a gemir -, ¿Cómo me pudiste hacer esto?, ¿estás loco?, tienes idea de cuánto…. – lo mire fijamente, me observaba con una mirada que cualquiera podría resistir menos yo, me miro triste, como con arrepentimiento, por que el sabia porque estaba enfada y más aun que tenía razón, por eso se quedo en su forma lobuna para recibir mi descarga calmadamente.

Pero me sitia como una desequilibrada mental, hablando con un lobo gigante sobre mi cama, me sentía como regañando a mi mascota, a mi perro.

- Jake – dije más calmada - ¿podrías hacerme un favor? - no deje que respondiera – mejor dicho ve, y cambia a tu face humana, ¿sabes? mi vida es lo mas sobrenatural que existe, pero algunas veces mis nervios humanos se activan, me siento como regañando a mi perro, así que por favor – señale la puerta, con el fin de que saliera y se transformara y vistiera – muévete – dije con tono acido – date prisa…

El asintió con la cabeza.

- Ah, y por cierto – agregue antes de que se levantara de la cama, me miro – si te vas a ir otro mes más me avisas no quiero quedarme sentada esperando…- y le abrí la puerta.

Me miro con ojos dolidos. El gran lobo peludo se puso de pie con su gran estatura y musculatura, parecía más un caballo que un lobo. Bajo la cabeza en la oscuridad, y note que recogió con el hocico algo del suelo, su mochila verde, me imagine que hay estaría su cambio de ropa.

Salió la gigante figura de mi habitación, por la ventana, escuche sus pasos rápidos por las escaleras, y se adentro en el bosque, pude hasta escuchar el sonido del cierre de su mochila.

-Wow – dije en mis adentros, cuando me concentraba era realmente buena con mis agilidades no humanas.

Me senté en el suelo recostada en un extremo de mi cama, con las piernas flexionadas y sujetadas fuertemente al pecho, como si tratara de unirme después de haber sido hecha trizas , la posición que había tenido los últimos días, solo que ahora era diferente mi Jacob, estaba bien, ahora lo sabía, ahora adaptaba esta posición porque algo me dolía, supe de inmediato que era ese “algo”, tratar con ira a Jake nunca me había salido bien, pues con una gran sonrisa lo arreglaba todo.

Recordé la vez que jugábamos en el jardín de mi casa de Forks, y sin querer me rompió mi muñeca favorita, ese día llore, y me enfade pero el simplemente sonrió con cara de “Lo Siento”, y yo no pude hacer más que reírme de lo sucedido.

Cerré los ojos con fuerza, con la esperanza de estar en ese pasado, mi niñez, mi amigo de juegos Jake, Mi Jake, como le decía desde pequeña, sentía que era mío, desde mi temprana existencia. Pero ahora las cosas eran diferentes mis hormonas suplantaron a los juegos y todo me resultaba extrañamente hiriente cuando él no estaba.

Suspire aun con los ojos cerrados y se me escapo una sonrisa al recordar el incidente en Forks.

Mi muñeca – musite para mí misma y volví a sonreír.

Escuche una risa por lo bajo, y en ese instante percibí un inconfundible olor… Jake….

Sentí cuando se recostaba en mi hombro a pesar de su gran estatura. Se había sentado a mi lado.

Abrí los ojos, y ignore su apoyo sobre mí y me puse de pie, como rayo… era hora de hablar....