Entre terceros - Capitulo 7 "Invitación"

POV CAROLINE.

El resto de la semana de clases, pasó increíblemente rápido, entre exámenes, visitas a la casa Cullen y salidas con Nahuel a cualquier lugar, solo para tontear y discutir a ratos… El siguió pasando por mí, todas las mañanas y luego, fielmente, me esperaba al salir.

Nahuel, había almorzado con mi familia, había conocido a mis amigos, lo veía a diario… estaba metiéndose de cabeza en mi vida y tal hecho no me molestaba en lo más mínimo. Por otro lado, Los Cullen eran realmente agradables nos habíamos aceptado increíblemente rápido sorprendiendo a Carlie.

Esme me había invitado a cenar a las últimas dos noches, acepte gustosa, claramente. Al final solo cenábamos Carlie, Nahuel, Jacob y yo. Mientras los demás se comportaban como la típica familia normal, tal como la noche anterior del jueves: Emmett veía un juego de futbol con Jasper y ambos le preguntaban a Alice quien ganaría, le iban a equipos contrarios. Alice le comentaba a Carlisle una baja en la bolsa de valores, Edward comentaba con Rosalie algo sobre un auto para Carlie mientras mi amiga pedía que no fuera demasiado llamativo. Esme y Bella estaban sentadas en la mesa mientras cenábamos pizza, hecha por la primera mencionada. Debía admitir que para ser alguien que no come cocinaba maravillosamente bien.

Los exámenes y ensayos pasaron y para mi gran alivio pude aprobar todas las asignaturas. Ya era viernes, el bendito y muy esperado último día de instituto. Entregado mi ensayo y un par de trabajos finales, camine a las afueras del edificio sintiendo como una gran sonrisa se formaba en mi rostro y casi estallando de felicidad.

– ¡Por fin! – exclamé y salte a abrazar a Nahuel, una vez que estuve frente a él. 

Sentí las sacudidas de su pecho, contra mí, causadas por su risa. Inhale con disimulo el muy agradable olor que no sabía etiquetar, y que lo caracterizaba.

– Eres una dramática por naturaleza, Caroline Roses.

Me reí y me aleje para mirarlo – Tu adoras mis dramas si no ¿Por qué estás aquí?

– ¡Auch! – Exclamó dando un paso atrás con sus manos alzadas – Golpe bajo, Roses.

Seguí riéndome – ¿Nada mal para ser una simple humana?

Sonrió y alboroto mi flequillo con su mano – No, nada mal. Eres un monstruo, uno muy lindo por cierto.

– Gracias, lo sé – acepte riéndome mientras hacía que mi cabello volviera a su lugar.

Mi “relación” con Nahuel había avanzado bastante, era un gran amigo a pesar de que solo habían pasado un par de días, pero era de esas personas que sientes conocerlas desde siempre cuando la verdad es que sabes de su existencia hace menos de una semana. Sabia de su interés hacia a mí, había sido muy claro, tal como me gustaba que fueran las cosas y el hecho de que el tenia los mismos efectos en mí, no era algo que pudiese negarme. El era insoportable algunas veces pero a la vez me encantaba todo en el, desde su belleza algo aturdidora hasta sus malos chistes por la mañana.

Sin embargo, a pesar de que había dejado claro lo que le pasaba conmigo, habían cosas que no me aclaraba aun, como ese pequeño secreto que prometió contarme y aun no lo hacía, por mi parte, le estaba dando su espacio para que confiara lo suficiente en mí, si es que el problema era la confianza.

– ¿Dónde está Carlie? – preguntó mientras yo saludaba a Jacob haciendo un gesto con mi mano y él me sonreía de vuelta. Estaba al otro lado del estacionamiento recostado a su auto, esperando a Ness.

– Eh… viene en un segundo – respondí sonriendo, recordando mis planes.

– Esa sonrisa me da miedo – murmuró simulando mirarme asustado, mientras me abría la puerta y yo entraba al auto.

– Ahora quien es el dramático – me burle cruzándome de brazos una vez que estuvo dentro del auto también.

Alzó una ceja – Planeas algo Caroline, lo sé.

Fruncí el ceño – A veces odio que conozcas mis gestos, es injusto. Yo nunca logro saber cuándo traes algo entre manos – murmure quejándome.

– He tenido tiempo para observarte – imito mi tono en tanto salíamos del aparcamiento.

– ¿Eso es una confesión de acosamiento?

– Oh sí, soy un maniático acosador – su rostro estaba sin expresión alguna, pareciera que lo dijera enserio.

– Tengo tanto miedo, iré a la policía. Quiero una orden de restricción – me mantuve sin expresión alguna para dar el mismo aire de seriedad.

– Te secuestrare antes que llegues a la estación – me reto sonriendo de medio lado.

Me carcajeé brevemente - Idiota.

–Adoras estar con este idiota, confiésalo – dijo con aires de superioridad.

Alcé una ceja arrogante – Si, sigue soñando, es lo único gratis en la vida – palmeé su hombro – la esperanza es lo último que se pierde ¡animo muchacho! – exclame simulando entusiasmo, ese que solo tenía en los partidos de futbol que veía con mi familia en la tv.

Negó con la cabeza mientras se reía – Estas loca. Ahora deja de dar vueltas y cuéntame que te traes.

– ¿Qué te hace pensar que te lo diré? – reté.

– No me hagas usar mi poción de la verdad, nena – dijo usando un tono que pretendía ser seductor pero solo me hizo pensar que tenía algo atravesado en la garganta. Contuve las ganas de reír.

– No me digas nena – regañe.

– No me ocultes lo que tramas.

– Tengo derecho a tener secretos.

– Tengo un don muy útil.

– Eso es chantaje.

– No, solo es una ventaja.

Suspiré – No es justo, tu si tienes secretos conmigo  - hice un mohín.

– Vamos no seas terca… - insistió y se quedo callado por unos segundos.

Puse los ojos en blanco, rendida – Está bien, te diré – acepté, sabiendo que por más que me negara terminaría diciéndoselo - Planeo hacer que Jacob y Ness estén juntos de una vez por todas – resumí.

– ¿Y cómo harás eso? – no le sorprendía para nada mi plan, pues el también había notado lo que pasaba entre ellos dos.

– Acabo de dejar a Carlie con Alexander Jones – empecé a explicarle pero me interrumpió.

– ¿Quién es él?

– Un chico muy, muy lindo, está loco por Carlie pero ella nunca le ha prestado atención, como a ningún chico que no sea Jacob, ya sabes… hasta ahora. El la ha invitado al baile varias veces esta semana, ella se ha negado, obviamente. Pero hoy gracias a mi intervención, el volverá a invitarla y ella aceptara.

Todos estaban como locos con lo de la fiesta de fin de año, para el yo había preferido ir con mi amigo Michael, había tenido un par de invitaciones las cuales había rechazado lo mas sutilmente posible. Seria exactamente una semana después, por lo que ese día iría de compras con mis amigas para el vestido y toda la cuestión.

– ¿Carlie saldrá con ese tal Alexander? – preguntó pareciendo confundido.

– Irá al baile con él. La he convencido para que acepte.

– Ella querría ir con Jacob – medito.

Rodé los ojos y bufe – Cariño di algo que no sepa, eso es obvio. Pero justamente ayer estuve hablando con Alice y ella me aseguro que Jake la invitaría hoy a ir al baile, falta una semana y le estaba dando su espacio, para que así Carlie fuese con quien quisiera, pero ya sabes ella podría quedarse esperándolo toda la vida y no acepto a nadie.

– ¿El punto es…?

– A Jacob le caerá de sorpresa que Carlie “no quiera” ir con él y esté interesada en este chico, aunque no lo admita él se siente muy seguro de ella, solo que no tiene los huevos de declarársele de una vez.

– ¿Y tú en qué momento entras? Porque no te veo fuera de esto – dijo mirándome divertido.

– Seré la cizaña. Luego me acercare a él y le diré que si no se apresura el tren Carlie se le ira y sin él. Mi querido Jacobito reaccionara y se le declarara de una vez por todas a Ness – concluí sintiéndome orgullosa de mi plan, sabiendo que funcionaria.

– Eres una cosita tan inquieta, te pareces tanto a Alice.

– Si, por algo nos llevamos tan bien, ella me apoyo enseguida en mi idea. Ella enserio es genial.

Nos quedamos en silencio hasta estar frente a mi casa.

– Bueno, gracias Nahuel – dije mientras llevaba mi mano a la manilla.

– Espera – soltó al tiempo que se movía tan rápido y apenas lo percibí, para apartar mi mano de la manilla.

– ¿Qué ocurre? – murmuré aturdida, por la rapidez de su acción y la repentina cercanía de su rostro con el mío, había quedado acorralándome contra la puerta con un brazo, que me impedía escapar.

– Quería preguntarte algo… – su voz se apago y terminó mirando a otro lado. Parecía indeciso.

– Adelante – lo anime curiosa.

Pasaron un par de segundos antes de que hablara – ¿Quieres ir al baile conmigo? – preguntó mirándome directo a los ojos.

Me quede un par de segundos procesando la pregunta, mirándolo y tratando de encontrar mi habla, el tenia ese raro efecto en mi. A veces me preguntaba si enserio no usaba su don conmigo, cuando me miraba de la manera en que lo estaba haciendo, me hacia considerar que quizás el tenia mas afectos de los que yo misma quería admitirme.

– Eh…Si – acepte sonriente olvidando por el momento a Michael en ese preciso instante y hasta mi mismísimo nombre, estaba demasiado cerca por lo cual estaba aturdiéndome más de lo común, yo no era inmune a la belleza que irradiaba pero sabía manejarlo, siempre y cuando, no estuviese demasiado cerca – estas usando tu don en mi ¿no es cierto? – pregunte sintiéndome tonta al ser consciente de que no despegaba mis ojos de él y la manera en cómo mi corazón se aceleraba.

– Para nada – murmuro con una sonrisa juguetona.

– Tienes que estar usándolo – repliqué queriendo excusar mis estúpidas reacciones humanas.

– No estoy haciendo absolutamente nada.

Baje la mirada en cuando  me creí capaz y parpadee repetidas veces - Demasiado cerca – dije mientras empujaba su pecho con mi mano y devolviéndolo a su asiento – deja trabajar a mis neuronas, por favor – murmure frunciendo el ceño.

El rio por lo bajo – Vale, pero no estoy influenciándote de ninguna manera. Solo iré si te apetece ir conmigo en verdad.

– Sabes que me gusta pasar tiempo contigo – confesé tímida.

– ¿Tengo que grabar eso? Es de las pocas veces que me dices algo bueno – bromeó.

– Tonto, iremos al baile juntos. Punto y final – concluí cuando volví a mirarlo

– Como diga señorita – se acerco y beso mi mejilla como siempre lo hacía al  despedirse, baje del auto y antes de cerrar la puerta volvió a llamar mi atención  

- ¿Nos vemos más tarde? – eso se había vuelto costumbre, nos la pasábamos juntos en la tarde haciendo cualquier tontería.

– Mmm creo que no, Carlie pasara por mí en un par de horas, le prometí que hoy estaría con ella todo el día, además, debo ir de compras con mis amigas el baile es en una semana y no tengo absolutamente nada – en el momento que lo dije era cierto pero no contaba con la “sorpresa” de Carlie mas tarde en la casa Swan…

– ¡Carlie! ¡¿Qué es esto?! – exclamé mirando lo que descansaba sobre su pequeña cama tendida con sabanas naranjas, estábamos en la sencilla habitación de paredes lila pálido, techo a dos aguas, suelo de madera y una ventana al fondo decorada con cortinas blancas de encaje.

– Un vestido – respondió encogiéndose entre hombros.

– ¡Eso ya lo sé!  Sabes a lo que me refiero – repliqué mirándola.

– Es un regalo – se defendió encogiéndose entre hombros - tómalo como de cumpleaños por adelantado.

– Pero Carl, teníamos planeado ir juntas….

– ¿Te gusta? – preguntó ignorando mis quejas.

Miré de nuevo el hermoso vestido blanco, con detalles de pedrerías en el busto, corto podía calcular que me llegaría un poco mas arriba de las rodillas.  Estaba al lado del suyo, que era de color morado oscuro.

Suspiré rendida – Me encanta.

– Entonces ¿Cuál es el problema?

– No debiste… - murmure.

– Ya deja de preocuparte y quejarte, quise hacerlo. Ya está, tienes que probártelo quiero ver cómo te queda, según Alice se te ve genial.

Sabía que no habría forma de que aceptara mis quejas así que solo sonreí – Gracias – dije abrazándola – pero quiero que te quede algo claro, que ahora yo sepa que eres millonaria no cambia nada. No quiero un avión para navidad ¿entendido?

Ella se rió y su cuerpo se agito contra mi abrazo.

– Está bien – acepto – por las chicas no te preocupes, ya han comprado sus vestidos.

– Me engañaron – me queje soltándola para mirarla con los ojos entrecerrados.

– Era necesario. Alice me dio tu vestido hace un par de días, quería dártelo pero estuvimos muy ocupadas esta semana, entre lo que paso el lunes, los finales y tus salidas con Nahuel…

– Te he dicho que puedes venir con nosotros – corté sabiendo el camino por donde iba.

– No gracias, no estudie violín – dijo riéndose.

– Renesmee entre nosotros no pasa nada – repliqué por milésima vez en la semana.

– El amor – canturreó mientras hacia una danza extraña por toda la habitación, sus largos rizos dorados sueltos, bailaban libres por todas las direcciones.

– ¿Qué? ¡JA! Deja de decir tonterías no estoy enamorada de tu hermano – me cruce de brazos.

– Awww, seriamos cuñadas – soltó con voz soñadora, deteniendo su danza y saltando frente a mí para luego tomarme por los hombros – Hacen una hermosa pareja.

– Somos amigos, no molestes.

– Pues a él le interesa bastante tu “amistad” – hizo las comillas con los dedos.

Rodé los ojos – Idiota.

Ella rio – Vamos, admite al menos que te gusta.

– Basta – murmuré.

– Vamos, dilo.

– No tengo nada que decir.

– ¡Vamos! – exclamó.

– ¡Basta! – exigí.

– ¡Dilo! ¡Confieza!

– No diré nada.

– Lo estás haciendo.

– Claro que no.

– ¡Que si!

– ¡Eres exasperante!

– ¡Tu una terca!

–¡Ahh! –Exclame exasperada – ¡Vale me gusta Nahuel! ¿Feliz?

– ¡Lo sabia! – presumió con aires de victoria.

– Ya no jodas Renesmee Carlie – la mire con ojos entrecerrados – Ya déjalo. Más bien cuéntame ¿cómo te fue con Alexander?

Se sonrojó y hizo una mueca que simulo ser el intento de una sonrisa – El es muy lindo, ya sabes y  iremos juntos al baile. Pero… Jacob…

– Todo lo que hacemos es para que tengan su linda historia cliché ¿Vale?

Sonrió viéndose más animada – Creo que funcionara tenias que haber visto su cara cuando “alegremente” le conté sobre mi cita. Parecía que acababa de darle una patada en el trasero – se rió – Después de todo… creo que soy su imprimación.

– ¿Imprimación? – pregunte sin poder evitarlo, era un término extraño.

– Es una magia que rodea a los suyos. Es un amor a primera vista, el encuentro de almas gemelas a la primera mirada – me conto mirando al vacio y sonriendo cursimente.

– Y…aun no sé que es Jacob, como para saber que son “los suyos”.

– Sabes que no me corresponde a mí. Pero, he estado hablándolo con él y pronto sabrás todo, lo prometo.

Sonreí muy animada ante la idea - ¡Perfecto! ¡Basta de secretos! ¡Los odio!

Ella sonrió y se acerco a tomar mi vestido y entregármelo – ¡Prueba de vestidos! ¡Ahora! – exclamo emocionada. Rodé los ojos ante su manera poco disimulada de cambiar de tema.

– ¿Y los antifaces? Eso puedo comprarlos… – comente al recordar que el tema del baile eran mascaras.

– Lo tengo cubierto, para el día del baile las tendremos.

– Carlie qué demonios…

– ¡Shh! He dicho prueba de vestidos y si vuelves a quejarte te pateare el trasero, ahora ¡Menos charla mas prueba! – exclamó mientras tomaba su vestido.

…

– Carlie quería preguntarte algo – medité la pregunta que había llegado a mi mente la noche anterior, mientras guardábamos los vestidos en su closet junto con las armas mortales que ella quería llamar zapatos, me sentía el doble de alta y el tripe de incomoda. Por eso, amaba mis converse.

– Dime.

– Quiero que me cuentes la reacción de tu familia cuando se enteraron de que me habías dicho todo.

– Ah – murmuro - De lo que paso durante las horas en las que estuviste desmayada el lunes – le resto importancia haciendo un gesto despreocupado con la mano y sentándose al borde de la cama  - ¿Para qué quieres saberlo? Ellos te han aceptado ya y tu a ellos.

– Curiosidad – admití – ¿Me lo contaras? – pregunté sentándome a su lado, notando como había hecho decaer su ánimo.

– Bueno…no se Line, mi familia dijo muchas cosas y no quiero que los mires diferentes, es solo que…estaban buscando mantenernos a salvo – susurró mirando sus manos que descansaban sobre sus rodillas. Había ocultado su rostro con una cortilla de cabello.

– Solo cuéntamelo, ahora los conozco y nos la llevamos bien, todo está perfectamente.

Suspiró y se volvió a mirarme y había algo de temor en sus ojos – ¿Prometes que nada cambiara?

– Lo prometo, cuéntamelo.

– En realidad prefiero…mostrártelo – alzo su mano derecha tímida – se me hace más fácil y mis recuerdos son más claros que cualquier explicación mía – confeso encogiéndose entre hombros.

Miré su mano y alcé mi brazo – Muestra – dije confiada. Su don me causaba algo de incomodidad, sinceramente ver a cualquiera de ellos con sus dones en acción me causaba una extraña sensación.

Poso su mano sobre mi brazo y todo lo que me rodeaba desapareció para ser reemplazado por los recuerdos de Carlie.

…

– ¡Renesmee! ¡Qué has hecho! – exclamó Edward, pude ver que entraba a la sala que ya conocía. También pude visualizar a lado venia Jacob conmigo en brazos, fue extraño verme desmayada.

Carlie lloraba, solo podía escucharla mas no verla – Eso no importa ahora – sollozó – Mi abuelo debe atenderla se ha dado un duro golpe en la cabeza y se ha desmayado.

Cada miembro de la familia iba apareciendo por orden. Vi como Nahuel aparecía un momento después que Rosalie y centraba sus ojos en mi inconsciente cuerpo 

- ¿Qué demonios le paso? – Su rostro parecía estar más pálido de lo normal.

– Ha salido corriendo cuando le conté lo que somos, estábamos en el bosque, se ha caído y golpeado la cabeza – contó Carlie con voz nerviosa – se ha desmayado al instante.

Corrió y en un movimiento fugaz me arrebato de los brazos de Jacob – ¡Carlisle!

El aludido apareció seguido de su esposa y al ver la escena ordeno que me llevaran con él  – A mi despacho, ahora – Nahuel y Carlisle desaparecieron escaleras arriba.

– Renesmee… - habló Jasper - ¿Le has contado todo sobre nosotros?

No hubo respuesta, solo un sollozo.

– Y aquí vamos de nuevo  - comentó Emmett sentándose en el respaldo de uno de los muebles de la sala.

– ¡Renesmee! ¡Sabes que esa prohibido! – regaño Edward.

– Papa se que fue un error, de verdad tenía la esperanza de que ella reaccionara diferente – sollozo – no esperaba que corriera asustada.

– Edward entiéndela… - intervino Jacob mientras le tomaba la mano a Carlie, dándole apoyo.

– ¡No te metas! es un asunto entre la familia – le gritó el vampiro.

– ¡Él es de la familia, papa! – replico Ness, molesta.

– Edward tranquilízate un momento – exigió Bella parándose frente a su marido.

– Ness no le contaste cualquier secreto, te lo advertí – murmuró mientras cerraba los ojos y suspiraba, solo la voz de Bella lo tranquilizo un poco.

– ¡Lo sé! ¡Pero estoy harta de tener que esconderme! – Gritó mi amiga con desesperación – ¡Joder quiero poder tener una amiga fuera de todo esto sin tener que mentirle! – sollozó de nuevo.

– Así es nuestra vida y te lo hemos explicado desde siempre – intervino Bella con tono suave mientras se volvía a mirar a su hija, pero también se notaba la tensión en sus facciones.

Carlie se abrazo a Jacob y acallaba sus sollozos en el pecho de este y mientras, el moreno acariciaba su espalda tranquilizándola, murmurando un “tranquila Ness, todo irá bien”, palabras las cuales a Renesmee parecían tenerle un afecto mágico, su llanto se iba calmando de a poco.

– Hay que encargarnos de este problema lo más rápido posible – murmuró Jasper, después de unos minutos de silencio y tensión.

– ¡Oh claro que no! – Intervino Alice viéndose muy alterada – No podemos hacerle daño, no a ella.

– ¿Encargarse del problema? ¡De qué demonios estás hablando! – Dijo Nahuel mientras bajaba las escaleras como rayo – Oh mierda Jasper, no estarás pensando en hacerle algo porque no lo permitiré. Ahora Carlisle la curara y la dejaremos en su casa, eso es lo que haremos.

– Me malinterpretaron. Alice, sabes que no podría dañarla. Pero, debemos pensar en algo, ella ahora sabe nuestro secreto. Hay que evitar que nos delate… tendríamos que mudarnos y ni siquiera podríamos llevar la vida oculta que tenemos hace años.

– Jasper, podrían etiquetarla de demente, nadie sabe de nuestra estancia en Forks, además, solo visitamos a Carlie para estas fechas – opino Rosalie – no podrían creerle, Carlie tendría la excusa de que su golpe en la cabeza la afecto mentalmente.

– Tiene nuestro apellido ¿cierto? –Ness asintió – señalarán a Ren en el instituto – comentó Esme – lo más lógico sería irnos de Forks lo más rápido posible.

No, por favor, no. No me puedo ir lejos Forks, no sin Jacob – un pensamiento de Carlie resonó pero obviamente no lo escucharon.

– Tal vez ella pierda la memoria, eso sería conveniente – dijo Jacob quien la había abrazado, mas fuerte contra él cuando empezaron a considerar la idea de irse.

– Solo podemos suponer. Nada es seguro y tenemos que tener un plan B en caso de que ninguna de esas situaciones convenientes suceda – medito Edward ahora más tranquilo – Ya Renesmee nos delato, tenemos que manejar esta situación lo mejor posible.

– Sea cual sea la decisión que tomen, no van a tocarle un cabello a Caroline – recordó Nahuel con el ceño fruncido, diciendo mi nombre con demasiada confianza.

– El tiene razón, no podemos deshacernos de ella – Alice parecía demasiado preocupada por mí, era como si de verdad le importara – Es una vida inocente.

– Claro que no le harán absolutamente nada, ella no pagara por un error mío – me defendió Carlie – asumo toda la responsabilidad.

– Intenta hablar con ella cuando despierte – sugirió Bella – tal vez ella…acceda a guardar el secreto.

– Yo iré a cuidarla, quiero estar con ella cuando despierte, la calmare antes de que intentes volver a hablar con ella – dijo Nahuel mientras se dirigía de nuevo a las escaleras.

– Nahuel es mejor que te alejes de ella – le dijo Edward mirándolo con el ceño fruncido compartieron una larga mirada como si hablaran sin necesitar palabras  y unos minutos después mi ahora amigo, dijo:

– No lo hare.

– Sabes que es lo mejor…

– Te respeto Edward, y lo sabes. Pero tú no eres nadie para decir lo que es posible y lo que no.

– Nos teme, la pobre chica esta aterrada.

– Es normal.

– ¡Por Dios Nahuel reacciona! ¡La culpa no puede…!

– ¡Cállate! – Le gritó – déjame tomar mis propias decisiones como te han dejado tomar las tuyas, es mi maldita vida yo hago con ella lo que me de la maldita gana. Y si no puedes comprenderlo, dejare de incomodarlos y me iré.

– Sabes que eso no es necesario… - hablo Bella.

–Solo aclaro el punto Bella, Edward sabe lo que esa chica significa para mí y seguramente tú también. Así que por favor solo…déjenme intentarlo – y sin decir más desapareció escaleras arriba.

…

Toda la habitación volvió a aparecer ante mis ojos, lo que significo que Renesmee había dejado de mostrarme sus recuerdos. Parpadeé repetidas  veces, mientras mi mente se organizaba en el tiempo presente.

– Eso fue lo que paso…pero de verdad, ellos no te harían nada. No iba a permitirlo, tenía el apoyo de Nahuel y Alice. Solo estaban siendo subjetivos, fuiste un “problema” si se puede llamar así, pero fue mi error y tu no tenias la culpa de saber demasiado – empezó a hablar rápido defendiendo a su familia.

– Lo entiendo – corté para que dejara de darme explicaciones – Se que de estar en sus zapatos habría pensado esas cosas pero… – mi voz se apago, había estaba muy confundida, mucho más que al principio de todo – ¿Por qué Alice me defendió? ¿Por qué Nahuel estaba dispuesto a disgustar a tu padre solo por mí? ¿de qué culpa hablan?

– Line, hay cosas en mi familia que ni yo misma se. No puedo responder ninguna de esas preguntas, también me las he hecho pero por más que he intentado, no obtengo respuestas.

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Puntualisimo! Es viernes y cumpli jajaja (H) bueno bueno publico este capi antes de irme a dormir acabo de llegar de un concierto y ando en las nubes y estoy super cansada jajaja asi que no dire nada mas que este capitulo esta dedicado a mi querida Laura, nena gracias por todos los comentarios te adoro.

Para mis chicas, las adoro con mi vida :33 gracias por apoyarme siempre espero les guste y me dejen sus palabritas y porfa voten en la encuesta :D

besitos

Caro.